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  • El espíritu que vuelve a Dios
    ¿Es esta vida todo cuanto hay?
    • alma, espíritu u otra cosa que sobreviva cuando muere el cuerpo. Algunos han tratado de ‘leer’ en las Santas Escrituras la idea de un renacer o reencarnación. No es doctrina bíblica.

      La Biblia muestra claramente que la existencia consciente no continúa por medio de un alma o espíritu que deje al cuerpo cuando ocurre la muerte. Al sentenciar a muerte al primer hombre por desobediencia, Dios no puso delante de él ninguna expectativa de un renacer o una reencarnación. Se le dijo a Adán: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Génesis 3:19) Sí, el hombre volvería al polvo sin vida del suelo.

      Entonces, ¿hemos de entender que esta vida es todo cuanto hay, o hay una provisión para una vida futura que esté disponible de alguna otra manera? ¿Pudiera esta provisión hacer necesario el que los vivos ayudaran a los muertos, o ya no pueden los vivos ayudar de ninguna manera a los muertos?

  • ¿Necesitan su ayuda los muertos?
    ¿Es esta vida todo cuanto hay?
    • Capítulo 7

      ¿Necesitan su ayuda los muertos?

      “EL SERVIR a los que ahora están muertos como si estuvieran vivos,” dice un viejo proverbio chino, “es el más alto logro de la verdadera piedad filial.” Si los muertos verdaderamente existen en otra región y pueden beneficiarse de los servicios de los que quedan en la Tierra, sería amoroso interesarse en ellos.

      Por supuesto, muchas personas solo ejecutan formalismos que dan la impresión de que observan tradiciones antiguas, aunque en realidad no creen firmemente en una existencia que continúe después de la muerte. Pero otras están convencidas de que los muertos necesitan su ayuda.

      Millones de personas por casi toda Asia y partes de África creen que tienen que rendir homenaje durante toda su vida a sus antepasados muertos. Delante de tabletas ancestrales de sus parientes difuntos queman incienso, oran, colocan flores y hasta ofrecen alimento. Se piensa que esa veneración ayudará a los muertos a disfrutar de una existencia agradable en la otra vida y evitará que se hagan espíritus hostiles.

      Especialmente con relación al duelo y a los funerales hacen esfuerzos costosos los sobrevivientes por ayudar a los difuntos. Considere las siguientes prácticas tradicionales que se efectuaron en el Oriente al morir un prominente consejero gubernamental:

      Sacerdotes budistas se encargaron de los ritos. Se encendieron triquitraques para ahuyentar a los espíritus malos. Se quemó papel de arroz que contenía oraciones, debido a la creencia de que esto beneficiaría al espíritu del muerto. Se colocó alimento, bebida y tabaco cerca del cadáver para que el espíritu pudiera refrescarse cuando quisiera.

      Después de eso el cadáver fue colocado en un ataúd, que permaneció en una sala de la funeraria por cuarenta y nueve días. Por seis días el hijo mayor se lamentó allí. En el séptimo día volvió a casa a dormir, bañarse y cambiarse de ropa. El ciclo de seis días de duelo y un día de descanso se repitió entonces durante el transcurso completo de los cuarenta y nueve días. Casi sin interrupción durante todo este período se encendieron triquitraques, mientras resonaban flautas, tambores y címbalos de estrépito reverberante todas las horas del día.

      En el día cuarenta y nueve hubo la impresionante marcha fúnebre. Hubo bandas tocando. Por la ruta se encendieron triquitraques que colgaban de postes telefónicos, postes del sistema de alumbrado y árboles. Se colocó alimento, bebida y tabaco en las mesas de los altares, y en los templetes que se erigieron por toda la ruta se quemó papel que contenía oraciones, así como pebetes. Carros alegóricos de papel, pan de oro y bambú añadían colorido a la marcha fúnebre. Muchos de los dolientes portaban linternas, que tenían el propósito de alumbrar el camino para el espíritu del difunto. Al lado de la sepultura se quemaron los hermosos carros alegóricos que representaban palacios, aviones, barcos, ejércitos, sirvientes y otras cosas.

      En el caso de personas de menos solvencia y prominencia, se siguen procedimientos similares pero en escala mucho más pequeña. Por ejemplo, se queman menos artículos de papel y de menos elaboración.

      Lo que sirve de base a esa quema de artículos hechos de papel es la creencia en la existencia de un purgatorio. Se cree que después de la muerte del individuo el espíritu vaga por el purgatorio durante dos años, pero con necesidad de ayuda para entrar en el cielo. Las ofrendas que se hacen en la forma de artículos de papel tienen el propósito de mostrar que el muerto vivió una vida buena y tiene todo lo que necesita para funcionar en el otro mundo. Muchos chinos creen que en vista de esto el espíritu del difunto habrá de verse librado del purgatorio con mayor prontitud.

      ¿Qué piensa usted de esas ceremonias elaboradas y costosas? ¿Participaría en prácticas similares? Si lo haría. ¿por qué?

      Si usted cree que los muertos necesitan su ayuda, ¿qué evidencia positiva tiene de que algo consciente sobrevive cuando muere el cuerpo? ¿Qué le da tanta seguridad de que los medios que se usan para ayudar a los muertos son eficaces? ¿Cómo, por ejemplo, pudiera

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