BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Jehová, un refugio confiable
    La Atalaya 1979 | 15 de julio
    • Hará llover sobre los inicuos trampas, fuego y azufre y un viento abrasador, como la porción de la copa de ellos. Porque Jehová es justo; él sí ama los actos justos. Los rectos son los que contemplarán su rostro.”—Sal. 11:4-7.

      David estaba seguro de que no acudiría en vano a Jehová como refugio suyo. Se daba cuenta de que el Altísimo, el que tiene su trono en los cielos más altos, está observando. Los ojos de Jehová penetran hasta el mismo corazón de las cosas. Nada sucede sin que él lo note. Puesto que los ojos de Jehová están puestos sobre los justos, él sabe lo que ellos necesitan y, por lo tanto, puede venir al rescate de ellos. Por otra parte, el Altísimo odia a los hombres violentos y, por eso, el que él los examine garantiza que tendrán calamidad segura. Necesariamente vendrá el tiempo en que se obligará a los inicuos a tomar la mortífera poción de los juicios de Dios, comparable a trampas, fuego, azufre y un viento abrasador que marchita la vegetación. No habrá escape de la ejecución de los juicios de Dios. Será como si trampas o lazos estuvieran cayendo como lluvia desde el cielo elevado. Porque Jehová mismo es justo y ama los actos justos, los rectos experimentarán una magnífica salvación. Será como si el rostro de Dios estuviera vuelto hacia ellos en una expresión de amor y aprobación. Así, ellos verán el rostro de Dios como personas que disfrutan de la bendición y favor de él.

      Realmente las palabras del salmista pueden ser una verdadera fuente de consuelo para nosotros en tiempos de dificultad. Por supuesto, hay ocasiones en las cuales ejercemos prudencia al huir del peligro, como lo hizo David cuando salió de Jerusalén debido a la rebelión de Absalón. (2 Sam. 15:14) Hasta Jesucristo dio a sus seguidores la instrucción: “Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra.” (Mat. 10:23) Sin embargo, las expresiones del salmista nos animan a evitar la acción irreflexiva que refleja falta de fe en Jehová. El que continuemos acudiendo al Altísimo como refugio nuestro nos asegurará su aprobación. Él no nos fallará.—Rom. 8:38, 39.

  • El requisito de Dios de que su obra se haga “precisamente así”
    La Atalaya 1979 | 15 de julio
    • El requisito de Dios de que su obra se haga “precisamente así”

      Hace unos doscientos años, uno de los “padres fundadores” de los Estados Unidos escribió, expresando un pensamiento similar al de otras personas que le antecedieron:

      “Por falta de un clavo se perdió la herradura,

      Por falta de una herradura se perdió el caballo,

      Por falta de un caballo se perdió el jinete,

      Por falta de un jinete se perdió la batalla,

      Por falta de una batalla se perdió el reino...

      Y todo por falta de un clavo de herradura.”

      Este incidente ciertamente declara un principio válido, a saber, que no hay que descuidar las cosas pequeñas solo porque sean pequeñas. A veces pueden ser muy importantes. Jesucristo, el Hijo de Dios, expresó un punto similar cuando dijo: “La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho.”—Luc. 16:10.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir