¿Es práctica la Biblia?
PARA que una guía sea práctica, no solo tiene que estar libre de mitos o conceptos falsos, sino que también tiene que proveer buen juicio acerca de los asuntos y los problemas que encaramos. En cuanto a esto, comparemos lo que la gente piensa y pronostica para el futuro con lo que dice la Biblia.
A pesar de las amenazas de una inflación constante, del desempleo y de numerosos problemas internacionales, muchas personas creen que las cosas mejorarán. Ven soluciones de largo alcance a las diferencias políticas, a las disputas raciales y nacionalistas, a las escaseces de alimento y a la crisis de energía. Creen que el mundo está en los umbrales de la paz y la seguridad.
Una revista estadounidense recientemente expresó la opinión de que “en resumen, hay una perspectiva optimista para [los] EE. UU. a medida que entran en un período de paz. . . . La historia sugiere que se está preparando [el] escenario para un crecimiento económico, para épocas más felices para el país. [Los] EE. UU. han salido de dificultades peores en el pasado, y volverán a salir.”
Tocante a la perspectiva del mundo, George W. Shepherd, hijo, dijo en The Christian Century: “El mundo verdadero . . . es uno en el cual se puede edificar la paz, trabajosamente, solo sobre la base de un acuerdo internacional, reconociendo a grado cabal los derechos e intereses de la mayoría de las naciones, en particular las del Tercer Mundo. El único sistema que tenemos dentro del cual posiblemente se pueda hacer que funcione semejante acuerdo es [la Organización de] las Naciones Unidas. Es por eso que estamos viendo un reavivamiento de ese cuerpo, junto con el desarrollo de lo que pudieran llamarse nuevas medidas de ‘acción pacífica’ para la paz.”
Pero, ¿qué llamamiento vemos que hagan los líderes mundiales para mantener la esperanza de la gente cifrada en la continuación de los sistemas actuales o en “un mundo mejor”? ¿No hacen las mismas promesas que se han hecho por siglos? ¿No ha llamado la atención cada potencia mundial pasada a su propia gloria y poder, haciendo que la gente creyera que ella era la esperanza del mundo? Pero, ¿dónde está ahora la gloria de esas potencias? ¿No se hace el mismo llamamiento hoy día? Y aunque muchas personas han perdido la fe en sus líderes, por falta de una esperanza mejor piensan que de algún modo puede que aparezca un hombre que pueda corregir los asuntos. ¿Es práctico creer eso?
Un ejemplo de un proyecto humano “profético” para este mundo es la declaración que hizo Walter Lippmann, ya difunto, según se registra en The World Book Encyclopedia: “Cuando miremos bajo la superficie, veremos que está en marcha lo que podríamos llamar la Gran Revolución, y es en esta Gran Revolución que tenemos que confiar como el medio de lograr la paz y la estabilidad sobre la cual con el tiempo la sociedad universal pueda florecer.
“ . . . ¿Qué es la Gran Revolución? Es un cambio radical en la condición humana. Es un producto del conocimiento progresivo del hombre, su conocimiento de cómo controlar las condiciones materiales de su vida en la Tierra.”
Sin embargo, algunas personas consideran que esas “profecías” no son más que un sueño. U.S. News & World Report del 5 de mayo de 1975, dijo: “En estos días uno oye hablar cada vez menos acerca de ‘un nuevo orden mundial.’ Eso no sorprende mucho. Parece que el mundo está cada vez más limitado a agrupaciones regionales, a menudo competitivas, rara vez cooperativas. Hasta éstas dan la impresión de estar cada vez más afligidas, desgarradas por el nacionalismo, inseguras.”
El punto de vista bíblico... ¿es práctico?
Por otra parte, el punto de vista bíblico no confunde ni es vacilante. Indica por qué fracasan los planes del hombre y por qué con cada década nueva hay problemas más graves. La Biblia, la inspirada Palabra de Dios, nos dice que la angustia de la humanidad se debe a la imperfección de parte de todo el género humano. (Rom. 5:12) La Biblia dice: “No le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.” (Jer. 10:23) Además la Biblia nos informa que la guía de Dios podría ayudar ahora mismo, aun en este mundo imperfecto, si los hombres la siguieran. (Pro. 2:6-9) Pero los hombres, particularmente los líderes mundiales, rehúsan amoldar su derrotero a los principios bíblicos, y en consecuencia siegan el desorden y la corrupción. ¿Por qué? Básicamente, porque quieren tener soberanía independiente de Dios. No quieren reconocer a Dios como el supremo Consejero y Rey.—Hech. 4:24-26; Rev. 17:12-14.
Sí, la Biblia es práctica y se dirige a la raíz de los problemas de la humanidad. Ofrece un punto de vista sólido de la condición actual y por qué existe. ¿Qué hay en cuanto al futuro? ¿Profetiza la Biblia solo un “horrendo” día de juicio final, u ofrece una esperanza animadora?
¿Un punto de vista práctico del futuro?
Para una respuesta, miremos la profecía que Jesús les dio a sus discípulos que le habían preguntado: “¿Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” (Mat. 24:3) Jesús, bajo inspiración, describió con precisión el tiempo en que vivimos, diciendo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro. Todas estas cosas son principio de dolores de aflicción.”—Mat. 24:7, 8.
La gente que vive en esta generación ha visto el cumplimiento de esta profecía, desde 1914. ¿No señaló este año un “principio de dolores de aflicción” diferente de las guerras y escaseces de alimentos pasadas? James Cameron en su libro intitulado “1914,” dice: “En el año 1914 el mundo, tal como se le conocía y se le aceptaba entonces, llegó a su fin. Mucho más que ningún otro año antes o desde entonces fue éste el año sobresaliente del siglo veinte.”
¿Por qué se dice eso? Porque las guerras que ha visto esta generación no fueron guerras corrientes. Bien se les ha denominado “Guerras Mundiales.” Además Jesús dijo, adicionalmente, que las naciones estarían en ‘angustia, sin conocer la salida’ y que los hombres ‘desmayarían por el temor y la expectativa de las cosas por venir sobre la tierra habitada.’ Estas y muchas otras cosas que profetizó Jesús en el capítulo 24 de Mateo, el capítulo 13 de Marcos y en los capítulos 17 y 21 de Lucas están sucediendo, y son peculiares a nuestra generación. Jesús también predijo que “esta generación [la que experimente estas cosas] no pasará de ningún modo hasta que sucedan todas las cosas.”—Luc. 21:32.
¿Cuáles son “todas las cosas” que han de ocurrir en una sola generación? Estas incluyen el fin de este actual sistema de cosas hecho por el hombre, no de la Tierra literal y la humanidad sobre ella. Significa la liberación de la humanidad de la condición corrupta, opresiva y contaminada en la que ahora se halla. Jesús les dijo a los que quieren obrar lo correcto y que examinan con fe la Biblia: “Al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:28) Por lo tanto, la Biblia no presenta un cuadro sombrío de un “horrendo” día de juicio final, sino un futuro brillante, para los que desean la justicia y la paz. Predice lobreguez solo para los que por egoísmo no quieren desprenderse de las cosas corruptas de este sistema decadente, y que rehúsan reconocer la soberanía de Dios.—2 Tes. 1:6-8.
Aparte de estas evidencias —la angustia de las naciones y el temor que padecen los líderes mundiales por las cosas que le sobrevienen a la Tierra, y el aumento del crimen, la contaminación, la inmoralidad y el peligro de una guerra nuclear— ¿qué prueba tenemos de que está cerca el fin de este sistema? ¿Cómo podemos saber que no puede faltar mucho más tiempo, o que no se postergará para siglos futuros, como dicen algunos?
