Los altivos contra los humildes
1. ¿Qué importante principio se expresa en 2 Samuel 22:28, y cómo aplica?
CUANDO David fue libertado por Jehová de todos sus enemigos, incluso de Saúl, compuso una magnífica canción de acción de gracias, usando estas palabras: “A la gente humilde la salvarás; pero tus ojos están contra los altivos, para rebajarlos.” (2 Sam. 22:28) Esto expresa un principio que se subraya a través de la Palabra de Dios. Tiene que ver con el contraste de dos clases o grupos de personas. Por un tiempo, como sucedió con David, los altivos tratan como parias a los humildes, y a menudo éstos pasan hambre. Luego viene una visita, o tiempo de inspección y juicio de parte de Jehová. Esto resulta en que se inviertan completamente los papeles de estas dos clases, aunque, sírvase notar, una no ocupa la posición que tenía la otra.
2. ¿Cómo se cumplió Malaquías 3:1, 5 en la primera venida?
2 Tal día de inspección y juicio se inició cuando Jesús comenzó su ministerio a la edad de treinta años. Vino como representante de Jehová, el “mensajero del pacto,” que se predijo en la profecía de Malaquías. Esta profecía predijo la venida de Jehová a su templo para juicio, como él dijo: “Me acercaré a ustedes para el juicio, y ciertamente llegaré a ser testigo veloz” contra los malhechores mencionados. ¿Resultó el ministerio de Jesús como “mensajero del pacto” de Jehová en un cambio de condiciones para las dos clases, los humildes y los altivos? Sí. Pero hubo un goce anticipado de ese cambio aun antes de eso. ¿Cómo? Además de hablar del “mensajero del pacto,” Jehová habló de otro mensajero en la misma relación, diciendo: “Estoy enviando mi mensajero, y él tiene que despejar un camino delante de mí.” Jesús dijo claramente que este mensajero que preparó el camino y fue precursor de él fue Juan el Bautista.—Mal. 3:1, 5; Mat. 11:7, 10; Luc. 1:76; 7:24, 27.
3. ¿Cómo llegaron a manifestarse dos clases por el ministerio de Juan el Bautista?
3 El ministerio de Juan el Bautista comenzó unos seis meses antes del de Jesús, pero durante ese tiempo comenzaron a manifestarse dos clases. Por una parte estaban los discípulos de Juan, que Juan presentó a Jesús y que, con otros, formaban el núcleo de una clase. Eran hombres humildes y verdaderamente temerosos de Dios, como Natanael, “un israelita de seguro, en quien no hay engaño,” según testificó Jesús. Por otra parte, cuando Juan “alcanzó a ver a muchos de los fariseos y saduceos que venían al bautismo, les dijo: ‘Prole de víboras, ¿quién les ha mostrado cómo huir de la ira venidera?’”—Juan 1:47; Mat. 3:7.
4. ¿Qué vislumbres se dieron acerca de estas dos clases?
4 Sin embargo, treinta años antes de eso se dio una vislumbre del cambio que tendrían estas dos clases. La virgen María, después de visitar a Elisabet, la que sería madre de Juan el Bautista, y después de su propia concepción por espíritu santo, expresó su alabanza con estas palabras: “Mi alma engrandece a Jehová . . . ha esparcido a los que son altivos en la intención de su corazón . . . a los que tenían hambre los ha satisfecho plenamente con cosas buenas y ha despedido sin nada a los que tenían riquezas.” Con semejanza extraordinaria, más de mil años antes de eso, otra mujer, Ana, que también inesperadamente llegó a ser madre de un hijo, Samuel, dijo: “Mi corazón sí se alboroza en Jehová . . . Los saciados tienen que alquilarse por pan, pero los hambrientos realmente cesan de tener hambre.”—Luc. 1:46-53; 1 Sam. 2:1, 5.
5. ¿Cuándo y cómo trató Jesús por primera vez con los que eran altivos?
5 Las dos clases contrastadoras y los cambios que habrían de venirles en un día de juicio efectivamente se bosquejaron claramente en las Escrituras Hebreas, como Jesús bien sabía, y cuando comenzó su ministerio ambas clases ya eran evidentes. Quizás aun a la edad de doce años, después de estar reunido tres días con los maestros religiosos en el templo, él, con su mente perfecta y entendimiento vivo, percibió las características de aquellos hombres que formaban una clase. (Luc. 2:42-47) Su primer encuentro con aquellos caudillos religiosos altivos, acaudalados y bien saciados posiblemente fue en la primera Pascua después de comenzar su ministerio, cuando echó a los comerciantes y cambistas del templo. Podemos imaginarnos cuán atormentador fue eso para aquellos que autorizaban y lucraban con tal tráfico comercial en la casa de oración de Jehová.—Juan 2:13-17.
