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Ayudas para entender profecíasLa Atalaya 1952 | 1 de septiembre
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las muchas profecías que han tenido sus cumplimientos parciales en tiempos pasados y así han probado ser verdaderas, podemos estar muy seguros de que sus cumplimientos completos se efectuarán plenamente al debido tiempo de Dios.
19. ¿Cuándo pueden ser entendidas las profecías? ¿Quiénes son los intérpretes?
19 ¿Cuándo pueden entenderse las profecías? El Señor le dijo a Daniel, “Oh Daniel, cierra estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo del fin.” (Dan. 12:4) Esto indica que los cumplimientos adicionales de las profecías están sellados hasta que los hechos físicos que comienzan a cumplirlas aparecen. Por eso parece ser razonable y cierta la regla de que las profecías no pueden ser entendidas hasta que estén en el curso de cumplimiento o hasta que se hayan cumplido. Jehová como el gran Intérprete hace saber el significado de sus revelaciones a su tiempo debido, y la especulación por hombres no puede revelar el significado verdadero de la profecía antes de tiempo. Jehová ha provisto un canal, la clase del “esclavo fiel y discreto”, a quien se le da “alimento al debido tiempo”, y este alimento espiritual incluye entre otras cosas los entendimientos de las profecías en el curso de sus cumplimientos. (Mat. 24:45, NM) Los testigos de Jehová mismos no son ni pueden ser intérpretes de profecías. Pero tan aprisa como las “autoridades superiores” Jehová y Cristo Jesús revelan las interpretaciones por medio de su canal provisto, así de aprisa el pueblo de Dios las publica en todo el mundo para fortalecer la fe de todos los amadores de la justicia.
PROFETIZANDO HOY
20, 21. ¿En qué sentido profetizan los testigos de Jehová hoy?
20 Dado que Joel 2:28, que tiene su cumplimiento completo después de 1919, predice que Dios derramará su espíritu sobre gente de toda clase y “profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas: vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones”, ¿en qué sentido entonces profetizan los testigos de Jehová hoy? Los del pueblo de Jehová confiesan no tener poderes de inspiración hoy. Sin embargo, continuamente oran por más espíritu santo de Dios para en tender las muchas profecías ya dichas y preservadas para la obra final de predicación que los testigos de Jehová ahora emprenden. Saben que las Escrituras inspiradas infalibles de profecía se cumplirán correctamente para con ellos. Diligentemente estudian las visiones y sueños que los hombres fieles de Dios tuvieron en la antigüedad. Pueden citar y copiar las Escrituras de los hombres inspirados de Dios y pueden aplicarlas de acuerdo con los hechos. Pueden observar cómo Dios las interpreta mediante Cristo Jesús por medio de los eventos y hechos que él hace que aparezcan. Luego son fieles en publicar y predicar las profecías reveladas hasta los últimos confines de la tierra. Los profetas predicadores de Jehová del siglo veinte son los que corren de aquí para allá en la Biblia para obtener el conocimiento de las declaraciones divinas que ahora está en aumento.—Dan. 12:4.
21 Aunque a los testigos de Jehová se les señala como profetas de destrucción por el viejo mundo, de hecho son mensajeros de luz para los que desean la religión verdadera. “Ahora nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que se nos han dado bondadosamente por Dios. De estas cosas también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el espíritu, a medida que combinamos asuntos espirituales con palabras espirituales.” (1 Cor. 2:12, 13, NM) Por eso, como los valerosos profetas del Israel antiguo, los testigos de Jehová hoy defienden el lado de Dios del gran punto en cuestión, amonestan a la gente concerniente al día de la ira de Dios y dan consejo prudente a los de corazón sincero para que puedan encontrar la vía de escape. Ninguna cantidad de persecución desviará a los profetas modernos de Dios de cumplir su comisión como una nube de testigos para la supremacía de Jehová Dios.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1952 | 1 de septiembre
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Preguntas de los lectores
● ¿Aplican al orden de resurrección los textos en Mateo 19:30; 20:16; Marcos 10:31 y Lucas 13:30 donde dice que los primeros serán postreros y los postreros primeros?—H. E., Míchigan.
No, la resurrección no es el tópico en discusión. Dos clases de personas vienen a estar bajo consideración. Una clase de que se pensaría como la primera en el favor de Dios termina como postrera y excluida completamente, y la clase de que se pensaría como postrera o excluída llega a ocupar la principal posición de favor. Los líderes religiosos de Israel que a sí mismos se ensalzaban no sólo estaban bien abastecidos materialmente sino que también eran ricos en privilegios y oportunidades espirituales; los primeros en línea para la bendición divina, pensaban ellos. A su vista la gente pobre, común, era despreciable y les llamaban ‘am haárets o “gente de la tierra”, como si estuvieran debajo de sus pies, los últimos en cuanto a ser dignos de consideración por Dios. Empero Jesús les dijo a los exaltados que el tiempo venía cuando serían dejados afuera del arreglo del reino de Dios, prefigurado por Abrahán e Isaac y Jacob y los profetas, y en su lugar vendrían los despreciados a reclinarse a la mesa en el reino de Dios. Al hablar de éstos que venían como si llegaran del oriente, occidente, norte y sur, Jesús manifestó que no sólo serían gente común de entre la nación judía sino también personas pobres de todas las naciones. Tales judíos oprimidos y gentiles despreciados eran los postreros en lo que tocaba a una oportunidad para el reino de Dios; o al menos así razonaban los religiosos presumidos que se ponían a sí mismos como los primeros en línea para bendición divina. De modo que fué pensando en estas clases y relaciones que Jesús concluyó con las palabras: “Hay aquellos últimos que serán primeros, y hay aquellos primeros que serán últimos.”—Luc. 13:23-30; 16:14-31, NM.
