Aplicando la Palabra de Dios en nuestras propias familias
“Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas.”—Sal. 25:4.
1, 2. (a) ¿Con qué actitud miran muchas personas los problemas que afrontan? (b) ¿Cómo podemos hacer una aplicación personal de la solución que provee la Biblia?
MUCHAS personas hablan acerca de los problemas del mundo, la delincuencia y el crimen, el alto costo de la vida, la contaminación. Pero entonces dicen: “No podemos hacer nada en cuanto a ello, ¿verdad?” Algunos piensan de la misma manera tocante a sus propias familias, y dicen: “Simplemente no podemos hacer que los niños escuchen. Parece que no nos entendemos unos a otros. Insisten eh salirse con la suya, así que ¿qué podemos hacer?
2 Puesto que la Biblia muestra que el reino de Dios ofrece una solución práctica para los problemas que afronta la humanidad hoy día, ¿no deberíamos esperar también que en la Biblia se hallara la solución a los problemas de familia y algunas pautas que sirvieran para unir más estrechamente a las familias? El aceptar la voluntad de Dios no es solo asunto de esperar que el Reino resuelva los problemas grandes de la Tierra, sino que también incluye el aplicar los principios bíblicos en nuestros hogares y con relación a nuestras familias. Si queremos orar sinceramente que venga el reino de Dios y se efectúe su voluntad en la Tierra, entonces debemos preguntar: ¿Qué estoy haciendo yo en cuanto a ver que su voluntad se efectúe en la Tierra ahora, en mi propia casa? Cada uno puede contribuir a esto: el padre, la madre y los hijos, porque cada uno tiene un lugar en el arreglo de Dios.
EL ENTRENAMIENTO DE LA FAMILIA
3. ¿Quiénes llevan la responsabilidad fundamental en cuanto a la instrucción de la familia, y cómo debe ejercerse ésta?
3 Aunque muchas familias dependen de que las escuelas o iglesias instruyan y entrenen a sus hijos, la responsabilidad fundamental asignada por Dios está colocada en los padres. Ciertamente los padres se encuentran en la mejor posición para ser eficaces en el desarrollo de actitudes y conducta en la familia. Las Escrituras le aconsejan al padre que lleve la delantera en la familia y suministre jefatura y dirección en todas las cosas. ¿Es eso lo que sucede en su familia? ¿Realmente supervisan y dirigen ustedes, padres, las actividades de la familia? Por supuesto, esta jefatura no debería ser arbitraria u opresiva, sino que debería administrarse con amor, en armonía con 1 Corintios 11:3, que muestra que “la cabeza de todo varón es el Cristo.” Por consiguiente el padre que aplica apropiadamente la Palabra de Dios reconoce que su jefatura tendría que ser administrada de manera que fuera agradable a Cristo y en armonía con sus enseñanzas. Esto incluiría seguir el consejo de Jesús de poner en primer lugar los intereses del Reino o los asuntos espirituales.
4. (a) ¿Cómo enfatizan las Escrituras que el padre debe tomar la delantera en los asuntos espirituales? (b) ¿Qué abarcan sus responsabilidades?
4 En nuestro mundo moderno el hombre de la familia pudiera estar ocupado diligentemente en suministrar a su familia las cosas materiales que necesita. Pero está cometiendo un error si dice, como muchos: “Oh, lo que tiene que ver con religión yo se lo dejo a mi esposa.” Dios le ha dado al hombre la asignación de proveer a su familia lo que necesita espiritualmente, tomando la delantera en esto como en otras cosas. Por eso Salmo 78:5, 6 dice: “Y procedió a levantar un recordatorio en Jacob, y una ley estableció en Israel, cosas que él mandó a nuestros antepasados, para que las dieran a conocer a sus hijos; a fin de que la generación venidera, los hijos que habían de nacer, las conocieran, para que ellos se levantaran y se las contaran a sus hijos.” Aquí se pone el énfasis en los hombres como cabezas de familia y en su responsabilidad de transmitir instrucción espiritual a sus hijos. El hombre debería tomar la delantera en la instrucción espiritual de su esposa e hijos y también ocuparse en estudio personal para su propia salud espiritual. Sus responsabilidades para con su familia abarcan enseñarles la Biblia, entrenar a los hijos en hacer cosas, disciplinarlos cuando sea necesario, suministrar las cosas materiales necesarias, y hacer arreglos para recreación apropiada.—Fili. 4:8, 9.
5. ¿Cuáles son algunas maneras en las cuales una esposa puede contribuir a la felicidad de la familia?
5 La esposa cristiana puede adoptar un papel apoyador en la familia y hacer una contribución valiosa como ayudante de su esposo cuando él suministra la dirección apropiada. Debe mostrar amor y respeto a su esposo, prescindiendo del punto de vista religioso de él. También tiene la responsabilidad de ver que el hogar esté bien atendido, siguiendo el ejemplo excelente de la buena esposa de Proverbios 31:10-31. Debe interesarse en aplicar la Palabra de Dios en su vida, así como en ayudar a sus hijos a hacerlo. La madre cristiana hallará gozo en ayudar a instruir a sus hijitos en aprecio al Creador y aprecio de las muchas cosas que él ha provisto.
6. ¿Cómo pueden los hijos honrar a su padre y a su madre?
6 Los hijos también pueden contribuir en gran manera a una vida de familia feliz por medio de aplicar la Palabra de Dios. ¿Han pensado en eso ustedes, niños? Es cierto, pues Proverbios 15:20 dice: “Hijo sabio es el que regocija a un padre.” Como aconseja Efesios 6:1-3: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre . . . para que te vaya bien.’” El cooperar bien con los padres de uno realmente es una parte de la asignación de un hijo cristiano. El proceder así muestra respeto no solo a los padres de uno, sino también al Padre celestial, Jehová.
7. ¿Cómo contradice 2 Timoteo 3:15 a cierto consejo religioso acerca del entrenamiento de los hijos?
7 Puesto que los hijos empiezan a aprender desde el momento de su nacimiento, su instrucción debe empezar en la infancia, como muestra 2 Timoteo 3:15. En vista de esto, parece raro que algunos maestros religiosos de la cristiandad no animen a suministrar entrenamiento religioso temprano. Por ejemplo, el Journal and Constitution de Atlanta informó de una entrevista con una monja que dijo: “No trate de enseñarle a su hijo demasiado acerca de Dios con demasiada prontitud.” Aconsejó: “Entre los dos extremos de demasiado entrenamiento religioso y ningún entrenamiento religioso, ningún entrenamiento religioso sería mejor.” Ella creía que los padres hacían bien en solo esperar, en lo que toca a instrucción religiosa, hasta que el niño tuviera unos nueve años de edad.
8. ¿Animan las Escrituras a enseñar asuntos espirituales a los hijos? Explique.
8 ¡Qué diferencia hay entre la sugerencia de esa monja y la actitud de Jesús para con los niñitos! Durante su ministerio, cuando le trajeron niñitos a él, sus discípulos trataron de apartarlos, aparentemente pensando que los niños eran demasiado jóvenes para que él les diera atención. Pero Jesús reprendió a los discípulos y dijo: “Dejen a los niñitos en paz, y cesen de impedir que vengan a mí, porque el reino de los cielos pertenece a los que son así.” (Mat. 19:13, 14) Quizás recordó su propia experiencia en el templo a la edad de doce años, cuando estuvo hablando con los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas. Obviamente hubo amor a las cosas espirituales en él durante su juventud. ¡Qué sabia fue la instrucción de Dios a Israel tocante a que deberían con regularidad ‘congregar al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos . . . a fin de que escuchen y a fin de que aprendan”! (Deu. 31:12) Textos posteriores usan frases como “hijos creyentes” e “hijos obedientes,” lo cual indica que los cristianos primitivos también comprendieron que era necesario instruir a sus hijos en el camino de Jehová.—Tito 1:6; 1 Ped. 1:14.
9. ¿Qué dicen educadores seglares en cuanto a dar instrucción temprana a los hijos?
9 Los educadores seglares recalcan hoy la importancia del entrenamiento temprano. En 1964 un educador de la Universidad de Chicago presentó la idea de que por lo menos la mitad de toda la inteligencia humana se desarrolla para los cuatro años de edad. Esto recibe apoyo de un artículo de la revista Newsweek intitulado “Nunca demasiado jóvenes para aprender.” Declaró: “La noción de que la mente humana en su mayor parte está formada para la edad de la escuela de párvulos ha obtenido extensa aceptación... y está siendo traducida rápidamente en práctica educativa.” Al principio un niño aprende por el gusto, el olfato y el tacto, pero de los dos a los siete años de edad puede aprender un lenguaje complejo, y hasta aprender a leer y ejecutar operaciones matemáticas.
10. ¿Por qué es prudente que los padres pasen tiempo con los hijos jóvenes?
10 El artículo cita a un educador que ha estudiado las relaciones madre-hijo y que sostiene lo siguiente: “El segundo año puede hacer o deshacer el intelecto de un niño.” El que al niño se le ame o rechace, se le anime o desanime, puede afectar en gran manera su actitud y su progreso intelectual. También se ha notado que la persona que más se allega a los niños, sea el padre o la madre, el abuelo o la abuela o alguna otra persona, puede tener la mayor influencia en el proceso de aprendizaje del niño, ya que los niños naturalmente se apegan e imitan a los que más allegados están a ellos. Por eso, madres, ¿dedican ustedes suficiente tiempo a sus hijos desde la infancia? ¿Le han pedido a Jehová que ayude a dirigirlas en la instrucción de su hijo como lo hizo Manoa?—Jue. 13:8.
11. ¿Cómo puede ser útil para las mujeres hoy el ejemplo de María la hermana de Lázaro?
11 Hoy las mujeres no solo tienen muchas cosas que hacer en sus hogares, sino que a menudo se les hace necesario ayudar a proveer el sostén para la familia. Esto hace especialmente importante que busquen tiempo para los intereses espirituales de la familia y no permitan que otras cosas acaparen todo el tiempo y dejen fuera éstos. Esta dificultad en cuanto a conseguir un buen equilibrio entre las cosas físicas necesarias de la vida y los asuntos espirituales se presentó en una ocasión cuando Jesús visitó el hogar de las hermanas de Lázaro. Marta estaba distraída atendiendo los deberes de la casa y quiso que su hermana María la ayudara, pero Jesús dijo: “María escogió la buena porción [el concentrarse en las cosas espirituales], y no le será quitada.” (Luc. 10:38-42) ¿Qué considera usted más importante en su hogar?
12. ¿Cómo se puede establecer una relación excelente entre los padres y los hijos?
12 Aunque hay un tiempo y un lugar para todo, la tendencia común es desatender los asuntos espirituales. Sin embargo, hasta un poco de tiempo programado con regularidad para el estudio personal o instruir a los hijos puede ser sumamente provechoso. Los padres también pueden aprovechar bien las oportunidades que tienen de enseñar a sus hijos a trabajar y a conseguir habilidades que les serán útiles más tarde. Hasta la cosa más sencilla que se haga en compañía del padre o de la madre ayuda al niño a edificar una relación excelente y respeto al arreglo de la familia. Pero, ante todo, cuando los padres hacen un esfuerzo diligente por inculcar en sus hijos el amor a Jehová y su Palabra, se produce una impresión duradera que sirve de guía verdadera para la vida subsecuente.—Deu. 6:5-9.
UNA META PRIMARIA DEL ENTRENAMIENTO DE FAMILIA... CRISTIANOS VERDADEROS
13. ¿Qué programa debe tener la familia cristiana? ¿Por qué?
13 Para que los padres o los hijos apliquen la Palabra de Dios en su vida, tienen que conocerla primero. Tal como las congregaciones tienen un programa para el estudio de la Biblia, así cada familia debe tener un programa con la meta en mira de ayudar a cada uno a ser un cristiano verdadero. Muchas familias, aunque amorosas y estrechamente unidas, carecen de esta meta esencial. Los cristianos verdaderos deben interesarse en entrenar a su familia con la mira de que obtengan vida eterna. Como dice 1 Timoteo 4:8, este entrenamiento espiritual es lo que verdaderamente es provechoso, “puesto que encierra promesa de la vida de ahora y de la que ha de venir.” Si se quiere entrenar a los hijos de modo que alcancen la madurez cristiana, los padres tienen que encargarse de que lleguen a estar cabalmente convencidos de la sabiduría de la Biblia, más bien que permitir que les llenen la mente del punto de vista de este sistema de cosas actual.—1 Juan 2:15-17.
14, 15. (a) ¿Qué muestra Mateo 4:4 en cuanto a la necesidad del alimento espiritual? (b) En cuanto a los arreglos para un estudio de familia, ¿qué será útil al enseñar a los hijos? (c) ¿Cuáles son algunas cosas que podrían considerarse en un estudio de familia?
14 En cualquier estudio la regularidad es importante. En vista de lo que dijo Jesús, que “no de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová,” se desprende que es vital que participemos con tanta regularidad del alimento espiritual como lo hacemos del alimento físico. (Mat. 4:4) Los padres que tienen un programa de esa índole para suministrar a su familia lo que necesitan espiritualmente han observado que es bueno mantener ese estudio de familia flexible y adaptable a las necesidades e intereses del momento de la familia, y esto depende, en parte, de la edad de los hijos de que se trate. Por lo general lo primero en la lista es un horario de lectura de la Biblia. Esta podría escogerse especialmente para retener el interés de los hijos. Es bueno no solo leer para abarcar material, sino también obtener comentarios a fin de asegurarse de que los hijos entienden el material y pueden aplicarlo.
