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Presentando las buenas nuevas... con prudenciaMinisterio del Reino 1983 | septiembre
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Presentando las buenas nuevas... con prudencia
1 Al visitar a las personas en sus hogares o al encontrarnos con ellas en la calle, en las tiendas o en otros sitios, tenemos que ser prudentes. ¿Por qué? Porque vivimos en los “últimos días” con sus “tiempos críticos”. Pablo escribió que la gente que hubiera de vivir en estos días habría de ser ‘presumida, altiva, no dispuesta a ningún acuerdo, sin gobierno de sí misma, feroz y testaruda’ (2 Tim. 3:1-4). Así que, es patente que estos tiempos exigen que el pueblo de Jehová sea prudente al declarar las buenas nuevas.
2 Pero, ¿qué es prudencia? Se ha dicho que la prudencia o tacto tiene que ver con un sentido agudo que permite a uno saber qué decir o hacer en una situación difícil o delicada a fin de mantener buenas relaciones con otras personas, o para no ofenderlas. Ciertamente como cristianos deseamos mantener buenas relaciones con la gente y no ofenderla innecesariamente. Así que, ‘en cuanto dependa de nosotros, seremos pacíficos en dichos y hechos con todos los hombres’. (Rom. 12:18.)
3 Ayuda el que podamos ponernos en el lugar de la persona con quien hablamos. Tal vez nuestra visita haya interrumpido algo importante que ella estaba haciendo. A menudo el amo de casa no espera que alguien llame a su puerta. Por eso, tenemos que ser prudentes y considerados para con la persona y desplegar interés profundo junto con el deseo amoroso de ayudar.
4 Pablo fue ejemplo excelente de un testigo cristiano prudente. Recuerde que cuando él habló a los atenienses no los regañó ni los condenó por practicar la idolatría y adorar a tantos dioses falsos, a pesar de que su espíritu se irritó al ver tales cosas (Hech. 17:16). Prudentemente Pablo se valió del interés de ellos en la adoración de muchos dioses para desarrollar una excelente introducción al discurso que pronunció a la gente de Atenas. (Hech. 17:22-31.)
5 Nosotros también encontraremos a personas que tienen su propia religión y que nos dirán precisamente eso. ¿Qué debemos hacer? Debemos ser prudentes. No debemos ser insistentes, agresivos ni criticones. Más bien, si es posible, debemos procurar hallar puntos sobre los cuales concordamos y hablar sobre éstos. No hay por qué refutar ni desafiar toda objeción que presenten las que no estén de acuerdo con nuestro mensaje.
6 La discreción también incluye el saber escuchar. Si escuchamos las ideas del amo de casa y las consideramos, llegaremos a conocer su opinión. A menudo, con tino se puede seguir el hilo del razonamiento del amo de casa y desarrollar una buena conversación y dar un testimonio. Las preguntas son útiles, pero debemos ejercer cuidado para que éstas no pongan al amo de casa en un aprieto. Más bien, éstas deben emplearse para hacer que él hable y exprese su punto de vista. Así que, podemos seguir el ejemplo de Pablo: “Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos”. (1 Cor. 9:22.)
7 En toda ocasión debemos medir nuestras palabras a fin de no ofender (Pro. 25:11). Así los amos de casa comprenderán que estamos visitando en espíritu amigable y que venimos con un mensaje animador. Si nuestra habla y expresión facial comunican interés personal, bondad y amigabilidad para con todos, la mayoría de las personas notarán esto y a menudo responderán de manera receptiva. Recuerde el consejo de Pablo: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno”. (Col. 4:6.)
8 Aun cuando las personas no muestren interés en absoluto, nuestro comportamiento prudente procurará no ofender a nadie. Así dejamos una buena impresión y preparamos el terreno para el siguiente Testigo que llame a la puerta. Sigamos presentando las buenas nuevas prudentemente a fin de que podamos impartir lo que es bueno y favorable a las personas que nos escuchen. (Efe. 4:29.)
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Tema de conversaciónMinisterio del Reino 1983 | septiembre
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Tema de conversación
¿Estamos en los últimos días?
