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¿Está maniobrando la O.N.U. para reprimir la religión?¡Despertad! 1977 | 8 de marzo
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¿Está maniobrando la O.N.U. para reprimir la religión?
“ÉRASE una vez,” comentó el Guardian de Manchester, Inglaterra, “los Estados Unidos y otros veían a la Organización de las Naciones Unidas como campeón de los derechos humanos y defensora imparcial de las fes generales.” Por muchos años la gente admiraba la famosa Declaración Universal de Derechos Humanos de la O.N.U. como un modelo para la libertad. Pero, dice el Guardian, ya ha aparecido la “desilusión.” ¿A qué se debe el cambio?
Bueno, algunos acusan a la Comisión de Derechos Humanos de las N.U. de portarse de un modo contrario al propósito que supuestamente debe servir. Por ejemplo, cuando el representante estadounidense volvió de la sesión que la comisión celebró en Ginebra en 1976, expresó indignación por lo que había acontecido en la sesión. El 1 de abril, en una protesta pública, hizo unas acusaciones alarmantes.
Primero, hizo cargo de que una declaración que tienen la intención de formular sobre la libertad religiosa “está tomando forma lentamente como un texto torcido cuyo objeto es limitar la libertad religiosa y la creencia individual con el pretexto de que la religión engendra intolerancia, racismo y colonialismo y resulta en amenazas a la paz y . . . a la seguridad del Estado.”
El delegado, Leonard Garment, aseveró que según la redacción actual la declaración “puede servir para minar la legitimidad de las organizaciones religiosas y de las prácticas religiosas, y en realidad se puede usar para legitimar su reprensión.”
Segundo, atacó otra resolución sobre el “derecho a la vida” que se adoptó en la sesión de 1976. Según él, el verdadero sentido de esta resolución es que “si el Estado determina de alguna manera que no está ‘seguro,’ o . . . que existe una ‘amenaza a la paz,’ entonces actualmente puede, con la sanción formal de la Comisión de Derechos Humanos de las NU, suspender todos los otros derechos humanos —habla, ejercicio religioso, asamblea, emigración— hasta que pase la amenaza al ‘derecho a la vida’ supremo.”
Por lo tanto, el Sr. Garment se quejó de que esta resolución “permite que se cometan crímenes contra los derechos humanos abiertamente, aun orgullosamente, en el nombre de la paz y la seguridad internacionales.”—Información que se dio a la prensa, Misión de los Estados Unidos a las Naciones Unidas, 1 de abril de 1976. (Bastardillas añadidas.)
Esas acusaciones son graves. ¿Confirmarán los sucesos futuros los temores del Sr. Garment, o son estas resoluciones de las N.U. solo habla política insincera, faltas de verdadera fuerza? Solo el tiempo puede decidirlo, pero puede que algunos de los sucesos que llevaron a la enunciación de estas acusaciones sorprendan al lector. Puede que también le sorprenda saber cómo le va a la religión en las N.U.
Allá en 1962 la Asamblea General pidió formalmente que la Comisión de Derechos Humanos preparara una declaración contra la intolerancia religiosa. Al mismo tiempo, pidió una declaración contra la discriminación racial. En 1963, justamente un año después, se proclamó que habían terminado la declaración racial. Pero, extraño como parezca, después de quince años, solo el título y ocho párrafos del preámbulo de la declaración sobre la religión han sido aprobados. ¿Por qué?
Durante el debate de 1973, el delegado de Costa Rica expresó su opinión de que ‘se estaba haciendo un esfuerzo en el Comité [preparativo] para asegurar que la Declaración jamás viera la luz del día.’ Le parecía a él que se estaban valiendo de ‘toda clase de subterfugio’ para estorbar la obra.1a
No obstante, durante los años de demora, la declaración que venía saliendo, poco a poco estaba tomando un viraje sorprendente. Los registros oficiales de los debates indican que muchos países evidentemente están evitando un documento que le dé libertad completa a la religión. Una declaración que proscribiera llanamente la imposición de restricción alguna a la religión pudiera resultarles políticamente embarazoso.
