-
“Claro que puedes, Kayoko. ¡Yo pude!”La Atalaya 1971 | 1 de mayo
-
-
especial durante tres años. En una carta que recibí de ella el otro día informó que está conduciendo diez estudios bíblicos de casa, y una persona con quien había estudiado ya es ministra precursora regular. Me parece que ella debe haberle dicho a ésta, tal como yo le dije a ella: “Claro que puedes hacerte precursora. ¡Yo pude!”
-
-
Ayudando a otros a asistir a las reunionesLa Atalaya 1971 | 1 de mayo
-
-
Ayudando a otros a asistir a las reuniones
LOS testigos de Jehová aman a su prójimo y se esmeran por ayudar a los que se interesan en la Biblia a asistir a sus reuniones. Saben que en estas reuniones estos individuos que muestran interés pueden aprender mucho más acerca de los requisitos de Jehová Dios para la vida. Un ejemplo de esta demostración de amor proviene de Truk, en el Pacífico. Un Testigo que es misionero allí escribió lo siguiente:
“Nuestra asistencia a las reuniones ha subido al doble durante el mes pasado. Muchas personas interesadas con quienes estudiamos la Biblia creían que no podían asistir a nuestras reuniones por no tener medio de transporte. Resolvimos el problema de esta manera: Nosotros mismos comenzamos a caminar a las reuniones en vez de ir en un vehículo de transporte. Nuestro lugar de reuniones está a unos tres kilómetros del hogar misional. Entre estos dos lugares tenemos varios estudios bíblicos de casa con personas que han mostrado interés.
“Nos toma unos cuarenta minutos andar desde nuestro hogar hasta la reunión, de modo que al caminar invitamos a estas personas interesadas a caminar con nosotros a la reunión. Esto ha dado muy buenos resultados. La primera semana que anduvimos, dos personas nos acompañaron, la siguiente semana cuatro, la tercera semana ocho y esta semana que pasó nuestro grupo ha aumentado a diez personas. Casi todas estas personas son nuevas que nunca habían asistido antes a las reuniones. Cuando ven que personas conocidas van con nosotros, eso las anima a acompañarnos.”
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1971 | 1 de mayo
-
-
Preguntas de los lectores
● ¿Cómo hemos de entender Hebreos 1:6, que dice que a todos los ángeles se les manda que adoren a Jesús?—F. C., EE. UU.
Hebreos 1:6 dice: “Pero cuando introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada, dice: ‘Y que todos los ángeles de Dios le adoren.’” Aquí el escritor de Hebreos está citando del Salmo 97:7, que dice (en parte): “Inclínense ante él, dioses todos.” La Versión de los Setenta, de la cual evidentemente citó este escritor, dice: “Adoradlo todos vosotros Sus ángeles.”—C. Thomson.
Parece que estos textos hacen surgir un problema porque parecen estar en pugna con la declaración llana de Jesús a Satanás el Diablo: “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.’”—Mat. 4:10.
La palabra griega que se vierte “adoren” en Hebreos 1:6 es proskyneo. Esta palabra griega también se usa en el Salmo 97:7 en la Versión de los Setenta para traducir la palabra hebrea shahhah. ¿Cuál es el sentido de estos términos hebreo y griego?
Shahhah significa básicamente “inclinarse.” (Pro. 12:25) Este inclinarse pudiera hacerse como un acto de respeto hacia otro, hombre, como a un rey (1 Sam. 24:8; 2 Sam. 24:20) o a un profeta. (2 Rey. 2:15) Abrahán se inclinó ante los hijos cananeos de Het de quienes trataba de comprar una sepultura. (Gén. 23:7) La bendición de Isaac sobre Jacob exigía que grupos nacionales y los propios “hermanos” de Jacob se inclinaran ante él.—Gén. 27:29; compare con Gn 49:8.
De esos ejemplos se desprende claramente que este término hebreo en sí no necesariamente tiene un sentido religioso ni significa adoración. No obstante, en un número grande
-