La última potencia mundial ahora en existencia
La Biblia nos da un registro, ya sea real o profético, de siete potencias mundiales durante la historia de la humanidad. No son potencias pequeñas, insignificantes, sino potencias que tuvieron la más grande influencia durante el transcurso de su existencia. Cada una, durante su tiempo, fue la Potencia Número Uno con la cual las naciones tuvieron que tratar. Estas fueron: Egipto, Asiria, Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma y la Potencia Mundial Angloamericana. La profecía del libro bíblico de Daniel habló con exactitud de las potencias del propio día de Daniel, a saber, Babilonia y Medo-Persia, y entonces predijo las tres que las seguirían. La profecía llamó por nombre a las Potencias Mundiales Medo-Persa y Griega y describió las siguientes dos. ¿Qué dijo la profecía de Daniel acerca de éstas?
En la visión que le dio Dios, Daniel vio cuatro bestias enormes que representaban o prefiguraban a “reyes.” (Dan. 7:17) Estas bestias simbólicas eran un león (Babilonia), un oso (Medo-Persia) y un leopardo (Grecia), seguidas por una bestia temible con dientes de hierro, diferente de todas las otras, y que tenía diez cuernos. De esta bestia otro “rey,” un cuerno pequeño, creció y se hizo prominente y hablaba palabras grandilocuentes. Este último cuerno se enfrentaba a un juicio, no impuesto por otra potencia mundial, sino a un juicio administrado directamente por el Dios Todopoderoso. La bestia terrible era la Potencia Mundial Romana y el cuerno que crecía de ésta era la Séptima Potencia Mundial, la que habría de constituir la última sobre la Tierra. Esta es la Potencia Mundial Angloamericana.—Dan. 7:2-12; compare con Daniel 8:20-22.
Si verdaderamente estamos en el tiempo del fin de este sistema de cosas, es de máxima importancia y urgencia saberlo. Significa que estamos en el tiempo para que el reino mesiánico gobierne sobre esta Tierra. Para que pudiéramos tener pruebas amplias y no tener duda alguna, Dios nos ha provisto, en el último libro de la Biblia, una plena garantía en cuanto a la veracidad de la profecía de Daniel y de la proximidad del justo gobierno milenario del Mesías sobre la Tierra. El apóstol Juan, que vivió durante el gobierno de la Sexta Potencia Mundial, el Imperio Romano, registra la visión que le dio Dios. Él escribe: “Hay siete reyes: cinco han caído [antes de los días de Juan], uno es [el romano], el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí llegue tiene que permanecer un corto tiempo.”—Rev. 17:10.
La parte norteamericana de la Séptima Potencia Mundial solo ha permanecido unos doscientos años... poco tiempo en la historia mundial. Intensificando la proximidad del fin, Juan también habla de un OCTAVO rey. Pero este rey es de una duración muy corta, que “proviene de los siete” y existe al mismo tiempo que la Séptima Potencia Mundial. Este “rey” sería un gobierno compuesto, formado de características de las siete potencias mundiales... una alianza mundial. “Se va a la destrucción” junto con la Séptima Potencia Mundial. Por lo tanto, la Biblia no alista ninguna potencia mundial que sobreviva a la séptima. Es el fin.—Rev. 17:11.
¿Se apega la Biblia a la realidad, entonces, cuando predice las condiciones mundiales exactamente como las vemos hoy, y es práctica cuando nos permite localizar dónde nos hallamos en la corriente de la historia... cuando nos ayuda a ver que se acerca un tiempo de liberación? Ciertamente la Biblia es franca en su identificación de las potencias mundiales. Y nos muestra que los esfuerzos de los hombres no pueden solucionar los problemas a los que ahora se enfrenta el mundo, a fin de traer felicidad a la gente. La Biblia también es práctica y habla sin rebozos al decir que la proclamación de “paz y seguridad” por medio de los esfuerzos de los hombres es un consuelo falso que precede inmediatamente a la destrucción de los sistemas hechos por el hombre.—1 Tes. 5:3.
Sí, la Biblia se apega más a la realidad que las promesas de los políticos, de los expertos económicos y hasta de los clérigos. Muestra por qué existen los problemas del mundo y lo que verdaderamente está por suceder. Pero, ¿puede la Biblia dar consejos para la vida diaria que sean prácticos y que ayuden a la gente ahora? Examinemos este asunto.