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  • Fin de los “tiempos de los gentiles”

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  • Fin de los “tiempos de los gentiles”
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1950
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  • COMPUTANDO EL TIEMPO
  • EL FIN DE LOS “SIETE TIEMPOS”
  • LO QUE TERMINÓ, Y LO QUE COMENZÓ
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1950
w50 15/4 págs. 118-125

Fin de los “tiempos de los gentiles”

1. En Hebreos 10:12, 13 ¿qué cosa manifiesta Pablo respecto a la espera de Cristo?

PABLO el apóstol manifiesta que Jesucristo no comenzó su prometida presencia o parousía al fin del sistema judío en 70 d. de J.C. Cuarenta días después de su resurrección cuando Jesús ascendió al cielo para sentarse allí a la diestra de Dios, comenzó a esperar hasta que se acabaran los “tiempos de los gentiles”. Sobre esto dice el apóstol: “Pero cuando Cristo había ofrecido para siempre un solo sacrificio para los pecados, se sentó a la diestra de Dios, luego para esperar hasta que sus enemigos fueran hechos el escabel de sus pies.”—Heb. 10:12, 13, Ver. Norm. Rev. (en inglés).

2. ¿Por qué no terminó esta espera en 70 d. de J.C.? ¿Cómo se manifiesta esto?

2 Ahora nótese por qué el tiempo que esperó Jesús a la diestra de Dios no terminó con el fin del sistema judío de cosas en 70 d. de J. C. No terminó entonces porque los “tiempos de los gentiles” no terminaron allí sino que continuaron. Le da énfasis a esto el hecho de que en el año 70 Jerusalén fué exterminada por segunda vez por los gentiles. Jesús en su propia profecía explicó que la destrucción de ella quería decir la continuación de los tiempos de los gentiles por mucho tiempo después de 70 d. de J.C., diciendo: “Habrá grande aprieto sobre la tierra e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalem será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.” (Luc. 21:23, 24) Con los gentiles tomando completo dominio de la tierra entonces, ciertamente los enemigos de Jehová no fueron hechos el escabel de sus pies en aquel tiempo. Patentemente él no hizo ningún esfuerzo en aquel tiempo para hacerlos tal cosa, sino que dejó que destruyeran a Jerusalén donde Jehová Dios había puesto su nombre, en su templo. Puesto que Jesucristo no podía entrar en su reino y comenzar su presencia real, y regir en medio de sus enemigos, antes del fin de los “tiempos de los gentiles”, su presencia y el fin del mundo del cual profetizó no acontecieron en 70 d. de J.C. Su presencia en el poder del Reino comenzó en 1914 d. de J.C. Ese fué el año de Jehová para hacer que naciera su reino.

3. ¿Por qué decimos tan positivamente que 1914 marca el nacimiento del Reino?

3 El reino de Jehová mediante su Cristo es un gobierno celestial, y la instalación de su Cristo tiene que acontecer en los cielos invisibles. ¿Por qué, pues, decimos con tanta porfía que 1914 marca el comienzo del Reino y por esto el comienzo de la segunda presencia o parousía de Cristo? Porque en 1914 terminaron los “tiempos de los gentiles”. Sin embargo, ¿por qué ha de fijar esto la fecha para que el ‘reino del mundo llegue a ser el reino del Señor Dios y de su Cristo’? ¿Por qué había de ser ésa la fecha para que Jehová Dios Todopoderoso tomara su gran poder y comenzara a reinar con respecto a la tierra? (Apo. 11:15-17) Porque cuando los “tiempos de los gentiles” justamente habían comenzado, Jehová Dios dejó que su reino típico en la tierra fuera derribado por las potencias mundanas gentiles. Aquellos tiempos gentiles no comenzaron con la destrucción de Jerusalén por las legiones romanas bajo el general Tito en 70 d. de J.C. Si los “tiempos de los gentiles” siguieron después de 70 d. de J.C. porque Jerusalén entonces recibió su segunda destrucción, lógicamente los tiempos de los gentiles han de haber comenzado en realidad en 607 a. de J.C. Aquel año Jerusalén fué destruída por primera vez por los gentiles, por los ejércitos babilónicos del emperador Nabucodonosor. Fué hollada bajo los pies gentiles y nunca después de eso volvió a recobrar independencia absoluta del dominio gentil bajo un gobernador de la estirpe del rey David, ni siquiera después de que ella y su templo fueron reedificados setenta años más tarde, en 537 a. de J.C.

4. ¿Por qué han de haber comenzado en 607 a. de J.C. los tiempos de los GENTILES?

4 Cuando Jerusalén fué destruída por primera vez en 607 a. de J.C. fué cuando el siguiente mandato de Dios respecto a los símbolos del poder real activo, la diadema y la mitra, fué puesto en vigor: “Y tú, ¡oh profano e impío [Sedequías] príncipe de Israel! cuyo día ha llegado ya, el tiempo en que la iniquidad acarrea la destrucción; así dice Jehová el Señor: ¡Apártese la mitra . . ., y quítese la diadema real! ésta no será más así: ¡elévese lo bajo y abátase lo alto! Haré que haya trastorno, trastorno, trastorno: ni aquélla tampoco será más, hasta que venga Aquel cuyo es el derecho, y a Él se lo daré.” (Eze. 21:25-27) El rey a quien se dirigen estas palabras fué de la estirpe real de David mediante el rey Salomón, y respecto al reinado de Salomón leemos: “De modo que Salomón se sentó sobre el trono de Jehová, como rey, en lugar de su padre David.” (1 Cró. 29:23) De manera que el trono de los reyes de Israel representaba el trono de Jehová, y Jehová era el verdadero y legítimo Rey de Israel antiguo. Esto explica por qué Jesús dió el siguiente mandato respecto a Jerusalén antigua: “No juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey.” (Mat. 5:34, 35) En 607 a. de J.C. la mitra y la diadema real o corona que simbolizan el poder real activo fueron quitados del rey de Israel y el “trono de Jehová” fué trastornado y quitado, para nunca ser restaurado en la tierra para que un judío se sentara en él; y se permitió que los gentiles destruyeran la típica “ciudad del gran Rey” y así dominaran toda la tierra. En vista de todo esto los “tiempos de los gentiles” han de haber comenzado en aquel año fatal.

5. De acuerdo con eso, ¿qué querría decir el fin de los tiempos de los gentiles?

5 De modo que el principio de los tiempos de los gentiles quiso decir que el reino y reinado de Jehová hasta para con la parte de la tierra ocupada por los judíos habían terminado o habían sido suspendidos. Pero Jehová había decretado que el arreglo de su reino con un gobernante judío sentado en el “trono de Jehová” no existiera más, hasta que viniera el Mesías que tiene el derecho a él, y que entonces Dios se lo daría. Esto quiere decir que el reino de Jehová mediante su Cristo sería establecido así que terminaran los tiempos de los gentiles. Dicho de otra manera, el fin de los tiempos de los gentiles quería decir el tiempo para el establecimiento del reino de Dios. Esto quería decir, también, que el Mesías entraría en el poder del Reino, puesto que a él le ha dado Dios el derecho de regir.

6. ¿Cuántos son esos tiempos? Durante ellos, ¿qué hay del Reino?

6 Jesús dijo que los “tiempos de los gentiles” se extenderían más allá de 70 d. de J.C., cuando Jerusalén fué arrasada a tierra por los ejércitos imperiales de Roma. De modo que ¿cuándo tenían que terminar aquellos “tiempos”? El averiguar eso quiere decir averiguar definitivamente la fecha del establecimiento del reino de Dios y la entrada en poder del Mesías y el comienzo de su presencia. La profecía de Daniel, capítulo cuatro, manifiesta la extensión de los tiempos de los gentiles, a saber, la extensión de siete tiempos simbólicos. Nabucodonosor, rey de Babilonia, era el monarca gentil que Dios usó para ejecutar juicio sobre Israel infiel y destruir a Jerusalén. Dios le mandó un sueño a Nabucodonosor y usó a Daniel para interpretárselo. Mediante él Jehová Dios reveló que el gobierno divino quedaría sin existencia manifiesta o estaría temporáneamente inactivo durante “siete tiempos”. Durante aquellos “tiempos” simbólicos las potencias dominantes gentiles, representadas por Nabucodonosor, se portarían como bestias brutas irracionales. Al fin de los “siete tiempos” el reino de Dios sería restaurado respecto a la tierra, y él daría el poder de regir a Quien él quisiera darlo. Cuando estuvo en la tierra, Este fué considerado el “más bajo de los hombres” y se le dió la muerte deshonrosa en el Calvario. Este fué Cristo Jesús, el descendiente del rey David.

7. ¿A la restauración de qué cosa se refirió Pedro? ¿Qué cosa se prueba con esto?

7 El arreglo para los “siete tiempos” no fué algo que las potencias gentiles le obligaron a Jehová a conceder. Fué algo que él mismo arregló conforme a su propia voluntad suprema y propósito sabio. Pero definitivamente decide la cuestión de que la restauración del reino de Dios mediante Cristo viene al fin de los tiempos de los gentiles y les pone fin. Esta restauración del Reino es lo que el apóstol Pedro quiso decir al decirles a los judíos algunas semanas después de que Jesús ascendió a la presencia de Jehová Dios: “Cuando vengan por disposición del Señor los tiempos de consolación, y envíe al mismo Jesucristo que os ha sido anunciado. El cual es debido por cierto que se mantenga en el cielo, hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que antiguamente Dios habló por boca de sus santos profetas.” (Hech. 3:20, 21, Torres Amat) Las palabras de Pedro aquí prueban que el Reino no fué restaurado cuando Jesús ascendió al cielo y se sentó a la diestra de Dios. No pudo haber sido así, porque Jerusalén fué destruída treinta y siete años después de que Jesús ascendió, así haciendo que Jerusalén fuera hollada aun más hasta que se cumplieran los tiempos de los gentiles.

8. ¿Cuánto tiempo duró la locura de Nabucodonosor? ¿Qué cosa simboliza eso?

8 Siete tiempos literales pasaron sobre el rey Nabucodonosor cuando de repente se volvió loco, imaginándose ser bestia que comía hierba, y fué expulsado al campo raso para vivir como bestia. Los “siete tiempos” que pasó Nabucodonosor fueron siete años de doce meses lunares, o de 360 días cada año. Eso resultaría en 2,520 días (7 x 360 días) para los siete tiempos literales. Aquellos 2,520 días de sus “siete tiempos” de locura fueron proféticos de los “tiempos de los gentiles” durante los cuales Jerusalén sería hollada por potencias gentiles mentalmente desequilibradas, como bestias. En el caso de las potencias gentiles los “siete tiempos” no son literales, sino que han de ser simbólicos. Dios mismo nos da la regla para interpretar el simbolismo diciendo respecto al castigo contra Israel: “Por cada día un año.” (Núm. 14:34) “Un día por cada año te he señalado.” (Eze. 4:6) Por esto los 2,520 días de la locura de Nabucodonosor simbolizaron 2,520 años asignados a los “tiempos de los gentiles”. ¿Cuándo comenzó este largo período de años?

COMPUTANDO EL TIEMPO

9. ¿Dónde se enlaza con la cronología seglar la cronología bíblica?

9 La cronología bíblica se enlaza con la cronología de la historia mundana en el primer año de Ciro Magno, rey de Persia. Ciro, junto con su tío Darío medo,a derribó el imperio de Babilonia. Sobre esto la edición de 1944 de The Wéstminster Díctionary of the Bible (El Diccionario Wéstminster de la Biblia [en inglés]) dice en su tabla bajo “Cronología” (página 108): “539 a. de J.C. Ciro toma a Babilonia.” La Encyclopedia Americana (en inglés) de 1929 también dice bajo “Ciro Magno” (página 373): “En 546 conquistó a Creso, rey de Lidia rico y poderoso, y en 539 tomó a Babilonia, que no ofreció mucha resistencia, siendo agobiada por disensiones internas.” The Encyclopædia Británnica (en inglés; edición once, de 1910) dice bajo “Ciro Magno” (página 707): “No sabemos por qué se difirió hasta 539 la guerra con Babilonia, que había llegado a ser inevitable. Aquí también Ciro en una sola campaña destruyó un estado poderoso. El ejército de Nabonido fué vencido; Babilonia misma no intentó ninguna resistencia, sino que se rindió el 16 de tisri (10b de octubre) de 539, a Gobrías, general persa.”

10. ¿Cómo acertamos la fecha del primer año de Ciro como rey?

10 Con frecuencia este Gobríasc se identifica con Darío medo. Daniel 9:1 y 11:1 hablan del “año primero de Darío” como “rey sobre el reino de los Caldeos”. Babilonia fué conquistada en octubre de 539 a. de J.C., pero la computación babilónica ordinaria del reinado de un rey era desde el primero del mes de nisán en la primavera del año.d Por esto los meses desde octubre de 539 al 1 de nisán de 538 a. de J.C., se mencionaban como el “principio del reinado”. El primer año cabal de Darío, pues, sería desde el 1 de nisán de 538 a. de J.C., hasta el fin del mes adar en 537 a. de J.C., o, más o menos del 24 de marzo de 538 al 11 de marzo de 537 a. de J.C., calendario juliano (o del 18 de marzo de 538 al 5 de marzo de 537 a. de J.C., calendario gregoriano).e El primer año de Ciro ahora se da casi siempre como 538 a. de J.C. De modo que si Ciro reinó junto con Darío, el primer año cabal de Ciro permitió más de dos meses en 537 a. de J.C., para que Ciro expidiera su decreto para la reedificación del templo en Jerusalén.f Pero si Ciro sucedió a Darío durante o inmediatamente después del primer año de Darío, entonces el primer año cabal de Ciro correría desde el 1 de nisán de 537 a. de J.C., al fin de adar de 536 a. de J.C., o más o menos desde el 12 de marzo de 537 hasta el 29 de marzo de 536 a. de J.C., calendario juliano (o desde el 6 de marzo de 537 hasta el 23 de marzo de 536 a. de J.C., calendario gregoriano). Esto permitiría bastantes meses en el año 537 a. de J.C. para que el decreto de Ciro llegara a todo su reino, para que hicieran las contribuciones para la edificación del templo, para que se hicieran preparaciones y el viaje a Jerusalén por los israelitas, y para que se radicaran en sus ciudades antes del primer día del mes séptimo (tisri) en 537 a. de J.C.—Esd. 1:1; 2:68-70; 3:1, 6. Véase la nota al pie de la página.g

11, 12. ¿Cómo supo Daniel de antemano los años de la desolación de Jerusalén?

11 En 538 a. de J.C., o mientras reinaba Darío, Daniel escribió: “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la raza de los Medos, que fué constituído rey sobre el reino de los Caldeos; en el año primero de su reinado, yo Daniel llegué a entender por medio de los libros, la cuenta de los años de que había revelado Jehová al profeta Jeremías, que hubiesen de cumplirse setenta años de las desolaciones de Jerusalem.”—Dan. 9:1, 2.

12 Respecto a estas “desolaciones de Jerusalem” Jeremías 25:11, 12 dijo: “También toda esta tierra [no sólo Jerusalén, sino todo Judá también] será una desolación y un asombro; y estas naciones servirán al rey de Babilonia setenta años. Y acontecerá que cuando fueren concluídos los setenta años, visitaré sobre el rey de Babilonia y sobre aquella nación la iniquidad de ellos, dice Jehová; y sobre la tierra de los Caldeos: y la convertiré en desolaciones perpetuas.” Refiriéndose a esos mismos setenta años de desolación Jeremías 29:10 les dijo a los judíos cautivos en Babilonia: “Porque así dice Jehová: Cuando se hayan cumplido setenta años para con Babilonia, yo os visitaré, y cumpliré para con vosotros mi buena promesa de haceros volver a este lugar.”

13. ¿Qué puso fin a aquellos años de desolación, como se predijo?

13 Después de aquellos setenta años de desolación los israelitas cautivos fueron restaurados, como lo predijo Jeremías 33:10, 11: “Así dice Jehová: Todavía se oirá en este lugar, que decís que está desolado, sin hombres y sin bestias, es a saber en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, que están desoladas, sin hombres y sin habitantes y sin bestias, sí, se oirá la voz de gozo y la voz de alegría.” La tierra tenía que yacer así desolada sin habitante humano y sin bestia doméstica para gozar de una serie intacta de sábados durante setenta años. (Jer. 32:43; 33:12; 36:29) Aquellos setenta años de desolación de la tierra de Judá terminaron en 537 a. de J.C., después de que Ciro, en el primer año de su reinado sobre Babilonia, expidió su decreto. Esto aconteció, dice 2 Crónicas 36:21-23, “para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías; hasta que la tierra hubo gozado de sus sábados; pues todos los días de su desolación descansó hasta cumplirse setenta años. Pero en el año primero de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová, que había hablado por boca de Jeremías, Jehová movió el espíritu de Ciro rey de Persia; y éste hizo pasar pregón por todo su reino, y también lo puso por escrito, diciendo: Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me los ha dado Jehová, el Dios del cielo; y me ha encargado que le edifique Casa en Jerusalem que está en Judá. Quienquiera pues que haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, para que suba allá.” Un resto fiel de judíos o israelitas subió ese año.

14, 15. ¿En qué año comenzaron los tiempos de los gentiles? ¿Por qué no antes?

14 De modo que en 537 a. de J.C. la desolación de la tierra de Judá y de Jerusalén terminó. Puesto que eso terminó setenta años de desolación, tales años han de haber comenzado siete decenios más temprano en 607 a. de J.C. y Jerusalén ha de haber sido destruída aquel año por Nabucodonosor.

15 Por esto los “tiempos de los gentiles”, o los “siete tiempos” simbólicos, no comenzaron cuando el Faraón Necao de Egipto cautivó al rey Joacaz de Judá e hizo a Joaquim, hermano de Joacaz, rey de Jerusalén en vez de él. Eso fué en 628 a. de J.C. Tampoco comenzaron los “tiempos de los gentiles” después de que el rey Joaquim murió, cuando Nabucodonosor vino a Jerusalén y quitó del trono a Joaquín, hijo de Joaquim. Se llevó a Joaquín cautivo a Babilonia e hizo a Sedequías, hermano de Joaquim, rey de Jerusalén. Eso fué en 617 a. de J.C. (2 Rey. 23:31 a 24:18) No; sino que aquellos “tiempos de los gentiles” comenzaron en el año once del reinado de Sedequías, en 607 a. de J.C., cuando él fué destronado y la tierra de Judá quedó desolada sin hombre ni bestia. Allí Jerusalén y su dominio comenzaron a ser hollados por los gentiles.

EL FIN DE LOS “SIETE TIEMPOS”

16. ¿En cuál día de cuál mes judío destruyeron a Jerusalén?

16 Jeremías sobrevivió a la destrucción de Jerusalén en 607 a. de J.C. Él nos dice que los babilonios hicieron una brecha en los muros de Jerusalén el 9 de tamuz, es decir, el día 9 del cuarto mes judío del año. Después de esto el rey Sedequías y sus hombres huyeron de Jerusalén, pero sólo para ser cautivados. Entonces, el día décimo del quinto mes judío, es decir, el 10 de ab, los babilonios vinieron y comenzaron a destruir a fuego el templo, el palacio del rey, y las otras casas de la ciudad. Quebraron sus muros y cautivaron a los judíos sobrevivientes para llevar a la mayor parte de ellos a Babilonia a centenares de millas de distancia. (Jer. 52:6-16) ¿Cuándo fué el 10 de ab en 607 a. de J.C.?

17. Conforme a nuestro calendario, ¿cuándo fué aquel día en 607 a. de J.C.?

17 El año judío, siendo lunar, comenzó con el primer novilunio más cerca del equinoccio vernal. La información sometida por la Sociedad del Almanaque Náutico de la Gran Bretaña, con fecha del 11 de diciembre de 1945, nos dice: “El equinoccio vernal en el año 607 a. de J.C. fue el 28 de marzo, y el novilunio más cercano aconteció el 2 de abril a las 23; sería insignificante cualquier cálculo más minucioso.” Pero el Director Interino del Almanaque Náutico del Observatorio Naval de los Estados Unidos de la América del Norte, el 1 de agosto de 1946, nos da la fecha para el equinoccio vernal de 607 a. de J.C. como el 27 de marzo, a las 7 de la noche (calendario juliano),h indicando un desacuerdo de un día del cálculo británico. Da la fecha del novilunio más cerca del equinoccio vernal como el 2 de abril, a las 10 de la noche (calendario juliano),i así yendo de acuerdo con el cálculo británico. Indica que el quinto novilunio, comenzando el quinto mes judío, ab, aconteció a las 10 de la mañana, el 30 de julio (calendario juliano), o, el 23 de julio (gregoriano).j Este novilunio no sería visible antes de 30 horas más tarde en Jerusalén. Por esto el 1 de ab, o el primer día del quinto mes judío, no comenzó antes de ponerse el sol el 1 de agosto (juliano), o, el 25 de julio (gregoriano). Y de modo que el 10 de ab, o el día 10 del quinto mes, comenzaría al ponerse el sol el 10 de agosto y continuaría hasta ponerse el sol el 11 de agosto, calendario juliano, o del 3 al 4 de agosto, calendario gregoriano.k Aquel día en 607 a. de J.C. comenzó la destrucción de Jerusalén, según se describe más arriba.l

18. Pero ¿desde cuál mes computamos que comenzaron los tiempos de los gentiles? ¿Por qué?

18 Pero la completa desolación de la tierra de Judá no comenzó el 11 de agosto (juliano), ni el 4 de agosto (gregoriano), de 607 a. de J.C. El capitán de Nabucodonosor dejó que la gente más pobre del país se quedara para cultivar la tierra y cuidar las viñas, y ésta no se atemorizó ni huyó a Egipto sino hasta algún tiempo después, en la última mitad del séptimo mes judío de 607 a. de J.C. (Jer. 41:1-4, 11-15; 42:7; 43:4-7) El novilunio para ese séptimo mes comenzó el 27 de septiembre a las 15, calendario juliano;a de modo que la tierra de Judá y Jerusalén no se dejó desolada sin habitante sino hasta más tarde en octubre de 607 a. de J.C. A partir de esa fecha computamos nosotros el principio de los tiempos de los gentiles.

