BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¿Es ésta una práctica cristiana?
    ¡Despertad! 1978 | 8 de febrero
    • leemos en el periódico salvadoreño El Diario de Hoy:

      “En algunas poblaciones de El Salvador de Centroamérica, cuando alguien fallece, sobre todo si es un niño, revientan cohetes y entonan alegres canciones al compás de guitarras y violines. Se hacen tamales y pan dulce, que se reparten entre brindis de aguardiente. . . . Las gentes de esos lugares piensan que los niños vuelan inmediatamente al cielo para convertirse en ‘angelitos de Dios.’ Según los entendidos, esta costumbre de cantar en un velorio o entierro es una rara mezcla de cristianismo con desconocidas tradiciones indígenas.”

      Origen no cristiano

      Esa última expresión, “una rara mezcla de cristianismo con desconocidas tradiciones indígenas,” recalca un punto importante. Los velorios no son de origen cristiano. Confirma esto un artículo en la Encyclopædia Britannica acerca de los velatorios en Inglaterra:

      “La costumbre, en lo que respecta a Inglaterra, parece ser más vieja que el cristianismo, y haber sido al principio esencialmente una costumbre céltica. Sin duda tuvo un origen supersticioso, el temor de que los espíritus malignos hicieran daño al cuerpo o hasta lo removieran, y quizás haya contribuido el deseo práctico de mantener alejadas las ratas y otras sabandijas. . . . Con la introducción del cristianismo se añadió el ofrecimiento de oración a la sencilla vigilia, que hasta ese entonces había sido caracterizada por salmodias fúnebres formales y narraciones de la historia de la vida del difunto. Como regla, el cadáver, con un plato de sal sobre su pecho, se colocaba debajo de una mesa, sobre la cual se ponían bebidas alcohólicos para los veladores. Estos velorios privados pronto solían convertirse en orgías de bebidas.”

      Además del origen no cristiano de los velorios, las ceremonias que los acompañan, como el uso de coronas y velas encendidas, así como la extraña costumbre de vestir a los niños muertos para que parezcan “ángeles,” están opuestas al cristianismo. ¿Por qué? Porque estas cosas sugieren a muchos que la gente tiene un alma inmortal que continúa viviendo después de la muerte.

      Sin embargo, la Biblia presenta la muerte en una luz enteramente diferente. Las palabras de Jesús acerca de uno de sus amigos que había muerto son muy reveladoras. Leemos: “‘Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño.’ Por lo tanto los discípulos le dijeron: ‘Señor, si está descansando, sanará.’ Sin embargo, Jesús había hablado de su muerte. Pero ellos se imaginaban que él estaba hablando de descansar en el sueño. Entonces, por lo tanto, Jesús les dijo francamente: ‘Lázaro ha muerto.’”—Juan 11:11-14.

      Jesús comparó la muerte con el sueño. Tal como la gente está inconsciente mientras duerme, así la Biblia nos asegura: “En cuanto a los muertos, ellos no están conscientes de nada en absoluto.”—Ecl. 9:5; Job 3:11-13; Sal. 146:3, 4.

      ¿Significa esto que no podremos ver de nuevo a nuestros seres queridos que han muerto? Por el contrario, Jesús prometió: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán.” (Juan 5:28, 29) Durante su ministerio terrestre, Jesús demostró su poder a este respecto. La Biblia registra tres resurrecciones que él efectuó. (Luc. 7:11-17; 8:41, 42, 49-56; Juan 11:1-44) Es interesante el hecho de que al ser resucitados, los individuos muertos volvieron a la vida como seres humanos. Así Jesús demostró la certeza de la esperanza de la resurrección, en vez de la supervivencia del alma inmortal en alguna región invisible.

      Nuestra investigación ciertamente fue reveladora. Para resumir, aprendimos que las velas o velorios de toda la noche en honor de los muertos se originaron de la religión precristiana, no bíblica. Además, esta costumbre promueve la falsa creencia de que hay un alma inmortal que, al morir la criatura, pasa a la vida en una región invisible. También se violan principios bíblicos en los velorios porque a menudo se bebe en exceso y la conducta se pone desenfrenada.—Rom. 13:13, 14; 1 Ped. 4:3.

      Por supuesto, el visitar a las personas que han perdido un ser querido para ofrecerles consuelo y ayuda es algo excelente. Sea que uno lo haga en una funeraria durante las horas de visita, o en cualquier otro lugar, esto es un asunto de selección personal. Sin embargo, el observar largos períodos de duelo y vigilias de toda la noche no es una práctica cristiana.

  • El cultivador de pimenteros en Sarawak suministra pimienta para su mesa
    ¡Despertad! 1978 | 8 de febrero
    • El cultivador de pimenteros en Sarawak suministra pimienta para su mesa

      Según fue relatado al corresponsal de “¡Despertad!” en Malaysia

      ALLÁ en el año 1897 mi bisabuelo Ting zarpó de China rumbo a Sarawak, para comenzar una vida nueva al pie de una cordillera selvática. Algunos de sus amigos lo habían invitado a unirse a un número creciente de familias procedentes de la China meridional. Juntos con los nativos de Sarawak, se dedicaron a cultivar alguna de la pimienta más excelente y fragante que existe en el mundo.

      En años posteriores, a muchos inmigrantes les pareció más lucrativo el cultivo del caucho, pero la industria de la pimienta revivió. Hoy día Sarawak tiene unas 8.500 hectáreas de huertos de pimenteros y está al nivel de la India, Indonesia y Brasil como una de las regiones más importantes del mundo en el cultivo de pimenteros. Los huertos de Sarawak, que como promedio tienen menos de media hectárea, producen la cuarta parte de la pimienta del mundo.

      Para el cultivador de pimenteros el tiempo más atareado es de marzo a octubre. Marzo es la temporada en la que la flor se convierte en fruto. Durante junio

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir