¿Cuál ciudad es el centro del cristianismo?
1. ¿Qué se puede decir respecto al cristianismo como una religión activa?
DESDE su comienzo se ha conocido el cristianismo como la religión más activa, más vigorosamente evangelizadora. Jesucristo mismo fue un trabajador infatigable e infundió en sus seguidores el mismo celo ardiente que le dio al cristianismo un tremendo ímpetu desde su mismísimo comienzo. En el primer siglo se esparció muy rápidamente. Solo muy poco tiempo después de su principio, el registro muestra que había cinco mil cristianos activos en Jerusalén y, por medio del trabajo vigoroso de los apóstoles y sus compañeros, la palabra de verdad se esparció a casi todo el mundo civilizado de entonces.
2. (a) ¿Qué se necesita para lograr unidad y éxito? (b) ¿A qué ciudades miran como su centro las religiones, y son algunas de éstas el centro espiritual del cristianismo? ¿Por qué?
2 Tal actividad y su éxito correspondiente requieren unidad, y la unidad requiere organización. Tenía que haber un punto central para inspirar y dirigir esta actividad y también un centro hacia el cual los cristianos pudieran dirigir a aquellos a quienes predicaban. ¿Qué era este centro? ¿Y cuál es el centro del cristianismo hoy en día? ¿Lo es Jerusalén? ¿O podría serlo Roma? ¿Alejandría? ¿Atenas? ¿Estambul? o ¿Moscú? Estas son ciudades a las cuales miran como su centro muchas de las sectas de la cristiandad, no obstante estas sectas de la cristiandad, todas las cuales se llaman por el nombre de cristianismo, no convendrán en ninguna de estas ciudades como el centro de interés de todas las sectas de la cristiandad. Las sectas de la cristiandad que miran a estas ciudades son parte del imperio mundial de la religión que se conoce en la Biblia como Babilonia la Grande. Puesto que la Biblia muestra que Babilonia la Grande es la enemiga antiquísima de Dios, entonces no es a ninguna de estas ciudades que los cristianos han de mirar para dirección espiritual.
3. (a) ¿Cuál es la fuente de la vida espiritual para los cristianos? (b) ¿Cuál era el lugar central de adoración en los días del antiguo Israel?
3 ¿Adónde, entonces, miran los cristianos verdaderos? Ante todo, el cristianismo verdadero reconoce como Fuente de toda su vida espiritual a Jehová Dios el Creador de los cielos y de la Tierra. Es a Jehová que se da toda la adoración y hacia quien dirigen los cristianos verdaderos la adoración de otros. Todo esto se hace por medio de Jesucristo como Hijo de Dios, quien es el único camino para acercarse a Dios y Aquel que se sienta como Corregente ahora con su Padre en el trono. Pero, ¿no ha escogido Dios alguna ciudad a la cual debe dirigirse toda la atención y por medio de la cual debe llegar a él la adoración de la gente? Sí. En este lugar él también tiene un templo al cual pueden venir los adoradores y pueden ofrecer sus sacrificios de alabanza y acción de gracias, así como hubo un lugar central y un templo en los días de la nación de Israel, a saber, Jerusalén. Pero examinemos las Escrituras para ver dónde están esta ciudad y su templo.
TEMPLO DEL CRISTIANISMO
4. (a) ¿Cuándo comenzó Jesús la obra de edificar el templo, sobre qué fundamento? (b) ¿De qué manera se manifestó el principio de la edificación del templo?
4 En el día del Pentecostés del año 33 E.C., el resucitado y glorificado Jesucristo comenzó la obra de edificar el templo. No fue la edificación de un templo literal en Jerusalén, porque el templo que había edificado Herodes estaba en pie en ese tiempo. Los romanos destruyeron aquel magnífico templo de madera y piedra más tarde, en 70 E.C. La obra que Jesús estaba haciendo entonces era la que había descrito a sus discípulos cuando estuvo con ellos en la Tierra, al decir: “Sobre esta masa de roca edificaré mi congregación.” Jesús como la gran Masa de Roca o Piedra Angular de Fundamento ya había sido colocado en el cielo. En aquel día del Pentecostés, que era el día de la fiesta de la “siega de los primeros frutos maduros de tus labores, de lo que sembraste en el campo,” “la fiesta de las semanas,” Jesús a la diestra de Dios en el cielo comenzó a derramar el espíritu santo sobre ciento veinte discípulos fieles. Estos se hallaban esperando reunidos en Jerusalén, no en un templo sino en el aposento alto de una casa. El espíritu hizo un ruido como una brisa, y los discípulos hablaron en lenguas extranjeras que entendieron personas de muchos países, que se hallaban en Jerusalén para la fiesta. Pedro fue aquel a quien dirigió el espíritu santo a ponerse de pie y explicar a los judíos y prosélitos que se reunieron para observar este fenómeno admirable:
“A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.”—Hech. 1:13, 14; 2:1-33.
5. ¿Qué explicó Pedro que fue el suceso milagroso en el día del Pentecostés?
5 Pedro explicó a los judíos allí que el derramamiento del espíritu santo en aquellos últimos días de la Jerusalén terrestre y su templo cumplía la profecía de Joel 2:28-32, que citó entonces. Esta dice:
“Después de eso deberá suceder que derramaré mi espíritu sobre toda suerte de carne, y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus ancianos, ellos soñarán sueños. En cuanto a sus jóvenes, ellos verán visiones. Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días. Y daré portentos en los cielos y sobre la tierra sangre y fuego y columnas de humo. El sol mismo será convertido en tinieblas, y la luna en sangre, antes de la venida del día grande e inspirador de temor de Jehová. Y debe suceder que todo el que invoque el nombre de Jehová saldrá salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén resultarán estar los escapados, así como Jehová ha dicho, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová está llamando.”—Vea Hechos 2:14-21.
UBICACIÓN DE LA CIUDAD
6. (a) ¿Qué clase de templo estaba edificando Jesús, y qué introdujo a otros miembros para ser edificados sobre Jesús como la Piedra Angular? (b) ¿Por qué no podría estar situado este templo en ninguna ciudad terrestre?
6 Jesús había dicho a los discípulos que se quedaran en Jerusalén hasta que se derramara el espíritu. (Hech. 1:4-8, 12-15) Pero ahora, en vez del templo literal edificado por el rey Herodes, que estaba en Jerusalén, Jesús comenzaba a edificar sobre él mismo la congregación cristiana, que es una “casa espiritual para el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios por medio de Jesucristo.” (1 Ped. 2:5) Ahora, al ser bautizados con espíritu santo y al llegar a ser hijos espirituales de Dios realmente habían venido a una Sion espiritual, una Jerusalén celestial. Por lo tanto, era a una ciudad celestial con un templo espiritual a la cual tenían que venir los adoradores, a la cual habrían de mirar y a la cual tenían que dirigir la adoración de otros. Ahora éste era el lugar de adoración establecido de Jehová y no reconocería a ninguna ciudad terrestre. El Fundamento de la congregación, el inmortal Jesucristo espíritu, es celestial, no un fundamento terrestre, no algún hombre en la Tierra. El templo es espiritual, celestial, no algún templo o catedral literal en la Tierra. Por lo tanto, ninguna ciudad terrestre puede contenerlo.
7. ¿Cómo muestra el escritor del libro bíblico de Hebreos que el centro del cristianismo es celestial?
7 Este hecho de que la congregación se acerca a una Sion celestial se nos advierte en Hebreos 12:22-24. El apóstol Pablo dirigió estas palabras primero a los cristianos que eran hebreos por nacimiento. Dijo: “Mas [a diferencia de sus antepasados terrestres] ustedes se han acercado a un monte de Sion y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, en asamblea general, y a la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a las vidas espirituales de justos que han sido hechos perfectos, y a Jesús el mediador de un nuevo pacto, y a la sangre de la rociadura, que habla de una manera mejor que la sangre de Abel.”
8. ¿Cómo da énfasis Pablo, en el capítulo 13 de Hebreos, al hecho de que el cristianismo no mira como su centro a una ciudad terrestre?
8 Pablo da énfasis especial a sus palabras en el siguiente capítulo cuando habla del Caudillo de los cristianos: “Por eso Jesús también, para santificar al pueblo con su propia sangre, sufrió fuera de la puerta [de la Jerusalén terrestre]. Salgamos, pues, a él fuera del campamento, soportando el vituperio que él soportó, porque no tenemos aquí una ciudad que continúe, sino que buscamos encarecidamente la que ha de venir.”—Heb. 13:12-14.
9. (a) ¿Miraban los cristianos primitivos a Jerusalén como su centro de adoración? (b) ¿Qué quiere decir Pablo cuando dice: “Salgamos, pues, a él fuera del campamento”?
9 Por lo tanto, aunque Jesús había hablado de Jerusalén como la ciudad que mataba a los profetas, no obstante el lugar donde murió Jesús para proveer el precio de rescate para sus seguidores estuvo fuera de Jerusalén; y puesto que los cristianos del día de Jesús no miraban a Jerusalén con su templo, el cual previamente había representado a Dios, hoy en día los cristianos no pueden mirar a ninguna ciudad de la cristiandad que pretenda representar a Dios pero que realmente persigue a los predicadores del cristianismo como “fuera” de su organización, como indeseables o inadecuados para formar parte de lo que llaman la cristiandad.
“HIJOS” DE ¿QUÉ CIUDAD?
10. ¿Cómo estableció Pablo una clara distinción entre la ciudad a la que miraban anteriormente los israelitas y a la que miran los cristianos?
10 Pablo hizo una distinción clara entre la ciudad celestial y la ciudad terrestre cuando dijo a los gálatas: “Ahora bien, esta Agar [la esclava de la casa del patriarca Abrahán] significa Sinaí, una montaña en Arabia [donde se dieron los Diez Mandamientos], y ella corresponde a la Jerusalén de hoy, porque está en esclavitud con sus hijos. Pero la Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre. Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una sierva, sino de la mujer libre. Para tal libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto estén firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud.”—Gál. 4:25, 26, 31; 5:1.
11. (a) ¿Cuál fue el efecto sobre los cristianos cuando fue destruida Jerusalén, y qué hicieron? (b) ¿Escogieron entonces los cristianos alguna otra ciudad a la cual mirar como su centro? ¿Por qué?
11 Por eso, aunque los cristianos primitivos de ninguna manera serían irrespetuosos para con lo que Dios había usado, a saber, el templo en la ciudad de Jerusalén, no obstante cuando las legiones romanas lo destruyeron en el año 70 E.C. esto no les importó a los cristianos hebreos. Ellos obedecieron las instrucciones de Jesús y huyeron de la ciudad condenada a la destrucción antes de que fuera destruida. ¿Por qué esta destrucción no los dejó confusos y desorganizados? Porque eran hijos de la Jerusalén de arriba, su madre celestial, y se habían acercado a la ciudad verdadera del Dios vivo, la Jerusalén celestial. Tampoco llegaron a ser después los hijos de alguna otra ciudad, digamos como Roma, para que merecieran el ser llamados “cristianos romanos.” La Jerusalén de arriba era la madre a quien reconocían. (Luc. 21:20-24) Los judíos naturales ya no eran meramente israelitas naturales; ahora eran israelitas espirituales.
JERUSALÉN PISOTEADA
12. ¿Qué les sucedió a Babilonia y a Jerusalén como centros de religión?
