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Aumentando la felicidad por medio de la economía cristianaLa Atalaya 1966 | 1 de septiembre
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será un individuo necesitado; el que esté amando el vino y el aceite no ganará riquezas.” Porque evitan los excesos, no solo son piadosos los cristianos; también son más económicos que muchos otros del mundo de la humanidad. En vez de usar todos los fondos sobrantes para entretenimiento y lujos, tales fieles los conservan y así les es posible hacer lo que les gustaría hacer. Pueden hacer algunas contribuciones materiales para la obra de predicar las buenas nuevas del reino de Dios por toda la Tierra.
Al evitar la pereza y al efectuar trabajo honrado, los cristianos también están siguiendo principios bíblicos y así frecuentemente les es posible aumentar su felicidad dando cristianamente. Eclesiastés 4:5 pone a pensar, al expresar: “El estúpido está cruzando las manos y está comiendo su propia carne.” Y el rey Lemuel de la antigüedad registró palabras de encomio para la esposa que trabaja duro, que es hacendosa. (Pro. 31:10-31) El apóstol Pablo recomendó el trabajo honrado para que una persona “tenga algo que distribuir a alguien que tenga necesidad.”—Efe. 4:28.
¿QUIÉNES PARTICIPAN DEL PRIVILEGIO?
Cuando surgió una necesidad entre los santos en Judea, los cristianos corintios que querían ayudarles recibieron una sugerencia útil del apóstol Pablo. Él escribió: “Ahora bien, respecto a la colecta que es para los santos, así como di órdenes a las congregaciones de Galacia, háganlo de esa manera ustedes también. Cada primer día de la semana, que cada uno de ustedes en su propia casa ponga algo aparte en reserva según vaya prosperando, para que cuando yo llegue no se hagan colectas entonces.” (1 Cor. 16:1, 2) Tal arreglo pudiera resultar provechoso en una familia cristiana donde haya un deseo vehemente de dar.
El practicar economía cristiana significa ser razonablemente económico. Denota que los principios bíblicos deben gobernar el uso que uno haga de sus recursos materiales. Pero también puede implicar un arreglo. Tal como una persona o una familia pudiera ahorrar algunos fondos para una emergencia, así los cristianos podrían apartar algo para una contribución para sostener la adoración verdadera. Pablo tuvo presente una cosa semejante cuando sugirió que los corintios apartaran algo en sus propias casas “cada primer día de la semana.” El padre, que es cabeza de la casa, puede arreglar tales asuntos en su propio hogar, si así lo desea. (Efe. 5:21–6:4) Así quizás sea posible que varios miembros de la familia, o hasta todos ellos, participen en dar cristianamente de manera apropiada.
Ha de notarse que el apóstol dio su consejo sobre este asunto a las congregaciones en Galacia, así como a la congregación en Corinto. Las congregaciones, como tales, tuvieron agrado en contribuir. De manera semejante hoy en día, enteras congregaciones contribuyen con frecuencia los fondos sobrantes para adelantar la obra del Reino. Hacen esto preparando y aprobando resoluciones en ese sentido. Por supuesto, muchos son los individuos de corazón anuente a quienes les es posible participar en sostener las actividades de predicación cristiana por toda la Tierra, haciendo donaciones personales con ese propósito. El dar apropiadamente así aumenta su felicidad. Siempre se acusa recibo mediante carta de las donaciones que recibe la Sociedad Watch Tower. Las personas o congregaciones que deseen hacer tales contribuciones pueden enviarlas a la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 124 Columbia Heights, Brooklyn, Nueva York 11201, o a la más cercana oficina de sucursal de la Sociedad.
Debido a que los cristianos están tan interesados en adelantar la obra de predicar las buenas nuevas del reino de Dios, algunos planean colocar algo o todo su dinero a disposición de la Sociedad al fallecer ellos. Tales dones no se solicitan, pero información útil en cuanto a esto está disponible al ser solicitada.