15 La mayoría de las familias descubren que es bueno adaptar la cantidad de tiempo que se dedique al estudio según la edad de los hijos, pues es difícil retener eficazmente la atención de los pequeños por un período de tiempo largo sin un cambio de actividad. La hora a la cual haya de celebrarse tal estudio de familia depende de lo que sea conveniente y mejor para la familia... para algunos hay disfrute en hacerlo por la mañana cuando están refrescados, para otros en la noche cuando todos están en casa. Muchos padres han notado la importancia de hacer comprender el punto de vista bíblico a sus hijos a tierna edad y repetirlo para que se grabe indeleblemente en la mente de sus hijos. Un programa de estudio variado puede ser útil también, uno en que se ofrezca ayuda en la preparación de discursos o para el servicio del campo, se consideren preguntas que surgen y que armen de antemano a los hijos para problemas que afrontarán.
16. (a) ¿Cómo puede el modo de pensar del niño ayudar a los padres a decidir qué estudiar con ellos? (b) ¿Cuáles son algunos temas que los padres hacen bien en considerar con sus hijos?
16 Siempre es importante que los padres sepan lo que sus hijos piensan. Poco bien se logra al estudiar en cuanto a la resurrección o la “Trinidad” si la mente de los hijos está enfocada en estilos de vestir, baile o concertar citas. Para los hijos de mayor edad, temas como el uso incorrecto de las drogas, lo que constituye la conducta cristiana correcta, cómo mantener una buena conciencia o los efectos de las manías de la ropa han resultado muy útiles cuando se han considerado como familia, algo que hace que todos obtengan el punto de vista bíblico así como el punto de vista de los padres.
17. ¿Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos a conseguir el punto de vista correcto en cuanto a las cosas realmente importantes de la vida?
17 Una responsabilidad grande de los padres es poner ante sus hijos las metas correctas. Puesto que la sociedad moderna está ajustada a un punto de vista materialista, los hijos pudieran encenderse rápidamente con un amor al dinero y las cosas materiales a menos que los padres les dieran un punto de vista equilibrado en cuanto a lo que es realmente importante. Pero si los padres siempre están atrayendo la atención a las posesiones materiales, quizás expresando ellos mismos el deseo vehemente de tener un automóvil o un aparato estereofónico, como si éstas fuesen las cosas grandes de la vida, en los hijos habrá un efecto que estará en armonía con eso. Sin embargo, el conocer y seguir la Biblia y poner los intereses del Reino en primer lugar puede traer más felicidad de la que jamás podrían traer las posesiones materiales.
PROBLEMAS EN LAS FAMILIAS SIN UNIDAD ESPIRITUAL
18. (a) ¿Qué principios hay que recordar en una familia en la cual el esposo no es creyente? (b) ¿Qué obligaciones tiene que conciliar su esposa?
18 Aunque es especialmente difícil lograr una aplicación eficaz de la Palabra de Dios en una familia en la cual no hay unidad religiosa, a menudo se puede hacer. Se debe recordar que ni Jehová ni su Palabra cambian a pesar de nuestras circunstancias personales. (Sant. 1:17) Por consiguiente la jefatura de familia permanece en el varón sea que él acepte la jefatura de Cristo o no. Sin embargo, los hijos pudieran perder los abundantes beneficios espirituales que les podrían venir de un padre que los criara “en la disciplina y regulación mental de Jehová,” a menos que su madre pueda ayudarlos respecto a esto. (Efe. 6:4) Pero, ¿qué puede hacer una esposa creyente si su esposo le manda que no lleve a los hijos de ellos a las reuniones cristianas? La señora en esta situación se encara a varias obligaciones... obligaciones a Jehová Dios, a su cabeza marital, y a sus hijos amados. ¿Cómo puede ella conciliar Hechos 5:29 (obedecer a Dios más bien que a los hombres) con 1 Corintios 11:3 (que la cabeza de la mujer es el varón)? Ella tiene que tomar la decisión final. El punto de vista de su esposo pudiera cambiar. El razonar prudentemente con él pudiera resultar útil con el transcurso del tiempo mientras ella le muestra la importancia de ayudar a sus hijos a seguir la excelente guía bíblica más bien que el ejemplo de muchos de los jóvenes de hoy día.