12 La antigua Babilonia, que por largo tiempo se había reconocido como el centro de la religión mundial, finalmente llegó a ser una ruina deshabitada, para permanecer así hasta este día. Pero antes de que Babilonia cayera en completa ruina Jerusalén sufrió su segunda destrucción. Llegó la venidera ira de la cual Juan el Bautista había amonestado, y Jerusalén fue bautizada con el fuego de la destrucción que quemó la paja judía, pero los cristianos evitaron este bautismo.—Mat. 3:7-12.
13. ¿Cómo evitaron los cristianos que estaban en Jerusalén su bautismo con fuego?
13 Sucedió así: Después de que los judíos se sublevaron contra el dominio romano y las tropas romanas atacaron a Jerusalén y luego se retiraron temporalmente en el año 66, los cristianos que estaban en Jerusalén huyeron principalmente a través del río Jordán hasta la región montañosa de Galaad, siendo Pela un lugar muy conocido donde se situaron. Hicieron esto en obediencia a la profecía de Jesús: “Cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de Jerusalén retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; . . . Porque habrá gran necesidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo; y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.”—Luc. 21:20-24.
14. ¿Quiso decir Jesús que el pisotear los romanos bajo el general Tito a Jerusalén sería el principio de ser pisoteada esta ciudad? Explique.
14 Jerusalén sufrió un terrible pisotear bajo el general Tito y sus legiones romanas en el año 70 E.C. Pero por las palabras de Jesús al ser comparadas con la profecía de Daniel, en el capítulo 4, podemos discernir que Jesús no quiso decir que los siete tiempos de los gentiles, o los tiempos señalados de las naciones, comenzarían ese año. Ya habían comenzado en el año 607 a de la E.C., cuando los babilonios pisotearon a Jerusalén en su primera destrucción. Desde ese tiempo, Jerusalén nunca había tenido un rey de la línea de David que estuviera sentado en “el trono de Jehová,” y los tiempos de los gentiles habrían de continuar durante 2.520 años, o hasta principios del otoño del año 1914 E.C. Jesús solo quiso decir que el pisotear tendría que continuar hasta el fin de los tiempos señalados, lo cual quiso decir hasta 1914.—Eze. 21:27.
15. (a) ¿Dónde estuvo ubicada primeramente la junta administrativa de la congregación cristiana? (b) ¿La hizo este hecho el centro del cristianismo? Explique.
15 Por eso, aunque Jerusalén fue la ubicación de la junta administrativa visible de la congregación cristiana durante la primera parte del primer siglo, porque fue el lugar donde moraron los apóstoles y los que estaban asociados con ellos, los cristianos no miraban a la ciudad como el centro de su religión. Es verdad, Jerusalén fue el lugar adonde Pablo y Bernabé fueron a reunirse con el concilio sobre el punto en cuestión de la circuncisión, y una carta de instrucción procedió del cuerpo gobernante, situado entonces allí. Sin embargo, más tarde, el apóstol Pablo viajó e hizo de la ciudad de Antioquía en Siria su centro de operaciones. Escribió cartas de muchas ciudades diferentes, y aunque éstas no procedían de Jerusalén las congregaciones cristianas consideraban estas cartas como que venían por medio del conducto de instrucción que Dios había establecido, de la junta administrativa, y que eran obligatorias sobre la congregación. Lo mismo es verdad de Pedro, que escribió de Babilonia, y de Juan, a quien, en el año 96 E.C., un ángel de Jesucristo le dio una visión y la escribió en el libro que se llama Revelación o Apocalipsis. Esto fue desde la isla de Patmos. Los escritos posteriores de Juan fueron de Éfeso y alrededor de allí.
