El superintendente de un rebaño feliz
“Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua. Refresca mi alma. Me conduce por las vías de la justicia por causa de su nombre.”—Sal. 23:1-3.
1, 2. (a) ¿Quién es el Superintendente del universo, y por qué sería, remunerador estar en su compañía? (b) ¿Qué evidencia hay de que las criaturas inteligentes de Jehová son felices?
EL Dios verdadero Jehová es el Superintendente más famoso del universo. Es el Pastor de su rebaño. Los que tienen el privilegio de estar en su compañía son hechos felices, porque a Jehová se le llama en las Santas Escrituras el “Dios feliz.”—1 Tim. 1:11.
2 Las Escrituras abundan en evidencia de que las criaturas inteligentes bajo el cuidado de Jehová son felices. Hablan de hijos celestiales que se regocijan delante de Jehová, ‘gritando en aplauso,’ estando ‘llenos de gran gozo’ y ‘felices.’ (Job 38:7; Rev. 19:7-9; Pro. 8:30) Y sobre la Tierra ‘las ovejas de su dehesa, hombres terrestres,’ también se llaman “felices.” “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” exclamó el salmista. “Feliz es el que tiene al Dios de Jacob como ayuda suya, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el Hacedor del cielo y de la tierra.” (Eze. 34:31; Sal. 144:15; 146:5, 6) Sí, hay felicidad genuina en este desesperanzado siglo veinte, pero está con los que pertenecen al rebaño del Dios feliz Jehová. Si usted es miembro de ese rebaño, entonces sabe lo que es ser feliz.
3, 4. (a) ¿Cómo ha provisto Jehová para la felicidad de su pueblo, y por qué? (b) ¿Por qué es vital el estudio de la Biblia para la felicidad del rebaño?
3 Jehová quiere que su pueblo sea feliz, porque ¿qué es la vida sin felicidad? Comprende que, sin el alborozo que produce la felicidad, la vida misma llega a ser un trabajo tedioso, un fastidio para muchos, el vagar solitariamente hasta la muerte. Por eso, para asegurarle a su rebaño una vida emocionante, llena de significado, Jehová como el Superintendente de su rebaño ha hecho arreglos elaborados para su felicidad continua.
4 Primero, ha suministrado un abastecimiento interminable de alimento y bebida para su rebaño. Pues se necesita buen alimento y buena bebida para mantener felices a las ovejas de Dios. Como dijo el salmista pastor: “En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua. Refresca mi alma.” (Sal. 23:2, 3) Jehová ha suministrado este alimento y esta bebida en forma de su Palabra escrita la Santa Biblia. Por lo tanto, es vital para el rebaño de Dios un estudio diligente de esta Palabra, no solo porque esto conduce a salud y felicidad espirituales, sino mayormente porque conduce a la vida eterna. Con razón Jesucristo el Hijo de Dios le dijo al pueblo judío de su día: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual.” Porque “no de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová.” (Luc. 11:28; Mat. 5:3; 4:4) Para disfrutar de una vida feliz las ovejas de Dios continuamente tienen que abastecerse de este almacén divino.
5. ¿De qué manera es indispensable la Biblia para el hombre de Dios, y cómo lo prueba la Palabra de Jehová?
5 La Palabra de Dios también es luz que se necesita mucho durante estos tiempos tenebrosos y penosos. Como le declaró el salmista a Dios: “Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi calzada.” (Sal. 119:105) El que se pierda una oveja en la oscuridad es causa de pavor y desdicha. La verdad de la Biblia que obra como lámpara es provisión de Jehová para la guía y felicidad de sus ovejas. Al capitán Josué, que estaba por conducir a los hijos de Israel para entrar en la Tierra de Promisión, Jehová le dijo: “Este libro de la ley no debería apartarse de tu boca, y debes leerlo en tono de voz bajo día y noche, a fin de que cuides de hacer de acuerdo con todo lo que está escrito en él; porque entonces harás próspero tu camino y entonces actuarás sabiamente.” (Jos. 1:8) Si queremos hacer próspero nuestro camino y actuar sabiamente, no solo debemos tener Biblias, sino también debemos seguir el consejo que nuestro Gran Superintendente Jehová le dio a Josué. Si de veras seguimos el consejo sabio, entonces seremos felices. El salmista declaró: “Felices son los intachables en su camino, los que andan en la ley de Jehová. Felices son los que observan sus recordatorios.” (Sal. 119:1, 2) El conocer la Biblia y el vivir según sus reglas es lo que produce felicidad al rebaño de Dios.
6. ¿De qué otra manera son las Escrituras una bendición de Jehová?
6 Jehová como Pastor de su rebaño ha provisto su Palabra para un propósito aun más sublime, a saber, para que sus criaturas terrestres lleguen a conocerlo como su Pastor celestial. Sin la Biblia las ovejas de Dios no sabrían en cuanto a su Dios-Pastor Jehová. Y sin conocimiento de Jehová no puede haber felicidad duradera. Porque Jehová no solo es “la fuente de la vida,” sino también la fuente de gozo. El gozo es un fruto de su espíritu. (Sal. 36:9; Gál. 5:22) Es cuando las ovejas se separan de su pastor que se hacen temerosas e infelices. Note cómo el escritor de los salmos enlaza la necesidad de conocer a Jehová con el ser uno genuinamente feliz. Dice el relato inspirado: “Feliz es el hombre físicamente capacitado que se refugia en él.” “Feliz es el pueblo que conoce el grito gozoso. Oh Jehová, en la luz de tu rostro siguen andando.” “Feliz es todo el que teme a Jehová.” “¡Felices son los que moran en tu casa!” “Felices son los hombres cuya fuerza está en ti.” (Sal. 34:8; 89:15; 128:1; 84:4, 5) Por lo tanto, los que buscan la felicidad tienen que dirigir su atención hacia el cielo, si quieren hallar el gozo que da Jehová.
7. (a) ¿Cómo describe el salmista el gozo que proviene de conocer a Jehová? (b) ¿Dónde únicamente puede uno hallar felicidad y serenidad?
7 El gozo y contentamiento sosegadores que llegan a ser galardón de los que conocen al Superintendente celestial Jehová se describen para nosotros en el inolvidable Salmo Sal. 23 veintitrés de David. “Jehová es mi Pastor,” dijo él. “Nada me faltará. En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua. Refresca mi alma. Me conduce por las vías de la justicia por causa de su nombre. Aunque ande en el valle de sombra intensa, nada malo temo, porque estás conmigo; tu vara y tu cayado son las cosas que me consuelan. Tú arreglas ante mí una mesa enfrente de los que me muestran hostilidad. Con aceite me has untado la cabeza; mi copa está bien llena. Seguramente la benignidad y la bondad amorosa mismas me seguirán todos los días de mi vida; y moraré en la casa de Jehová hasta la plenitud de días.” ¡Cuán bellamente expresa el salmista la necesidad, el consuelo y el gozo sosegador que tiene la persona que conoce a Jehová! Uno no oye balidos angustiosos, la clase que se oye de parte de las ovejas que están perdidas, en las palabras de David. El balido de cada una de las ovejas perdidas expresa la miseria y la impotencia, la completa soledad lejos del rebaño. Es un sonido medroso lleno del sentido de haber perdido la protección y cuidado amoroso, con ternura, del Pastor. Lejos de Jehová no puede haber felicidad. Solo con él y su rebaño puede uno hallar la felicidad y la serenidad de que habla David en el Salmo Sal. 23 veintitrés.
8. ¿A quiénes ha nombrado Jehová para cuidar del rebaño, y qué verdad básica deben tener presente siempre?
8 Para impedir que su rebaño terrestre se extraviara y así llegara a ser infeliz, Jehová nombró a hombres para que obraran en capacidad de superintendentes y pastores. Estos hombres habrían de cuidar del rebaño de Dios. El rey David del Israel antiguo fue uno de estos superintendentes. Aunque era pastor del pueblo de Dios, no obstante David comprendió que tenía un Superintendente y Pastor sobre él a quien era responsable. En el Salmo dieciséis, versículo Sal. 16:8 ocho, David escribe en cuanto a esto, diciendo: “He puesto a Jehová enfrente de mi constantemente.” Tal como un pastor va delante del rebaño, así el rey David tuvo agrado en poner a su Dios Jehová enfrente de él. “Oh Pastor de Israel,” escribió un compañero israelita, “escucha, tú que estás conduciendo a José exactamente como a un rebaño.” (Sal. 80:1) El mantener esta verdad básica siempre delante de él es lo que hizo de David un superintendente excelente y un ejemplo digno para el rebaño de Dios.
9. Cuando los superintendentes responden a la dirección de Jehová, ¿cuál es el resultado para ellos y para el rebaño, y qué dice el salmista David acerca de esto?
9 Cuando los superintendentes responden a la dirección de su Superintendente celestial, son bendecidos, y el rebaño es hecho feliz. David escribió concerniente a esto en el Salmo 144:13-15, describiendo a los materialistas al decir: “Nuestros rebaños se multiplican por millares, diez mil por uno, en nuestras calles, nuestro ganado vacuno cargado, sin rompimiento alguno y sin aborto alguno, y sin clamor en nuestras plazas públicas. ¡Feliz es el pueblo para quien es exactamente así!” Luego, en contraste, David dice: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” De modo que los superintendentes de disposición a lo espiritual son una bendición de Jehová. Son causa de felicidad verdadera para el rebaño de Dios.
MANTENIENDO FELIZ AL REBAÑO
10. (a) ¿Quién ha puesto el ejemplo en mostrar amor a las ovejas, y cómo? (b) ¿De qué manera especial deben imitar los superintendentes a Jehová en amar?
10 Nada contribuye más a la felicidad del rebaño que el amor. En mostrar amor Jehová ha puesto el ejemplo. Una de las ovejas de Dios, a saber, el apóstol Juan, escribió: “El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor. En esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiésemos la vida por medio de él. El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados. Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros mismos estamos obligados a amarnos los unos a los otros.” (1 Juan 4:8-11) Los superintendentes se hallan bajo la obligación de copiar el ejemplo celestial de amor. Han de tomar la iniciativa en demostrar amor, así como Dios fue el primero en amar. “En cuanto a nosotros,” dijo Juan, “amamos, porque él [Dios] nos amó primero.” (1 Juan 4:19) La convicción de que son amados, amados a pesar del conocimiento de lo que ellos mismos son, es lo que resulta en gran felicidad para el rebaño.
11. (a) ¿Por qué es esencial el amar al rebaño? (b) ¿Cómo es el amor una ayuda para el pastor?
11 Pero, ¿por qué es tan esencial el amor? Porque “el amor edifica.” El amor “es un vínculo perfecto de unión.” “El amor nunca falla.” (1 Cor. 8:1; 13:4-8; Col. 3:14) El amor hace que el superintendente sea abordable, bondadoso, amable, considerado y paciente. Le impide el tratar con severidad a las ovejas. El amor lo hace sensitivamente consciente de las necesidades espirituales de ellas. Pues nada discierne más o es más sensitivo que el amor genuino, para percibir, como por instinto, los sentimientos de otra persona. Sí, nada aviva la percepción como el amor verdadero. Cuando una oveja tenga hambre, lo sabrá el pastor, porque ama. Cuando las ovejas tengan sed, el pastor lo percibirá a causa de su amor. Cuando las ovejas estén lastimadas o enfermas, es el amor del pastor lo que discernirá esto. Cuando se pierda una oveja, es el pastor quien será el primero en saberlo a causa de su amor a las ovejas. Es amor lo que despierta todo lo que es bueno y generoso en él. El amor que fluye hacia abajo de Dios desde el cielo por medio del “pastor excelente” Jesucristo y por medio de los superintendentes nombrados del rebaño es lo que unirá y hará feliz al rebaño de Dios. El pastor siempre debe recordar que la única cosa que es mejor que el ser amado, es el amar; que el amor nunca falla.
12. ¿Cómo es un pastor amoroso una bendición para el rebaño?
12 Por lo tanto, ¡qué bendición es el superintendente amoroso para la congregación! Las ovejas sienten su amor en la manera en que habla y en la manera en que las trata. La manera del superintendente es bondadosa y atractiva. Las ovejas son atraídas a él. Saben que a él le importan y que él tiene los intereses de ellos en el fondo. No vacilan en presentar al superintendente sus problemas, porque confían en su cuidado con ternura. Están seguras de su amor, porque el amor no puede disfrazarse. Es un aceite confortante que hace que hasta las cargas pesadas y frecuentemente la obediencia parezcan más leves. El amor pacifica. Es asombroso cuán poca queja y cuánto regocijo hay en el amor. El superintendente sabe esto. Por eso ama en imitación de sus Superintendentes celestiales, Dios y Cristo.
13. ¿Qué hecho prueba que Jesús amó, y qué ilustración dio en prueba del amor del pastor?
