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La condición física... ¿vale la pena mejorarla?¡Despertad! 1972 | 8 de septiembre
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cuerpo. El corazón no obtiene esta sangre directamente de sus propias cavidades de recepción e impulso de la sangre, sino que la obtiene a través de las dos arterias coronarias. Estas arterias mayores rodean el corazón, y se ramifican en arterias cada vez menores que se extienden por sobre y en lo profundo del músculo cardíaco. El oxígeno y el alimento que proveen estas arterias son de vital importancia, porque éstas son las arterias directamente relacionadas con los ataques cardíacos.
El valor del ejercicio hecho con regularidad
¿Qué sucede cuando una persona es sedentaria? Las arterias que proveen sangre al músculo se hacen cada vez más estrechas, y muchos vasos pequeños hasta desaparecen. Por lo tanto, el volumen de sangre que fluye al músculo, y por ende el oxígeno, se hace menor. Hasta se reduce el volumen total sanguíneo del cuerpo. Si ocurre una emergencia, tal vez una repentina tensión o una arteria “bloqueada,” ¿qué pasa entonces? El sistema circulatorio no podrá suministrar al corazón suficiente oxígeno, lo cual ocasionaría un ataque cardíaco.
Por otra parte, ¿qué sucede cuando una persona es activa con regularidad? Durante la vigorosa actividad física, el flujo de la sangre a través de los músculos del esqueleto aumenta unas diez veces y el consumo de oxígeno de estos músculos aumenta unas cien veces. Por lo tanto el ejercicio hecho con regularidad hace que se agranden las arterias, y así puedan transportar más sangre. Además, más vasos sanguíneos se abren en el tejido muscular, lo cual provee nuevas rutas para la entrega del oxígeno. Esto es particularmente ventajoso para el músculo cardíaco, porque, aun en el caso en que una arteria quede “bloqueada,” el suministro de sangre a través de las rutas auxiliares puede ser suficiente para impedir que el músculo cardíaco se detenga debido a la falta de oxígeno.
La actividad física hecha con regularidad también fortalece la acción de bombeo del corazón. De esa manera se necesitan menos latidos para lograr los mismos resultados, lo cual le permite a un corazón acondicionado tener más descanso. Personas sedentarias, cuya proporción cardíaca es de ochenta o más latidos por minuto, pueden reducir esta proporción de manera significativa y permitir que su corazón tenga más descanso por medio de hacer ejercicio con regularidad.
Pero el beneficio especial de la actividad física está en que el corazón fortalecido opera más eficazmente bajo la tensión. Esto puede demostrarse fácilmente. Por ejemplo, en una prueba un grupo de oficinistas recibió un período de veinte minutos para hacer ejercicio. Como promedio, la proporción de los latidos de su corazón aumentó a 170 pulsaciones por minuto, lo cual es casi el máximo que es seguro para hombres sin entrenamiento físico. Sin embargo, después de dedicarse diariamente a este ejercicio por un período de ochenta y cuatro días, la proporción de latido cardíaco de los hombres solo subió a 142 pulsaciones por minuto. El corazón de ellos estaba haciendo la misma cantidad de trabajo con menos esfuerzo. La condición física había mejorado. Esto significó que podían tolerar la tensión más eficazmente y con menos peligro de un colapso cardíaco.
Haciendo el esfuerzo
Es patente que el cuerpo del hombre fue diseñado para ser ejercitado. Sin embargo, al tratar de satisfacer esa necesidad, es sabio ser moderado, evitando el poner un énfasis exagerado al entrenamiento físico, a costa de descuidar la espiritualidad de uno.—Tito 2:2; 1 Tim. 4:8.
La sensación de fatiga que comúnmente sienten los trabajadores sedentarios a menudo está relacionada con una falta de ejercicio. El que la persona participe en actividad física le ayudará a darle más energía y a sobreponerse a su cansancio. El hacer un hábito de dar caminatas es una buena manera de comenzar. ¿Por qué no caminar en vez de ir con el auto en viajes cortos? Dijo un médico: “El caminar vigorosamente, si se practica desde la juventud, reduciría drásticamente por sí solo la incapacidad física y las muertes prematuras debido a las enfermedades de las arterias coronarias.”
Otras actividades físicas también son buenas. El nadar, andar en bicicleta, lavar el auto, cuidar el jardín, cortar el césped... cualquier forma de actividad que requiere movimiento físico vigoroso es provechosa para los trabajadores sedentarios si se hace con regularidad. El usar las escaleras en vez del ascensor es una excelente manera de mejorar la condición física.
Sin embargo, hay necesidad de tener precaución: Evite usted hacer ejercicio demasiado vigoroso al principio, antes de que su sistema circulatorio haya mejorado debido a una actividad hecha con regularidad. Gradualmente aumente la cantidad de ejercicio, y evite la tendencia de querer hacer demasiado a un mismo tiempo. Esto le permitirá al corazón y a los vasos sanguíneos fortalecerse progresivamente, y no ser dañados.
Vale la pena mejorar la condición física. La pregunta es, ¿está usted dispuesto a hacer el esfuerzo?
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¿Qué les está pasando a los indios del Brasil?¡Despertad! 1972 | 8 de septiembre
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¿Qué les está pasando a los indios del Brasil?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Brasil
EL ABRIR el vasto interior del Brasil por medio de una red de carreteras ha puesto a la población indígena a la vista del público. Debido a que viven en lo más profundo de la selva, la mayoría de los indios sobrevivientes de alguna manera se las han arreglado para evadir el contacto con la civilización.
Sin embargo, la política actual del gobierno está diseñada con vías a integrarlos en la nación brasileña. Se están haciendo esfuerzos para atraer a las tribus a reservas cercanas. Se espera que las nuevas carreteras serán de ayuda en el programa de integración. Los trabajadores de las nuevas carreteras van acompañados por grupos especiales cuyo trabajo consiste en entablar amistad con los indios y tratar de evitar contiendas.
Entre los indios del Brasil hay cuatro principales grupos lingüísticos: tupi, aruak, karib y je. En cuanto a sus idiomas, Egon Schaden, conocido antropólogo brasileño, dice que por lo general son bastante complicados y sirven para expresar todo pensamiento humano.
Pero, ¿qué les está pasando a los indios del Brasil?
Al borde de la extinción
“La aterradora velocidad a la cual nuestra población indígena está desapareciendo,” advirtió el diario O Estado de São Paulo, “debería hacer fuerza sobre la conciencia de nuestra generación.” Hace poco más de cincuenta años se calculaba que la población indígena era de un millón. La agencia gubernamental FUNAI (Fundação Nacional do Índio, o Fundación Nacional para el Indio) establece la cantidad actual en 100.000 a 120.000. Otras fuentes sugieren una cifra tan baja como 50.000.
De las casi quinientas tribus o grupos que había allá en el año 1500 E.C., han
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