El futuro de la religión en la Unión Soviética
NO HAY ninguna duda en cuanto a lo que el futuro encierra para la religión en la Unión Soviética. Eso ya ha sido decidido. ¿Por quién? ¿Por los comunistas? ¿Por las religiones de la cristiandad y el paganismo?
No, ninguno de estos será el factor determinante. Los humanos no decidirán el futuro de la religión allí. ¿Por qué no? Por algo que la cristiandad y el paganismo, así como el comunismo, no han tomado en cuenta... Dios y su propósito.
Dios es El que ha determinado el futuro de la religión en la Unión Soviética. Con respecto a llevar a cabo su propósito, su propia Palabra nos asegura: “Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré.” (Isa. 46:10) Así es que prescindiendo de lo que haga el comunismo soviético, o de lo que hagan las religiones tradicionales, el propósito de Dios para la zona territorial que ahora compone a la Unión Soviética se realizará.—Isa. 14:27; 55:8-11.
¿Cuándo? ¡En el futuro inmediato! La Palabra de Dios muestra claramente que Su tolerancia de la iniquidad del hombre está muy cerca a su fin. El tiempo que Dios ha permitido se está acabando. Su fin se destacará de manera sobresaliente por medio de drásticos cambios en la sociedad humana, no solo en la Unión Soviética, sino en todas partes.
¿Y precisamente qué es lo que Dios se ha propuesto para nuestro tiempo? Quitar de todas las naciones, incluso de la Unión Soviética, a cada persona y organización que viole sus leyes. Eso significa la destrucción del entero inicuo sistema de cosas que ahora domina la Tierra. Este será reemplazado por un nuevo orden hecho por Dios, poblado con personas que respeten las leyes de Dios. Son esa clase de personas las que sobrevivirán el fin de este sistema y continuarán viviendo en la Tierra. La Palabra de Dios declara: “Jehová está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará.”—Sal. 145:20.
Ahora mismo, en la Unión Soviética, así como en el resto del mundo, hay personas que sí aman a Jehová. Obedecen sus leyes y practican el verdadero cristianismo. ¿Hay un gran número de ellos en la Unión Soviética? ¿Debemos esperar que sea así? No, porque la Palabra de Dios muestra que esas personas serían una minoría: “Ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él; mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.”—Mat. 7:13, 14.
Con respecto a nuestro tiempo, la profecía bíblica también dice: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) Por lo tanto Dios envía “estas buenas nuevas del reino” al mundo, no para convertirlo, sino como un “testimonio,” una advertencia que le brinda a la gente la oportunidad de escoger. Atraería favorablemente solo a una pequeña minoría, las personas que verdaderamente aman lo que es correcto desde el punto de vista de Dios.
Proclamadores de las “buenas nuevas”
¿Quiénes están proclamando las “buenas nuevas” del cercano fin de este sistema inicuo, y la entrada del nuevo orden hecho por Dios? No las religiones de la cristiandad ni del paganismo. ¿Quiénes entonces? En el libro These Also Believe, Charles S. Braden señala a los que lo están haciendo al decir: “Los testigos de Jehová literalmente han cubierto la Tierra con su testificación. . . . Verdaderamente se puede decir que ningún grupo religioso individual en el mundo ha desplegado más celo y persistencia en el esfuerzo de esparcir las buenas nuevas del Reino que los testigos de Jehová.”
¿Reconocen los soviéticos que los testigos de Jehová están haciendo esto? El Daily Star de Toronto informó: “Toda religión es un anatema para los soviéticos. . . . nada los enfurece tanto como los testigos de Jehová. . . . Pravda informa que los Testigos se están haciendo cada vez más activos. . . . [Su fe] se está esparciendo, y todos los poderosos recursos del Estado parecen ser incapaces de destruirla.”
A los guías soviéticos no les gusta oír que Dios va a poner fin a este sistema, reemplazándolo con un nuevo orden justo. Pero aunque los testigos de Jehová obedecen todas las leyes de ese país que no están en oposición a las leyes de Dios, no transigirán en su fe rehusando ‘dar testimonio de las buenas nuevas.’
Así es que en The Kremlin’s Human Dilemma, el autor Maurice Hindus comenta que el rehusar de los testigos de Jehová a mezclarse en la política y “su irreprimible celo por evangelizar, ha hecho que ellos sean particularmente onerosos para Moscú y los ha puesto en constante choque con la policía soviética. Aunque funcionan clandestinamente, se les persigue y se les dan severas sentencias de cárcel. Pero no hay modo de detenerlos. Se les suprime en un lugar, surgen en otro.” El autor declara que ‘parecen ser indestructibles.’
¿Cómo han llegado los testigos de Jehová a estar tan esparcidos en la Unión Soviética? Después de todo, no se les reconoce, y no se les permite celebrar reuniones, ni pueden entrar al país como misioneros. ¿Entonces cómo?
Tenga presente que Dios realiza su propósito prescindiendo de lo que cualquier humano haga. En el caso de la Unión Soviética, Dios ha permitido que los propios deseos de los soviéticos obraran con el resultado de predicar las “buenas nuevas.” ¿De qué manera?
Se esparce el mensaje
Aunque había unos pocos Testigos en Rusia tan temprano como en 1904, se dio un gran ímpetu a la obra en 1939 y 1940. En esos años el gobierno soviético se anexó la anterior zona oriental de Polonia, además de los países bálticos, y también Besarabia y Bucovina del Norte. En estas zonas vivían muchos Testigos celosos. De la noche a la mañana se encontraron viviendo en territorio soviético, poniéndose en comunicación con otros ciudadanos de la Unión Soviética. Les predicaron a éstos y esparcieron el mensaje del reino de Dios.
