¿Cuál es el punto de vista bíblico?
¿Debemos pagar todo el impuesto?
POCAS cosas irritan más a la gente que pagar los impuestos. Los impuestos federales, estatales y locales toman unos 36 centavos de cada dólar que gana el norteamericano medio. La mayor parte de los países europeos exigen aun más. Sin embargo muchos contribuyentes piensan que personalmente reciben pocos beneficios tangibles de los impuestos que pagan.
Lo que es más, algunos arguyen que sus impuestos se desperdician, que se usan para mantener a gente que rehúsa trabajar y para llenar los bolsillos de políticos corruptos. Además, sostienen que la recolección de impuestos es injusta, que mientras la mayor parte de los ciudadanos pagan todo el impuesto, los acaudalados usan “escapatorias” para pagar poco o ningún impuesto.
El jefe de la división de ajuste de cuentas de los impuestos Interiores de los Estados Unidos comentó: “Las cosas que están sucediendo en el gobierno y la industria solo pueden perjudicar la fibra moral del público. Cada vez que un contribuyente toma un periódico lee que alguien que ya está ganando mucho dinero ha aceptado un soborno o ha hecho alguna otra cosa ilegal. Después de un tiempo, se pregunta: ‘¿Por qué tengo que esforzarme tanto por ser honrado, si nadie más lo es?’”
Por lo tanto millones de personas están recurriendo a evadir los impuestos. La revista News Front informa que una reciente investigación efectuada con la ayuda de calculadoras en Suecia “descubrió que uno de cada tres médicos resultó ser un estafador de impuestos.” En Italia, se informa que la evasión de impuestos prevalece tanto que las autoridades de impuestos lo compensan automáticamente. ¡Quizás multipliquen la declaración de utilidades de un contribuyente independiente hasta por tres antes de evaluar el impuesto!
¿Cómo considera la Iglesia Católica Romana la evasión del impuesto? Un estudio económico llamado “El impuesto a las ganancias individuales y el crecimiento económico” informa: “Hubo un gran alboroto, hace algún tiempo, cuando el Osservatore Romano, el periódico oficial del Vaticano, declaró en un artículo de fondo que la evasión del impuesto no es un pecado.”
¿Es apropiado el punto de vista de la iglesia? ¿Aprueba o pasa por alto disimuladamente la Biblia de alguna manera la evasión del impuesto?
No, no lo hace. Cuando a Jesucristo se le preguntó si era apropiado o no el pagar impuestos, consiguió una moneda, y preguntó: “‘¿De quién es la imagen e inscripción que tiene?’ Ellos dijeron: ‘De César.’ Él les dijo: ‘Sin falta, entonces, paguen de vuelta a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios.’” (Luc. 20:22-25) Sí, el impuesto pertenece a “César,” es decir, las autoridades gubernamentales, y Jesús no hizo concesiones para retener ilegalmente ninguna parte.
Sencillamente el que los beneficios del impuesto sean propiedad de la comunidad más bien que propiedad individual no disminuye la obligación moral de pagar impuestos. ¿Le gustaría comprar su propio equipo para combatir incendios, o contratar a alguien para llevarse la basura o para repartir su correspondencia en otras ciudades, o emplear un guardaespaldas en la ausencia de policía o cárceles? ¿Qué hay acerca de proteger sus derechos de propiedad de los colonizadores intrusos debido a que no se le paga a nadie para llevar los registros gubernamentales? Por lo general los gobiernos proveen tales servicios provechosos. ¿No deberíamos pagar por ellos totalmente, tal como pagamos por otros servicios?
El gobierno de los Estados Unidos, por ejemplo, confía a la gente que calcule su propio impuesto. Se hacen relativamente pocas intervenciones de verificación. Este sistema de propio avalúo se apoya principalmente en la obediencia voluntaria. Con toda honradez, ¿debe uno violar esta confianza sencillamente porque no hay nadie parado allí para exigir el pago total?
El apóstol cristiano Pablo, después de considerar la protección legal del gobierno, escribió: “Hay por lo tanto razón apremiante para que ustedes estén en sujeción,” no solo por causa del poder de la policía, “sino también por causa de la conciencia de ustedes. Pues por eso es que ustedes también pagan impuestos . . . Rindan a todos lo que les es debido, al que pide impuesto, el impuesto.”—Rom. 13:4-7.
Tan frecuentemente como sucede hoy día, el gobierno romano de los días de Jesús y Pablo tenía sus funcionarios corruptos. Estos individuos hicieron muchas cosas inicuas. Por ejemplo, las autoridades romanas sentenciaron a muerte a Jesús, y Pablo fue encarcelado y probablemente ejecutado a manos de los romanos. Pero los cristianos no usaron estos hechos como una excusa para evadir el pago de los impuestos. Tampoco deben usar los cristianos en la actualidad hechos similares como una excusa para no pagar los impuestos.
Sin embargo, algunas personas reaccionan adversamente ante la idea de que el dinero de sus impuestos ayuda a sufragar enormes gastos militares, o quizás objetan a alguna guerra “injusta” en particular. Quizás piensen que Dios los considera responsables por el modo en que se usan sus impuestos. Un pacifista que escribió para The Christian Century del 11 de noviembre de 1970 expresó ese punto de vista.
Pero, ¿considera Dios a los contribuyentes responsables por la manera en que se usan sus impuestos? ¿Hay razón para creer que Dios quiere que los cristianos decidan cuándo es apropiado pagar impuestos?
Bueno, considere: La Judea de los días de Jesús era una provincia de la Roma imperial. Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que dieran el impuesto requerido, él sabía que las rentas de la provincia mantenían el gran establecimiento militar romano, el cual entraba en guerras agresivas. Jesús también sabía que los gobiernos tendrán que dar cuenta a Dios por el modo en que usan el dinero que ponen en circulación. No pueden evadir la responsabilidad.
Para ilustrarlo: Los automóviles cada año matan mucho más de 100.000 personas en el mundo. Por eso, ¿tendrían los cristianos que sentir la obligación de asumir la responsabilidad por lo que la gente hace con sus automóviles, y por lo tanto rehusar trabajar en las fábricas de automóviles? Ellos saben que muchos automóviles se convertirán en instrumentos de muerte. ¿Son ellos responsables, o recae la responsabilidad principal sobre los conductores?
De igual manera, los gobiernos frecuentemente usan una gran porción del dinero de los impuestos que pagan los ciudadanos para sufragar gastos militares. Pero, ¿sobre quién cae la responsabilidad? ¿No es sobre los gobiernos?
El cristianismo verdadero no promueve un ambiente en el cual cada uno es una ley para sí mismo. Dios concede a los gobiernos la autoridad necesaria para mantener el orden civil. También reconoce su derecho a los recursos necesarios para desempeñar sus tareas. Es, por lo tanto, la obligación del cristiano dar a “César” las “cosas,” que le pertenecen.
Jesús aclaró que los impuestos son “cosas” que pertenecen a “César.” Y la Biblia de ninguna manera indica que los cristianos tienen alguna responsabilidad por lo que “César” hace con sus “cosas.” El consejo de Juan el Bautista a un recaudador de impuestos que quería hacer lo que era correcto, no fue que dejara de recaudar impuestos, sino que “no [exigiera] nada en exceso del impuesto fijo.”—Luc. 3:13; vea también Lucas 19:2-9.
Las leyes de Dios son verdaderamente prácticas. La Biblia bosqueja exactamente sobre quiénes caen las responsabilidades, dejando a los cristianos libres, en su mayoría, para desempeñar el ministerio público que Dios les ha asignado.—Mat. 24:14.