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Escogiendo la forma de adoración correctaLa Atalaya 1961 | 15 de enero
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en cuanto a las influencias materialistas que pudieran hacerlo tropezar. Jesús advirtió: “Ustedes no pueden ser esclavos de Dios y de las Riquezas.” (Mat. 6:24) Si verdaderamente servimos a Dios, tenemos que obedecer sus mandamientos. Si las Riquezas son nuestro amo, nuestro empleo seglar gobernará nuestra vida. El rico no es forzosamente un esclavo de las riquezas; a menudo el que tiene que luchar día tras día para conseguir suficiente dinero para sostener a su familia es el que encuentra que ha venido a ser esclavo del tráfago económico. Somos siervos del que obedecemos. Sabiamente tenemos que mantener en su lugar el empleo seglar, como el medio por el cual nos sostenemos y proveemos las cosas que necesitan nuestras familias, pero nunca debemos permitir que nuestra libertad para hacer la voluntad divina sea ahogada por envolvernos en los “negocios comerciales de la vida.”—2 Tim. 2:4.
GUÍA DIVINA
13, 14. (a) ¿Por qué necesitamos conocimiento acertado para adorar a Dios de manera aceptable? (b) ¿Cuáles son algunas de las enseñanzas religiosas comunes que no son bíblicas, pero qué organización practica hoy la forma de adoración aprobada por Dios? ¿Por qué contesta usted así?
13 En todas estas circunstancias a que nos encaramos y que de algún modo afectan nuestra adoración, la Biblia nos provee la guía divina que tanto necesitamos. Nos muestra el proceder que es grato a la vista de Dios. No cometamos el error de ser como los que menciono el apóstol Pablo en su carta a los cristianos de Roma cuando dijo: “Les doy testimonio de que tienen un celo por Dios; pero no conforme a un conocimiento acertado; porque, a causa de no conocer la justicia de Dios sino de tratar de establecer la suya propia, ellos no se sujetaron a la justicia de Dios.” (Rom. 10:2, 3) Creían servir a Dios, pero, careciendo de conocimiento acertado, simplemente seguían sus propias inclinaciones humanas y por eso se servían a sí mismos.
14 Solo cuando una persona tiene un conocimiento acertado de la Palabra de Dios se halla en la debida posición para saber adorarle. Hasta entonces solo puede apoyarse en su propia opinión imperfecta, y posiblemente errónea, o en la de otras personas. Pero cuando permite que la Biblia sea su regla para medir que es la verdad, se hace evidente que tales doctrinas como la trinidad, inmortalidad del alma humana y fuego del infierno, el uso de imágenes en la adoración, la unión de fes religiosa, etc., no están incluidas entre las cosas que Dios aprueba. Con la Biblia como su guía, fácilmente puede ver quiénes son las personas que hoy están haciendo la voluntad divina, porque éstas se mantienen separadas de los asuntos del mundo, siguen el ejemplo de Jesús de dar a conocer el nombre de Jehová Dios, muestran que son los discípulos de Cristo porque se aman unos a otros y no están divididos debido a raza o antecedentes nacionales o posición económica, y usan la lengua de manera correcta al predicar las buenas nuevas del reino establecido en obediencia al mandato del Señor Jesús y de la manera que él dirigió—públicamente y de casa en casa. El conocimiento de la Biblia hace posible el que hombres de buena voluntad disciernan que, de las muchas organizaciones religiosas sobre la Tierra, la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová es el único grupo que está ejerciendo la forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de Dios.
15. Habiendo emprendido la forma correcta de adoración, ¿por obtener qué conocimiento adicional debemos esforzarnos, y por qué?
15 Habiendo emprendido la adoración verdadera, debemos tener en mentes el consejo: “Sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.” (Efe. 5:17) Necesitamos conocimiento acertado, no únicamente de las verdades fundamentales, sino de todas las cosas buenas que fueron escritas de antemano “para nuestra instrucción, para que por medio de nuestro aguante y por medio del consuelo de las Escrituras tengamos nosotros esperanza.” (Rom. 15:4) Esto requiere que progresemos en nuestro estudio, que cultivemos aprecio por mas que la leche de la Palabra, que anhelemos la carne. Tenemos que pasar adelante a la madurez.—Heb. 5:14–6:3.
16. ¿Por qué debemos leer regularmente la Biblia, pero por qué no debemos estar satisfechos con el simplemente leerla?
16 Además de nuestro estudio privado y de congregación de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower, regularmente debemos tomar tiempo para leer la Biblia misma. Cada ministro cristiano debe proponerse leer toda la Biblia, y hacerlo a menudo, si es posible. Pero, habiendo leído la Biblia de principio a fin, sería imprudente el sencillamente continuar leyendo las porciones que uno no entiende plenamente sin pausar para meditar en su significado. Eso requiere interés de parte nuestra, el estar conscientes constantemente del hecho de que lo que estamos leyendo es, en realidad, la Palabra de Dios. (1 Tes. 2:13) Dios no es malgastador. Él no hizo que se registrara en la Biblia materia que es dispensable. Lo que está allí se ha provisto para nuestra instrucción, para guiarnos en las decisiones a que nos encaramos en la vida para que vayamos en pos de un derrotero que esté en consonancia con la forma de adoración aprobada por Dios, y para equiparnos para trabajo eficaz como ministros suyos. (2 Tim. 3:16, 17) Si ha de servirnos de tal manera, tenemos que buscar más que un conocimiento de lo que dice. Necesitamos un entendimiento de su significado y un aprecio de cómo usarlo. “Adquiere la sabiduría,” dice el proverbio inspirado, “y con todo lo que adquieras, adquiere el entendimiento.”—Pro. 4:7.
17. ¿De qué cosas bien pudiéramos tomar nota cuando leemos las Escrituras?
17 Piense activamente al leer la Biblia. Si es materia profética, dé atención cuidadosa a su cumplimiento, tanto su cumplimiento en miniatura como de manera final. Tome nota de las verdades bíblicas fundamentales a las que se alude en el relato y de los principios orientadores que están abarcados en él. Sea profética la información o no, al leerla mantenga en mentes preguntas tales como éstas: ¿Cómo afecta esto mi vida? ¿Requiere que yo haga algunos ajustes para que mi actitud o mis acciones estén en consonancia con esta expresión de la voluntad divina? ¿Qué relación tiene con las otras enseñanzas bíblicas que he aprendido? ¿Cómo la apoyan, o cómo las corrobora esto? ¿Cómo puedo usarlo en mi ministerio? Si usted no entiende cierto texto, no lo pase a la ligera. Esfuércese por averiguar lo que significa.
18. ¿Cómo podemos adquirir entendimiento de lo que leemos en la Biblia?
18 Jehová Dios, el Autor de la Biblia, también es el gran Maestro que nos ayuda a entenderla. Tenemos que mostrar que reconocemos y apreciamos las provisiones que Jehová ha hecho para ayudarnos a entender su Palabra. Si estamos profundamente conscientes de que él es nuestro Instructor, lo buscaremos en oración siempre que nos sentemos a leer las Escrituras, pidiendo que nos ayude su espíritu. (Sant. 1:5) También nos aprovecharemos de las reuniones de congregación. Además de éstas, Dios ha provisto, por medio del “esclavo fiel y discreto,” ayudas de estudio para ayudarnos a conseguir entendimiento. Todas éstas las debemos leer y estudiar al tiempo de recibirlas, y según figuren en el programa de la congregación pero también podemos usarlas para referencia. Cuando usted lee textos en la Biblia pero no entiende completamente su aplicación, búsquelos en los índices de textos de los libros encuadernados de la Sociedad y en los números del 15 de diciembre de La Atalaya, y lea las discusiones a las cuales lo dirigen. Procediendo así, usted muestra sinceridad en su deseo de entender la verdad y estimación de los medios que Jehová ha provisto para ayudarle. Además, hay hermanos en la congregación que han sido nombrados como siervos, individuos que están ‘capacitados para enseñar.’ Ellos, también, han sido provistos para ayudarle. Si usted ha tratado de hallar la respuesta a su pregunta pero no ha tenido éxito, pregunte a uno de estos hermanos maduros. Él tendrá gusto en compartir con usted el conocimiento que ha adquirido por medio del estudio o en buscar la información con usted.—1 Tim. 3:2.
19. ¿Qué punto de vista muestra Proverbios 2:1-6 que debemos tomar hacia un estudio de la Palabra de Dios?
19 ¡Cuán bien describe el proverbio inspirado la manera en que tenemos que aplicarnos para poder conseguir entendimiento! “Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; si, además clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, si sigues buscándolo como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues buscándolo, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y encontrarás el mismo conocimiento de Dios. Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.” (Pro. 2:1-6) El entendimiento es un tesoro inapreciable; tenemos que cavar por él y esforzarnos por buscar ayuda para hallarlo. Si nos aplicamos, Jehová bendecirá nuestros esfuerzos con éxito.
20. ¿Qué se requiere de nuestra parte para hallar la forma correcta de adoración y adherirnos tenazmente a ella?
20 Es evidente que el escoger la forma correcta de adoración requiere aprecio y esfuerzo de nuestra parte. Tenemos que reconocer que nuestra relación con Dios es de mucha más importancia que cualquier vínculo humano. Tenemos que apreciar el valor de la Palabra de Dios a tal grado que nos apliquemos a estudiarla. Habiendo hallado la forma de adoración que cuenta con la aprobación divina, mantenga vivo su aprecio, continúe progresando en conocimiento, y aplique escrupulosamente la Palabra de Dios a toda actividad de su vida.
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Adoradores despiertos en el tiempo del finLa Atalaya 1961 | 15 de enero
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Adoradores despiertos en el tiempo del fin
1. ¿Por qué es tan importante estar espiritualmente despiertos ahora?
ENCARADOS como nos hallamos a la inminente destrucción del mundo inicuo a manos de Cristo Jesús el ejecutor designado por Jehová, ¡cuán vital es estar despiertos a las responsabilidades que descansan sobre los que practican la religión de la Biblia! Debemos guardarnos de los peligros que podrían arrastrarnos a la destrucción con los inicuos, porque el Diablo, semejante a un león rugiente, trata de devorar a los que titubean. Hay que tener cuidado para mantener nuestra vista firmemente fija en el nuevo mundo que está inmediatamente delante de nosotros.—1 Ped. 5:8.
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