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Adoración de Satanás... ¿en la cristiandad?¡Despertad! 1971 | 22 de agosto
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Adoración de Satanás... ¿en la cristiandad?
HOY, precisamente en el centro de la cristiandad, hay muchos agnósticos y hasta ateos declarados. ¿Por qué? Muchos se sienten repelidos por la hipocresía que ven en las iglesias, mientras que algunos están contra el “establecimiento,” en el cual las iglesias desempeñan un papel principal.
Sin embargo a la mayoría de las personas, aun ateas, quizás les parezca difícil comprender que en la cristiandad haya personas que abiertamente adoren a Satanás el Diablo. No obstante, es cierto.
La religión del satanismo tiene “iglesias” en la cristiandad, posee una “biblia” y tiene ministros y ritos religiosos.
“La Biblia Satánica,” escrita por el fundador de la Iglesia de Satanás en San Francisco, dice, según informa el Herald de Miami: “El hombre es un animal que tiene que servirse a sí mismo. Los llamados siete pecados mortales son virtudes porque llevan a complacencia física y mental.”
“Esta es una religión de la carne, no del espíritu,” dice un “sumo sacerdote” de una secta satánica.
La adoración de Satanás sigue en gran parte el modelo del vuduismo y formas similares de adoración que se practican extensamente en África y América del Sur. Estas por lo general utilizan brujería, en lo cual está envuelto Satanás, además de otros espíritus, demonios. (1 Cor. 10:20) Hay muchas diferentes sectas menores del satanismo. Sin embargo, todas estas sectas se adhieren a una sola cosa en común: el entregarse a los deseos carnales.
Adoración espiritista, ‘obra de la carne’
Por lo tanto, es fácil ver por qué algunas personas se sienten atraídas al satanismo, con el énfasis que pone en la complacencia carnal. Pero puede surgir la pregunta: Puesto que Satanás el Diablo y sus demonios son personas espíritus, no de carne y sangre, ¿por qué son las prácticas carnales un rasgo sobresaliente de la adoración de Satanás?
Debemos recordar que los demonios en otro tiempo eran ángeles justos, ‘hijos de Dios,’ que se pervirtieron, y desearon relaciones carnales y participaron en ellas. ¿Cómo?
Antes del diluvio del día de Noé, estos ángeles dejaron su lugar celestial y la posición de servicio que tenían ante Jehová Dios. Materializando para sí cuerpos en forma de hombres, se casaron con hermosas mujeres humanas. Para criaturas espíritus, que Jesús dijo que no se casan, esto era contranatural, una perversión. Aunque se desmaterializaron al tiempo del Diluvio y regresaron a su morada espiritual, Dios los degradó con su disfavor, pero les permitió vivir hasta Su debido tiempo para destruirlos. Durante el ministerio de Jesucristo en la Tierra todavía estaban expresando sus características de perversión poseyendo a hombres o mujeres o morando en ellos.—Gén. 6:1, 2; Mar. 1:32-34; Luc. 8:26-34; Jud. 6, 7; 2 Ped. 2:4.
¿Cómo pudieron unos ángeles, criaturas inteligentes, pervertirse así, degradándose? Esto no es tan difícil de entender cuando observamos que hay personas humanas inteligentes que no solo se entregan a relaciones sexuales ilícitas, sino que gozan perversamente de la homosexualidad y hasta de la bestialidad.—Lev. 18:22, 23.
Apropiadamente, la Biblia llama a la práctica del espiritismo una ‘obra de la carne.’ (Gál. 5:19, 20) Por lo tanto, no sorprende el leer, en un informe acerca de un culto, que la celebración de su llamada “misa negra” puede efectuarse en forma de una “misa concupiscente,” en la cual el sacerdote puede tener coito sexual con la mujer desnuda cuyo cuerpo sirve de altar. Entonces cada miembro varón de la congregación lo sigue, imitando su acto, después de lo cual los hombres y las mujeres de la congregación pueden participar en una orgía sexual.
