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  • El tiempo para un atalaya como Ezequiel
    La Atalaya 1981 | 15 de junio
    • 11. ¿En qué sentido es la obra del “esclavo fiel y discreto” como la de un atalaya?

      11 Salmo 127:1 dice: “A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se haya quedado despierto.” No obstante, al atalaya que está sobre la muralla de una ciudad se le ha confiado la protección de la vida de la gente que vive en ella. Tiene la obligación de advertir a los ciudadanos de cualquier peligro que amenace la vida y libertad de ellos. Correctamente, él no querría que la sangre de ellos se le imputara a él. Por haberse mantenido despierto y vigilante se le ha de atribuir el mérito de haber salvaguardado la vida de otras almas humanas. Esa es la situación en que se encuentra la clase del “esclavo fiel y discreto” en este tiempo en que el viejo sistema de cosas está a punto de terminar. Jehová ha nombrado a la clase del “esclavo” como “atalaya” suyo para proteger los intereses eternos de los que afirman ser Su pueblo, como en el caso de Ezequiel.

      ADVERTENCIAS POR EL ATALAYA MODERNO

      12, 13. (a) Al hacer que se difunda la advertencia, ¿qué respuesta desea ver Dios? (b) El que se difunda la advertencia hace posible ¿qué?, pero, ¿qué hay de los que no le prestan atención?

      12 Pero, ¿son solo los que alegan ser cristianos los que se encaran a la amenaza de la destrucción que viene al fin de este sistema de cosas? No, pues todos los demás religiosos están en la misma situación, y también las personas que rehúsan afiliarse a cualquier sector de la religión organizada. Jehová Dios, el Creador de la Tierra, sabe eso. Él preferiría no destruir al mundo de la humanidad. Su deseo primordial es que se salve de la destrucción eterna al mayor número posible de personas y que muestren ser dignas de la vida en su justo nuevo sistema de cosas. Por eso mismo ha hecho que se difunda su advertencia por todas partes.

      13 Misericordiosamente Dios notificó primero a la clase del “esclavo,” representada por Ezequiel. De ese modo hizo de esta clase su “atalaya” compuesta. A esta clase del “atalaya” se le ha encargado especialmente la responsabilidad de dar la advertencia divina. Debido a que han estado dando la advertencia oportuna, cada vez más personas han tenido la oportunidad de oírla y obrar en armonía con lo que oyen, con la esperanza de salir con vida del fin de este viejo mundo. En cuanto a los que rehúsan prestar atención a la advertencia que Dios da, su sangre recaerá sobre la cabeza de ellos mismos.

      14, 15. (a) ¿Quiénes, a pesar de haber tratado de hacerlo, no han podido silenciar a los que dan la advertencia, pero quiénes han escuchado y respondido? (b) Cuando termine el período de “la buena voluntad de parte de Jehová,” ¿qué significará?

      14 La clase del “atalaya” de Jehová ha llegado a ser conocida mundialmente. A los enemigos de ésta les gustaría silenciar su voz de advertencia. Consideran que la advertencia es subversiva a su sistema de cosas. ¡Pero todo esfuerzo que han hecho ha sido en vano! La advertencia ha sonado ensordecedoramente en sus oídos, especialmente desde 1919, el año en que el mundo empezó a tratar de recobrarse de las heridas que le había infligido la I Guerra Mundial. El período desde ese año en adelante ha sido parte de lo que Isaías 61:2 llama “el año de la buena voluntad de parte de Jehová.” Esto significa que la ira de Jehová todavía no ha sido derramada sobre el sistema de cosas que desafía a Dios. ¿Para qué ha servido esto? Ha hecho posible que se lleve a cabo hasta ahora esto que Jesús profetizó: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” (Mat. 24:14) Como resultado de esto, muchos que hoy día forman parte del resto de herederos de ese reino han respondido al mensaje del reino. Así se han aprovechado de “la buena voluntad de parte de Jehová.” A éstos se les ha hecho parte de la clase del “atalaya.” Participan en dar la advertencia divina.