Sin embargo, a algunos cristianos que tienen fondos sobrantes les agrada ponerlos a trabajar inmediatamente en los intereses del Reino. Hay un arreglo para “donaciones condicionales,” que suministra tal oportunidad. Los que se aprovechan de ello pueden retirar fondos, si surgen circunstancias inesperadas. Las personas que deseen más información sobre el arreglo de “donaciones condicionales” pueden escribir a la Oficina del Secretario y Tesorero a la dirección dada antes.
Todas las donaciones que recibe la Sociedad se usan para diseminar el mensaje del reino de Dios. Por ejemplo, por tales medios se sostienen casas y actividades misionales en varios países. Así los medios de imprimir, tan necesarios para distribuir la literatura bíblica, se mantienen en funcionamiento. (Mat. 24:45-47) Así se habilita a los siervos de circuito y de distrito para visitar y dar ayuda espiritual a las congregaciones cristianas por toda la Tierra. Pablo fue ayudado de manera semejante por cristianos en Filipos. Otros que están en la obra ministerial de tiempo cabal también son ayudados de tal manera. Y, por medio de ofrendas voluntarias depositadas en una caja de contribuciones en el Salón del Reino local, los testigos de Jehová y otras personas interesadas en su obra hacen posible el mantener tales lugares de reunión donde pueden reunirse personas para escuchar consideraciones de la Palabra de Dios.
Los creyentes primitivos en Cristo frecuentemente fueron generosos en sostener la actividad de Jesús mismo y de los que lo seguían en la obra de alabar a Jehová Dios y declarar sus propósitos. El obrar así fue un privilegio. Para hacer tales cosas, aquellos contribuyentes tuvieron que practicar una economía que se basaba en sanos principios bíblicos. Pero, ¡qué gozo resultaba de dar apropiadamente así para adelantar la adoración verdadera! En la actualidad la situación es semejante. A muchos, por medio del uso sensato de su dinero y posesiones, les es posible sostener materialmente la obra mundial de predicar el Reino. Aumentan su felicidad por medio de la economía cristiana.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1966 | 1 de septiembre
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Preguntas de los lectores
● En 1 Reyes 7:23 y 2 Crónicas 4:2 se nos dice que el mar fundido circular que estaba en el patio del templo de Salomón medía diez codos de orilla a orilla y que “se necesitaba una línea de treinta codos para rodearlo.” ¿No es esto incorrecto, en vista de que es imposible lograr un círculo con estos dos valores?—H. S., EE. UU.
No hay razón para concluir que los escritores fueron culpables de error serio. Jeremías, quien escribió Primero de Reyes, y Esdras, quien escribió Segundo de Crónicas, fueron hombres confiables que escribieron estos relatos bajo inspiración divina. Hoy en día, en los cálculos matemáticos, se acostumbra usar pi, que denota la proporción de la circunferencia de un círculo con su diámetro. Según la práctica general, es una cantidad que equivale a 3,1416. Sin embargo, en tiempos antiguos, las personas no llevaban los decimales hasta la última fracción. Por eso, pi misma no solo es 3,1416. Las personas que insisten en exactitud escrupulosa y consideran equivocada la Biblia al dar las medidas del mar fundido harían bien en comprender que, para ser más exactas ellas mismas, sería apropiado llevar pi a por lo menos ocho cifras decimales, lo cual sería 3,14159265, aunque hasta una cifra excesiva de 3,1415926535 se podría usar.
El comentador bíblico Cristóbal Wordsworth cita a cierto Rennie, quien hizo esta interesante observación en cuanto a las medidas del mar fundido: “Hasta el tiempo de Arquímides [tercer siglo a. de la E.C.], la circunferencia de un círculo siempre se medía con líneas directas por el radio; e Hiram naturalmente describiría el mar como de treinta codos de circunferencia, midiéndolo, como entonces era invariablemente la práctica, por su radio, o semidiámetro, de cinco codos, que aplicándose seis veces alrededor del perímetro, u ‘orilla,’ daría los treinta codos que se expresan. Evidentemente
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