19. De modo que ¿en cuál mes de qué año terminaron? ¿Con qué suceso?

19 Puesto que los siete tiempos simbólicos comenzaron en octubre de 607 a. de J.C. y continuaron por 2,520 años, los “tiempos de los gentiles” habían de terminar en octubre de 1914 d. de J.C. Allí se acabó el tiempo para que Jehová dejara que las potencias gentiles de la tierra ejercieran la dominación mundial sin estorbo de parte de Él Allí terminó el tiempo para que Cristo Jesús a Su diestra estuviera sentado esperando que sus enemigos fueran hechos el escabel de sus pies. Esto quiere decir que había llegado el tiempo para que Jehová Dios tomara su poder universal y comenzara su reinado para con la tierra. Había llegado el tiempo para el nacimiento de Su reino, sentando a su Hijo Cristo Jesús en el trono para actuar como Su Rey con poder completo. Allí había de cumplirse la visión vista por Daniel, de que el Hijo del hombre tenía que allegarse a Jehová Dios, el “Anciano de días”, y recibir “dominio, y la gloria, y el reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirviesen”. Ya no había de ser detenido en inacción el Gobierno Teocrático, sino que el Reino tenía que ser restaurado y Jehová Dios había de darle el poder a aquel cuyo es el derecho de tenerlo. Allí Jehová había de enviar la vara del poder de su Hijo fuera de Sión, con el mandato: “¡Domina tú en medio de tus enemigos!” (Dan. 7:13, 14; Eze. 21:27; Sal. 110:1, 2) Todo esto es lo que aconteció en la fecha designada del Dios Altísimo, a saber, en 1914 d. de J.C.

LO QUE TERMINÓ, Y LO QUE COMENZÓ

20, 21. ¿Cuál Jerusalén no fue hollada después de eso? ¿Cómo es eso?

20 Aquí surgen preguntas interesantes. Alguien preguntará: ‘Si Jesús dijo que Jerusalén sería hollada por los gentiles hasta que se cumplieran los tiempos de los gentiles, y si esos siete tiempos terminaron en octubre de 1914, ¿por qué no dejó de ser hollada Jerusalén por los gentiles en aquel mes hace treinta y seis años?’ Nuestra respuesta es ésta: Jesús no dijo que Jerusalén sería reedificada en la tierra por el pueblo de Jehová al fin de los tiempos de los gentiles y que sería librada de dominación gentil. La ciudad actual de Jerusalén allá en Palestina no es la ciudad del gran Rey Jehová Dios, aunque la cristiandad llama “santos” a ciertos lugares allá. Esa ciudad está condenada a la destrucción al fin de este mundo. Pero la verdadera Jerusalén vivirá para siempre como la capital de la organización universal de Jehová. Queremos decir la Nueva Jerusalén, de la cual Jesucristo le dió una visión simbólica al apóstol Juan en la isla de Patmos. Es celestial, no terrenal. Es espiritual, no material ni hecha por el hombre. Desciende desde el cielo para regir la tierra. No descendiendo literalmente, sino tomando toda la tierra bajo su dominio y enviando su poder milagroso desde el cielo para lograr la voluntad de Dios sobre toda la tierra.—Apo. 21:1-23.

21 Jesucristo es el “Rey de los reyes, y Señor de los señores” sobre esa verdadera Jerusalén. Al fin de los tiempos de los gentiles en 1914 fué entronizado como Gobernante activo en la “ciudad del gran Rey”, Jehová. De modo que, después de una interrupción de 2,520 años por potencias gentiles, el Gobierno Teocrático sobre la tierra volvió a subir al poder en la Nueva Jerusalén, para nunca ser hollado por los gentiles. Al contrario, llegó el tiempo en 1914 para que los enemigos gentiles fueran hechos el escabel de los pies del Rey de la Nueva Jerusalén, para que él rigiera en medio de ellos.—Sal. 110:2.

22. ¿Lo confuta la persecución de los testigos de Jehová desde 1914?

22 Pero alguien más pregunta: ‘Si terminó en 1914 el tiempo para que los gentiles hollaran a Jerusalén, ¿por qué comenzó en aquel año y culminó en 1918 la gran persecución contra los testigos de Jehová, cuando los enemigos en efecto mataron la obra del testimonio del Reino?’ Contestamos: La persecución fué cometida por la cristiandad contra el verdadero Israel de Dios, los seguidores de Jesucristo, pero eso no influyó ni alteró la posición real de Cristo en el cielo. Durante el progreso de la Primera Guerra Mundial desde 1914 hasta 1918, la “guerra en el cielo” se peleó entre el recién entronizado Rey de Jehová y la organización demoníaca del Diablo. El nuevo Rey continuó en su trono celestial, pero el Diablo y sus demonios fueron arrojados a la tierra y reservados allí para la destrucción al debido tiempo. El Diablo y sus demonios resultaron incapaces de hollar la Nueva Jerusalén celestial, sino que ellos mismos fueron puestos bajo los pies del Rey.—Apo. 12:1-13.

23. ¿Por qué, pues, se permitió la persecución? ¿Qué sigue a pesar de eso?

23 Los testigos de Jehová en la tierra proclamaban el fin de los tiempos de los gentiles en 1914 y el establecimiento de Su reino mediante Cristo. Se permitió que la persecución rabiara contra estos testigos hasta el punto de matar su proclamación pública del Reino en 1918, por cierta razón. No para manifestar más hollamiento de Jerusalén, sino para probarle a todo el universo que todas las naciones terrestres, inclusive la cristiandad, rechazaron a Jesucristo como el legítimo Rey de la tierra. ¿Cómo podrían probar ese hecho después de que él viniera a ser el Gobernante celestial activo salvo rechazando el mensaje de su Reino y sus embajadores, sus fieles seguidores? Si el fin de la persecución de los testigos de Jehová había de decidir la cuestión, entonces el ‘hollamiento de Jerusalén por los gentiles’ no terminaría sino hasta la batalla del Armagedón, cuando todos esos enemigos gentiles de la Nueva Jerusalén mordieran el polvo en la destrucción. Pero para manifestar que el Rey de la Nueva Jerusalén todavía seguía independiente sobre todo poder y dominio gentil, y sobre el dios de éstos, Satanás el Diablo, Jesús revivió las actividades públicas de su resto de fieles seguidores en 1919. Nada durante los treinta y un años desde entonces ha podido detener o disminuir su predicación del Reino por toda la tierra.

