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Adonde conduce el camino actual¡Despertad! 1974 | 22 de abril
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los EE. UU. de lo que ha recibido desde el exterior. Por su vasto y demasiado generoso programa de ayuda al extranjero y por grandes gastos militares en otros países, ha colocado estas reclamaciones contra él en manos de gobiernos extranjeros, bancos centrales, e individuos. . . .
“Segundo, los Estados Unidos se han permitido inflación señalada y prolongada . . . por más de tres décadas. . . . También ha resultado en tan señalado aumento en los precios [para los productos estadounidenses] que muchos elaboradores estadounidenses ya no han podido competir en los mercados mundiales.”
El arreglo acordado por las naciones occidentales después de la II Guerra Mundial fue que las deudas internacionales serían pagadas en oro. ¡Pero para 1971, debido a los gastos de los Estados Unidos en ultramar, había aproximadamente seis veces más dólares en las manos de los extranjeros que el oro que los Estados Unidos tenían para pagar! Era igual a una persona que le debe a alguien $6.000 pero solo tiene $1.000 en valores para pagar la deuda, y la deuda continúa aumentando.
Entonces llegó agosto de 1971. En ese tiempo los Estados Unidos abruptamente cerraron su ‘ventana del oro.’ Rehusaron cumplir su promesa de pagar oro por los dólares en billetes que tenían los extranjeros. Pero, ¿qué significa cuando alguien dice que no va a pagar sus deudas del modo que dijo que lo haría? La susodicha publicación muestra su significado:
“El cierre de la ventana del oro constituyó el reconocimiento de que el gobierno de los EE. UU. . . . estaba en quiebra internacional.”
¡Los Estados Unidos se han convertido en el mayor deudor insolvente de la historia del mundo! Y desde 1971 la situación ha empeorado. Para 1973 la deuda exterior de los Estados Unidos era ocho o nueve veces el valor del oro que tenía.
Empeorando el problema
¿Hay alguna posibilidad de que esta tendencia cambie? El redactor de artículos de fondo, Joseph Alsop, declaró:
“Lo que nos amenaza —lo cual ya ha comenzado, en realidad— es una crisis monetaria permanente, lo cual también puede significar una crisis de inflación permanente.
“En tres años, según las perspectivas actuales, nuestros dólares no se parecerán en nada a los dólares de hoy día, aunque ahora un dólar vale muy poco.”
La mayoría de los observadores están de acuerdo. Pero, ¿qué los hace estar tan seguros? Es el hecho de que en muchas partes del mundo hay una ‘crisis de energía.’ Especialmente es cierto esto en los Estados Unidos. En la actualidad este país consume petróleo mucho más rápidamente de lo que lo puede hallar y producir. Y la demanda sube vertiginosamente cada año mientras que sus reservas disminuyen. Como resultado, la nación tiene que importar más y más petróleo de ultramar. Eso significa que tiene que gastar más dólares en otros países.
El redactor Alsop califica a las perspectivas económicas para el futuro inmediato de “espantosas.” Podemos ver por qué examinando unas pocas cifras. En 1970 los Estados Unidos pagaron a otras naciones unos 2 mil millones de dólares por sus importaciones de petróleo. Se esperaba que en 1973 importaran más de 7 mil millones de dólares en petróleo. Se calcula que en 1975 las importaciones de petróleo llegarán a aproximadamente 15 mil millones de dólares. Para 1980 se dice que esa cifra subirá por las nubes a unos 30 mil millones... y mucho más después. ¡Esto sucede mientras la balanza de pagos desde hace mucho ha estado endeudada! Alsop añadió:
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Causas fundamentales de los problemas económicos¡Despertad! 1974 | 22 de abril
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Causas fundamentales de los problemas económicos
“Todos parecen estar ferozmente determinados a conseguir todo lo que puedan y a dar tan poco como sea posible, a idear escaseces e interrumpir la producción, y hallar sustitutos fáciles para el trabajo honrado y duro. En todas partes hay señales de luchas e inquietud, entre los jóvenes, entre los trabajadores en la fábrica y el campo, y lo más amenazador de todo, entre los que dirigen el Gobierno.”—“The Times of India,” citado por el “Times” de Nueva York, del 16 de agosto de 1973, pág. 10.
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