13 El amor de Jehová Dios hacia las ovejas se expresa por medio de Jesucristo su “pastor excelente.” Cuando estuvo en la Tierra Jesús apreció la vida de las ovejas y las ovejas estuvieron muy conscientes de su cuidado. Los pobres, los enfermos, los oprimidos y los ignorantes-pecadores de toda descripción y ramo de actividad eran atraídos a él. Ahora bien, el Pastor Excelente no se creía demasiado importante para no tomar a las ovejas en sus brazos y animarlas a entrar en el camino de la vida. El ser abordable ayudó a los pecadores a salir de su condición caída para entrar en el camino a la salvación. (Juan 10:11; Luc. 7:36-50) El escritor bíblico Lucas nos dice que “todos los recaudadores de impuestos y los pecadores seguían acercándose a él para oírle. Por consiguiente, tanto los fariseos como los escribas seguían murmurando, diciendo: Este hombre recibe con gusto a pecadores y come con ellos.’” Entonces Jesús les dio esta ilustración incomparable, diciendo: “¿Qué hombre de ustedes teniendo cien ovejas, al perder una de ellas, no dejará las noventa y nueve atrás en el desierto e irá en busca de la perdida hasta que la halle? Y cuando la ha hallado la pone sobre sus hombros y se regocija. Y cuando llega a casa convoca a sus amigos y a sus vecinos, diciéndoles: ‘Regocíjense conmigo, porque he hallado mi oveja que estaba perdida.’ Les digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento.” (Luc. 15:1-7) ¡Qué excelente ejemplo de amor y entendimiento dejó Jesús para todos los superintendentes! El colmo de la sabiduría es copiarlo estrechamente.
ALIMENTACIÓN Y FELICIDAD
14, 15. (a) ¿Cuál es uno de los deberes principales del pastor, y por qué? (b) ¿De qué mejor manera puede ser consolada una oveja que se queja?
14 La felicidad frecuentemente está asociada con el alimento bueno. ¿Qué pastor no sabe que cuando las ovejas tienen hambre se hacen ingobernables, irritables? Pero cuando se les da una comida excelente, satisfaciente, inmediatamente su actitud se hace más animada. Su espíritu incómodo, quejoso, irritable, se apacigua y es reemplazado por una disposición más sosegada y contenta. Por lo tanto uno de los deberes principales del superintendente es encargarse de que las ovejas estén bien alimentadas.
15 Cuando se quejan las ovejas, una de las mejores cosas que hacer es conducirlas a las dehesas de la Palabra de Dios e indicar algunas de sus verdades refrescantes, animadoras y edificantes. Al conversar con ellas espacíese especialmente sobre la esperanza que Dios da y que sus promesas son seguras. (Tito 1:2) A medida que la mente quejosa o corazón lastimado se alimente de la Palabra de Jehová, regresarán la satisfacción y la felicidad verdaderas. Pues dice el proverbio inspirado: “Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría, y el hombre que consigue discernimiento. Es árbol de vida a los que echan mano de ella, y los que se mantienen bien afianzados de ella han de ser llamados felices.” (Pro. 3:13, 18) A medida que las ovejas de Dios lleguen a tener este aprecio vehemente, serán hechas felices. Sin embargo, los superintendentes tienen que mostrar el camino.
16. ¿Qué es lo que produce felicidad, según Jesús?
16 Pero no es únicamente el leer o escuchar lo que produce felicidad. Jesús dijo: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35) La verdadera felicidad es para el hacedor de la voluntad de Dios y no solo para el oidor. Es el guardar la Palabra de Dios lo que resulta en felicidad verdadera. Por lo tanto, el discípulo cristiano Lucas notó especialmente las palabras del Pastor Excelente: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Luc. 11:28) De modo que el oír y guardar la Palabra de Dios se unen para producir felicidad.
ATENCIÓN PERSONALIZADA
17. (a) ¿Por qué merece el rebaño atención personal del pastor? (b) ¿De qué manera puede contribuir el pastor a la felicidad de las ovejas?
17 El rebaño de Dios no es una colección de tarjetas de registro, archivos y estadísticas, sino una organización de criaturas preciosas cuyas vidas están dedicadas a la alabanza del Dios vivo. Por lo tanto, necesitan y merecen la mejor atención, lo cual significa atención personalizada. Siempre hay el peligro de que un superintendente llegue a estar tan ocupado y tan envuelto con los registros que tenga poco o nada de tiempo para las ovejas. No obstante cada uno del rebaño debe sentir el cuidado del pastor. El superintendente cristiano Pablo escribió: “No olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios bien se agrada Dios.” (Heb. 13:16) El trabajar en el ministerio del campo con cada una de las ovejas de vez en cuando significará más para ellas que muchos sermones. El poquito de estímulo que les dé personalmente las edifica. Es una manera de mostrar que a usted le importan. Esta comunicación personal y mezclándose con ellas, elogiándolas en sus esfuerzos y progreso, contribuye inconmensurablemente a la felicidad de las ovejas y a su crecimiento espiritual.
18. ¿Cómo puede ser un pastor un gozo para una oveja hospitalizada?
