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El puerto de Nueva York es mi púlpitoLa Atalaya 1962 | 15 de octubre
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siglos han traído barcos más grandes que las pequeñas barcas pesqueras de Galilea—y preocupaciones más grandes. Marineros humildes todavía aman las buenas nuevas de que Dios tiene un gobierno del Reino que restaurará el paraíso a la Tierra. Con semejante mensaje feliz y tantos oyentes ansiosos, usted puede imaginarse por qué espero con ansias la mañana del próximo domingo cuando, con mi Biblia y maletín, me dirigiré a mi púlpito fascinante.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1962 | 15 de octubre
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Preguntas de los lectores
● ¿Cómo debemos entender Lucas 21:25, 26 y el pasaje similar en Mateo 24:29? ¿Se han de tomar literalmente o simbólicamente?—C. S., EE. UU.
Lucas 21:25, 26 dice: “Habrá señales en el sol y la luna y las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida por el rugir del mar y su agitación, mientras que los hombres se desmayan debido al temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos.” El pasaje parecido en Mateo 24:29 dice: “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol será obscurecido, y la luna ya no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos.”
Estos textos se deben entender primariamente en sentido literal. ¿Por qué? Por la fuerza obligatoria de la consistencia. Los acontecimientos modernos en cumplimiento de la profecía hacen claro que la declaración de Lucas 21:10, 11 se cumple literalmente. Dice: “Nación se levantará contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escasez de alimento.” Por lo tanto es razonable ver como literal lo demás del versículo 11, que dice: “Y habrá vistas espantosas y del cielo grandes señales.” Estas “vistas espantosas” y “grandes señales” sin duda se refieren a las mismas cosas que se mencionan en Lucas 21:25, 26 y Mateo 24:29, a saber, disturbios celestiales visibles, físicos, materiales. Esto, no obstante, no quiere decir que no es posible ver estas profecías con sentido figurado. No, pero eso sería una aplicación secundaria o paralela. De paso, al significado primario de estas profecías se hace referencia en el libro “Hágase tu voluntad en la Tierra,” en la página 340.
● ¿Hay objeción a que un ministro cristiano dedicado pertenezca a un grupo nudista o viva en un campamento o retiro nudista?—M. D., EE. UU.
La Palabra de Dios no declara explícitamente si el hombre hubiera continuado desnudo o no si no hubiera pecado. No obstante, sí notamos que después que la primera pareja humana pecó Jehová Dios hizo ropa para la pareja, matando animales para proveerles las pieles. (Gén. 3:21) Ciertamente que eso fue un cambio en cuanto a su desnudez original. Pero puesto que estas ropas fueron provistas por el Creador mismo, ¿quién se atrevería afirmar que les hubiera ido mejor a Adán y Eva sin ellas? Ciertamente por todas las Escrituras notamos que los siervos de Dios usaron ropa, y muchas veces se describe.
Más que eso, el hombre es la única criatura en la Tierra que necesita ropa, y eso por lo menos por tres razones sólidas. Primero, como protección contra los elementos y la naturaleza, contra el calor y el frío, contra terreno áspero o espinas, etc. Segundo, hay el asunto de la belleza y la gracia. La ropa realza la apariencia, ayuda a darle a uno una medida de confianza y sirve para cubrir las partes indecorosas de uno, como lo anota el apóstol Pablo en 1 Corintios 12:23. Y en tercer lugar, hay el asunto de la modestia. Así, en Apocalipsis Rev. 16:15 leemos que los cristianos deberían cuidarse no sea que pierdan sus prendas de vestir y sean expuestos a la vergüenza. Es cierto que esto se refiere a prendas de vestir espirituales, pero la ilustración no tendría vigor sí el estado de la desnudez fuera de preferirse al de estar vestido.
Además, las Escrituras amonestan a las mujeres cristianas diciéndoles que sean castas y modestas en su vestir: “Deseo que las mujeres se adornen con vestidos bien arreglados, con
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