24. ¿Por qué no constituye ninguna confutación el hecho de que estalló la guerra antes de octubre de 1914?

24 Pero si los tiempos de los gentiles terminaron en octubre de 1914, ¿por qué comenzaron a amotinarse las naciones en guerra mundial el 28 de julio? Aquel día Austria y Hungría entraron en guerra contra Servia, y el 1 de agosto Alemania declaró guerra contra Rusia, y vinieron rápidamente otras declaraciones de guerra por un país de la cristiandad tras otro. Contestamos: La mayor parte de las declaraciones de guerra en 1914 fueron hechas durante el mes de agosto, aunque declaraciones de guerra continuaron durante todos los años hasta el 19 de julio de 1918, cuando Honduras declaró guerra contra Alemania aquel día. El mes de agosto de 1914 correspondió al mes de agosto 2,520 años antes de eso, cuando los babilonios se apoderaron de la Jerusalén antigua y destruyeron su templo y palacio real en agosto 3-4 de 607 a. de J.C., calendario gregoriano.b Pero eso no quiso decir que los tiempos de los gentiles comenzaron allí. En verdad, Jerusalén fué puesta bajo sitio por los babilonios un año y siete meses antes de caer. Asimismo en la cristiandad hubo retumbos de guerra durante la misma extensión de tiempo antes de que el conflicto en verdad llegara a fines de julio de 1914. De modo que esto no quiere decir que los tiempos de los gentiles comenzaron al principio del sitio de Jerusalén ni al caer Jerusalén. Los tiempos de los gentiles comenzaron con la completa desolación de Jerusalén y de la tierra de Judá en octubre de 607 a. de J.C. De acuerdo con eso tenían que terminar el mismo mes 2,520 años más tarde, en octubre de 1914. Al fin de ese mes diez naciones europeas y del Oriente Lejano estaban en guerra.

25. ¿Terminó el mundo en 1914? ¿Qué comenzó para el mundo viejo?

25 Ahora nosotros hacemos esta pregunta directamente: ¿Terminó el mundo viejo en 1914 d. de J.C.? ¡Contestamos que no! El antiguo sistema de cosas y sus naciones gentiles todavía están muy vivas, aparentemente más fuertes que en cualquier tiempo anterior, estando armadas con la bomba atómica y otras armas de guerra para dominar la situación. ¡De modo que patentemente la respuesta a la pregunta tiene que ser que no! Y Jesús en su profecía no dijo que el mundo terminaría en esa fecha. Sus “tiempos de los gentiles” terminaron entonces, pero eso no terminó con el mundo. Pero algo comenzó entonces para el viejo mundo condenado. ¿Qué cosa? Su “tiempo del fin”, su consumación (syntéleia), en el cual ciertos elementos trabajan juntos para un fin común. De modo que 1914 fué el principio del fin para este mundo. Su “tiempo del fin” tiene principio y fin. Tuvo su principio en 1914 d. de J.C., con la “guerra en el cielo”. También tendrá un fin, a saber, en la batalla del Armagedón, donde este mundo, invisible y visible, será arrasado. Los apóstoles le pidieron a Jesús una señal de su presencia, y su presencia denota un período de tiempo. Su presencia corresponde a la consumación (syntéleia) de este mundo, o su “tiempo del fin”. (Mat. 24:3, Ver. Hisp.-Am., margen) Sabemos que el mundo entró en su “tiempo del fin” en 1914, porque la señal que Jesús predijo comenzó a aparecer a tiempo, al fin de los tiempos de los gentiles. Eso no fué ningún accidente, sin significado.

26. ¿Cómo manifestó Jesús que el fin télico del mundo no sería en 1914?

26 El hecho de que la Primera Guerra Mundial de 1914 fué el principio del “tiempo del fin” lo manifiesta la profecía de Jesús. ¿Cómo? Jesús habla del término o fin del “tiempo del fin” y usa otra palabra, telos, que quiere decir “fin logrado; y por lo tanto, el cumplimiento, consumación, logro de algo”. (Léxico griego-inglés de Liddell y Scott, 1856) De modo que, hablando de las cosas que habían de suceder antes de que comience el “tiempo del fin”, Jesús les dijo a sus apóstoles: “Oiréis hablar de guerras, y rumores de guerras: ved que no os turbéis; porque es menester que esto suceda; mas TODAVÍA NO ES EL FIN [telos, o fin logrado].” O, según Lucas relata sus palabras: “Mas no es inmediato el fin.” Pero, ¿por qué “todavía no es” el fin logrado en 1914, o, “no es inmediato”? ¿Por qué no es en cuanto llegamos al fin de los tiempos de los gentiles en 1914? Jesús dice por qué, al decir: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres y terremotos por diferentes lugares. Todas estas cosas principio son de dolores.” (Mat. 24:6-8; Luc. 21:9-11) Aquellas cosas, que dan a saber su presencia invisible, tienen que acontecer antes de que venga el fin télico.

27. ¿Cómo manifiesta Daniel que el “tiempo del fin” comenzó en 1914?

