tierra y el mundo, aun desde la eternidad hasta la eternidad, tú eres Dios.”

Cuando terminé de leer, el dijo: “¡Ah, bah!” Estaba disgustado.

“Bueno,” dije, “aquí estamos hablando con franqueza usted y yo. La respuesta no le ha satisfecho, ¿verdad? Pero permítame preguntarle: Supongamos que su hijo viniera y le hiciera una pregunta, y usted se la contestara, pero él no apreciara la respuesta. De modo que su hijo dijera: ‘¡Ah, bah!’ ¿Le gustaría a usted eso?

Me miró algo perplejo, y dijo: “No, creo que no me agradaría. ¿Qué está tratando de insinuar?”

“Lo que quiero decir es esto. Usted me preguntó: ‘¿De dónde vino Dios?’ Y yo le di la respuesta de Dios, la respuesta que él hizo que unos hombres escribieran por inspiración. Usted no la aprecia. Quizás no la entiende. Pero es una respuesta que se puede aceptar fácilmente cuando hay una cosa, fe.”

“¿Por qué?” preguntó.

“Bueno, supongamos que Dios dijera: ‘Fulano me creó.’ Entonces usted querría saber quién creó a Fulano. Entonces quizás Él diría: ‘Zutano creó a Fulano,’ pero aquello no tendría fin. Sin embargo, Dios le dice aquí que él siempre ha sido y siempre será, pero usted no está satisfecho con esa respuesta. Este cerebrito que tenemos no puede comprender eso completamente, no puede aceptarlo porque vemos que las cosas vienen y se van, incluso las criaturas humanas. Y porque usted no puede comprender que Dios siempre ha existido, no queda satisfecho. Pero esto es lo que es necesario que aceptemos por fe... el mismísimo hecho de que vemos toda la maravillosa creación con sus portentos suministra base sólida para tener fe en ese Dios de existencia eterna.”

Este supuesto ateo respondió y se hizo receptivo y, como si fuera un muchachito, pidió: “Dígame más acerca de la Biblia.” De modo que empezamos a estudiar la Biblia, y cuando salí de Londres entregué a otro Testigo el estudio que tenía con él. Ésta es la clase de experiencia que ha hecho de mis últimos cuarenta años los mejores años de mi vida.

¿Cómo respondería usted si recibiera un regalo maravilloso? ¿Se sentiría agradecido? Bueno, yo considero que el conocimiento y entendimiento de Dios y sus magníficos propósitos es un regalo de valor inestimable. Y una razón por la cual los pasados cuarenta años han sido los mejores de mi vida es que el trabajo que he estado efectuando es el que efectuó Cristo Jesús y estimuló a sus seguidores a efectuar. El saber esto ha edificado mi fe y confianza en las promesas de Jehová, pues, como dice la Biblia: “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre.” (Heb. 6:10)—Contribuido.

Ponderando las noticias

Se necesita gobierno mundial

● Los problemas de las naciones han adquirido naturaleza global. Las poblaciones en expansión, la industrialización en aumento y la tecnología moderna han exigido el uso de una cantidad constantemente creciente de los recursos materiales de la Tierra. La contaminación del aire y el agua penetra muchas fronteras. Una guerra nuclear con proyectiles intercontinentales pudiera afectar a todo país.

Respecto a esto, el científico Isaac Asimov declaró recientemente: “Los problemas globales solo pueden tener soluciones globales. No es posible que esos problemas cedan a un trato de parte por parte aquí y allá. No pueden ceder ni a trato mundial si cada nación obra individualmente.” Para la supervivencia de la humanidad, dijo él, “es necesario que haya —con relación a los problemas globales— decisiones globales, leyes globales y que se hagan valer globalmente. Todo esto es una manera de decir que si queremos continuar hasta el siglo 21 con la civilización intacta, solo podemos hacerlo bajo la égida [el auspicio o patrocinio] de una forma de gobierno mundial.”