Aquellos que desean ser ricos en comodidades, ya sea en un sentido material o en estimación y reputación públicas, encontrarán sumamente difícil entrar al Reino; mientras que los que voluntariamente se despojan de sus posiciones cómodas y buena reputación mundana para servir a Dios bajo persecución serán bendecidos. Tales personas humildes posiblemente sean puestas como los últimos en la lista para favor divino de acuerdo con el justiprecio de este mundo, y los personajes altivos del mundo quizás sean puestos primeros en la lista. Pero, fué después de contrastar estas mismas clases de ricos y pobres que Jesús dijo: “Muchos que son primeros serán últimos y los últimos primeros.” (Mat. 19:24-30; Mar. 10:23-31, NM) Las circunstancias en las que se usó esta expresión en Mateo y Marcos eran diferentes a las de Lucas, pero el principio que se establece es el mismo; a saber; que aquellos ricos en privilegios y oportunidades espirituales y aparentemente primeros en línea para bendición divina, tales como la clase clerical, terminan últimos, y los humildes considerados por el clero exaltado como los últimos que jamás alcanzarían algún favor divino son puestos primeros por Dios.
En Mateo 20:16 el principio se declara en todavía otras circunstancias. Se da una ilustración de un amo de casa que alquiló trabajadores para trabajar en su viña, conviniendo en pagarles un denario por el trabajo del día. A la tercera, sexta, novena y undécima horas del día trajo nuevos grupos de trabajadores, prometiendo pagarles lo que era justo. Al término del día se les dió a todos un denario, sin importar cuánto habían trabajado. Los que habían trabajado todo el día recibieron lo convenido, empero rezongaron porque los que habían trabajado sólo una hora recibieron igual. El amo de casa les dijo que él había cumplido el acuerdo, y que podía hacer lo que deseara con lo que le pertenecía. Los envió a que siguieran su camino, y concluyó con la expresión acerca de los primeros siendo postreros y los postreros primeros. (Mat. 20:1-16) Esta ilustración aplica desde que el Señor vino a su templo en 1918, y la conclusión vino en 1931 cuando el pago llegó en forma del nombre nuevo, testigos de Jehová. Algunos que habían estado en la verdad por más tiempo que otros se ofendieron, murmuraron, y se salieron. No estuvieron satisfechos con el nuevo nombre que los colocaba al mismo nivel con todos los demás publicadores, y no quisieron vivir en conformidad con él haciendo la obra de testificar. De modo que éstos, en un tiempo primeros debido a sus años de servicio, vinieron a ser postreros o dejados afuera, y los que eran más recientes en la verdad y más humildes ocuparon su lugar.
Así que al aplicar la expresión a estas dos clases, ésta se hace entendible en todas sus diferentes circunstancias y tiene sentido, ya sea refiriéndose a situaciones en Israel en el día de Jesús entre los judíos, o refiriéndose a la añadidura de gentiles a la clase de la iglesia, o a condiciones en la cristiandad en estos últimos días. La clase clerical exaltada una vez considerada como primera es degradada a ser última, y a los humildes degradados como últimos Dios los exalta a la posición primera para con él.—Luc. 14:11.
Pero ¿cómo sabemos que ser últimos significa ser excluidos del todo? Del mismo modo que sabemos que los que son ‘llamados muy pequeños en el reino de los cielos’ son excluidos del todo del Reino. Por el contexto. Este denota que aquellos a quienes se hace referencia como ‘muy pequeños en el reino’ eran los escribas y fariseos, y específicamente dicho jamás entrarían al Reino, ni nadie más cuya justicia no excediera la suya. Es esta misma clase clerical la que también se menciona como los primeros que vienen a ser postreros; por eso ‘los más pequeños’ y los “postreros” deben representar el mismo destino. (Mat. 5:17-20) Como prueba de que ‘los muy pequeños en el reino’ quiere decir estar en él, quizás algunos citen Mateo 11:11, donde Jesús, cuando hablaba de Juan el Bautista, dijo: “El que es muy pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.” Sin embargo, aquí “muy pequeño” se traduce de una palabra griega diferente de la traducida en Mateo 5:19, y correctamente debería ser traducida el “menor”. (NM; Dy; Moderna, margen; Ro) Todos los del reino celestial son menores en comparación con Cristo Jesús, que es el único “llamado grande en el reino”, porque él es el único que puede guardar y enseñar la Ley perfectamente. También es el contexto el que manifiesta que aquellos primeros que vienen a ser últimos son los echados fuera, que no entran en el arreglo del Reino, que no pueden hacerlo, así como un camello no podría pasar a través del ojo de una aguja. Aun podríamos ilustrarlo por una expresión moderna. Cuando decimos, “Eso es lo último en que habría pensado,” queremos decir que nunca habríamos pensado en ello. De modo que los primeros que vienen a ser los últimos son excluídos enteramente.
● Dado que la idea de esclavitud es tan degradable hoy día, ¿por qué hablamos de los cristianos como siendo esclavos de Cristo? Él dijo que ya no nos llamaría esclavos, sino amigos.—M. S., Connecticut.
Es verdad que Jesús dijo, en Juan 15:15, NM: “Ya no los llamo a ustedes esclavos, porque el esclavo no sabe lo que su amo hace. Pero los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído
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