      15 El “año” simbólico que se asigna para “la buena voluntad de parte de Jehová” es un tiempo limitado. Según todas las indicaciones del día actual está a punto de terminar. El fin de éste no significará un “¡Feliz año nuevo!” sino el momento para un cambio desde la “buena voluntad” de Jehová a su ira. Eso significa la llegada del “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” (Isa. 61:1, 2) Ese será el día más tenebroso que este mundo de la humanidad habrá experimentado hasta entonces.

      16. ¿Qué logra la clase del “atalaya” al difundir la advertencia?

      16 Esto hace urgente el que la clase del “atalaya” dé la advertencia de que el “año” de la buena voluntad de Jehová está a punto de terminar y que su “día de la venganza” está a punto de desatarse. El que obedientemente proclamen la advertencia divina no salvará a este viejo sistema de cosas lleno de remiendos ni a sus apoyadores devotos de ser destruidos en la venidera “grande tribulación.” Pero este hecho no desanima a la clase del “atalaya”. Se les asegura que si hacen que personas inicuas se vuelvan de su camino inicuo y emprendan la justicia se salvará a estas personas de ser aniquiladas con este viejo mundo. Así, la clase del “atalaya” no llevará culpa de sangre en el caso de aquellos a quienes se ha advertido y quienes se han apartado de su mortífera iniquidad. A los de la clase del “atalaya” también se les asegura que por continuar dando su advertencia persistentemente disuadirán a muchas personas justas de hacerse malas y unirse al mundo inicuo y por lo tanto condenarse a perecer con éste en la “grande tribulación.” Esto es algo muy grato para la clase del “atalaya.” ¡Su servicio no ha de ser en vano!

      17. (a) ¿Qué recompensa ha visto realizada la clase del “atalaya”? (b) ¿Quiénes participan ahora con esta clase en dar la advertencia?

      17 A la clase del “atalaya” todavía no se le ha agotado la voz debido a proclamar la advertencia acerca del “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” Tampoco ha bajado su voz, y está resuelta a no hacerlo. Como recompensa, ¡qué espectáculo que glorifica a Jehová se presenta ante los ojos atentos de ellos! Una incontable “grande muchedumbre” de oyentes que han respondido a la advertencia se levanta ante la vista de la clase del “esclavo.” (Rev. 7:9) Se les han abierto los ojos a los de esa “grande muchedumbre” para que vean la “espada” del oficial de ejecución nombrado por Jehová que está a punto de derribar de un tajo a los inicuos opositores de Su reino mesiánico. Cuatro años antes de que estallara la II Guerra Mundial, esta “grande muchedumbre” comenzó a tomar forma precisa y a ponerse del lado de la clase del “atalaya.” Misericordiosamente, la II Guerra Mundial no culminó en el “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” Tampoco detuvieron ni disminuyeron la II Guerra Mundial y su secuela la afluencia de los de la “grande muchedumbre” al lado de la clase del “atalaya” en medio de persecución mundial. Por afluir éstos al lado de la clase del “atalaya,” han quedado obligados a participar con ella en anunciar denodadamente la advertencia divina. No han rehuido de emprender esta responsabilidad. Al proceder así no solo desean expresar su amorosa obediencia a Jehová Dios, sino que también quieren expresar su amor a su prójimo, su semejante.

      18, 19. (a) ¿De qué actividad hay apremiante necesidad ahora en conformidad con las palabras de Isaías 52:8? (b) ¿Qué debe estimularnos a participar en difundir la advertencia divina?