27 Precisamente al fin de los tiempos de los gentiles en 1914 hallamos nación total levantada contra nación total, y reino total contra reino total, en una guerra mundial tal cual nunca había acontecido. Esto fué acompañado y también seguido de terremotos, hambres, pestes, con espectáculos pasmosos y grandes señales desde el cielo. (Luc. 21:10, 11) Pero esas cosas, dijo Jesús, no fueron más que el “principio de dolores”. No marcaron más que el principio del “tiempo del fin” del mundo, mas no el fin logrado (telos) del mundo. Que esta Primera Guerra Mundial fué el principio del “tiempo del fin” se manifiesta por la profecía de Daniel. El asemeja las potencias democráticas en aquel conflicto, al “rey del Sur”, pero las potencias autoritarias o autocráticas al “rey del Norte”, con la Roma eclesiástica o el Vaticano apoyando a este rey. Luego dice Daniel 11:40: “Mas al tiempo del fin, arremeterá contra él el rey del Sur; pero el rey del Norte le arrebatará como una tempestad, con carros de guerra y gente de a caballo y muchas galeras: y entrará en las tierras; y lo inundará y lo arrollará todo.” Nótese que Daniel dice que es al “tiempo del fin” que acontecen estos movimientos militares entre estos dos reyes o fuerzas mundiales. El ver a éstos comenzar en 1914 prueba que el “tiempo del fin” del mundo comenzó en aquel año notable.

28. ¿Entre quiénes tiene que regir Cristo en este “tiempo del fin”? ¿Por qué?

28 Cuando terminaron los tiempos gentiles para la dominación mundial aquel mismo año y nació el reino de Dios, fué muy apto que las naciones se amotinaran contra el Rey entronizado de Jehová como señal para probar que lo rechazaban. Por eso durante este período final del mundo tiene que ‘regir en medio de sus enemigos’. Tiene que estar presente en poder real durante este período. De modo que su presencia durante el tiempo del fin de sus enemigos concuerda con el hecho de que la consumación (syntéleia) del mundo viejo es un período de años.

29. ¿Qué cosa prueba la parábola del trigo y la cizaña en cuanto a syntéleia?

29 El hecho de que la consumación es un período se prueba adicionalmente por las parábolas de Jesús. Después de dar la parábola del trigo y de la cizaña y describir el recogimiento de la cizaña en el tiempo de la siega y luego el recogimiento del trigo en el granero, dijo él: “La siega es la consumación [syntéleia] del siglo; y los segadores son los ángeles. Conforme, pues, se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así será en la consumación del siglo. Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y ellos recogerán de entre su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad; y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro, y el crujir de dientes. Entonces resplandecerán los justos, como el sol, en el reino de su Padre.” (Mat. 13:39-43) Para que tales actividades de la siega se lleven a cabo y lleguen a la culminación, la consumación (syntéleia) del mundo tiene que ser un período de años desde 1914 en adelante.

30. ¿Cómo prueba esto adicionalmente la parábola de la red barredera?

30 Este hecho recibe mayor énfasis de la parábola de Jesús de la red barredera. “El reino de los cielos es semejante a una red que fué echada en la mar, y recogió toda clase de peces; la cual, cuando estaba llena, la sacaron a la playa, y sentándose, juntaron lo bueno en vasijas, mas desecharon lo malo. Así será en la consumación [syntéleia] del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes.” (Mat. 13:47-50) Para que tal operación se lleve a cabo por los ángeles de Cristo Jesús durante su presencia real, la consumación (syntéleia) de este antiguo sistema de cosas tendría que ser un período extendido de tiempo a partir de 1914 d. de J.C., después de que terminan los tiempos gentiles.

[Notas]

a Flavio Josefo en sus Antigüedades judaicas (escrito más o menos en 93 d. de J.C.), libro 10, capítulo 11, párrafo 4, dice: “Cuando Babilonia fué tomada por Darío, y cuando él, con su pariente Ciro, había puesto fin a la dominación de los babilonios, tenía sesenta y seis años. Era hijo de Astíajes [llamado también Asuero en Daniel 9:1], y tenía otro nombre entre los griegos.” El nombre que Darío tenía entre los griegos y su exacto parentesco a Ciro se declaran por el escritor griego Jenofonte, que murió en 355 a. de J.C. En su Ciropedia i. 5. 2, Jenofonte dice: “Ciaxares, hijo de Astíajes y hermano de la madre de Ciro, sucedió al trono medo.”

b Patentemente un error tipográfico por “13”, conforme al calendario juliano. Esto sería el 7 de octubre de 539 a. de J.C., conforme al calendario gregoriano que usamos hoy en día. Véase Babylonian Chronólogy (Cronología babilónica [en inglés]), 626 a. de J.C. a 45 d. de J.C., por R. A. Parker y W. H. Dubberstein, de 1942. Según estas autoridades el año posterior, 537 a. de J.C., tenía un mes sexto intercalar (elul) en Babilonia, comenzando el 5 de septiembre, calendario juliano, o el 30 de agosto, calendario gregoriano. Esto haría que el mes tisri (ordinariamente el mes séptimo) comenzara el 5 de octubre, calendario juliano, o el 29 de septiembre, calendario gregoriano, de 537 a. de J.C.

c Pero este Gobrías todavía vivía cinco años más tarde, en 534 a. de J.C.—A. T. Olmstead, History of the Persian Empire (Historia del Imperio Persa [en inglés]), 1948, página 73.

d En los imperios babilónico y medopersa era usual que los meses o días entre la muerte de un rey y el siguiente primero de nisán se contaran como el año de accesión del nuevo rey. El primer año del nuevo rey comenzaba a contar ese primero de nisán. (Encyclopædia Británnica [en inglés], tomo 5, página 655, de 1942) Puesto que el primero de nisán de 538 a. de J.C. cayó el 24 de marzo, calendario juliano (o el 18 de marzo, calendario gregoriano), esa fecha marcó el fin del año de accesión de Darío y el principio de su primer año.—Babylonian Chronólogy (Cronología babilónica [en inglés]), 626 a. de J.C. a 45 d. de J.C., publicado en 1942.