Principalmente contra Dios
Las declaraciones de los líderes satanistas muestran el deseo de hacer cosas tan ofensivas como sea posible a fin de mofarse de la adoración de Dios. Esto, por supuesto, realiza la voluntad de Satanás y los demonios. Ellos ciertamente deben sentirse muy deleitados al ver a las criaturas inteligentes de Dios degradarse así. Sin embargo, el “adorador” ciertamente está caminando en terreno peligroso.
Los adoradores de Satanás no solo participan en violación asombrosa de los mandatos de la Palabra de Dios, la Biblia. También obran en contra de su propia naturaleza humana y su conciencia. (Rom. 2:14, 15) Y violan las normas de decencia de la sociedad en la cual viven.
De esta manera describe la Biblia a esas personas, en particular a las que anteriormente afirmaban servir a Dios (como muchos satanistas lo hacían, por haber salido de las religiones de la cristiandad):
“Aunque conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron tontos en sus razonamientos y se les oscureció su corazón fatuo. Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios y tornaron la gloria del Dios incorruptible en algo semejante a la imagen del hombre corruptible y de aves y de cuadrúpedos y de criaturas que se arrastran. Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que se deshonrasen sus cuerpos entre sí, aun a los que cambiaron la verdad de Dios por la mentira y veneraron y rindieron servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó, . . . Por eso es que Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, . . . obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error. Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para que hiciesen las cosas que no son apropiadas.”—Rom. 1:21-28.
Un peligro mortífero
Es imprudente, sí, mortíferamente peligroso, el que alguien se deje atraer a ponerse en contacto con esa influencia demoníaca, aunque sea por curiosidad. La persona está arriesgándose al peligro de ser entrampada en prácticas carnales que contaminan. Pero aun peor, se está asociando deliberadamente con los que blasfeman a Jehová el Dios verdadero, el Creador y Soberano Universal. La Biblia específicamente advierte que la cólera de Dios arderá contra el que participe así en esas obras de la oscuridad.—Efe. 5:3-7.
Dios extirpó a los cananeos de la Tierra Prometida debido a estas mismísimas prácticas detestables, y dijo a Israel: “Ustedes no deben andar tras otros dioses, . . . (porque Jehová tu Dios que se halla en medio de ti es un Dios que exige devoción exclusiva,) por temor de que la cólera de Jehová tu Dios se encienda contra ti y tenga él que aniquilarte de sobre la superficie del suelo.” (Deu. 6:14, 15; Lev. 18:24, 25) ¿Por qué debería alguien querer colocarse en tal situación ante el Dios Todopoderoso?—1 Cor. 10:22.
Por otra parte, quizás una persona no sea satanista y sin embargo, debido a no estar informada por un estudio de la Biblia, sin saberlo tal vez esté rindiendo adoración a Satanás. ¿Cómo puede ser esto?
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¿Es posible adorar a Satanás sin saberlo?¡Despertad! 1971 | 22 de agosto
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¿Es posible adorar a Satanás sin saberlo?
ADEMÁS de esos cuantos “satanistas,” que adoran abiertamente a Satanás el Diablo, ¿hay otros que le rinden adoración sin reconocerlo o sin siquiera saberlo?
Si nos dirigimos a la Biblia fácilmente podemos ver el peligro de hacer eso. La Biblia dice: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo,” y, “El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos.” (1 Juan 5:19; 2 Cor. 4:4) También nos dice que una de las armas principales de Satanás es el engaño.—1 Tim. 2:14; Rev. 12:9.
Puesto que a Satanás se le describe en la Biblia como “el dios de este sistema de cosas,” lógicamente se desprende que ejerce poder sobrepujante en los asuntos políticos, comerciales y sociales de este mundo. En su esfuerzo por pelear contra Dios, entonces, su control debe abarcar a algunos hombres influyentes, o jamás podría mantener una oposición organizada a la verdad y al esclarecimiento de la gente en cuanto al propósito de Dios.
