BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¡Ande por fe!
    La Atalaya 1985 | 1 de junio
    • eso, esforcémonos por imitar a nuestro Dechado, Jesucristo. Seamos abnegados y estemos dispuestos a esforzarnos en el glorioso servicio de Jehová. Mientras hagamos esto, podremos confiar en que veremos el cumplimiento de las magníficas promesas que nuestro Padre celestial ha hecho a sus adoradores leales. ¡Y en qué maravillosas bendiciones resultará esto en su prometido Nuevo Orden! Sobre todo, si “andamos por fe, no por vista”, disfrutaremos del galardón de participar en la vindicación de la soberanía universal de Jehová.

      ¿Recuerda usted?

      ◻ ¿Cuáles son los peligros de ‘andar por vista’?

      ◻ ¿Qué advertencias recibe el pueblo de Jehová hoy día al considerar las experiencias de los israelitas?

      ◻ En vez de ser demasiado condescendientes con nosotros mismos, ¿qué tenemos que hacer?

      ◻ El ‘andar por fe’ significa ¿hacer qué?

  • Ande con confianza en el acaudillamiento de Jehová
    La Atalaya 1985 | 1 de junio
    • Ande con confianza en el acaudillamiento de Jehová

      “Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni sufran un sobresalto delante de ellos, porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. Ni te desamparará ni enteramente te dejará.” (DEUTERONOMIO 31:6.)

      1. ¿Cómo resultó ser Jehová un incomparable caudillo de los israelitas?

      JEHOVÁ resultó ser un caudillo incomparable cuando sacó a los israelitas de la esclavitud en Egipto. No solo los guió a través del desierto, sino que también les proveyó alimento y algo de beber, y les dio instrucción sin defecto. Así, los levitas de los días de Nehemías pudieron decir: “Tú, sí, tú [Jehová Dios], en tu abundante misericordia no los dejaste en el desierto. La columna de nube misma no se apartó de sobre ellos de día para conducirlos en el camino, ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino en que habían de ir. Y les diste tu buen espíritu para hacerlos prudentes, y tu maná no lo detuviste de su boca, y agua les diste, para su sed. Y por cuarenta años les proveíste alimento en el desierto. No les faltó nada. Sus mismísimas prendas de vestir no se gastaron, y sus pies mismos no se hincharon”. (Nehemías 9:19-21.)

      2. ¿Por qué podía Moisés instar a los israelitas a ‘ser animosos y fuertes’?

      2 El Maestro Divino, al administrar disciplina con bondad paternal, enseñó a los israelitas lo que significaba ser justo y recto. Todo cuanto hizo fue para el mayor bienestar de ellos. Incluso cuando ellos murmuraron y se rebelaron, él tuvo gran paciencia y no los abandonó. Particularmente cuando abrumadores ejércitos enemigos se enfrentaron a ellos, Jehová demostró ser un caudillo diestro e hizo estragos en las filas de los atacantes. Moisés dijo la verdad cuando animó a los israelitas con estas palabras: “Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni sufran un sobresalto delante de ellos, porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. Ni te desamparará ni enteramente te dejará” (Deuteronomio 31:1, 6). Dios ‘marcharía’ con ellos si ellos ejercían fe. ¡Qué aliciente para que andemos con confianza en el acaudillamiento de Jehová!

      Advertencias del pasado

      3. Poco después de ser libertados del cautiverio egipcio, ¿cómo mostró ingratitud y falta de confianza en Jehová el pueblo de Israel?

      3 Sin embargo, las experiencias de los israelitas nos suministran advertencias. Aunque solo hacía poco tiempo que habían sido libertados del cautiverio egipcio, ellos pecaron repetidas veces contra su Caudillo invisible. Mientras Moisés estaba en el monte Sinaí recibiendo la Ley, desplegaron ingratitud por todo lo que Dios había hecho por ellos. Persuadieron a Aarón para que hiciera un becerro de oro, y adoraron al mismo en lo que Aarón llamó una “fiesta a Jehová” (Éxodo 32:1-6). Diez de los 12 espías que fueron enviados a explorar la tierra de Canaán resultaron sin fe, y solo Josué y Caleb instaron al pueblo a entrar en la tierra y tomarla. Pero Israel no obró con fe en Dios, quien por eso decretó que todos los varones “de veinte años de edad para arriba”, excepto la tribu de Leví y los fieles Caleb y Josué, morirían durante un período de 40 años en el desierto (Números 13:1–14:38; Deuteronomio 1:19-40). ¡Por supuesto, todo esto debería advertirnos contra desplegar la misma ingratitud por el acaudillamiento de Jehová y falta de confianza en el mismo!

      4. ¿Cómo justifica la historia de Israel la calamidad que le sobrevino a Judá, Jerusalén y el templo en 607 a. de la E.C.?

      4 Aunque los israelitas vagaron por el desierto durante 40 años, Jehová no los abandonó. Continuó peleando sus batallas. Después de la muerte de Moisés y Josué, Dios levantó jueces para librar a su pueblo de las garras de enemigos opresivos. Pero en aquel tiempo el pueblo de Israel hacía lo que era recto a sus propios ojos, y la violencia desaforada, la inmoralidad y la idolatría comenzaron a abundar (Jueces 17:6–19:30). Más tarde, cuando el pueblo quiso un rey humano para ser como las naciones circunvecinas, Jehová le concedió su petición, pero le advirtió acerca de las consecuencias (1 Samuel 8:10-18). No obstante, ni siquiera el reinado de la casa de David satisfizo al pueblo, y diez tribus se rebelaron en los días de Roboam (1 Reyes 11:26–12:19). La mismísima idea de que Dios condujera a Israel desapareció gradualmente de la mente de la mayoría. Tanto la destrucción de Jerusalén, junto con el templo, como el derrocamiento del reino de Judá a manos de los babilonios en 607 a. de la E.C. fueron juicios bien merecidos sobre un pueblo que no anduvo con confianza en el acaudillamiento de Jehová. ¡Qué advertencia para nosotros!

      Jehová acaudilla a una nueva nación

      5. ¿Qué proveyó Jehová mediante la persona de Jesús, y qué haría Jesús?

      5 Al igual que los israelitas de la antigüedad, los posteriores siervos de Jehová pasaron por circunstancias cambiantes, pero él los dirigió de modo infalible. Cuando Jesús de Nazaret se sometió al bautismo en agua en 29 E.C., Dios proveyó un Profeta y Caudillo mayor que Moisés. Como el Mesías, éste conduciría a personas hacia fuera de este mundo inicuo que yace en el poder de Satanás (Mateo 3:13-17; Daniel 9:25; Deuteronomio 18:18, 19; Hechos 3:19-23; 1 Juan 5:19). Pero ¿a qué personas? Pues, ¡a los judíos y a otras personas que ejercieran fe en el Mesías provisto por el gran Caudillo celestial, Jehová Dios!

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir