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¿Está usted desplegando interés?La Atalaya 1981 | 15 de agosto
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nosotros lo siguiéramos en este siglo veinte! Debido a que la población de la Tierra sigue aumentando, la siega que se está efectuando en el día actual es mucho mayor que la que se efectuó en el primer siglo. En comparación con el campo vasto que está disponible para la predicación, los “obreros” aún son “pocos” en número. Por lo tanto, nuevamente se hace necesario ‘rogarle al Amo de la mies que envíe obreros a su siega.’—Mat. 9:37, 38.
En la actualidad, ¿quiénes son los que con lealtad están respondiendo de buena gana a esta urgente llamada a la acción? Los testigos de Jehová están desplegando interés en estos “asuntos” relacionados con el maravilloso reino mesiánico de Jehová. Prueba de esto es la predicación mundial de las “buenas nuevas del reino.” (Mat. 24:14) Al igual que en el primer siglo, en la actualidad vemos a hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, haciéndose “colaboradores para el reino de Dios.” El único deseo que tienen antes de que llegue el fin de este sistema de cosas es el de poder decir a su Amo: ‘Hemos terminado la obra que nos diste para que la hiciéramos.’
Por más de 70 años, esta obra mundial de predicación ha sido dirigida desde la central mundial de los testigos de Jehová en Brooklyn, Nueva York. Aquí y en 97 sucursales por todo el mundo, un total de 5.039 trabajadores voluntarios están atendiendo los intereses del Reino. ¿Cómo? Por medio de dedicarse de tiempo completo a la preparación, la impresión y el envío de miles de millones de Biblias, libros, folletos y revistas. Más de 2 1/4 de millones de Testigos utilizan estas publicaciones en su obra de predicar y enseñar. A cada uno de los más de 5.000 trabajadores voluntarios se les proporciona una pequeña mesada para ropa y otros gastos, así como albergue y alimento adecuados.
Debido a la rápida expansión de la obra del Reino en muchos países, ha sido necesario ampliar muchas de las instalaciones de impresión. Algunas de éstas han sido completadas; otras están en construcción todavía. Mucho del trabajo de edificar ha sido hecho por trabajadores voluntarios, lo cual ha mantenido al mínimo los costos de construcción.
En los últimos años, se han hecho grandes adelantos en los métodos de impresión, y estos procesos nuevos se están utilizando en muchas de las sucursales, así como en la oficina central mundial de los testigos de Jehová. Otro beneficio de esta obra de expansión y construcción es que se puede lograr una mejor dirección de la obra de predicar en las 43.181 congregaciones de los testigos de Jehová. Se está efectuando esta obra de expansión para que el mensaje impreso se pueda presentar de la manera más eficaz y atractiva posible, y también para que esta obra sumamente importante quede completa antes de que estalle la “grande tribulación.”—Mat. 24:21.
¿CÓMO HA SIDO POSIBLE HACER TODO ESTO?
Algunos de nuestros lectores quizás se estén preguntando cómo es posible llevar a cabo una obra de expansión de esta clase en vista de que los gastos de construcción han aumentado, así como los gastos de viaje y del costo de la vida. Esto ha sido posible debido a que hay muchos miles de Testigos, y muchas otras personas a quienes atrae la forma de adoración que éstos practican, que han ‘desplegado interés’ durante el pasado año. ¿Cómo? Por medio de hacer contribuciones y préstamos voluntarios a la Sociedad Watch Tower.
Quisiéramos ahora expresar nuestro agradecimiento a todas esas personas que han ayudado de buena gana por su interés amoroso en estos “asuntos” que tienen que ver con la obra del reino de Jehová.
La generosidad de ustedes ha hecho posible que se progrese rápidamente en muchos de los proyectos de construcción y en la compra e instalación de nuevo equipo de imprenta. También ha ayudado a hacer posible el que haya fondos disponibles montantes a más de 22 millones de dólares, para ayudar a sufragar los gastos de miles de ministros de tiempo completo. Entre éstos están los superintendentes viajantes, misioneros y precursores especiales. Al compartir generosamente de esta manera, y al tomar parte personalmente en la predicación de las “buenas nuevas,” ustedes ciertamente están ‘honrando a Jehová con sus cosas valiosas.’—Pro. 3:9.