      18 En esta fecha tardía, en los días finales de la cristiandad y de todo el resto de este sistema de cosas condenado a destrucción, hay apremiante necesidad de acción unida. Hace mucho tiempo el profeta Ezequiel y el profeta contemporáneo de él, Jeremías, a pesar de estar separados por centenares de kilómetros, unieron sus voces en advertir a su descarriada nación acerca del “día de la venganza” que estaba a punto de desatarse sobre ellos. Ahora, en nuestro siglo, desde el fin de la I Guerra Mundial, las siguientes palabras de Isaías 52:8 han aplicado al pueblo dedicado de Jehová: “¡Escucha! Tus propios atalayas han levantado la voz. Al unísono siguen clamando gozosamente; porque será ojo a ojo que verán cuando Jehová haga volver a Sión.” Todos los que llegaron a ser recogidos bajo la ‘Sión celestial’ vieron la misma visión a la luz de la profecía bíblica que entonces estaba cumpliéndose; juntos vieron la mano de Jehová en acción a favor de ellos. Levantaron un mensaje unido a todo el mundo. Hoy día, más de 60 años después, tienen que seguir dando unidamente su testimonio, solo que éste ahora incluye la advertencia urgente acerca del “día de la venganza” de Jehová. Los de la “grande muchedumbre” procedente de muchas naciones y de muchas lenguas tienen que unir sus voces a las del “atalaya.”

      19 Entonces, ¡adelante, dando en unión la advertencia del “día de la venganza de parte de nuestro Dios”! Mantengámonos libres de culpa por sangre derramada. Esto se debe a que queremos que se nos deje con vida durante ese “día de la venganza.” Muchos de nuestros vecinos quisieran disfrutar de la misma salvación. Que nuestro amor supremo a Jehová y Cristo y nuestro amor humanitario y compasivo a nuestro prójimo, nuestro semejante, nos estimulen de manera irresistible a difundir la advertencia que salva vidas. ¡Eso nos proporcionará inmenso gozo! Y lo que es mejor, ¡Jehová quedará vindicado, pues se habrá demostrado su interés amoroso!

  • Los que amamos a Dios resolvemos...
    La Atalaya 1981 | 15 de junio
    • Los que amamos a Dios resolvemos...

      Esta Resolución fue adoptada entusiásticamente el verano pasado por centenares de miles de concurrentes a las Asambleas de Distrito “Amor Divino” de los Testigos de Jehová.

      1. ¿Qué advertencia están dando los testigos de Jehová, y por qué?

      Por más de 100 años Jehová Dios por medio de sus testigos ha estado dando la advertencia de que este mundo o sistema de cosas no puede perdurar. Por consideración a nuestro prójimo, prescindiendo de la nación, tribu, pueblo o lengua que sea, el amor divino nos mueve a señalar a las personas que el camino designado por Dios es la única solución para los problemas de la humanidad.

      2. ¿Qué cosas del mundo han salido mal?

      2 Con el comienzo de los años ochenta, ¿qué observamos como consecuencia de que individuos y naciones pasen por alto o resistan el camino que Dios señala y procuren seguir su propio proceder de autonomía y de vida independiente? Personas responsables de todo campo de actividad expresan seria preocupación por el estado confuso e inestable de los asuntos del mundo. Y no es de extrañar... ¡son tantas las cosas que han salido mal! Con demasiada frecuencia ha sucedido que diversas cosas de los campos de la transportación, comunicación, medicina, ciencia y tecnología, previamente aclamadas como una esperanza o una bendición, han resultado desilusionantes y hasta mortíferas. En la actualidad la sociedad humana está plagada de interminables problemas... delito, corrupción, inicuas perversiones, desórdenes sociales, actos de terrorismo y otros peligros amenazadores. Verdaderamente, la escena actual que el mundo presenta ante la humanidad es desconcertante. Desde un punto de vista puramente humano, hoy se abrigan serias dudas de que el orden mundial actual pueda seguir existiendo. Sin embargo, ¿cuántas personas hoy día consideran sobriamente a la luz de la Biblia, la Palabra de Dios, el significado de estas condiciones sin precedente?