¿Sería entonces provechoso para Satanás el tener a todos los que él controlara enteramente degradados al nivel de los animales por el libertinaje, o dementes por estar poseídos de los demonios? Es obvio que no. Después de todo, muchas personas no tienden a esos extremos. Tampoco convendría para el propósito de Satanás el que todos ellos reconocieran, o hasta supieran, que adoran al Diablo. Siendo engañoso, ciertamente preferiría tener a muchos hombres inteligentes y capacitados que, aunque tuvieran su espíritu egoísta, parecieran, por lo menos, ser personas respetables, escrupulosas. ¿Por qué? Porque esas personas pueden influir más fácilmente en otras que se asocian con ellas y atraerlas a sus puntos de vista.
¿Cómo llega alguien a estar bajo el control de Satanás y realmente dar adoración a Satanás, aunque piense que está sirviendo a Dios?
El espíritu de independencia
La persona puede ser religiosa. Al mismo tiempo esa persona quizás considere “anticuada” a la Biblia o hasta la pase por alto. Quizás rechace las normas de la Biblia y establezca sus propias normas en cuanto a lo que es bueno y lo que es malo.
Una ilustración de esta actitud encuentra en el argumento de un “homosexual militante,” que escribió para el Times de Nueva York. Dijo: “‘Moral’ e ‘inmoral’ son términos juzgantes relativos a tiempo, lugar y las necesidades de la mayoría. Por ejemplo, varias sociedades y eras han definido programas de antisemitismo y contra los negros como morales, mientras que otras no.”
Puede concederse que hasta un asesino podría llamarse moral. Pero el argumento de este “homosexual militante” simplemente expresa el espíritu de autodeterminación ya descrito. Él rechaza la ley de Dios contra la homosexualidad. (1 Cor. 6:9, 10; Lev. 18:22) En vez de probar que ese derrotero de autodeterminación sea correcto, este argumento realmente ilustra por qué los individuos o aun sociedades enteras realmente no están capacitados para determinar las normas por las cuales deben vivir los hombres.
¿Quién, entonces, puede determinar esto? Solo Dios, quien conoce cabalmente la composición emocional y las necesidades del hombre. Solo él está capacitado para decir a sus criaturas cómo comportarse.
Hoy abunda el espíritu de autodeterminación, en el cual facciones e individuos exigen independencia ilimitada. Quizás no lo sepan, pero esto fue la mismísima base de la rebelión de Adán y Eva contra Dios. Este espíritu hizo que se rebelaran contra Dios y se alejaran de él y le trajo muerte a la raza humana. El pecado que cometieron al comer el fruto que Dios prohibió quizás parezca un acto muy pequeño. Sí, pequeño en sí, pero enorme en su significado y consecuencias.
En relación con esto, note lo que comenta la Biblia de Jerusalén, en su nota al pie de la página sobre Génesis 2:17, sobre el fruto del conocimiento de lo bueno y lo malo, cuyo fruto la pareja humana no habría de comer:
“Esta ‘ciencia’ [conocimiento] es un privilegio que Dios se reserva y que el hombre usurpará por el pecado, 3 5, 22. No es pues ni la omnisciencia, que el hombre caído no posee, ni el discernimiento moral, que ya poseía el hombre inocente y que Dios no niega a su criatura racional. Es la facultad de decidir uno por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo, y de obrar en consecuencia: una reclamación de autonomía moral, por la que el hombre no se conforma con su condición de criatura. El primer pecado ha sido un atentado a la soberanía de Dios, un pecado de orgullo. . . .”
Por la acción que adoptaron al atacar la soberanía de Dios, ¿a quién estaban siguiendo y sirviendo Adán y Eva? ¿A quién estaban ellos, de hecho, acudiendo como sabio y más digno de obedecer que a Dios, y, por lo tanto, adorando? ¿Verdad que fue a Satanás el Diablo, quien engañosamente sedujo a Eva a su proceder malo?—Juan 8:44; 2 Cor. 11:3.
