Manifieste su adelantamiento respondiendo a la Palabra de Dios
“De todos modos, hasta donde hemos progresado, sigamos andando ordenadamente misma rutina.”—Fili. 3:16.
1. ¿Qué efecto saludable produce en otros que están en la fe el adelantamiento cristiano?
EL CONSTANTE adelantamiento que efectúa el cristiano no solo le produce un profundo sentido de satisfacción a quien adelanta así, sino que también produce estímulo y causa de regocijo a sus compañeros cristianos. ¡Qué gozo hay cuando los estudiantes a quienes ayudamos con un estudio de la Palabra de Dios absorben progresivamente una verdad tras otra a fin de conseguir un entendimiento exacto de la Biblia! La felicidad de ellos y la nuestra alcanzan alturas sublimes cuando progresan hasta el punto de dedicarse a Dios y bautizarse en agua. Y, ¿se emociona cuando usted oye a una persona nueva dar su primer comentario en el estudio de La Atalaya de congregación o pronunciar su primer discurso estudiantil en la Escuela del Ministerio Teocrático? ¿Qué siente usted cuando un hermano joven adelanta a la madurez cristiana que se requiere de un orador público y da su primer discurso público bien pulido pero estando algo nervioso? A todos nos anima el adelantamiento, ¿no es verdad? Nos damos cuenta de que el adelantamiento que se manifiesta respondiendo a la Palabra de Dios lleva a la vida; y si nuestro adelantamiento anima a otros, esto a su vez nos proporciona una buena razón más por la cual debemos adelantar, ¿no es verdad? Sucede exactamente como el apóstol Pablo le escribió al joven Timoteo, en 1 Timoteo 4:15, 16: “Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos. Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.”
2. (a) ¿Cómo es la Palabra de Dios una fuerza poderosa para estimular el adelantamiento? (b) ¿De qué manera es que nuestros oídos ‘oyen una palabra detrás’ de nosotros para guiarnos en la actualidad?
2 Hay una poderosa fuerza de parte de Dios que nos estimula a efectuar adelantamiento. Se nos dice, en Hebreos 4:12: “La palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que toda espada de dos filos . . . y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón.” ¡Qué poder discernidor y penetrante hay en la Palabra de Dios! Hay en ella todo para enseñarnos, para corregirnos y para inspirar en nosotros un fuerte deseo de servir a nuestro Dios Jehová. Él no nos ha dejado sin el consejo y dirección que se necesitan para hacer frente a los problemas difíciles que se presentan delante de nosotros diariamente en esta era de desafuero. Ha previsto nuestras necesidades. El profeta Isaías, después de describir bajo inspiración la condición espiritual próspera de que disfrutarían los siervos verdaderos de Dios en los “últimos días,” predijo la manera singular en que Jehová conduciría a su pueblo. “Tu Magnífico Instructor ya no se esconderá, y tus ojos tienen que llegar a ser ojos que vean a tu Magnífico Instructor. Y tus propios oídos oirán una palabra detrás de ti que diga: ‘Este es el camino. Anden en él,’ en caso de que ustedes se fueran a la derecha o en caso de que se fueran a la izquierda.” (Isa. 30:20, 21) ¿Qué es en la actualidad esta “palabra detrás” de nosotros? Nada menos que la de nuestro Magnífico Instructor Jehová que nos habla por medio de su Palabra escrita y por medio de su organización en el día presente. Cuando escuchamos con discernimiento y se nos abren nuestros ojos de entendimiento, es como si escucháramos y viéramos a nuestro Magnífico Instructor cara a cara. Su Palabra ilumina claramente nuestra senda para que no haya duda tocante a cómo y dónde debemos andar. No hay manera de irse a la derecha ni a la izquierda cuando le prestamos atención, sino que caminamos directamente adelante en la senda que lleva a la vida.
3. ¿Qué espera Jehová de nosotros en lo que se refiere a adelantamiento?
3 Jehová tiene todo derecho a esperar adelantamiento constante de parte de todos los que llegan a conocerlo. Cuando estudiamos su Palabra, aprendemos en cuanto su bondad inmerecida que ha extendido a la humanidad y las provisiones que ha hecho para nuestro bienestar eterno. Nos suministra el clima de amor en el cual crecer espiritualmente. Nos da tiempo para adquirir conocimiento, para renovar nuestra mente, para hacer una dedicación a él y, sí, para pasar adelante a la madurez cristiana. El no espera esto en un solo día, pero sí espera que progresemos constantemente en crecimiento espiritual. Y al efectuar adelantamiento, a menudo es preciso modificar determinadas maneras de vivir y actitudes de la mente o a veces renunciar del todo a ellas a fin de dejar que la Palabra de Dios tenga plena expresión en nuestra vida. Considere el buen consejo de Santiago 1:21, 22: “Por lo tanto desechen toda suciedad y esa cosa superflua, la maldad moral, y acepten con apacibilidad la implantación de la palabra que puede salvar sus almas. Sin embargo, háganse hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a ustedes mismos con razonamiento falso.”
4. ¿Por qué será que algunos efectúan poco adelantamiento espiritual, o ninguno?
4 Hoy millones de personas no responden a la Palabra de Dios cuando las alcanza el mensaje del Reino. No efectúan ningún adelantamiento en el camino angosto que lleva a la vida. Algunas responden inicialmente pero, debido a las inquietudes de esta vida u otros factores, aflojan el paso en su adelantamiento. (Mat. 7:13, 14; Luc. 8:11-14; Heb. 6:1) Por lo general esto no se debe a que nieguen la verdad ni porque no crean ciertas doctrinas. A menudo uno descubre que han surgido problemas personales o domésticos, y un examen más cuidadoso probablemente muestre que estos problemas surgieron por no haber aplicado cabalmente los principios bíblicos en la vida. Cierto hombre le preguntó a Jesús: “Señor, ¿son pocos los que se salvan?” Jesús respondió: “Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar mas no podrán.” (Luc. 13:23-25) No es fácil seguir adelantando por medio de responder al consejo de la Palabra de Dios sobre cómo hemos de vivir, no obstante “sus mandamientos [de Jehová] no son gravosos” y se nos asegura confiadamente que el yugo que Jesús nos invita a tomar de veras es ligero.—1 Juan 5:3, 4; Mat. 11:28-30.
5. Para evitar el adelantarse hacia un matrimonio imprudente, ¿qué aconseja la Palabra de Dios?
5 Por ejemplo, quizás una persona desee casarse. En la Palabra de Dios hay la instrucción de que si nos casamos debe ser solo “en el Señor.” (1 Cor. 7:39; 2 Cor. 6:15) No obstante, a veces sucede que una persona se interesa en otra del sexo opuesto que todavía no es cristiano dedicado como ella misma. Las emociones se apoderan de esta persona y comienza a justificar en su mente un proceder contrario a la Palabra de Dios. El resultado podría ser el casarse con un incrédulo, acarreándose congojas innecesarias y condiciones que podrían influir en el creyente de modo que transigiera en cuanto a su fe. El que uno evite o rompa tales relaciones quizás le acarree a uno daño momentáneo, pero cuán agradecido estará uno más tarde si obra de acuerdo con la Palabra de Dios y adelanta en la dirección correcta.
6, 7. (a) Para que la familia cristiana efectúe adelantamiento apropiado, ¿qué principios deben guiarla? (b) ¿Qué se necesita para que los hijos continúen en el camino a la vida?
6 Considere, también, los principios que envuelven la jefatura. ¡Cuán feliz es la familia que tiene un cabeza amoroso como esposo y padre, y la madre y los hijos respetan su jefatura! Pero cuán penoso es cuando la esposa trata de dominar la casa o el esposo abusa de su jefatura y más bien se convierte en un dictador falto de amor. Resulta anarquía de familia. Hay poca felicidad. La familia enferma espiritualmente, y pronto todos quieren ir por caminos separados.—Efe. 5:21-23; Col. 3:18, 19.
7 La Palabra de Dios también dice mucho tocante al entrenamiento de los hijos. La dirección en que adelanten depende mucho del entrenamiento amoroso, pero firme, que les den sus padres teniendo como base la Palabra de Dios. Cuando se necesita aplicar disciplina, no se retiene. Cuán satisfactorio es para los padres cristianos, y para otros de nosotros también, cuando vemos que los jóvenes crecen y se apegan a la verdad y a la organización de Dios más bien que deslizarse y ser engullidos por este mundo.—Efe. 6:1-4; Col. 3:20, 21; Pro. 1:8; 13:24; 22:6.
8. ¿Qué malos hábitos personales pudieran estar estorbando el adelantamiento de algunos?
8 Muchas cosas pueden estorbar el adelantamiento espiritual. Es posible que usted haya permitido que algunos hábitos malos o prácticas malas ejerzan control sobre usted después de haber salido del mundo. Por ejemplo, el hábito de fumar, u otros usos del tabaco, que todos saben que es perjudicial para la salud de uno, domina fuertemente a algunos y, debido a falta de gobierno de sí mismos y de no ejercer fe fuerte en Jehová, permiten que este mal hábito continúe dominándolos, resultando en aflojar el paso física y espiritualmente, así como en una mala conciencia. Cuando la voluntad de uno es débil en asuntos de esta índole, a menudo esto se refleja en la manera en que se encarga de otros asuntos de consideración seria. Por otra parte puede ser que el exceso en el comer o en el beber, lo cual embota los sentidos, esté haciendo que usted afloje el paso. Los placeres excesivos satisfacen los deseos de la carne, pero gradualmente se inmiscuyen en nuestro tiempo y energía de modo que nos hacemos amadores de placeres más bien que amadores verdaderos de Dios. (2 Tim. 3:4) La Biblia muestra que hay un gran conflicto entre la carne y el espíritu. La manera en que pensamos determina cuál gana.—Rom. 8:12, 13; 12:1, 2.
9. ¿Cuán importantes son nuestros pensamientos y habla?
9 El modo de pensar del mundo y el lenguaje mundano son estorbos definidos para el adelantamiento. La Palabra de Dios exhorta: “Que la fornicación e inmundicia de toda clase o avaricia ni siquiera se mencionen entre ustedes, así como es propio de personas santas; tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino más bien el dar gracias.” Si respondemos a este consejo bien claro de nuestro Magnífico Instructor, limpiaremos nuestra mente de cualesquier pensamientos obscenos o inmundos y seguiremos el buen consejo de Filipenses 4:8, de pensar en cosas que sean de seria consideración, justas, castas, amables, de buena reputación, virtuosas y dignas de alabanza. –Efe. 5:3, 4; 4:29-31; 1 Tes. 4:3-8.
10. Muestre cómo las malas asociaciones pueden hacer que aflojemos el paso de nuestro adelantamiento.
10 Luego, ¿cómo es nuestra asociación con otros? ¿Es de la clase correcta? “Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.” Las actitudes, las ambiciones, la manera de vivir de los mundanos no pueden menos que influir en nosotros si dejamos que nos atraigan a su compañía allegada. Tenga como meta estar con los que puedan edificarlo espiritualmente y que no derribarán la esperanza, la espiritualidad y la buena conciencia que usted tiene delante de Jehová.—1 Cor. 15:33; Sant. 4:4.
11. ¿Cuál debe ser nuestro punto de vista para con el dinero y las posesiones materiales?
11 Y a medida que trabajemos para ganarnos la vida en este mundo, hay cosas a las cuales también necesitamos dar atención aquí. Primero, ¿estamos envolviéndonos tanto que comenzamos a probar el amor al dinero y el poder que nos trae? Acuérdese del consejo bíblico de que muchos, al esforzarse por realizar este amor, han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores. El estar contentos con las cosas necesarias y el tener devoción piadosa junto con el bastarse con lo que uno tiene resultan en gran ganancia.—1 Tim. 6:6-10.
12. (a) ¿De qué maneras pudieran estorbar nuestro progreso a la madurez las actividades de nuestros trabajos seglares? (b) ¿Qué principios bíblicos nos ayudarán a mantener la perspectiva apropiada?
12 Luego se nos aconseja a ser honrados y rectos, a medida que efectuamos nuestro trabajo seglar para conseguir las cosas necesarias. ¿Es legal lo que hacemos? ¿Es honorable? ¿Es compatible con los principios cristianos de la neutralidad? (Efe. 4:25, 28; Isa. 2:4) ¿Es simplemente un medio de sostenernos a nosotros y a nuestras familias en el ministerio del Reino más bien que nuestra principal ocupación tanto mental como físicamente? Aunque está haciéndose cada vez más difícil para los cristianos verdaderos ganarse la vida sin identificarse visiblemente con la organización política bestial del Diablo, con su nacionalismo violento, ciertamente tenemos que permanecer neutrales y evitar el prestar nuestra mente y manos a sus propósitos en oposición a Dios. (Rev. 13:16, 17) Si se transige con estos principios, entonces se enfría nuestro celo; empezamos a sentirnos inadecuados para el servicio santo de Jehová. Aflojamos el paso de nuestro adelantamiento, lo cual posiblemente haga que nos detengamos o hasta nos apartemos. ¡Cuán adecuado el consejo de Pablo en 2 Corintios 7:1: “Por lo tanto, dado que tenemos estas promesas, amados, limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”! Sabiamente exhorta a los que quieren efectuar adelantamiento: “Quitémonos nosotros también todo peso y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros.”—Heb. 12:1.
13. ¿Qué es posible que tengamos que hacer para arreglar nuestros asuntos para poner en primer lugar las cosas espirituales?
13 A medida que efectuemos adelantamiento y aceleremos nuestro paso justamente de este lado de la batalla del Armagedón, es posible que nos sea algo difícil incluir todo lo necesario en nuestros horarios. Nuestras reuniones, nuestro estudio personal, nuestra actividad ministerial; todo esto tiene que ocupar el primer lugar. Si no caben bien en nuestros horarios, puede ser que nuestros horarios estén demasiado llenos de empresas consumidoras de tiempo que son de poco o de ningún provecho verdadero para nosotros, o puede ser que no hayamos organizado nuestros asuntos para efectuar las cosas importantes primero, antes de seguir a los asuntos menos vitales. Se nos dice en Efesios 5:15, 16: “Así es que vigilen estrechamente que su manera de andar [sí, su manera de adelantar] no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” Para que no nos parezca que hay demasiado que hacer teocráticamente, se nos exhorta sabiamente: “Por consiguiente, amados hermanos míos, háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor.”—1 Cor. 15:58.
EJEMPLOS DE ADELANTAMIENTO
14. (a) ¿Quién fue Jonadab, y cómo respondió a la invitación de Jehú? (b) ¿Qué se representa por la respuesta pronta de Jonadab?
14 Puesto que la Biblia nos dice que las cosas escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, consideremos por unos instantes algunos ejemplos de siervos fieles del pasado que manifestaron adelantamiento respondiendo a la Palabra de Dios. Es probable que usted recuerde a Jonadab hijo de Recab. No era israelita natural, pero era celoso de la adoración verdadera. El relato de 2 Reyes 10:15, 16 nos dice que salió para encontrarse con el rey Jehú cuando éste viajaba furiosamente en el camino a degollar a los adoradores de Baal en Israel. Jehú lo vio y, deseando saber si él también querría acompañarlo, le preguntó: “¿Es tu corazón recto conmigo, como mi propio corazón lo es con tu corazón?” ¡No hubo titubeo en la respuesta dada aquí! “A esto Jonadab dijo: ‘Lo es.’” Inmediatamente fue levantado y metido en el carro, y partieron. Respondió positivamente a la invitación de asociarse públicamente con Jehú y con los que llevaban la delantera en el adelantamiento de la adoración verdadera. Tal como los que quedan de los ungidos tienen que seguir imitando a Jehú, hoy las “otras ovejas” del Señor, a quienes representó Jonadab, tienen que continuar respondiendo como él. Quieren asociarse activamente hoy con los ungidos del Señor en la Tierra en proclamar los juicios de Jehová contra el Diablo y todos sus apoyadores, que pronto serán destruidos. ¡Qué excelente y positivo ejemplo tenemos en Jonadab!
15. (a) ¿Qué mostró el profeta Natán que fue la verdadera razón por la cual David se permitió entrar en un proceder de pecado? (b) ¿Cómo es David un ejemplo para cualquiera que necesite corrección?
15 Considere ahora un ejemplo desde un punto de vista poco diferente. A David se le recuerda por su perfecta devoción de corazón a Jehová, pero recordamos que David pecó terriblemente en una ocasión. ¿Qué podemos aprender de este incidente de la Palabra de Dios que nos ayude a efectuar adelantamiento? Primero, considere 2 Samuel 12:7-12, y usted verá cuán valeroso fue el profeta Natán al hablarle a David de su pecado; y, ¿nota usted, en el versículo 9, cómo es que David se dejó llegar a condiciones de no solo cometer adulterio, sino también de cometer asesinato? “¿Por qué despreciaste la palabra de Jehová, haciendo lo que es malo a sus ojos?” David específicamente había hecho caso omiso de los mandamientos sexto, séptimo y décimo, concernientes al asesinato, el adulterio y codiciar la esposa de otro hombre. Pero, ¿cuál fue la reacción de David? ¿Le dijo arrogantemente al profeta que no se metiera en lo que no le importaba y luego continuó adelantando en la dirección incorrecta? La respuesta se encuentra en el versículo 13: “David ahora le dijo a Natán: ‘He pecado contra Jehová.’” Así David reconoció inmediatamente su pecado y respondió a la corrección. Su oración sincera a Dios por perdón y restauración, abarcada por el Salmo 51, fue el resultado. (Vea el sobrescrito de este salmo.) Ahora se presenta la pregunta: ¿Cómo respondemos nosotros al consejo cuando se nos administra? ¿Reconocemos humildemente nuestros errores y nos sometemos a la disciplina para poder efectuar de nuevo adelantamiento apropiado? Como David, respondamos a la Palabra de Dios, aunque duela en esa ocasión, acordándonos de que ‘Jehová disciplina a quien ama.’—Heb. 12:4-11.
16. ¿Cómo nos pusieron un excelente ejemplo los apóstoles en cuanto a responder nosotros a las invitaciones de extender nuestros privilegios en la actualidad?
16 En cuanto a aceptar y responder prestamente a la dirección de Dios, encontramos un excelente ejemplo en los apóstoles. El relato de Mateo 4:18-22 nos dice que poco después que Jesús principió su ministerio público abordó a Simón y a Andrés su hermano, que se ganaban la vida pescando en el mar de Galilea, diciendo: “Vengan en pos de mí, y los haré pescadores de hombres.” ¿Ofrecieron excusas, explicando por qué no podían hacerlo? No, el registro nos dice: “Abandonando al instante las redes, le siguieron.” Inmediatamente después respondieron de manera semejante Santiago y Juan: “Dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.” ¿Estamos nosotros dispuestos a hacer sacrificios como los apóstoles a fin de mantener el ministerio en primer lugar en nuestra vida? ¿Estamos anuentes a renunciar a un buen trabajo seglar, como los apóstoles renunciaron a su negocio de pesca, y a estar contentos con las cosas necesarias de la vida a fin de ser precursores o servir donde hay mayor necesidad de predicadores del Reino? ¿Reconocemos la voz de nuestro Magnífico Instructor cuando recibimos invitaciones por medio de La Atalaya y el Ministerio del Reino para extender nuestro ministerio? ¡Qué excelentes oportunidades tenemos hoy para efectuar adelantamiento!
17. ¿Qué consejo de la Palabra de Dios se da a los siervos jóvenes de Jehová para asegurar el adelantamiento apropiado?
17 A menudo a los ministros jóvenes de Jehová se les ha dirigido al ejemplo de Timoteo de adelantamiento en el ministerio. Timoteo prestó atención a su madre y a su abuela que creían en la Palabra de Dios. Respondió al consejo de hermanos de mayor edad como Pablo, quien escribió: “Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos.” ¿Responden ustedes, jóvenes, a su Magnífico Instructor en los días de su juventud como Timoteo? ¿Prestan atención a la organización de Jehová semejante a una madre para efectuar adelantamiento apropiado? ¿Son obedientes a sus padres terrestres? ¿Aceptan consejo de personas de mayor edad de la organización? Consideren el consejo sabio de Jehová, que lleva a la vida: “Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. Porque el mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida.”—1 Tim. 4:15; Pro. 6:20, 23.
18, 19. A medida que los hermanos y las hermanas jóvenes crecen a la madurez, ¿qué excelentes privilegios les están disponibles?
18 Entonces a medida que crecen en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová, ¿se están esforzando por tener privilegios adicionales de servicio? ¿Son también como Timoteo en este respecto? Timoteo, ya para entonces superintendente en su juventud, respondió al consejo paternal de Pablo: “Sigue dando estos mandatos y enseñándolos. Que nadie jamás menosprecie tu juventud. Por lo contrario, hazte ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad. Mientras llego, continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza. No estés descuidando el don que hay en ti.”—1 Tim. 4:11-14.
19 ¡Qué magníficos privilegios remuneradores están disponibles hoy para todos los hermanos y hermanas jóvenes de la organización de Jehová, como el servicio de precursor, el ir a servir en uno de los hogares Betel o llegar a ser misionero después de asistir a la escuela de Galaad! Que su adelantamiento sea manifiesto como el de Timoteo. ¿Te gustaría recibir esta recomendación de alguien como el apóstol Pablo, según se expresó tocante a Timoteo? “Porque no tengo a ningún otro de disposición como la de él que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes. Porque todos los demás están buscando sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. Pero ustedes saben la prueba que él dio de sí mismo, que cual hijo con su padre sirvió como esclavo conmigo en el adelanto de las buenas nuevas.” ¡Qué excelente recomendación! ¡Qué excelente ejemplo tenemos en Timoteo!—Fili. 2:20-22.
20. ¿De qué maneras prácticas podemos mostrar que estamos progresando continuamente?
20 Hay tantas maneras en que tanto los jóvenes como los de mayor edad pueden efectuar adelantamiento. Se refleja en nuestra anuencia a asumir la responsabilidad de un estudio bíblico de casa, mientras que antes posiblemente no nos considerábamos capacitados para conducir uno o quizás pensábamos que no teníamos suficiente tiempo para conducir uno. Se manifiesta también en la manera en que buscamos oportunidades para ayudar a uno de nuestros hermanos o hermanas que se haya debilitado espiritualmente. Todos los días hay privilegios delante de nosotros, extendiéndonos la invitación de asirnos de ellos y contribuir al adelantamiento de la adoración verdadera. No nos retraeremos si respondemos a la Palabra de Dios y buscamos oportunidades para dejar que el amor confiera una bendición.
21. ¿Qué debe ser patente acerca de nosotros, sea que hayamos estado asociados con la organización de Dios por muchos años o solo por corto tiempo?
21 Ahora se presenta la pregunta: ¿Dónde nos hallamos ahora mismo en nuestro adelantamiento cristiano? ¿Apenas hemos comenzado a andar por “El Camino,” o hemos estado asociados por muchos años? ¿Somos jóvenes en años, o hemos envejecido en el servicio de Jehová? ¿Hemos progresado en crecimiento espiritual, o todavía descubrimos que nos ocupamos en las cosas elementales de la verdad? Prescindiendo de cuáles sean nuestras circunstancias o cuánto hayamos progresado ya, ¿estamos conscientes del crecimiento espiritual constante? ¿Ven manifiesto nuestro adelantamiento otros que nos rodean, no para que nos alaben ni para que nos envidien, sino para que se sientan animados y estimulados a alcanzar aumento en la fe y las buenas obras? ¡Que su familia, que los de su grupo de estudio de libro, sí, que todos los de la congregación, vean su adelantamiento constante! Alegre el corazón de los siervos a medida que lo vean crecer a la madurez y que no necesita ayuda especial semana tras semana, sino que resulta ser de ayuda a otros. Pablo exhortó: “De todos modos, hasta donde hemos progresado, sigamos andando ordenadamente en esta misma rutina. Unidamente háganse imitadores de mí, hermanos, y fijen los ojos en los que están andando de la manera que vaya de acuerdo con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros.”—Fili. 3:16, 17; Heb. 6:1.
22. ¿Cuál será el galardón feliz de los que sigan efectuando adelantamiento en armonía con la Palabra de Dios?
22 Y cuando hablamos de adelantamiento, tenemos que recordar que durante todo el tiempo que estamos adelantando en sentido espiritual también estamos adelantando en cuanto a tiempo. Ahora estamos en los mismísimos umbrales del nuevo orden de Dios. Si seguimos efectuando adelantamiento constante, pronto llegará el día en que tendremos el magnífico privilegio de pasar a través de los rasgos venideros de la tribulación grande, y luego al mirar a nuestro alrededor ver que no quedó nada del inicuo y maligno sistema de cosas del Diablo. Sencillamente se habrá derretido en el calor del Armagedón. Nadie vivirá salvo los que hayan manifestado su adelantamiento respondiendo a la Palabra de Dios. ¡Cuán felices estaremos por haber prestado atención diariamente al consejo de Jehová en Proverbios 3:1, 2: “Hijo mío, no olvides mi ley, y observe tu corazón mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos”!
[Ilustración de la página 523]
Los hijos adelantan en la dirección correcta cuando los padres los entrenan a responder a la Palabra de Dios