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¡Despertad! 1972
g72 22/4 págs. 14-17

La mayor tensión de todo tiempo comienza

ES CIERTO, la familia humana siempre ha tenido tensiones. A través de la historia ha habido guerras, delincuencia, hambre y otros males. Sin embargo hubo un punto clave de viraje, un tiempo en que las condiciones que causan tensión súbitamente se hicieron mucho más marcadas.

Ese tiempo fue el año 1914. En 1914 el mundo cambió drásticamente. Los acontecimientos durante ese año causaron la arremetida violenta de las tremendas tensiones que han continuado aumentando hasta nuestro día.

Para apreciar la diferencia en las tensiones a partir de 1914, uno necesita considerar cómo era el mundo antes. Antes de ese año el mundo vivía en relativa seguridad. Por décadas no había habido ninguna guerra de grandes dimensiones. Había grandes esperanzas, especialmente dado que se estaban introduciendo muchos inventos con el propósito de aligerar las cargas del hombre. La paz y la prosperidad eran la orden del día.

Joachim Remak, en su libro The Origins of World War I, dice: “Demasiadas cosas le salían bien al mundo de 1914: las naciones, en conjunto, habían aprendido a vivir con las diferencias que las dividían. . . . En ninguna parte, ni siquiera allá en el verano de 1914, se había tomado una decisión calculada, anticipada, para guerra global.”

El profesor de historia René Albrecht-Carrié de la Universidad Barnard lo declara así: “A menudo se considera ahora al siglo diecinueve como un siglo de paz, un punto de vista ciertamente justificado por el contraste entre ese siglo y nuestro tiempo de contienda cataclísmica.” Entonces declara: “Esa era terminó repentinamente en 1914. Después de aquel año, el grado de velocidad de los cambios, la magnitud y la intensidad de la lucha, han sido cosas características del siglo veinte.”

Debido a la larga era de relativa paz y expectativas que aumentaban, que le antecedieron, la I Guerra Mundial fue un choque aterrador. Ninguno de los líderes del mundo se imaginaba un conflicto tan horrible o tan prolongado.

Debido a que el mundo cambió tan drásticamente a partir de 1914, ahora muchos historiadores dicen que esa fecha fue un marcador de tiempo sumamente significativo. El historiador Oron Hale, escribe en The Great Illusion: “La Primera Guerra Mundial fue una gran divisoria, una vertiente en la historia mundial.” El profesor D. F. Fleming de la Universidad Vanderbilt dice: “Cada vez más historiadores recuerdan a la I Guerra Mundial como el gran punto de viraje de la historia moderna, como el derrumbe catastrófico que abrió el camino para otras catástrofes, quizás para la última.”

Era de las mayores tensiones

Por lo tanto en el otoño de 1914 terminó una era y empezó otra. Y la que comenzó fue una era de tensiones sin precedentes. Estas enormes tensiones sobre la gente en todas partes fueron producidas por la guerra global, el hambre, la enfermedad, la rebelión, el odio racial, el aumento del crimen y las dificultades económicas.

La introducción de esta era de la mayor tensión comenzó con la I Guerra Mundial. Esta tuvo un efecto intenso y embrutecedor en la mente de centenares de millones de personas. Y a lo que condujo suministró choques adicionales, uno tras otro. Como declara el prefacio del libro The First World War por el general francés Richard Thoumin:

“Nunca antes se habían enfrentado tantos países y ejércitos tan grandes en batallas tan gigantescas; nunca se habían matado o mutilado proporciones tan elevadas de combatientes; nunca había ido el hombre a la guerra con armas tan poderosas. . . .

“La sangre y las lágrimas de la Primera Guerra Mundial cambiaron la faz de la Tierra.

“La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra ‘total,’ y como tal causó un profundo impacto en la mente de todos los participantes. . . . ¡Muchos de ellos hasta creían que estaban participando en ‘la última’ de todas las guerras! . . . Sin embargo, su suprema desilusión se produjo unos veinte años más tarde cuando las voces del odio reunieron a las masas obedientes a una nueva y aún mayor matanza.”

La II Guerra Mundial fue aun más aterradora que la I Guerra Mundial. Sin embargo, el primer conflicto global fue el que abrió la puerta a una era de tensiones sin paralelo. Como hace notar la introducción de la edición inglesa del libro Germany’s Aims in the First World War por el profesor Fritz Fischer de Hamburgo: “Aunque el período que comenzó en 1945 ha sido dominado por los problemas que dejó la Segunda Guerra Mundial, cada vez más personas, tanto entre los historiadores como entre el público en general, han llegado a ver la Primera Guerra Mundial como el acontecimiento crucial de la primera mitad del siglo veinte.”

Verdaderamente, después de 1914 nada volvió a ser igual que antes. Fue el año de apertura de una generación llena de horror.

Sin embargo, lo que ha sucedido desde 1914 es de mucho mayor significado que lo que la mayoría de la gente comprende. Ese año fue marcado desde hace mucho como el tiempo en que infaliblemente vendrían las tensiones. ¿Dónde fue “marcado” de esta manera? En la Palabra de Dios. Considere la evidencia y vea lo que dice la Biblia acerca de nuestro tiempo.

Al examinar cuidadosamente la profecía bíblica, escrita bajo la dirección de la poderosa fuerza activa de Dios, encontramos que el año 1914 realmente fue una “vertiente” en la historia. Marcó el principio de un período que la Biblia llama los “últimos días.”—2 Tim. 3:1.

¿Los “últimos días”? ¿Qué significa eso? Bueno, cuando uno oye acerca de los “últimos días de Pompeya” o de los “últimos días del Imperio Romano,” ¿qué le hace recordar? Uno piensa en un sistema que se acerca a su fin, que pronto habrá de ser destruido o reemplazado por otro.

Eso es también lo que la Biblia da a entender con la frase los “últimos días.” Esa frase significa que la humanidad ha entrado en un período específico que terminará con la destrucción de todo el actual sistema de cosas. Esto incluye los elementos político, económico y religioso que dominan a los pueblos de la Tierra hoy día. Todos serán reemplazados por un sistema completamente nuevo que Dios hará.—2 Ped. 3:13.

Tanto Jesucristo, como sus discípulos, predijeron muchas cosas que sucederían como evidencia de que habían comenzado los “últimos días.” Entre las muchas cosas enumeradas estuvieron la guerra, el hambre, la epidemia de enfermedades, el aumento del desafuero y la decadencia de la fe en Dios. Todas estas cosas habrían de suceder simultáneamente, en una escala sin precedentes. La historia confirma que comenzaron con la I Guerra Mundial en 1914.—Mat. 24:3-12; 2 Tim. 3:1-5.

¿Cuán largo período es abarcado por los “últimos días”? Jesús lo circunscribió a lo más a ‘una generación’ desde el principio hasta el fin. (Mat. 24:34) Esto significa que algunas personas que vieron el principio de los “últimos días” en 1914 vivirían para ver el fin. Ese fin vendrá cuando Dios despliegue su poder todopoderoso para triturar destructivamente al inicuo sistema de cosas imperante.—Dan. 2:44.

Aumentan las tensiones

Se predijo que las tensiones que comenzaron en 1914 continuarían intensificándose hasta el fin de los “últimos días.”

Cuando Jesús mencionó el conflicto, el hambre, la peste, el desafuero y el ateísmo advirtió: “Todas estas cosas son principio de dolores de aflicción.” (Mat. 24:8) Esto puede compararse a una mujer que experimenta los primeros dolores de parto antes de dar a luz. Sabe con certeza que seguirán muchos otros dolores y más severos.

De modo que la I Guerra Mundial solo fue el principio de muchos acontecimientos dolorosos. Pronto seguirían otras presiones que sacudirían al mundo. Estas sí vinieron, pues aunque, según muestra una fuente de información, unos 9 millones de combatientes y unos 5 millones de civiles fueron muertos en la guerra de 1914 a 1918, unos 20 millones de personas murieron a causa de la influenza española que siguió. Y más tarde, la II Guerra Mundial mató a unos 55 millones de combatientes y civiles, según un cálculo reciente. Desde entonces, ha habido una procesión constante de acontecimientos que causan tensión, incluso guerras —grandes y pequeñas— así como las dificultades raciales, sociales, económicas y religiosas.

Ahora, después de cincuenta y siete años de esas tensiones enormes, ¿qué hallamos? Informa el Times de Nueva York: “En casi todo rincón de la Tierra se manifiesta un espíritu de desafuero interno por motines acompañados de violencia, asesinatos, secuestros, piratería aérea. En todas partes y sin respeto a ideología o formas gubernamentales encontramos una continua deterioración de las reglas aceptadas.”

Las autoridades en todo campo generalmente concuerdan en que las presiones de hoy están aumentando hasta alguna clase de clímax.

No hace mucho veintenas de científicos, economistas, historiadores y filósofos respetados se reunieron en los Estados Unidos para considerar los problemas de la humanidad. Hubo mucho desacuerdo sobre varios puntos. Pero todos concordaron en un punto: “Todos insisten en que la familia humana se está acercando a una crisis histórica que requerirá revisiones fundamentales en la organización de la sociedad.”—El Times de Nueva York.

En otra ocasión, el comentador de televisión Walter Cronkite dijo: “Los científicos mismos no están de acuerdo sobre el horario del desastre. Cada especialista cuenta el tiempo para su propia catástrofe especial. Pero no hallamos a un solo científico que no estuviera de acuerdo en que se presagia algún desastre.”

Se preguntó a autoridades cuánto tiempo pensaban que se necesitaría para que los problemas actuales alcanzaran proporciones de “crisis.” Y se dijo que un problema alcanzaba ese punto cuando causaba la muerte de por lo menos un millón de personas al año, o afectaba severamente su salud, bienestar o norma de vida. Se trazó un cuadro basado en las opiniones de ellos. A continuación se presentan algunos de los asuntos alistados:

Note que se consideró que el problema de la sobrepoblación ya había alcanzado proporciones de crisis. Una razón para esto es que aproximadamente 10.000 personas mueren al día ahora como resultado de desnutrición; un cálculo de 3.500.000 muertes al año. Además, en vez de disminuir, la proporción de aumento de la población realmente ha subido en décadas recientes. ¡Actualmente la población del mundo se está duplicando cada 35 años!

Cualquiera de los problemas del cuadro puede tener efectos catastróficos en toda la vida terrestre. Y éstos ni siquiera incluyen la amenaza de la guerra nuclear. Combine todos éstos y usted podrá entender por qué los expertos ven a la humanidad avanzando veloz e infaliblemente a alguna clase de clímax desastroso.

La Palabra de Dios, la Biblia, predijo este tiempo de tensiones sin precedentes. Los acontecimientos que se han experimentado desde 1914 cumplen la profecía bíblica con exactitud asombrosa. Sin embargo, a pesar de producir enormes tensiones, esos acontecimientos, de por sí, no son las causas básicas de las tensiones. Y a menos que estas causas sean eliminadas, no se pueden aliviar las presiones que actualmente penden sobre la humanidad. ¿Cuáles, entonces, son las causas básicas?

[Gráfico de la página 17]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

FECHA MÍNIMA CALCULADA DE LA CRISIS

1970 1975 1980 1985

Sobrepoblación

Hambre

Desplome ecológico

Contaminación

del aire urbano

Calor de desecho

Contaminación de

agua y tierra

Deficiencia

de oxígeno

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