En realidad, la persona que toma la decisión de independizarse completamente, estableciendo sus propias normas, está rehusando reconocer que es un ser creado, una criatura del Creador. Y sin embargo, nunca puede escapar del hecho de que está sujeta a muchas cosas, incluso a leyes físicas y morales. Si trata de pasar por alto estas leyes, pronto llega a chocar con las fuerzas naturales, con el resultado de que enferma o sufre calamidad. O usurpa los derechos de otros, y se mete en dificultades.
Ensalzan la sabiduría de hechura humana
Es un error, pues, pensar que los grupitos que llevan a cabo ritos desenfrenados, licenciosos, en el nombre de Satanás son los únicos que adoran a Satanás. Los adoradores de Satanás dicen que su religión es una ‘religión de la carne.’ Quizás otros no participen en ese libertinaje carnal. Pero tal vez esas personas estén concentrándose en su propia voluntad, ensalzando su propia mentalidad. O quizás acudan a la sabiduría de otros hombres y la sigan sin considerar la voluntad y normas de Dios según se manifiestan en la Biblia. Todo el que haga esto se hace a sí mismo, o hace a la sabiduría del hombre, cierta clase de dios. Quizás sin darse cuenta, realmente niegue la soberanía de Dios sobre él y resulte ser un más útil instrumento del Diablo que el declarado ‘adorador de Satanás.’
Como dice claramente Romanos 6:16: “¿No saben que si siguen presentándose a alguien como esclavos para obedecerle, son esclavos de él porque le obedecen, ya sea del pecado con la muerte en mira o de la obediencia con la justicia en mira?” Licenciosa o no, la persona que hace caso omiso de la Palabra de Dios está haciendo la voluntad del adversario de Dios, el Diablo.
¿Cuáles son algunos de los lazos que pueden entrampar a una persona que confía en la sabiduría humana? Bueno, la persona, pasando por alto lo que dice la Biblia acerca del reino de Dios como el remedio para la injusticia, tal vez sea inducida a envolverse en algún grupo de “igualdad,” en un conflicto político o en otro producto semejante del modo de pensar de hechura humana. O, rechazando como impráctico el consejo de la Biblia de que uno debe amar a su prójimo, podría adoptar la actitud de que cada uno tiene que buscar lo que le conviene personalmente y seguir por eso un modo de vivir completamente egoísta, materialista.
El llegar a envolverse en esas cosas aleja de Dios a la persona, y de aceptar las buenas nuevas del reino de Dios.—Sant. 4:4.
Además hay la teoría de la evolución. Es otra filosofía humana que no encuentra apoyo alguno en la Biblia. Quizás sea sincera la persona que adopte esa filosofía. Pero debe preguntarse: ¿A qué puede llevarme? La teoría niega a un Creador inteligente y como consecuencia niega responsabilidad a sus normas justas. Esa creencia pone a la persona en oposición a Dios.
Posición de religiones de la cristiandad
En vista de la evidencia ya presentada, se puede ver que alguien puede ser miembro de una de las muchas sectas religiosas de la cristiandad, afirmando ser adorador de Dios y seguidor de Jesucristo, y no obstante sin saberlo estar dando realmente su devoción y adoración al Diablo. El redactor de la sección religiosa del Herald de Miami del 11 de julio de 1970 llamó atención a este hecho en un artículo, en el cual informó:
“Algunos lectores que respondieron al relato [publicado anteriormente] sobre la Iglesia de Satanás se escandalizaron por el punto de vista sobre la actividad sexual y la expresión de esos puntos de vista. Sin embargo, en los últimos tres meses confesiones cristianas ‘ortodoxas’ como la Iglesia Presbiteriana Unida, la Iglesia Luterana de América, y la Iglesia Unida de Cristo han publicado informes dando diversos grados de aprobación al coito fuera del matrimonio y a la actividad homosexual.