Pero no se ve en ningún lado tal cooperación entre las naciones. Solo el reino de Dios, el un solo gobierno para toda la Tierra por el cual oran los cristianos, suministrará las necesarias “decisiones globales, leyes globales y que se hagan valer globalmente” que unirán a toda la humanidad.—Mat. 6:9, 10.

El universo y Dios

● Después de décadas de explorar los espectaculares misterios del universo, el Dr. Wernher von Braun, perito en cohetes, declara: “La grandeza del cosmos solo sirve para confirmar mi creencia en la certeza de que existe un Creador. Simplemente no puedo visualizar el que este universo entero haya llegado a existir sin algo como la voluntad divina. Las leyes naturales del universo son tan exactas que no tenemos dificultad alguna en construir una nave espacial para volar a la Luna y podemos determinar el tiempo del vuelo con la exactitud de una fracción de segundo. Alguien debe haber establecido estas leyes.”

La Biblia, en Isaías 42:5, identifica a ese “alguien” como “el Dios verdadero, Jehová, el Creador de los cielos.”

¿Halladas las minas de Salomón?

● En los días del rey David y el rey Salomón de Israel de la antigüedad, un lugar llamado “Ofir” era la fuente de fabulosas cantidades de oro. Se cree que mucho del abastecimiento de oro conocido del mundo de la antigüedad se originaba de allí. En el libro bíblico de Primero de las Crónicas, capítulo 29, versículo 4, se dice que el rey David donó 3.000 talentos de oro de Ofir para el templo de Jerusalén, una cantidad valuada en centenares de millones de dólares hoy día. Las flotas comerciales de Salomón traían con regularidad grandes cantidades de oro de Ofir. (1 Rey. 9:26-28) Había tanto oro entonces que se hablaba de la plata como si tuviera un valor relativamente insignificante.—1 Rey. 10:21.

Ahora unos geólogos dicen que es posible que hayan encontrado la “Mina del rey Salomón” en la Arabia Saudita. Entre La Meca y Medina, y ubicada en una región montañosa, hay una zona que se conoce como la “Cuna del Oro.” Allí los geólogos hallaron una inmensa mina de oro abandonada. Entre las cosas que han encontrado hay enormes cantidades de desecho rocoso que dejaron los mineros antiguos, un millón de toneladas, según cálculos, todavía con vestigios de oro. Hay millares de martillos de piedra y piedras de amolar que se usaban para extraer el oro del mineral tirados en las faldas de la mina. Dijo el geólogo Robert W. Luce: “Nuestras investigaciones han confirmado ahora que la mina antigua pudo haber sido tan rica como se describe en los relatos bíblicos.”

No tiene que estar solo

● En muchas naciones, especialmente en las sociedades industriales, la vida de familia se está desintegrando. Además, hay menos vínculos entre los vecinos y los amigos. El libro “Lonely in America” (En soledad en los Estados Unidos) dice: “Los límites estrechos que se veían en unos Estados Unidos rurales, de vecindario, con la familia como centro, han estallado. . . . La vida en los Estados Unidos ha estallado en explosión, y la soledad es un ingrediente principal en lo que se precipita como resultado de esa explosión.” Se añade a esto una creciente proporción del delito que hace que la gente desconfíe más de otros. La soledad por lo tanto se ha convertido en una condición casi permanente para cada vez más millones de personas. Esta soledad es especialmente trágica para muchas personas de edad avanzada y enfermizas que a menudo son desatendidas por otros.

Pero esta condición no aplica a los que tienen fe en Jehová Dios y que prestan atención a su Palabra. La Palabra de Dios dice que los que aceptan Su Palabra se tienen que reunir para estimularse mutuamente. (Heb. 10:24, 25) Es por eso que, entre los testigos de Jehová, se vence el problema de la soledad. Su asociación sana de unos con otros en las reuniones cristianas, y también en ocasiones sociales; el aprender de la Palabra de Dios cómo mejorar la vida de familia, incluso el atender a las personas de edad avanzada entre ellos; su obra de predicar que les hace tratar con muchas otras personas sinceras, entre éstas vecinos; y su acceso a Dios mediante la oración, todo contrarrestra poderosamente la soledad.