Otra oleada vino durante y después de la invasión alemana a la Unión Soviética. Durante la guerra, muchos Testigos fueron arrojados en los campos de concentración nazi. Otros presos que eran ciudadanos soviéticos se pusieron en comunicación con ellos. Algunas de estas personas se hicieron testigos de Jehová. Al volver a sus hogares en la Unión Soviética después de la guerra, se llevaron su recientemente adquirida fe. Esparcieron ésta entre sus familiares, amigos y vecinos.
Un caso típico sucedió en el campo de concentración de Ravensbrueck en Alemania. Cuando fue vaciado después de la guerra, se halló que unas 300 jóvenes rusas se habían hecho testigos de Jehová debido a haber estado en comunicación con las Testigos prisioneras que estaban en el campamento a causa de su fe.
Entonces, en 1950 y especialmente en 1951, la Unión Soviética comenzó a hacer deportaciones en masa de testigos de Jehová a Siberia. Pero eso solo ayudó a esparcir su mensaje hasta el rincón más lejano de ese vasto país. Así es que en la actualidad hay miles de testigos de Jehová en diversas partes de la Unión Soviética. Están llamando la atención de la gente al hecho de que este mundo inicuo se está acercando a su fin, y que el reino de Dios pronto será el único gobierno, y que gobernará directamente a toda la Tierra.
Fin de la religión falsa y el comunismo
Cuando Dios proceda contra este sistema, entonces, como muestra la Biblia, el primer elemento que desaparecerá será la religión falsa. En la Unión Soviética, así como en todo otro lugar, lo que quede de las religiones hipócritas de la cristiandad y el paganismo será borrado de la existencia. Como lo muestra la profecía bíblica, la religión falsa, que ha hecho el papel de ramera con los gobernantes políticos, quedará “devastada y desnuda, . . . y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó.”—Rev. 17:16; 18:8.
¿Por qué este juicio adverso contra estas religiones y los que se adhieren a ellas? La Palabra de Dios contesta: “Declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian.” (Tito 1:16) Han quebrantado sus leyes, han comprometido sus verdades y por siglos han producido fruto podrido. Y la regla de la Biblia es: “Todo árbol que no produce fruto excelente llega a ser cortado y echado al fuego.” (Mat. 7:19) El hecho de que las religiones tradicionales se están desintegrando en la Unión Soviética, y en otros lugares, es evidencia de que Dios no las está respaldando. Él ciertamente las ha abandonado a su propia destrucción.—Compare Mateo 21:43; 23:38.
Pero, ¿qué hay acerca de los elementos políticos gobernantes? ¿Les irá mejor a ellos? No, porque ellos también han quebrantado las leyes de Dios, y han empapado la tierra con sangre inocente. Ellos también reciben la atención de Dios. El capítulo 19 de Revelación muestra que Dios aniquilará a “los reyes de la tierra y a sus ejércitos,” así como a sus seguidores. Él ha declarado en su Palabra que “triturará y pondrá fin a todos estos reinos” que existen en la actualidad. Todas estas formas de gobierno humano, entre los cuales está el soviético, serán reemplazados. Esto significará un nuevo orden aquí en la Tierra, gobernado desde los cielos por Dios. Ese gobierno celestial es el reino por el cual Jesús enseñó a sus seguidores a orar.—Rev. 19:11-21; Dan. 2:44; Mat. 6:9, 10.
Además, la destrucción de todos los que no tienen respeto por Dios y sus leyes no será una injusticia. Ellos quieren seguir sus propios caminos de desafuero en vez de amoldarse a las justas normas de Dios. Como declara la Biblia: “Aunque al inicuo se le muestre favor, simplemente no aprenderá justicia.” (Isa. 26:10) Por lo tanto serán eliminados.
Luchadores contra Dios
Sin duda la lucha de la Unión Soviética contra las religiones de la cristiandad y del paganismo en gran medida ha tenido buen éxito. Pero su lucha contra los propósitos de Dios no ha tenido éxito. Ni lo tendrá. Con certeza fracasará.
Con respecto a esto, los soviéticos se hubieran beneficiado del consejo dado por un maestro de la Ley que vivió en el primer siglo de nuestra era común. Este maestro, Gamaliel, dio el siguiente consejo a sus contemporáneos que perseguían a los cristianos testigos de Jehová en aquel entonces: “Les digo: No se metan con estos hombres, sino déjenlos; (porque si este proyecto o esta obra proviene de hombres, será derribada; pero si proviene de Dios, no podrán derribarlos;) de otro modo, quizás sean ustedes hallados luchadores realmente contra Dios.”—Hech. 5:38, 39.
Pronto, Dios tomará acción en contra de los que luchan en contra de su gobernación mostrándolo por medio de luchar en contra de su pueblo. Esos luchadores contra Dios serán cortados de la Tierra: “Los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, ellos serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, ellos serán arrancados de ella.”—Pro. 2:21, 22.
Sí, como un juicio de Dios, tanto la religión hipócrita como el comunismo ateo, junto con todos sus apoyadores, “serán cortados de la mismísima tierra.” Solamente los que ahora escogen a Dios como gobernante y obedecen sus leyes “quedarán en ella.”
Entonces, finalmente, en el nuevo orden de Dios, “la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas están cubriendo el mismísimo mar.” (Isa. 11:9) Como lo muestra la Biblia, ese es el futuro del país que ahora se llama la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, así como del resto de la Tierra.