Para evitar esto, sus delegaciones se han valido de muchas objeciones sobre cuestiones de procedimiento y postergaciones, además de impugnar casi cada palabra de la declaración propuesta. A menudo el empleo de este método que lleva a rendimiento por cansancio ha extraído avenencias cuya fraseología se presta a más de una interpretación. El delegado de los EE. UU. dice de estas transigencias que cada concesión “parece tan pequeña que uno siempre puede justificarse por no ofrecer resistencia... en ese momento.”
En el artículo que sigue se notará el cambio en el encauzamiento de estos documentos recientes de las N.U., de declaraciones que defienden ciertos derechos a declaraciones que hasta pudieran usarse para suprimir esos derechos.
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Cómo torcieron por sorpresa dos resoluciones de la O.N.U.¡Despertad! 1977 | 8 de marzo
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Cómo torcieron por sorpresa dos resoluciones de la O.N.U.
LAS fuerzas que desean alterar la declaración sobre la libertad religiosa empezaron su trabajo con el título mismo. Lo ajustaron de modo que pudiera interpretarse de dos maneras. Veremos como éste es el caso.
Al tiempo que la Asamblea General originalmente pidió una “Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia religiosa,” se dio énfasis a proteger las creencias personales contra la intolerancia de oficiales y otros. Pero el título actual es diferente. Requiere la “Eliminación de todas las formas de intolerancia y de discriminación basadas en la religión o las creencias.”2a ¡Se ve, pues, que algunos pudieran interpretar esto como si colocara la “religión o las creencias” en el papel de lo que causa “intolerancia” y debe ser ‘eliminado’!
Consideremos otro ejemplo. El tercer párrafo transigente del preámbulo dice que una razón por la cual se toman medidas contra la intolerancia es que
“el desprecio y la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de creencia, causan directa o indirectamente guerras y grandes sufrimientos a la humanidad, especialmente en los casos en que sirven de medio de injerencia extranjera en los asuntos internos de otros Estados y equivalen a instigar el odio entre los pueblos y las naciones.”3 (Bastardillas añadidas.)
En inglés y en varios otros idiomas principales, las palabras en que se expresó este párrafo lo hicieron ambiguo. No identifican claramente cuáles son las causas villanas que producen “guerras y grandes sufrimientos . . . injerencia extranjera . . . y equivalen a instigar el odio.” La fraseología en esos idiomas permitía que los que consideraban “el desprecio y la violación de los derechos humanos” como las causas, lo vieran así, mientras que los que interpretaban que las causas son ‘la religión o las creencias’ también podían salirse con la suya. ¡Esta confusión es lo que los representantes tenían por objeto!
Las maniobras diplomáticas a las que se recurrieron para adoptar la redacción ambigua eran casi cómicas. Una nación europea preguntó exactamente qué era lo que se quería decir. En respuesta, un delegado africano ‘sugirió que no explicaran sus interpretaciones antes de la votación.’ El presidente consideró que era un problema de traducción. Entonces un delegado de una república soviética instó al grupo a que ‘aprobara la avenencia y la interpretara más tarde,’ sin indicar lo que quería decir. Dijo que ‘la definición era algo que le tocaba a cada Estado’ interpretar. ¿Puede creerlo? ¡El párrafo transigente fue adoptado!
Solo se consideraron otros dos párrafos durante la última sesión (de 1976). El quinto párrafo fue redactado en un estilo parecido de doble significado y fue aprobado. Pero surgió mucha controversia sobre el párrafo noveno y último del preámbulo. Al fin, dice el registro de las N.U., “el Grupo de Trabajo oficioso no pudo aprobar un texto.”4
Aun así, el último párrafo de varios párrafos “transigentes” le dio duro a la religión. Declara que “la libertad de religión y de creencia no debe ser utilizada abusivamente como medio de seguir una ideología o práctica contraria a” los objetivos de “paz mundial, justicia social y amistad entre los pueblos y Estados.”5 (Se han añadido las bastardillas.)
En otras palabras, si un país optara por declarar que la libertad de religión se estaba “utilizando abusivamente,” presentando una amenaza a la “paz mundial,” podría invocar este párrafo para apoyar restricciones sobre esa libertad religiosa.
Entretanto, la Comisión sobre Derechos Humanos también adoptó otra resolución que encerraba inferencias parecidas respecto a la libertad religiosa y otros derechos... la resolución sobre el “derecho a la vida.”
