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  • Ningún alivio para el rico, pero consuelo para el pobre
    La Atalaya 1951 | 15 de julio
    • mensaje divino para este día del juicio de las naciones rehusando hablar todo el consejo de Dios. Se nos manda usar las mismas Escrituras que tiene la cristiandad en su posesión, Moisés y los Profetas y el testimonio inspirado acerca del Cristo resucitado y su reino. Equipados de esta manera, nosotros predicamos sin temor. Reconociendo que el favor de Dios está sobre nosotros, ya no miramos hacia los guías religiosos semejantes a cabras ni vamos a ellos como mendigos pidiendo favores espirituales. Nos mantenemos en el seno de favor del Abrahán Mayor y predicamos según él nos manda.

      24. ¿A quiénes únicamente, entonces, podemos llevar consuelo y alivio?

      24 Que las cabras tapen sus oídos y que nos persigan en su angustia y tormento religiosos. No podemos transigir y decirles que tendrán algún alivio proviniendo de Dios. Pero ya que hemos sido consolados tan grandemente por el Abrahán Mayor, Jehová Dios, tenemos la obligación de marchar adelante y “consolar a todos los que lloran” con la consolación con que nosotros mismos hemos sido consolados por Él mediante Cristo. (Isa. 61:1, 2; 2 Cor. 1:3, 4) Que escuchen los que tienen oídos para oír, y que sean consolados. De esa manera muchas otras ovejas descarriadas oirán la voz del Pastor Propio y tornarán de su condición mendicante, oprimida y cargada de pecado en este mundo para entrar al favor del Abrahán Mayor junto con el resto de la clase de Lázaro. Así la grande muchedumbre seguirá creciendo, para acrecentar la voz que se oye diciendo: “Alaben a Jah, porque Jehová nuestro Dios, el Todopoderoso, ha empezado a gobernar como rey.”—Apo. 19:6, NM.

  • Más predicación en las islas
    La Atalaya 1951 | 15 de julio
    • Más predicación en las islas

      EN NUESTRO número anterior les informamos de los viajes del presidente de la Sociedad Wátchtower, N. H. Knorr, y su secretario, M. G. Hénschel, a medida que prestaban servicio a los testigos de Jehová en las islas de Bermuda, las Bahamas y Cuba. Ahora nos complacemos en seguir el informe de su viaje continuado para cumplir citas en Jamaica, Haití, las Islas Vírgenes y Puerto Rico.

      El hermano Knorr había estado en Jamaica antes, pero era la primera visita del hermano Hénschel a esta escarpada isla montañosa. El avión en que íbamos a viajar de Camagüey, Cuba a Jamaica salió un poco tarde. La convención ya había empezado en Kingston, el viernes, 15 de diciembre. Algunos hermanos estuvieron en el aeropuerto para recibir a los viajeros y no pasó mucho tiempo antes de que estuviéramos en medio de la actividad de otra convención; esta vez, sin embargo, todo fué en inglés.

      La sucursal había hecho arreglos para que se celebrara la asamblea en Kingston, Jamaica, en el Salón del sindicato de maestros de Jamaica. Las facilidades de restaurante individual estaban sólo a unos 100 metros de distancia y se sirvieron excelentes comidas. También se había arreglado un puesto de refrescos muy bueno. Este lugar se conectó por hilo directo para que todo el programa pudiera oírse por los trabajadores voluntarios en el restaurante.

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