“Dos de estas confesiones publican unidamente una revista para trabajadores eclesiásticos jóvenes en la cual en un número reciente se da un relato gráfico de una ‘fiesta de caricias y abrazos’ y se aprueba esa acción como una actitud saludable hacia el desarrollo sexual de los adolescentes.”
“ . . . Casi todas las confesiones han comenzado a recalcar más el dar a todos los hombres suficiente alimento, ropa, abrigo y salud para que disfruten de la vida [menospreciando así la espiritualidad y la educación de la gente en la Palabra de Dios].
“Algunas personas consideran esto como incursiones de la adoración de Satanás puesto que, según la Biblia Satánica, ‘El hombre, el animal, es la deidad para el satanista’ y la mira de la religión es hacer feliz al hombre por medio de complacer todos sus deseos físicos.”
Con estos hechos a la vista, el escritor concluye: “¡Quizás todos seamos más paganos de lo que nos gustaría pensar que somos!”
La libertad verdadera se encuentra en servir a Dios
Si verdaderamente queremos servir a Dios, tenemos que creer lo que él dice en cuanto a la manera en que se efectuarán la paz, la salud y el gozo de la vida. Tenemos que comprender, también, que lo que dijo el sabio escritor de Eclesiastés aplica a este presente sistema de cosas en el cual vivimos, a saber, “lo que se hace torcido no se puede hacer derecho.” (Ecl. 1:15) Sí, este sistema de cosas está demasiado impregnado de egoísmo para ser reformado o redimido. Como evidencia, considere los problemas, que constantemente empeoran, de la delincuencia, la pobreza, la contaminación y las drogas.
Por lo tanto, los que aceptan la verdad de la Palabra de Dios reconocen que solo la sabiduría de Dios puede guiar a la humanidad en el camino correcto, no la sabiduría que es “terrenal, animal,” y guiada por los demonios, por lo tanto “demoníaca.” (Sant. 3:15, 16) Acuden al reino mesiánico de Dios para que destruya a Satanás y a los que manifiestan su espíritu. Confían en que éste enderezará los asuntos de la humanidad.
El apóstol Pablo señaló al tiempo en que “la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.” (Rom. 8:21) El independizarse de Dios no produce verdadera libertad ni felicidad. Pues, ¿no es verdad que las cosas que realmente hacen que valga la pena la vida son: “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo”? Contra tales cosas, dice el apóstol, “no hay ley.” Estas cosas son el fruto del espíritu de Dios y se pueden practicar sin restricción. Eso es libertad verdadera, y de ésta se puede disfrutar aun ahora.—Gál. 5:22, 23.
¿No es ésa la libertad que satisfaría el deseo de su corazón? Al aprender de la Palabra de Dios y practicar estas cosas buenas ahora, bajo la guía del espíritu de Dios, podemos ponernos en el camino a la vida en el nuevo orden de Dios, cuando estas excelentes cualidades dominarán en los asuntos de toda la humanidad. Sí, así podemos llegar a estar en el camino que lleva a disfrutar de la “gloriosa libertad de los hijos de Dios.” ¡Qué mayor honor y libertad podría haber que el de ser hijos del Creador y Dueño del universo!—Sal. 19:7-11.
Pero, aun después de haber aceptado de todo corazón la Palabra de Dios como nuestra guía en la vida, ¿hay todavía peligro de que nos use el adversario de Dios?
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Cuidado con ser alcanzado¡Despertad! 1971 | 22 de agosto
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Cuidado con ser alcanzado
SE DICE que los que han llegado a ser cristianos verdaderos han sido ‘librados de la autoridad de la oscuridad.’ (Col. 1:13) Las palabras de la Biblia en Efesios 2:2 identifican al gobernante de esta oscuridad. Allí el apóstol Pablo dice que, antes de llegar a ser cristianos, los miembros de la congregación de Éfeso habían ‘andado conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.’
El apóstol mencionó específicamente a este poderoso gobernante cuando aconsejó a estos cristianos a ‘ponerse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo.’—Efe. 6:11, 12.
Por lo tanto, es preciso que el cristiano ejerza la mayor vigilancia y precaución. Puede estar llevando a cabo los requisitos de Dios en muchos aspectos. Sin embargo, si afloja su vigilancia, él, también, súbita e inadvertidamente puede ser llevado a efectuar la voluntad de Satanás. El apóstol Pedro exhortó: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien.”—1 Ped. 5:8.
Obviamente algunos cristianos de la congregación de Éfeso no habían sido vigilantes. Estaban siendo desviados de la verdad. Pablo escribió a Timoteo que instruyera y ayudara a éstos, para que “vuelvan a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo.” (2 Tim. 2:24-26) Ahora bien, un lazo no es algo hacia lo cual camina su víctima con los ojos abiertos. Está bien oculto. Súbitamente, sin advertencia, se dispara la trampa, y la víctima confiada para entonces ha caído muy dentro de ella para escapar sin ayuda. Así sucede con el lazo de Satanás; el individuo es atrapado sin advertencia. Sin embargo, lo más serio es que realmente puede ser atrapado en el lazo y todavía no darse cuenta de ello. Hasta puede servir inconscientemente para los propósitos de Satanás, habiéndose engañado hasta el punto de pensar que está haciendo lo correcto.
Algunos lazos de Satanás
Un caso a propósito es un incidente en que estuvo envuelto el apóstol Pedro. Jesús había dicho a sus discípulos que iba a sufrir a manos de los líderes religiosos judíos y ser ejecutado. Este era el derrotero que su Padre le había señalado. Jesús sabía que el que siquiera abrigara un pensamiento de evitar esta muerte de sacrificio sería pecado. Pero Pedro, sin duda con buenas intenciones, llevó a un lado a Jesús y ¡le dijo: “Ten consideración de ti, Señor; tú absolutamente no tendrás este destino.” Dándole la espalda a Pedro, Jesús contestó: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Me eres un tropiezo, porque tú no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres.”—Mat. 16:21-23.
Aquí Pedro cayó en el lazo de Satanás, y sin saberlo él mismo era un “satanás” o “resistidor” de Jesús. Su caso da énfasis al hecho de que es preciso que escuchemos lo que dice la Palabra de Dios, que la conozcamos con exactitud y la observemos y no prestemos atención al sentimentalismo, la emoción o el raciocinio humanos.
Por otra parte, la Biblia da advertencia al aconsejar a los matrimonios en cuanto a dar cada cónyuge al otro el débito conyugal: “No estén privándose de ello el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado, para que dediquen tiempo a oración y vuelvan a juntarse, para que no siga tentándolos Satanás por su falta de regulación en ustedes mismos.” (1 Cor. 7:5) Se tiene que observar equilibrio, buen juicio, aun al dedicar tiempo a algún servicio especial de Dios. De otro modo, como sucede en el caso de un matrimonio, la abstinencia de los cónyuges en cuanto a darse el débito sexual podría darle al Diablo la oportunidad de tentar a uno o ambos cónyuges, por la pasión, a pensamientos o acciones incorrectos para con alguien de sexo diferente.—Mat. 5:28; 1 Cor. 6:9, 18.
Lazos para la congregación
El hecho de que una congregación entera, y en particular los responsables de su superintendencia, tienen que guardarse en contra de ser alcanzados por Satanás con sus engaños se ilustra en el caso de la congregación cristiana primitiva en Corinto. Uno de sus miembros había caído en inmoralidad crasa. En vez de eliminar esta iniquidad, la congregación estaba cayendo en el lazo de Satanás, estando hinchada en vez de sentirse triste en cuanto al caso. El apóstol Pablo mandó a la congregación que expulsara al inicuo.—1 Cor. 5:1-5, 13.