      3. ¿El cumplimiento de qué profecías bíblicas convence a los testigos de Jehová de que está cerca el fin de este sistema? ¿Qué dicen esas profecías?

      3 Jesucristo suministró una detallada señal compuesta acerca de la conclusión de este sistema de cosas y del tiempo en que él habría de comenzar a ejercer su poder real sobre el mundo de la humanidad. Su comentario profético acerca de nuestros tiempos está registrado en los capítulos 24 y 25 de Mateo, el capítulo 21 de Lucas y el capítulo 13 de Marcos. Concuerdan con la gran profecía que él dio las descripciones de estos últimos días que se hicieron bajo inspiración en 2 Timoteo 3:1-5, el capítulo 6 de Revelación y en relacionadas porciones proféticas de las Escrituras Hebreas y Griegas Cristianas. Estudiantes concienzudos de la Biblia entre nosotros han sido testigos del cumplimiento de la mayoría de estas profecías durante este siglo.

      4. ¿Qué evidencia impresionante hay ‘de que toda la creación actualmente está en dolor’?

      4 En toda ocupación y en todo nivel social hay evidencia impresionante de “que toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora.” (Rom. 8:22) Vemos a la gente plagada de una gran cantidad de enfermedades y quebrantos, tanto físicos como mentales y emocionales, a pesar de los extensamente aclamados adelantos médicos. Los lazos matrimoniales están desintegrándose. En muchos países la cantidad de separaciones y divorcios igualan o superan la de los matrimonios. La vida familiar está en desorden, de modo que muchos se preguntan si esta unidad fundamental de la sociedad podrá sobrevivir por mucho más tiempo. Las ciudades sufren bajo aplastantes cargas financieras y se encaran al desplome. Las naciones están en angustia, desgarradas internamente por facciones divisivas y amenazadas desde el exterior por vecinos agresivos y poco amigables. El mundo en general agoniza debido a las crisis económicas y monetarias, escaseces de energía, peligros de contaminación y relacionados con la salud, y, en muchos lugares, superpoblación y hambre. Sobre todo esto pende el espectro de una carrera de armamentos que amenaza desencadenar sobre la humanidad incalculable sufrimiento y destrucción nuclear. Verdaderamente el corazón de los hombres desfallece por temor de lo que ellos ven que está por sobrevenirle a la tierra habitada.

      5. (a) En medio de la agitación actual, ¿qué está haciendo la mayoría de la humanidad? (b) ¿Qué pueden hacer las personas para sobrevivir a la venidera grande tribulación, y qué modelos hay para la supervivencia?

      5 En medio de una situación tan agitada, muchas personas permanecen en un estado de apatía. Otras van a la deriva con la corriente y espíritu degradantes de lo que sea popular por el momento. También hay quienes son enemigos de Dios, que realmente se oponen a los justos principios y la soberanía universal de él. Según lo que siembra el mundo, eso cosecha ahora... fruto podrido. Se le acerca el tiempo que Dios ha señalado para su abrupta y violenta destrucción. A las personas inclinadas a lo justo que perciben el peligro del proceder egoísta y materialista, loco por placeres y desatento que sigue la humanidad, se les exhorta a prestar atención a la advertencia divina antes de que sea demasiado tarde. Al hacer eso, ellas podrán, según los tratos de Dios en el pasado, contarse entre las personas que tienen la expectativa de sobrevivir a la cercana grande tribulación. Hace 43 siglos Dios salvó a Noé y su familia de un diluvio mundial. Siglos después libró a Lot y sus dos hijas cuando Sodoma y Gomorra fueron destruidas. Esto suministra un modelo de cómo Dios puede tratar con los que obren con fe y respondan a las buenas nuevas eternas que se han declarado durante todo este siglo.