e En A Dictionary of the Bible (Un Diccionario de la Biblia [en inglés]), redactado por Jaime Hásting (1898), A. H. Sayce en su artículo sobre “Ciro”, tomo 1, página 542, dice: “Jenofonte hace que [Ciro] muera pacíficamente, y sea sepultado en Pasárgadas, siete años después de la muerte de Ciaxares.” Puesto que Ciro murió en 530 a. de J.C., eso haría 537 la fecha de la muerte de Darío (Ciaxares).

f El primer año del reinado de Ciro terminó el 11 de marzo de 537 a. de J.C., calendario juliano (o el 5 de marzo de 537 a. de J.C. calendario gregoriano).

g Nos aferramos en el año 537 a. de J.C. como el año para que el resto de fieles judíos volvieran a radicarse en Jerusalén y Judea. Sobre la base de esta radicación se computa que comenzaron en 607 a. de J.C. los 70 años de la desolación de su tierra. No importa si se computa que el tiempo de su llegada y radicación allí fué en el primer o segundo año cabal del reinado de Ciro. De todos modos, como se manifiesta más arriba, el decreto de Ciro y la radicación de los judíos podrían ser en 537 a. de J.C.

Incidentalmente notamos que en un libro que era libro de texto en las escuelas superiores, “On the Road to Civilization—A World History” (En camino a la civilización—historia mundial [en inglés]), por Heckel y Sigman, publicado en 1937, se dice en la página 61, bajo “El Cautiverio Babilónico”, lo siguiente: “Ciro el persa conquistó a Babilonia (538 a. de J.C.). Permitió que los hebreos volvieran a su tierra natal de Judá y la retuvo como provincia del Imperio Persa.” Conforme a esto, el primer año cabal de Ciro caería en 537 a. de J.C., a partir del primero de nisán.

h El 20 de marzo, a las 19, calendario gregoriano.

i El 26 de marzo, a las 22, calendario gregoriano.

j Para el beneficio de nuestros lectores en sus cálculos, damos una tabla que nos proporcionó el Observatorio Naval de los Estados Unidos de la América del Norte y la cual se basa en el Astronómische Chronologíe de P. V. Neugebauer, un ejemplar del cual está en la biblioteca pública de la ciudad de Nueva York:

Calendario Juliano 607 a. de J.C.

Hora de Greenwich

Equinoccio vernal: 27 de marzo 19

Novilunio [primero] – 2 de abril 22

Novilunio [segundo] – 2 de mayo 12

Novilunio [tercero] – 1 de junio 3

Novilunio [cuarto] – 30 de junio 19

Novilunio [quinto] – 30 de julio 10

Novilunio [sexto] – 29 de agosto 1

Novilunio [séptimo] – 27 de septiembre 15

“Para las fechas tan distantes en lo pasado, los movimientos del sol y de la luna no pueden computarse con bastante exactitud para dar la hora de estos fenómenos más acertadamente que dentro de unas cuantas horas.”

k Esto concuerda con Babylonian Chronólogy, 626 B.C.—A.D. 45 (Cronología babilónica [en inglés]), 626 a. de J.C. al 45 d. de J.C.

En Lucas 21:20-24 Jesús predijo la segunda destrucción de Jerusalén en 70 d. de J.C. Respecto a esto el historiador judío Josefo dice, en Guerras de los judíos, tomo 6, capítulo 8, que, después de que Jerusalén fué incendiada, “mientras todo ardía, vino el día octavo del mes gorpeio, o elul, sobre Jerusalén.”

The Encyclopædia Británnica (en inglés), tomo 26, edición once de 1910, dice bajo “Tito” (página 1032): “Vespasiano, habiendo sido proclamado emperador, volvió a Italia, y dejó a Tito para llevar a cabo el sitio de Jerusalén, que fué cautivada el 8 de septiembre de 70.”

La fecha, 8 de septiembre, no ha de ser más que aproximada. El mes elul en que Josefo dice que Jerusalén fué destruída es el sexto mes judío. Conforme a la tabla que nos proporcionó el Director del Almanaque Náutico del Observatorio Naval de los Estados Unidos de la América del Norte el 5 de agosto de 1947, el novilunio para el primer mes judío comenzó a las 20 horas el 30 de marzo de 70 d. de J.C., y el novilunio para el sexto mes comenzó el 24 de agosto a las 13. Por eso, el día octavo de elul en el cual Jerusalén fué destruída ha de haber comenzado al ponerse el sol el 2 de septiembre (juliano), o, el 31 de agosto (gregoriano), de 70 d. de J.C.

Pero aunque Jerusalén fué destruída como ciudad aquel día, Josefo nos dice que su templo fué destruído por los romanos el 10 de ab, o 5-6 de agosto (juliano), o, 3-4 de agosto (gregoriano), de 70 d. de J.C., día que dice él que fué el mismo día del año que fué destruído el templo por los babilonios en 607 a. de J.C. (Guerras de los judíos, libro 6, capítulo 4, párrafo 8) Véase nuestro artículo, página 121 §§ 16, 17.

l En Astrónomy, A Text Book for Cólleges (La Astronomía, libro de texto para los colegios [en inglés]) de Guillermo Kennon, 1948, página 98, dice él lo siguiente con referencia a la relación entre el calendario juliano y el gregoriano: “En 1800 el calendario juliano ganó otro día, que puso al calendario gregoriano 12 días adelante. Desde 1900 ha estado 13 días adelante del calendario juliano.” Al proyectar el calendario gregoriano hacia atrás en el período antes de Jesucristo se hallará que las fechas gregorianas se atrasan a las fechas julianas para los mismos sucesos. Para el séptimo siglo a. de J.C. las fechas gregorianas caen 7 días detrás de las fechas julianas. De modo que el 10 de agosto de 607 a. de J.C., calendario juliano, sería el 3 de agosto de 607 a. de J.C., calendario gregoriano.

a O, el 20 de septiembre a las 15, calendario gregoriano.

b O, 10-11 de agosto de 607 a. de J.C., calendario juliano.

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