19. ¿Qué pudiera hacer una esposa creyente para ayudar a sus hijos espiritualmente?
19 Ella ciertamente debe orar en cuanto al asunto y tratar de ayudar a sus hijos a conocer a Jehová. Puede efectuar mucho tanto por palabra como por ejemplo para suministrarles excelente educación o entrenamiento en la casa. Aunque no sea posible un estudio bíblico formal, sin embargo ella puede, por medio de conversación diaria, inculcar un fuerte amor a Jehová y fe en su Palabra. En el caso del joven Timoteo, la educación o entrenamiento que recibió de su madre Eunice y su abuela Loida lo puso en el camino a la vida. (2 Tim. 1:5) El antiguo rey Lemuel, de acuerdo con lo que dice, parece que también consiguió gran parte de su fe e instrucción de su madre, pues Proverbios 31:1 menciona el “mensaje de peso que su madre le dio al corregirlo.” Además, una madre discreta en un hogar dividido puede estimular mucho espiritualmente a sus hijos invitando a otros Testigos que sean amigos de la familia a visitar el hogar, con la mira de ayudar a los que no son creyentes.
20. ¿Cómo puede la aplicación de la Palabra de Dios ayudar a una familia dividida?
20 Sin embargo, prescindiendo de las circunstancias de la familia, la aplicación de la Palabra de Dios debería tener un efecto positivo, edificante, aun en una familia dividida. Como muestra 2 Timoteo 2:24-26, nuestra actitud para con el incrédulo debe ser amorosa y paciente, no antagónica, pues “el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos . . . instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos,” para que quizás lleguen a un conocimiento exacto de la verdad. El conversar con tacto o discreción acerca de la verdad, compartir experiencias e información de las reuniones y publicaciones, puede ayudar a convertir una casa dividida en una familia unida. (1 Cor. 7:12, 16; 1 Ped. 3:1-4) Aunque Jesús previó que las buenas nuevas causarían divisiones en muchas familias, esto nunca debería deberse a la actitud o conducta del creyente fiel.—Mat. 10:35, 36.
21. ¿Cómo pueden los padres ayudar especialmente a sus hijos a ver la importancia del consejo bíblico?
21 Aunque solo uno de los padres aplique la Palabra de Dios en su vida, esto bien puede ser decisivo en ayudar a los hijos a seguir el camino de Jehová. Y cuando ambos padres siguen cuidadosamente lo que la Biblia enseña, nada convencerá mejor a los hijos de la importancia de los principios bíblicos. Hay un gran desafío ante cada uno de nosotros en cuanto a aplicar la Palabra de Dios en nuestra vida, seamos jóvenes o viejos, especialmente ante la presión y oposición aumentantes de este presente sistema mundial. (Rev. 12:17; Mat. 24:9) Por medio de no solo estudiar la Palabra de Dios en nuestras familias, sino realmente aplicarla, estaremos mostrando nuestro deseo de seguir el sabio consejo de Proverbios 4:10-13, pues dice: “Oye, hijo mío, y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. Yo ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría; ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud. Cuando andes, no será estrecho tu paso; y si corres, no tropezarás. Ásete de la disciplina; no sueltes. Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida.”
22. ¿De qué maneras produce beneficios la aplicación de la Palabra de Dios?
22 Las familias que diligente y sinceramente tratan de aplicar la Palabra de Dios en su vida verán que reciben una bendición abundante por hacer las cosas a la manera de Él. Disfrutarán de mayor espiritualidad debido a un estudio de Su Palabra, y sus actividades en el servicio del campo y en la congregación del pueblo de Jehová les producirán mayor gozo y satisfacción debido a que estarán mejor preparados para esos privilegios. (Gál. 6:7) También disfrutarán de mayor felicidad y unidad dentro del arreglo de la familia debido a que aplican los frutos del espíritu de Dios en su vida de familia y a que los padres y miembros de mayor edad de la familia dan excelente dirección. El resultado será mayor cooperación de los hijos. Desarrollarán una actitud mental que los salvaguarda de los peligros de este viejo sistema, y, a medida que crezcan, tendrán metas teocráticas en mira. Si eso es lo que usted quiere para su familia, entonces siga aplicando la Palabra de Dios en toda ocasión. El hecho de que esto verdaderamente surte efecto lo veremos en las experiencias de la vida real que se dan en el artículo siguiente.
[Ilustración de la página 722]
El aprecio a los valores espirituales se puede enseñar desde edad temprana
[Ilustración de la página 723]
El hacer cosas juntos fortalece los vínculos de familia