      6. (a) ¿Por qué ha habido tantos ayes mundiales desde 1914? (Rev. 12:7–12) (b) En la “grande tribulación,” ¿qué experimentarán la religión falsa y luego las naciones mundanas? (Rev. 18:9, 10, 21–24; 19:11–16)

      6 Los historiadores modernos han reconocido que el año 1914 señaló un momento crucial en la historia. Desde aquel significativo año, la humanidad ha estado viviendo en un turbulento período de cambios formidables. De lo que muchas personas no se dan cuenta es del hecho de que la profecía bíblica muestra que dicho período es uno de ayes para la humanidad “porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Rev. 12:7-12) Se acerca rápidamente un día de ajuste de cuentas. Este se desatará sobre esta generación en lo que Jesús describió como una “grande tribulación” en la cual se verá la ejecución del juicio de Dios en Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, del cual la cristiandad es la parte principal. Después de eso, todas las naciones que se oponen al reino de Dios, Su gobierno mundial entrante, se verán envueltas en la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso, que en la Biblia se llama Armagedón, en la cual sufrirán derrota eterna.—Rev. 16:14-16.

      7. (a) Después del Armagedón, ¿qué les sucederá al Diablo y sus fuerzas espirituales? (Rev. 20:1–3) (b) ¿De qué futuro disfrutará entonces la humanidad, según lo indican las profecías bíblicas? (Rev. 21:3, 4; Sal. 37:9–11, 29; Isa. 11:6–9; 33:24; 65:21–24)

      7 Finalmente, el Diablo y sus inicuas fuerzas espirituales serán arrojados al abismo simbólico de la inmovilidad, y así quedará preparado el camino para que el reino de Dios rija por mil años, sin estorbos, por toda la Tierra. (Rev. 20:1-3; 21:3, 4) ¡Cuánto agradecemos el haber llegado a conocer la manera en que Dios eliminará de la escena terrestre la iniquidad! ¿No esperamos con intenso anhelo esa intervención divina? ¡Sí, y con regocijo aclamamos los nuevos cielos gubernamentales y una nueva y limpiada sociedad terrestre que él ha prometido!—2 Ped. 3:13.

      POR LO TANTO RESUÉLVASE QUE

      8. Como súbditos leales del reino de Dios, ¿qué proceder estamos resueltos a seguir en imitación de Jesucristo? (Mar. 1:38; Luc. 4:43; Juan 6:15; 15:19; 17:16; 18:36)

      Nosotros, los testigos de Jehová, intensifiquemos nuestros esfuerzos por proclamar celosamente las buenas nuevas del Reino así como declarar denodadamente el mensaje de juicio de Dios dentro del tiempo que Dios permite para ello. Continuaremos dando nuestra devoción de toda alma al reino de Dios y esforzándonos por ser súbditos leales de ese reino. Estamos resueltos a hacer eso por medio de seguir el fiel proceder de Jesucristo, mantenernos separados del mundo, evitar los enredos de éste, rehusar envolvernos en sus controversias y no permitir cabida a la transigencia. Aunque esto nos hace impopulares e incurre en el odio del mundo, estamos resueltos a guiarnos por el principio bíblico de que quienquiera que desee ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.—Sant. 4:4.

      9. (a) ¿Qué advertencia bíblica estamos resueltos a seguir dando con empeño? (b) ¿Qué está envuelto en atenernos a nuestra decisión de producir los frutos del Reino y los frutos del espíritu de Dios? (Mar. 13:10; Juan 13:34, 35; Gál. 5:22, 23; Col. 3:12–14)

      9 Habiendo salido nosotros mismos de Babilonia la Grande, continuaremos dando con empeño la advertencia bíblica: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.” (Rev. 18:4) Con espíritu de abnegación estamos resueltos a seguir ayudando a las multitudes de personas que posiblemente todavía se pongan de parte de la verdad antes que le sobrevenga el juicio divino al imperio mundial de la religión falsa. Mientras que el proceder reprensible de la cristiandad ha acarreado oprobio al nombre de Dios, nuestra decisión es demostrar que somos discípulos genuinos de Jesucristo por medio de producir los frutos del Reino y también el fruto del espíritu de Dios y de ese modo glorificar a nuestro Padre celestial, Jehová.—Juan 15:8.