16. Describa algo de la historia de Jerusalén después de 70 E.C.
16 En cuanto al pisotear que continuaba sobre la Jerusalén literal, en 130 E.C. el emperador romano Adriano, el Pontifex Maximus, visitó las ruinas de Jerusalén y ordenó que se reedificara la ciudad. Pero los judíos se sublevaron bajo el acaudillamiento de Bar-Cochba, por temor de que se estableciera la adoración pagana allí. Para el año 134 se venció la sublevación, con grandes pérdidas tanto para los romanos como para los judíos. Después los judíos fueron muertos atrozmente en masa. La colonia romana en el sitio de Jerusalén se llamó Aelia Capitolina. Se erigieron estatuas de Júpiter y el emperador Adriano en el área del templo y se edificó un santuario para el dios pagano Júpiter en el sitio del templo. A los judíos se les prohibió entrar en la ciudad so pena de muerte. Esto continuó hasta 312 E.C. Cuando Constantino llegó a ser imperador y Pontifex Maximus y luego profesó hacerse cristiano, la ciudad asumió un nuevo aspecto. Fue estimada como sitio de historia cristiana sagrada, y Constantino el Grande edificó en ella la Iglesia del Santo Sepulcro.
TERMINA EL PISOTEAR
17. ¿Hizo a Jerusalén la Sion cristiana el favor que le mostró Constantino? Muestre por qué.
17 ¿Quiso decir esto que la Jerusalén del día de Constantino llegó a ser la Sion de los seguidores verdaderos de Jesucristo? No, solo llegó a ser lo que Babilonia la Grande, la enemiga de Dios, la nombró, una ciudad santa. La Sion terrestre había rechazado a Jesucristo en su entrada triunfal como rey en 33 E.C. Los romanos la destruyeron a ella y su templo en el año 70, pero la verdadera Sion del apóstol Juan que todavía vivía y sus condiscípulos continuó en pie, porque es espiritual, celestial, con un templo celestial, el punto central para adoración.
18. (a) En cuanto a autoridad real, ¿qué papel importante desempeñó Jerusalén? (b) ¿Qué sucedió en 607 a. de la E.C., y cómo sabemos que Jehová no abandonó su pacto del reino con David en ese tiempo? (Nota al pie de la página) (c) ¿Cuáles son las palabras griegas para “sacerdote” y “sumo sacerdote”? (d) ¿Cómo introdujo sin razón Jerónimo la palabra “pontifex” en la Versión Latina de las Santas Escrituras?
18 En cuanto a autoridad real, Jerusalén, antes de que la pisotearan los babilonios en 607 a. de la E.C., representaba el asiento del reino terrestre típico de Dios. Los reyes de la línea real de David se sentaban en lo que se llamaba “el trono de Jehová.” Aunque Jehová no abandonó en 607 a. de la E.C. su pacto con David para la autoridad real, el trono, el reino de Dios, fue derrocado hasta que llegara el tiempo en que viniera aquel cuyo es el derecho. (Eze. 21:27) Este fue el Heredero y Señor del rey David, Jesucristo, el sumo sacerdote a la manera de Melquisedec. Habría de ocupar los puestos tanto de Sumo Sacerdote como de Rey.—Sal. 110:4; Heb. 5:10; 6:20.a
19. ¿Qué querría decir el fin de pisotear a Jerusalén, y cuándo se efectuaría?
19 ¿Cuándo terminaría el pisotear a Jerusalén y qué significaría? Significaría el restablecimiento del reino de Dios en la línea de David. Pero no sería en la Sion terrestre, porque significaría la entronización del Hijo celestial de Dios después de sentarse a la diestra de Dios desde 33 E.C. Sería en el cielo, el lugar donde se establece el reino de Dios. El tiempo para esto sería al fin de los siete ‘tiempos de las naciones,’ en 1914 E.C.—Heb. 10:12, 13; Sal. 110:2.
ADÓNDE MIRAR PARA DIRECCIÓN
20. ¿Por qué los cristianos no necesitan representaciones visibles de Dios o de algo tangible para usar en la adoración de él?
