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¿Hay verdad en lo que dicen?¡Despertad! 1972 | 22 de agosto
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“Parece ser que las ‘damas’ detrás del movimiento de liberación de la mujer están usando una técnica teatral de circo para hablar por todas las mujeres, sin ninguna consideración por aquéllas de nosotras que estamos contentas. . . .
“Yo, como muchas otras mujeres, protesto en contra de ser degradada por hembras muy emocionales e insatisfechas que desean una identidad masculina debido a que personalmente no lograron su objetivo como mujeres. El cambiar el sostén por el revólver, demandando derechos y obligaciones más allá del aguante físico y emocional de la mujer, no resultará en el hermoso futuro que muchas prevén.”
Sin embargo, esto no altera el hecho de que las mujeres han estado y todavía están sufriendo injusticias. Por eso, lo que en realidad necesitamos saber es esto: ¿Cómo deben los hombres tratar a las mujeres? ¿Cuáles pueden ser los resultados cuando los hombres tratan apropiadamente a las mujeres?
Para llegar a las respuestas de estas preguntas, sería bueno analizar primero cómo están construidos el hombre y la mujer. ¿Cuál papel es el más natural para ellos?
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Cada uno diseñado para un papel¡Despertad! 1972 | 22 de agosto
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Cada uno diseñado para un papel
NADA puede cambiar el hecho básico de que en la familia humana hay dos sexos. Los hijos nacen varones o hembras.
¿Pero cuán básicas son las diferencias entre los sexos? ¿Qué significan estas diferencias? ¿Hay un modo de vivir que se ajusta mejor a cada uno?
Si usted examina la creación viviente, hallará que por lo general hay un modo de vivir que se ajusta mejor a cada cosa viviente. Por ejemplo, ¿crecen los cactos y las palmeras en las frías zonas septentrionales? No, crecen mejor en los climas cálidos. Pero el abeto Douglas se desarrolla mejor en los climas fríos del norte. Los osos polares están a sus anchas donde hace frío, pero las jirafas están más cómodas donde hace calor.
Es verdad que hasta cierto punto las cosas vivientes pueden adaptarse a condiciones variables. Pero mientras más se apartan de la ubicación que mejor se ajusta a ellas, mayores serán los problemas que tendrán.
También existen las condiciones ‘mejores’ en la relación entre el hombre y la mujer. Cuanto más se alejan de éstas, mayor será el número de problemas que experimentarán.
Lo que es preciso reconocer es que existen diferencias fundamentales entre el hombre y la mujer que no pueden cambiarse a pesar de lo mucho que se hable. La diferencia obvia es en la apariencia física y los diferentes órganos sexuales. También, el código genético de la familia humana tiene firmemente encerrado dentro de sí el hecho de que el varón es de hechura más vigorosa y fuerte.
Compare, por ejemplo, los récords establecidos en los Juegos Olímpicos. El récord olímpico para los 100 metros de carrera corta para hombres es de 9,9 segundos, pero para las mujeres es de 11,0 segundos. En esta corta distancia, los hombres pueden cruzar la línea de llegada con una ventaja de 9 ó 10 metros sobre las mujeres. El récord olímpico de salto de altura es de 2,23 metros para hombres, pero es de menos de 1,90 metros para las mujeres En todo evento comparable, los hombres corren y nadan más rápidamente, saltan más alto, y tiran pesos más lejos que las mujeres.
¿Por qué tienen los hombres la mayor fortaleza física? Porque fueron creados para desempeñar en la vida un papel diferente al de la mujer. Tendrían que hacer el trabajo más pesado y tomar la delantera en proveer para la familia y protegerla.
¿Hace esto que la mujer sea “inferior”? ¿Es el bien proporcionado cuerpo de la mujer “inferior” al bien proporcionado cuerpo del hombre? ¿Es de menos valor, o utilidad? ¿Cuál es “superior,” un roble o una rosa? A su manera ambos son valiosos y deseables.
Además de la diferencia en la estructura y fuerza del cuerpo, las mujeres pasan por distintos ciclos físicos, tales como la menstruación y la menopausia. Por lo tanto, no podemos eludir la verdad del asunto, de que existen diferencias físicas muy básicas entre el hombre y la mujer. De hecho, los científicos pueden determinar, sin saber por adelantado el sexo de una persona, si una célula de un cuerpo pertenece a un varón o a una mujer. Como declara una fuente: “Todas las células del cuerpo del hombre difieren de las células del cuerpo de la mujer.”
Dado que existen tales diferencias inalterables encerradas en los respectivos códigos genéticos del hombre y la mujer, no debía parecer extraño el que también hubieran diferencias emocionales o psicológicas. El antropólogo Lionel Tiger de la Universidad de Rutgers dijo:
“En resumen, existe abundante evidencia de que las diferencias entre el hombre y la mujer no son el simple resultado de una conspiración masculina, . . . ocurren en tal variedad de situaciones y culturas que las explicaciones feministas son inadecuadas de por sí para ayudarnos a entenderlas, y que hay bases biológicas para las diferencias sexuales que no tienen nada que ver con el oprimir a las mujeres sino más bien con asegurar la protección de comunidades y el sano crecimiento de los hijos. . . .
“Actualmente sabemos que el intrincado código genético del DNA hace posible que el individuo herede no solamente características físicas, tales como tamaño, forma y composición química, sino también toda una serie de disposiciones naturales hacia cierta conducta social particularmente asociada con cierta fisiología.”
Por lo tanto el código genético determina más que solamente las diferencias físicas que marcan las diferencias entre los dos sexos. También da a cada sexo distintos factores emocionales que los hacen responder diferentemente. Por lo general, las mujeres tienen más cualidades tiernas que los hombres. Son más inclinadas a ser sociables, susceptibles y consideradas. A menudo tienen mayor paciencia.
¿Por qué fueron creadas con diferentes rasgos físicos y emocionales? Porque tienen que desempeñar distintos papeles.
Donde las mujeres sobresalen
En ninguna otra parte se hace esto más evidente que en el papel de la mujer como madre. No solo está equipada para dar a luz y alimentar al bebé, sino que tiene los necesarios rasgos emocionales para cuidar de él.
El hecho de que a través de la historia la gente por toda la Tierra ha visto la necesidad y la sabiduría de hacer que las madres cuiden a los bebés, sugiere con certeza que en esto hay mucho más incluido que solo una conspiración masculina. Lo que claramente muestra es que ella fue creada para desempeñar un papel diferente, pero uno que hace que la mujer sea vital en la sociedad humana. ¿Cuán vital? Pregúntese: ¿Existiría la familia humana, incluso usted, sin madres? ¡No existiría en absoluto! La Biblia dice: “Porque así como la mujer procede del varón, así también el varón es por medio de la mujer.”—1 Cor. 11:12.
Además, el amor maternal, aun más que el amor paternal, es una necesidad absoluta para el desarrollo normal del bebé. Estudios extensos de los bebés criados en orfanatos han revelado que a los que les faltó el cuidado amoroso de la madre,
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