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“Alégrense, oh naciones, con su pueblo”La Atalaya 1982 | 15 de enero
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esperanza naciones.’” (Romanos 15:12; Isaías 11:10) Jesé de Belén era padre de David, a quien Dios nombró para ser rey sobre las 12 tribus de Israel. David mismo no podía ser “raíz” de vida para su padre natural. Por eso la verdadera “raíz de Jesé” tenía que ser Jesucristo, quien nació en Belén y en la tribu real de Judá, la propia tribu de Jesé. Jesús llegará a ser una “raíz” dadora de vida para su antepasado terrestre Jesé cuando resucite de entre los muertos a éste y a su hijo David en Su reinado milenario.—Revelación 22:16.
17. Entonces, ¿quién es la “raíz de Jesé” en quien las naciones pueden cifrar su esperanza?
17 Es cierto que David ‘gobernó naciones’ después que subyugó a las naciones no judías que quedaban en la Tierra Prometida. Sin embargo, ahora David ha estado muerto desde 1037 a. de la E.C., y personas de las naciones no pueden cifrar su confianza en él. Felizmente pueden cifrar su esperanza en el David Mayor que ahora reina, Jesucristo, “la raíz y la prole de David.” (Revelación 22:16) El que ellas cifren su confianza en él, el David antitípico, no será en vano ni estará mal fundada.
18. ¿Quiénes entre todas las naciones ya han cifrado su confianza en este Gobernador prometido, y a quiénes gobierna éste ya?
18 Desde 1935 centenares de miles de personas que pertenecen a la “grande muchedumbre” que se recoge de toda nación, tribu, lengua y todo pueblo han cifrado su esperanza en el Gobernante que no las desilusionará. Prueban esto por medio de obedecer el mandato de él de predicar “estas buenas nuevas del reino . . . en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” (Mateo 24:14) La esperanza de toda persona de las naciones que ha muerto desde que invadió el pecado que causa la muerte en la humanidad, descansa en el Rey celestial que ahora gobierna, Jesucristo. Ya desde que fue entronizado al final de los tiempos de los gentiles en 1914, él gobierna a creyentes llenos de esperanza, quienes vienen de todas las naciones. Todavía gobernará sobre muchísimas más personas después de la resurrección de todas las que hayan sido redimidas de entre la humanidad.
19. Por consiguiente, ¿hay razón para que creyentes de todas las naciones rebosen con la esperanza a medida que transcurre el tiempo? ¿Hay razón para que estén ‘alegres’?
19 Entonces, ¿hay razón para que personas de todas las naciones ‘se alegren’ con el “pueblo” de Jehová, los israelitas espirituales? ¡Sí, hay razón de sobra! ¡Qué apropiada es aquí la amorosa bendición con la cual Pablo concluye sus citas proféticas! Pues él dice: “Que el Dios que da esperanza los llene de todo gozo y paz por el creer de ustedes, para que abunden en la esperanza con poder de espíritu santo.” (Romanos 15:13) Esta oración inspirada está cumpliéndose más allá de toda negación en todos los testigos cristianos de Jehová de todas partes del mundo. El que las profecías bíblicas se estén cumpliendo indica que nuestra gloriosa esperanza se realizará pronto. ¡”Alégrense”!
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Testigo ciego salva una vidaLa Atalaya 1982 | 15 de enero
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Testigo ciego salva una vida
Vicente es un ciego de 75 años de edad. Ha servido en España como precursor auxiliar por unos cinco años, distribuye unas 110 revistas cada mes y conduce tres estudios bíblicos. Cierta noche fría de invierno su compañero de servicio no se apareció para acompañarlo a visitar de nuevo, a las 9:15 de la noche, a una persona que había mostrado interés en el mensaje bíblico. Puesto que era algo temprano para hacer esa visita y no quería perder tiempo, Vicente decidió visitar otra casa él solo. El hombre que abrió la puerta lo trató amablemente, escuchó el mensaje sobre la esperanza del Reino y tomó las dos revistas que Vicente le ofreció. Unas semanas después, cuando éste le visitó de nuevo para llevarle los últimos números de las revistas, el hombre dijo: “Señor Vicente, si usted no me hubiera visitado aquella noche, no estaríamos conversando hoy. Había decidido quitarme la vida con una pistola. En aquel momento lo único que deseaba era morir, pero ahora, al leer estas revistas y aprender más acerca del Reino, mi deseo de vivir está creciendo cada vez más.
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