Las palabras de esta resolución se escogieron con cuidado para darle una apariencia innocua. Por ejemplo, “paz y seguridad” se mencionan por lo menos ocho veces en medio de expresiones como las que se hallan en el primer párrafo operativo: “Todo ser humano tiene derecho a vivir en condiciones de paz y de seguridad internacionales y a gozar plenamente de los derechos económicos, sociales y culturales y de los derechos civiles y políticos.”
Sin embargo, el mismísimo párrafo siguiente contiene una cláusula que fue presentada con la esperanza, según algunos, de que fuera adoptada sin deliberación y antes que los contrarios potenciales reconocieran su verdadero propósito y fuerza. Dicha cláusula declara que la Comisión sobre Derechos Humanos está convencida de que “el respeto absoluto y el fomento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales exigen que reinen la paz y la seguridad internacionales.”6 (Bastardillas añadidas.)
Pero, ¿qué se puede decir de respetar los derechos humanos cuando no reinen la paz y la seguridad? Un delegado latinoamericano hizo surgir esa pregunta, y dijo que “espera que ese párrafo no sea invocado por las tiranías para continuar violando los derechos humanos y las libertades fundamentales con el pretexto de que la paz y la seguridad internacionales no reinan en el mundo.”
El delegado francés expresó recelos parecidos. Si la paz “reinara por todo el mundo,” dijo él, “¿engendraría necesariamente respeto de los derechos humanos en todas las regiones del mundo, suprimiría automáticamente los regímenes tiránicos, . . . pondría fin automáticamente a la discriminación . . . ?”7
Por lo tanto, parece que la resolución pone el “derecho a vivir” en “paz y seguridad” por encima de todos los otros derechos humanos (incluso la libertad religiosa) aunque esto exija la exclusión de esos otros derechos. El delegado de un régimen donde es rutinario restringir los derechos humanos dijo que su delegación había “votado a favor del proyecto de resolución . . . por considerar que refleja perfectamente su punto de vista.”8
Al regresar de Ginebra, el representante estadounidense hizo este comentario respecto a estas acciones de las N.U.:
“Los detalles referidos no son de ninguna manera raros. Son usuales. . . . Ocurren dondequiera que se celebren reuniones internacionales. Están ocurriendo en todas partes con mayor rapidez y más fuerza. Constituyen un patrón de acción letal.”
¿Hay un mensaje en todo esto para el futuro de la religión? ¿Verdaderamente hay un ‘patrón letal’? O, ¿son estas resoluciones simplemente declaraciones políticas vacías o insinceras, que carecen de verdadero poder? El tiempo decidirá.
Sin embargo, los debates de la Comisión sobre Derechos Humanos sí revelaron algunos sentimientos profundamente arraigados respecto a la religión que nos valdría la pena considerar. Los sucesos del día también están exponiendo las iglesias a censura cada vez más mordaz, aun de parte del Occidente democrático. El artículo que sigue hará notar esta tendencia y lo que significa para el futuro de la religión.
[Nota]
a Se alistan las referencias en la página 10.
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El futuro de la religión bajo ataque de la O.N.U.¡Despertad! 1977 | 8 de marzo
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El futuro de la religión bajo ataque de la O.N.U.
¿PUEDE decirse con toda sinceridad que la religión no es más que una víctima inocente e indefensa de las resoluciones ya mencionadas? O, ¿puede decirse francamente que las religiones del mundo les han dado a las delegaciones de las N.U. razón para mirarlas con desconfianza? Por ejemplo, ¿cuántas religiones del mundo que dicen ser cristianas realmente obran en conformidad con las normas que Cristo estableció? Durante los debates, la Comisión sobre Derechos Humanos presentó algunas cuestiones históricas que toda persona honrada ciertamente deseará considerar.
Por ejemplo, en 1973 el representante de la S.S.R. Ucrania aseveró que ‘la historia estaba llena de casos de opresión, cruzadas y matanzas que una religión u otra . . . llevaron a cabo contra las personas de otras fes.’ Y un delegado árabe señaló que en el siglo XVIII ‘tras el comercio venía la Biblia y la bandera’9 de los explotadores codiciosos. Otros delegados expresaron reservas parecidas acerca de los abusos religiosos.
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