18 Las ovejas a menudo se enferman y necesitan su pastor. Su comisión dice que él ha de “consolar a todos los que se lamentan.” (Isa. 61:2) Esto significa que debe visitarlas personalmente. Su mismísima presencia será un gozo y un estímulo para la que esté enferma. El pastor puede poner al día a las ovejas en cuanto a las actividades de la congregación, repasar una lección de estudio bíblico, considerar un nuevo sermón y hablarles acerca de la asamblea más reciente del pueblo del Señor, en qué consistió el programa, la información recibida y cómo fueron animados y edificados por la asamblea. Superintendentes: mantengan vivo el interés de la oveja enferma en Jehová y en su organización. Muéstrenle cómo puede contribuir y cómo contribuye a la felicidad del rebaño mediante su constancia, sus oraciones y su interés en el rebaño. Consuele a los que se lamentan.—2 Cor. 1:3-7.
19. ¿De qué otras maneras se puede expresar compasión a los enfermos, y cómo es remunerado el superintendente?
19 No todos los enfermos se hallan en hospitales; muchos se hallan en casa y éstos necesitan también la atención del superintendente. Es sorprendente cuánta felicidad puede producir una carta o hasta una tarjeta deseando que se alivien. Cuando uno se siente enfermo y completamente solo en el mundo, un pequeño recordatorio por medio de una tarjeta o una visita o una llamada telefónica significa muchísimo, no obstante cuestan muy poco. El oír al pastor decir: “La he extrañado en la congregación. Queremos que se alivie pronto,” significa mucho para una oveja enferma. Pero aun más, significa mucho para el Dueño de la oveja, Jehová. Pues él recuerda al superintendente: “El que desprecia a su propio semejante está pecando, pero feliz es el que está mostrando favor a los afligidos.” (Pro. 14:21) El dar atención personal a los afligidos, no solo los hace más felices, sino también aumenta la felicidad del superintendente compasivo.
20. Al dar atención personal al rebaño ¿qué hallará necesario hacer el superintendente de vez en cuando, y a quiénes y cómo se hará esto?
20 La atención personal también incluye el dar consejo. De vez en cuando los ancianos y jóvenes del rebaño necesitan consejo personal y consejo bíblico. El pastor puede hablar a los jóvenes sobre la apropiada conducta cristiana para con el sexo opuesto. Puede aconsejar en cuanto a asociaciones incorrectas, la necesidad de vestirse apropiadamente, habla limpia y su interés en el ministerio. Los miembros de mayor edad, también, frecuentemente necesitan las observaciones sabias del pastor. Necesitan escuchar su sabiduría, porque está interesado en sus vidas. Quizás estén aflojando la mano en el ministerio, en asistir a las reuniones, en dar a sus hijos entrenamiento apropiado, o quizás su conducta no sea del todo correcta. El superintendente está allí para ayudarlos. Debe rendir cuentas por su vida, por eso esté agradecido por cualquier atención que le preste.
21, 22. (a) ¿Qué prueba que vale la pena el ir tras las ovejas extraviadas? (b) ¿Por qué puede decirse que el superintendente es una bendición de Jehová?
21 En una ocasión Jesús le dio al apóstol Pedro algo de consejo e instrucciones personales para ‘apacentar mis corderos,’ para ‘pastorear mis ovejitas,’ para ‘apacentar mis ovejitas.’ (Juan 21:15-17) Esta fue una experiencia conmovedora para Pedro, una que, sin duda, jamás olvidó. Debido a que Pedro se había extraviado del rebaño de Dios y del Pastor Excelente, Jesús se esforzó por rescatarlo. Ahora bien, ¿no querría Pedro como superintendente buscar a las otras ovejas perdidas? Ciertamente estuvo agradecido por haber sido rescatado, y su vida fiel como pastor lo demostró. Años después de esta experiencia Pedro escribió las siguientes palabras de estímulo a los hombres de mayor edad de la congregación cristiana: “Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño. Y cuando el pastor principal haya sido manifestado, ustedes recibirán la inmarcesible corona de la gloria.” (1 Ped. 5:2-4) Los esfuerzos del Pastor Excelente no se desperdiciaron en Pedro. Superintendentes: vayan tras las ovejas extraviadas. Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia.
22 ¡Qué bendición de Jehová es el superintendente del rebaño! Siguiendo su dirección fiel, las ovejas moran en paz y unidad. Sienten gozo en el vivir. Ciertamente la benignidad y la bondad amorosa las han seguido a través de la vida. Se regocijan en participar en la vindicación del nombre de Jehová. Y su esperanza es la esperanza que expresó el rey-pastor David, a saber, el de morar con su Pastor en la casa de Jehová eternamente.