Más tarde, el hombre se arrepintió y cambió de proceder, después de un período de estar expulsado. Ahora Pablo escribió a la congregación, exhortándolos a perdonar a aquel hombre y recibirlo de vuelta, para que, como dijo él, “no seamos alcanzados por Satanás con sus engaños, porque no estamos en ignorancia de sus designios.” Sí, los cristianos no deben olvidar cuáles son los designios de Satanás. En primer lugar, la congregación había sido negligente, descuidada, en cuanto a mantener la limpieza en la congregación. Pero ahora había el peligro de pasar al otro extremo... hacerse dura, severa y no perdonadora para con el que verdaderamente estaba arrepentido. Esto le habría servido al Diablo igualmente bien y a ellos les habría costado el favor de Dios.—2 Cor. 2:5-11; Mat. 6:14, 15; Sant. 2:13.
Deseo incorrecto y orgullo
El deseo incorrecto puede ser un lazo insidioso de Satanás. Judas Iscariote es un ejemplo de esto. Cuando fue escogido originalmente como apóstol del Señor Jesucristo, manifestaba satisfacer los requisitos para ese puesto. Pero Judas se hizo codicioso, voraz. Comenzó a hurtar del fondo que Cristo y sus apóstoles usaban para gastos. Empezando con esto, Satanás pudo conducirlo cada vez más a desarrollar un corazón inicuo, hasta que finalmente traicionó al Señor. Lo perdió todo, llegando a ser “el hijo de destrucción.”—Juan 12:3-6; 13:18-27; 17:12; 18:2-5.
El orgullo también es uno de los instrumentos más poderosos de Satanás. Puede entrampar hasta al justo, haciendo que tropiece, y peor, puede acarrear dificultad a otros. Debido a que reconocía que el orgullo era uno de los designios de Satanás, el apóstol Pablo específicamente excluía el que se nombrara a un hombre recién convertido al puesto de superintendente en una congregación, “por temor de que se hinche de orgullo [por ser elevado tan súbitamente a un puesto de prominencia y responsabilidad] y caiga en el juicio pronunciado contra el Diablo.”—1 Tim. 3:2, 6.
La determinación inflexible del Diablo es difamar el nombre de Dios. Debido a que la conducta de todo hombre nombrado para superentender en una congregación tiene efectos en la entera congregación y con relación a Jehová Dios mismo, se requiere que sea un hombre que tenga “excelente testimonio de los de afuera.” Debe ser un hombre que realmente viva en conformidad con el nombre de cristiano en moralidad, en tratos comerciales, en familia, en afecto al prójimo, en hospitalidad y en bondad amorosa. De otro modo, si se le nombrara al puesto, podría ‘caer en vituperio y en un lazo del Diablo.’—1 Tim. 3:7.
Sí, si a un hombre que estuviese expuesto a acusación de prácticas injustas por personas de fuera de la congregación se le colocara prominentemente en la congregación cristiana como pastor y maestro, ¡qué oportunidad daría esto a los opositores para injuriar! (Compare con 1 Timoteo 5:14, 15.) Satanás se deleitaría en ver que tuviera buen éxito ese lazo, para vituperio de Jehová.
Por lo tanto, que los que sirven a Jehová Dios se pongan la armadura completa de Dios. “Manténganse alerta y orando, para que no entren en tentación.” Usen “toda forma de oración,” es decir, súplica, acción de gracias e intercesión. También “manténganse despiertos con toda constancia y con ruego a favor de todos los santos.” Dependan de Jehová y de su rey reinante Jesucristo. Interésense genuinamente los unos en los otros, evitando así cualesquier extremos de conducta o la entrada furtiva del deseo incorrecto. Los cristianos verdaderos tienen que continuar haciendo esto, sabiendo que, porque representan el nombre de Jehová, son el blanco principal de Satanás. No ignoran sus caminos, pero deben mantenerse alerta para no ser alcanzados sutilmente por el que es el archienemigo de Dios y del hombre.—Mar. 14:38; Efe. 6:11, 13, 18; Luc. 22:31; Rev. 12:9, 17.
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