Luc. 21:10, 11—Lo que Jesús dijo.
Luc. 21:28—Podemos sobrevivir.
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El calendario para 1984Ministerio del Reino 1983 | septiembre
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El calendario para 1984
Muchos hermanos han expresado agradecimiento por el calendario para 1983 con sus rasgos prácticos y recordatorios con relación a la obra de predicar. Al presente se está preparando el calendario para 1984. Tendrá los mismos rasgos básicos que el de 1983, con cuadros que ilustrarán el tema del texto del año para 1984 puesto que mostrarán la predicación valerosa que se está efectuando alrededor del mundo. Se imprimirá el calendario en un papel más costoso, papel cuché o estucado, que intensificará la belleza del calendario. El precio por cada calendario de 1984 será un dólar. Los calendarios se imprimirán en español, alemán, coreano, chino, danés, finlandés, francés, griego, holandés, inglés, italiano, japonés, portugués y sueco. Las congregaciones deben enviar sus pedidos durante la primera semana de septiembre y usar el formulario regular Hoja de Pedido de Literatura (S-14-S) e indicar, en la sección “Artículos de existencia controlada”, la cantidad de calendarios en español que desean. Si desean calendarios en otros idiomas, deben anotarlos en la sección “Publicaciones en otros idiomas” y enumerar los idiomas y las cantidades que quieren de cada uno. Además, especifiquen que son los del 1984. No envíen la remesa junto con el pedido. Los calendarios son artículos de existencia controlada y se han de pagar cuando se envíe la remesa regular a la Sociedad después de haber recibido los calendarios. Sírvanse ver el Cost List, párrafos 22 y 23. Los pedidos de los Estados Unidos se enviarán a más tardar para el 1 de noviembre. Hasta que se empiecen a mandar los envíos, comenzando a fines de octubre, el calendario para 1984 aparecerá en las facturas de la congregación como “Envío pendiente (Back ordered)”.
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● Oferta de literatura para septiembre: Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, por $2.50. Si se ha agotado la existencia, puede ofrecerse Mi libro de historias bíblicas o cualquier otro libro en existencia. Para octubre y noviembre: La suscripción a La Atalaya o ¡Despertad!, por un año por $3.50, o a ambas por $7.00. Para diciembre: La Traducción del Nuevo Mundo y cualquier libro más “viejo” de 192 páginas, por $3.75.
● A partir del 1 de septiembre las congregaciones pueden pedir más ejemplares del libro Unidos en la adoración. Recuerden, esta publicación no se usará como oferta de campaña en la obra de casa en casa. Es para que se use en los estudios bíblicos de casa, en el Estudio de Libro de Congregación y para el estudio personal. También pueden ofrecerlo a las personas que han tenido el libro La verdad o el libro Vivir para siempre. Para comenzar, sugerimos que pidan aproximadamente un libro por cada estudio bíblico que se esté conduciendo en la congregación y para cualquier publicador que necesite un ejemplar personal, y quizás unos cuantos más. Cuando necesiten más, pueden pedirlos.
● Durante los meses de enero y febrero no se pronunciarán discursos especiales basados en el nuevo libro Unidos en la adoración. Pueden planear usar los discursos de la serie regular durante ese tiempo.
● El superintendente presidente, o alguien nombrado por él, debe intervenir las cuentas de la congregación el 1 de septiembre o tan pronto como sea posible después de esa fecha.
● Con gusto les anunciamos que se ha preparado un nuevo Cost List. Se están enviando cuatro ejemplares de éste a cada congregación. El secretario debe guardar un ejemplar, los otros tres deben entregarse a los hermanos encargados de la literatura, las revistas y las cuentas.
● Nuevas grabaciones en casetes en existencia:
Génesis (juego de cuatro casetes; congregación y público: $6.00, precursores: $5.00).—inglés
● En las congregaciones en que para el 1 de septiembre de 1983 no se haya nombrado a un anciano para que sirva de superintendente presidente por un tiempo indefinido, el actual superintendente presidente puede seguir sirviendo temporalmente hasta que se haga tal nombramiento.
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