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Limpios y celosos para efectuar obras excelentesLa Atalaya 1984 | 15 de noviembre
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que disfrutamos de una relación estrecha con Dios. Podemos orarle con la confianza de que nos escucha (1 Juan 5:14, 15). ¡Qué maravilloso es estar tan cerca de Jehová! Como lo expresó el salmista: “El acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio, para declarar todas tus obras”. (Salmo 73:28.)
21. Como siervos de Jehová limpios y celosos, ¿cuál debe ser nuestra resolución?
21 En vista de las muchas bendiciones de que disfrutamos como pueblo de Dios limpio y celoso, resolvámonos, pues, a permanecer limpios en sentido espiritual y a fulgurar con celo piadoso. Si permanecemos así, podemos estar seguros de que Jehová nos sustentará y nos dirigirá como sus testigos. Además, la limpieza y el celo en el servicio sagrado que rindamos a Dios en estos últimos días nos abrirá, por Su bondad inmerecida, el camino para que pasemos toda la eternidad efectuando obras limpias y celosas para la alabanza de Jehová.
¿Cómo contestaría usted?
◻ ¿Qué se requiere para ser parte del pueblo limpio de Dios?
◻ ¿Cómo pueden los ancianos nombrados ayudar a otros cristianos a mantenerse limpios en sentido espiritual?
◻ ¿De qué obra excelente debe el pueblo de Dios ser particularmente celoso?
◻ ¿Cuáles son algunas de las bendiciones de que disfrutan los testigos de Jehová limpios y celosos?
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“El tiempo que queda está reducido”La Atalaya 1984 | 15 de noviembre
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“El tiempo que queda está reducido”
1. ¿Por qué opinan algunas personas que a la humanidad se le está acabando el tiempo?
EL TIEMPO se le está acabando a este sistema de cosas. Una razón por la cual muchas personas han llegado a esta conclusión es que la mismísima existencia de la humanidad está en peligro. ¡Pues una destrucción nuclear mundial parece estar tan cerca hoy que se dice que faltan solo “tres minutos para la medianoche”!
2. ¿Qué ha dicho cierto periodista acerca de la amenaza nuclear?
2 Al escribir sobre el tema: “La sombra de la bomba”, el periodista australiano Nick Brash declaró: “Un cartucho de gelignita que pese medio kilo basta para volar en pedazos a un hombre. Sin embargo, hoy día las reservas nucleares equivalen a cuatro toneladas de gelignita por cada hombre, mujer y niño de la Tierra. Se han invertido más de $500.000 millones [E.U.A.] en armamentos nucleares, y este año [1983] se gastarán más de $40.000 millones en armamentos alrededor del mundo. Se trata de una impresionante y excesiva capacidad de destrucción. Es equivalente a rociar un solo mosquito con 10 latas de [el insecticida] Mortein”.—The Sun Weekend Magazine (Melbourne, Australia) del 23 de abril de 1983.
3. ¿Qué se puede decir acerca de los posibles efectos de una guerra nuclear?
3 Es difícil imaginarse los posibles efectos de una guerra nuclear. Además de la muerte de centenares de millones de personas, el palio de lluvia radiactiva en escala mundial, el efecto ecológico, y así por el estilo, habría un trastorno increíble de los asuntos sociales, políticos y económicos por toda la Tierra. De hecho, el Dr. Brian Martin, físico e investigador de la Universidad Nacional de Australia, admite: “Sencillamente no se sabe suficiente como para predecir con confianza todos los efectos mundiales de una guerra nuclear”.
4. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que la humanidad no se aniquilará a sí misma en una destrucción nuclear mundial? b) ¿Cómo sabemos que al presente sistema de cosas se le está acabando el tiempo?
4 El futuro ciertamente parece nefasto. Pero, amadores de Dios, ¡cobren ánimo! Aunque al presente sistema de cosas se le está acabando el tiempo, la humanidad no se destruirá a sí misma en una destrucción nuclear caótica. Podemos estar seguros de eso, pues Jehová, quien “ha formado y hecho” la Tierra, “no hizo de ella un caos, sino que la formó para ser habitada” (Isaías 45:18, Franquesa-Solé; Straubinger). Por supuesto, para que la humanidad sea salvada de la aniquilación, se tienen que tomar medidas sobrehumanas prontamente para poner fin a este sistema y su locura nuclear. Felizmente, el Creador del planeta Tierra y de la humanidad destruirá dentro de poco a este inicuo sistema suicida. ¡Le queda poco tiempo, porque “el gran día de Jehová” es inminente! (Sofonías 1:14-18.) Con todo, ¡qué consolador es saber que durante ese día de ajuste de cuentas, que se acerca rápidamente, ‘Jehová guardará a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará’! (Salmo 145:20.)
¿Cuánto tiempo queda?
5. De acuerdo con Revelación 6:9, 10, ¿qué querían saber los seguidores ungidos de Jesús?
5 Dios indudablemente obrará contra sus enemigos. Pero ¿cuánto tiempo falta para que él ponga fin a este inicuo sistema de cosas e introduzca su Nuevo Orden de paz y justicia? Quizás usted esté entre los testigos de Jehová que quisieran saber la respuesta a esa pregunta. Respecto a esto, su parecer es muy semejante al de los cristianos ungidos que fueron atrozmente muertos y que, según representados en Revelación, clamaban: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?” (Revelación 6:9, 10). Sí, figurativamente aquellos ungidos querían saber cuándo vengaría Dios la sangre de ellos. ¡No es de extrañar que todos los testigos de Jehová hoy día esperen ansiosamente “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón! (Revelación 16:14-16.)
6, 7. a) Respecto al tiempo, ¿qué dijo Pablo en 1 Corintios 7:29? b) ¿Qué declaración de Pedro recalca el hecho de que este sistema tendrá un fin desastroso?
6 A aquellos testigos ungidos cuya sangre había sido derramada debido a su fidelidad a Jehová les esperaba una recompensa, pues el relato bíblico declara: “A cada uno de ellos se le dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser
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