20 Jesucristo mismo dijo: “Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad.” (Juan 4:24) Los cristianos no han de tener representaciones terrestres de Dios ni recordatorios de él ni de su templo espiritual para adorarlo. Hoy en día saben que Jesucristo está establecido como Rey, también como el gran Sumo Sacerdote a la manera de Melquisedec en el templo espiritual de Dios, en el monte de Sion celestial. Por medio de la Palabra de Dios, que, como dijo Jesús, es espíritu y vida, y por medio del espíritu santo de Dios como consolador y ayudante, se les dirige de manera teocrática. Esto significa que Dios los gobierna desde los cielos por medio de su rey nombrado, Jesucristo. Cooperan con la organización de Dios en toda la Tierra en su trabajo y reconocen el nombramiento espiritual de superintendentes en la organización. Por eso a su organización no se le puede designar apropiadamente con algunos nombres nacionales como romana o norteamericana.
21. (a) ¿Qué mandato da Dios a su pueblo en cuanto a dónde mirar para guía espiritual? (b) ¿Qué evidencia hay de que el pueblo de Jehová mira a una ciudad celestial más bien que a una ciudad terrestre como el centro de su adoración?
21 Dios manda en Isaías 51:1, 2: “Escúchenme, ustedes que van en seguimiento de la justicia, ustedes que están buscando hallar a Jehová. Miren a la roca de la cual ustedes fueron cortados, y al hueco del hoyo del cual fueron cavados. Miren a Abrahán su padre y a Sara que gradualmente los produjo con dolores de dar a luz.” Ellos miran a la gran Roca, Jehová Dios, el Abrahán Mayor, y a la mujer libre, su madre espiritual de arriba, que es la Sion espiritual, y a su organización teocrática para dirección. La evidencia de que hacen esto se manifiesta claramente en su actividad, en que están en unidad completa en todo el mundo, realizando la mismísima obra de predicación que se hizo en los días de Cristo y de sus apóstoles dondequiera que están. Sus asambleas son modelos de tal unidad, porque entre ellos, se han borrado todas las barreras nacionales y sociales, como escribió el apóstol Pablo: “Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. Porque todos ustedes que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni macho ni hembra; porque todos ustedes son una persona en unión con Cristo Jesús. Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.” (Gál. 3:26-29) Sí, han venido a la Sion espiritual, celestial, para la verdad que liberta a los hombres y como la ciudad donde existe el Centro de su adoración.
[Nota]
a En Hebreos 5:10; 6:20 aparece la palabra griega arkhiereús (ἀρχιερεύς) que significa “sumo sacerdote” En la Vulgata latina el traductor Jerónimo vertió esta palabra griega como “pontifex.” En Hebreos 5:6 aparece la palabra griega hiereús (ἱερεύς), que significa “sacerdote”; pero allí Jerónimo vierte esta palabra como “sacerdos.” Apropiadamente, debería haber traducido la palabra griega arkhiereús como “princeps sacerdotum” como en Mateo 2:4; 16:21; 20:18; 21:15, 23, 45; Hechos 4:6; 26:10, 12. También, en el Salmo 110:4 (Vulgata, 109:4) Jerónimo usa la palabra “sacerdos” para “sacerdote” al igual que en Génesis 14:18 en cuanto a Melquisedec. En Levítico 21:10, para “sumo sacerdote” usa “sacerdos maximus,” pero inserta “Pontifex” en el texto, diciendo “Pontifex, id est sacerdos maximus inter fratres suos” (“El Pontífice, es decir, el Mayor Sacerdote entre sus hermanos”). De esta manera Jerónimo introduce sin razón la palabra “pontifex” en la Versión Latina de las Santas Escrituras, evidentemente para justificar al papa católico romano que lo había hecho su secretario, a saber, el papa Dámaso, quien fue el primer papa que asumió el título de Pontifex Maximus después de que el emperador Graciano lo había rechazado.—Vea Latin New Testament, por Wordsworth y White, edición de 1911.