Tenemos la seguridad de que Jehová moverá el corazón de sus adoradores leales a desplegar el mismo interés durante este año. Cualquier contribución para la obra de Jehová debe enviarse a la oficina local de la sucursal de la Sociedad Watch Tower de su país. Para los que viven en los Estados Unidos, las contribuciones o los préstamos pueden enviarse a 25 Columbia Heights, Brooklyn, Nueva York, 11201. La Sociedad acusará recibo de cada donativo que reciba.
Los que honran a Jehová y ‘se interesan’ profundamente en los asuntos relacionados con sus “obras maravillosas” disfrutan de gran deleite y satisfacción. ¿Está usted ‘interesándose’ así? Esperamos que sí, pues por ello disfrutará de bendiciones espirituales muy satisfacientes de la mano de Jehová.—Sal. 145:15, 16.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1981 | 15 de agosto
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Preguntas de los lectores
● Puesto que la palabra “organización” no aparece en la Biblia, ni siquiera en los idiomas originales en que ésta se escribió, ¿con qué derecho podemos decir que Dios tenga una organización, o hablar de la organización de Dios?
Una palabra hebrea moderna para “organización” es el sustantivo irgún. Se deriva del verbo hebreo erag, que significa tanto “arreglar en fila” como “seguir.” Correspondientemente, una organización es un arreglo de cosas. (Como ejemplo de esto, uno pudiera remitirse a ‘Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta,’ capítulo 17, párrafo 28, en su edición hebrea.)
El idioma hebreo tiene otra palabra que es equivalente a “organización,” a saber, histadruth. Esta palabra se funda en una palabra que se encuentra en las Escrituras Hebreas originales. Las letras básicas o claves de la palabra histadruth son s, d y r. Con estas tres consonantes se forma el verbo hebreo sadar, que significa, básicamente, “arreglar en orden,” produciendo, por lo tanto, un arreglo. La forma reflexiva del verbo sadar sirve como base para el sustantivo histadruth, que significa “organización.”
Aunque no encontramos esta palabra en las Escrituras Hebreas inspiradas, sí encontramos el sustantivo hebreo relacionado, seder, en Job 10:22. Allí ese sustantivo se usa en plural, y se escribe s’darim. La Versión Moderna traduce Job 10:22 de esta manera: “Tierra de lobreguez, como las tinieblas espesas; lugar de sombra de muerte, sin orden [s’darim] alguno, y cuya luz es como las densas tinieblas.” (También, Versión Valera; Straubinger.) La Traducción del Nuevo Mundo lo vierte así: “A la tierra de lobreguez parecida a tinieblas, de sombra profunda y desorden [lo s’darim], donde no resplandece a mayor grado que las tinieblas.” (Vea también La Biblia de Jerusalén.) Aquí, desorden, sin orden alguno, significaría falta de arreglo, desorganización.
Hasta este día los judíos usan la palabra seder. Un seder es parte de la Mishna judía. Bajo la palabra “Mishna,” la Cyclopœdia de M’Clintock y Strong dice: “La Mishna está dividida en seis partes (. . . , Sedarim, arreglos), que contienen 62 tratados . . . y 514 capítulos . . . Estos últimos, a su vez, están divididos en secciones numeradas.”
De modo que en la Biblia Hebrea original se puede encontrar la palabra para “orden” o “arreglo.” Al enfatizar lo necesarios que son el orden y el arreglo en la congregación cristiana, el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Corinto: “Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como sucede en todas las iglesias de los santos. Mas háganse todas las cosas decorosamente y con orden [en traducciones hebreas: s’darim n’khonim].” (1 Cor. 14:33, 40, Versión Moderna; Versión Valera, 1977) Este consejo apostólico del primer siglo aplica con el mismo vigor hoy en todas las congregaciones de los testigos cristianos de Jehová. El apóstol Pablo escribió en el griego común de su día, y la palabra griega para “organización” es orgánosis. La raíz de esta palabra es ergon, una palabra que significa “trabajo” y que aparece repetidamente en las Escrituras Griegas Cristianas.
Habiendo considerado todo esto a la luz de las Escrituras, sería forzar las cosas el alegar que Dios no tiene una organización en vista de que las palabras originales que significan “organización” en idiomas antiguos no aparecen en las Escrituras Hebreas y Griegas inspiradas. En todo lo que hace Dios demuestra que puede organizar. ¿Qué pasaría si él no organizara a sus criaturas obedientes? Como estructura una organización es un cuerpo de personas inteligentes a quienes se reúne y arregla para que trabajen juntas pacífica y armoniosamente en llevar a cabo un propósito común, el propósito del organizador.
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