      10. (a) Estamos resueltos a rendir a Dios servicio sagrado al presentar la verdad ¿de qué manera? (Col. 4:6; 1 Ped. 3:15) (b) ¿Qué clase de ejemplo en denuedo y valor, así como de respeto a las autoridades, nos dieron los apóstoles y nosotros estamos resueltos a seguir?

      10 Prescindiendo de las circunstancias y el sitio en que nos hallemos individualmente, nos deleitaremos en rendir a Dios servicio sagrado día y noche. Sin cesar aprovecharemos toda oportunidad de dar un testimonio cabal acerca del nombre y el propósito de Dios, y presentaremos la verdad de manera llamativa, dejando que nuestra “habla siempre sea con gracia, sazonada con sal.” (Col. 4:6) Al mismo tiempo, procuraremos ser valerosos y hablar la Palabra de Dios con todo denuedo, especialmente al enfrentarnos a amenazas, persecución u otras formas de oposición. Como los apóstoles, “no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído.” (Hech. 4:19, 20) Aunque mostramos debido respeto a las autoridades superiores y damos a César las cosas que pertenecen a César, sin embargo cuando surjan cuestiones que envuelvan nuestra adoración y servicio a Dios imitaremos a los apóstoles mediante “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.”—Hech. 5:29.

      11. (a) ¿Qué obra estamos resueltos a completar? (Mat. 24:14) (b) ¿A quién acudimos en busca de guía? ¿Tenemos base verdadera para esperar que él nos apoye? (Fili. 4:13)

      11 Al poner las cosas espirituales en primer lugar en nuestra vida, estamos resueltos a completar la obra de proclamar las buenas nuevas del Reino y difundir la advertencia divina procedente de la Palabra de Dios. Con este fin, nos fiaremos de Jehová con todo nuestro corazón y siempre confiaremos en su dirección y cuidado y manifestaciones adicionales de su amor. En nuestras oraciones sinceras pediremos a nuestro Padre celestial que este proceder nuestro sea agradable y acepto a la vista de él, Aquel que “puede hacer más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos.” (Efe. 3:20) Que se haga Su voluntad, con el resultado de gozos y bendiciones sin límite para nosotros y para toda otra persona que ama a Dios, tanto ahora como para siempre jamás.

  • ¿Por qué controlar la lengua?
    La Atalaya 1981 | 15 de junio
    • ¿Por qué controlar la lengua?

      ¿Conoce usted a alguien que hable demasiado? En Proverbios 10:19 se da una razón por la cual debemos guardarnos del mucho hablar. Dice: “En la abundancia de palabras no deja de haber transgresión, pero el que tiene refrenados sus labios está actuando discretamente.”

      Santiago, el medio hermano de Jesús, confirmó lo necesario que es que nos cuidemos de tropiezos por la manera en que usamos la lengua, pues el no refrenarla pudiera hacer inútil nuestra adoración. (Sant. 1:26) Ninguno de nosotros puede controlar perfectamente la lengua, pero ciertamente podemos mejorar en esto.—Sant. 3:2-8.

      Esto no quiere decir que tengamos que permanecer mudos, que nunca participemos en una conversación o contribuyamos a ella. Pero, ¿por qué no hacemos esta prueba? Tome nota de sus impulsos por un momento. Fíjese en usted mismo a ver si nota que, en un grupo que está conversando, usted se siente impulsado a hablar demasiado de cada tema que surge. Cuando se conversa sobre varios temas de la vida, ¿se encuentra usted consecuentemente explayándose en la conversación y hablando más que la mayoría de los del grupo? Si así es, el dar alguna meditación a las palabras de Proverbios 10:19 podría ser una salvaguarda.

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