6. Por medio del ministerio de Juan, ¿qué cambios inevitables comenzaron a manifestarse?
6 No solo se hallaban evidentes las dos clases, sino que los cambios debidos no se demoraron, ni por un instante. Desde el principio, Juan tenía a sus discípulos que ayudaron abiertamente en su ministerio. En vez de estar a merced de los gobernantes religiosos y ser pasados por alto y despreciados, ahora tuvieron una asignación de servicio que les produjo gran gozo y satisfacción, como alimento para un alma hambrienta. En contraste agudo, al instante que Juan alcanzó a ver a los fariseos y saduceos les lanzó una andanada cáustica, como ya se mencionó. (Mat. 3:7-12) ¿Por qué? No solo porque estaba lleno de espíritu de Dios, sino porque todos sabían de la actitud de ellos de enseñorearse de la gente común, de su gran orgullo y vanagloria de su rectitud.
7. ¿Cómo se intensificaron estos cambios por medio del ministerio de Jesús?
7 Igualmente sucedió con Jesús. Desde el principio de su ministerio comenzó a enseñar y entrenar a sus discípulos. Habiendo salido de esa posición desventajosa, ahora sintieron que la vida tenía un propósito verdadero. Desde su nueva posición ventajosa tenían prueba directa del favor y protección amorosos de Dios. ¡Qué contraste feliz para ellos! Pero, ¡qué contraste amargo para aquellos gobernantes cuya posición y prestigio hasta entonces no habían sido desafiados! Cuántas veces deben haberse retorcido ante los desenmascaramientos impávidos y públicos que tuvieron que escuchar de la boca de Jesús. Representando a su Padre, Jesús continuó sin cesar a través de su ministerio mostrando favor a los humildes y disfavor a los altivos. A veces se refirió a las dos clases con lenguaje franco, como en el Sermón del Monte, pero empleó ilustraciones en su enseñanza pública con más frecuencia. Aun así, aunque no entendían todos los detalles, los gobernantes religiosos bien sabían cuando se estaba refiriendo a ellos. Como registra Mateo: “Cuando los principales sacerdotes y los fariseos hubieron oído sus ilustraciones, se dieron cuenta de que hablaba de ellos.”—Mat. 21:45.
TIEMPO PARA QUE SE CAMBIARAN LOS PAPELES
8. ¿Qué circunstancias resultaron en que Jesús denunciara a los fariseos en Lucas 16:15?
8 Ahora note las circunstancias que conducen a una ilustración que deseamos examinar detalladamente. Antes de que Jesús subiera a Jerusalén cerca del fin de su ministerio terrenal, Lucas registra que los fariseos y escribas seguían murmurando debido a que los recaudadores de impuestos y los pecadores seguían acercándose a Jesús para escucharle. Por consiguiente, Jesús dio ilustraciones que contrastaban las dos clases, el regocijo a causa del pecador arrepentido y a causa de que el hijo pródigo fue recibido con gusto de nuevo en el hogar, en comparación con aquellos que creen que no tienen motivos para arrepentirse. Luego vino la ilustración del mayordomo injusto, ayudando a sus discípulos a apreciar las verdaderas riquezas y amistades espirituales en contraste con las riquezas efímeras e injustas de Mamón. (Luc. 15:1–16:13) Entonces Lucas hace este comentario interesante: “Ahora bien, los fariseos, que eran amantes del dinero, escuchaban todas estas cosas, y le hacían gestos de desprecio. Por consiguiente él [Jesús] les dijo: ‘Ustedes son aquellos que se declaran a sí mismos justos delante de los hombres, pero Dios conoce sus corazones; porque lo que entre los hombres es encumbrado, cosa repugnante es a la vista de Dios.’”—Luc. 16:14, 15.
9. ¿Qué expresó entonces Jesús sobre el importante factor del tiempo, y qué ilustración se dio en seguida?
9 Esas palabras dichas francamente mostraron cómo consideraba Jesús a esos hombres. En seguida se refiere al importante factor del tiempo, diciendo: “La Ley y los Profetas eran hasta Juan. Desde entonces se declara el reino de Dios como buenas nuevas, y toda clase de persona se adelanta con ardor hacia él.” (Luc. 16:16) Sí, había llegado el tiempo para que se cambiaran los papeles de esta clase altiva, pagada de su propia rectitud, amante del dinero, a favor de la otra clase que hasta entonces ésta había tratado injustamente. Teniendo presente este tema Jesús pasa a relatar la ilustración en la que nos interesamos, que se conoce como la del hombre rico (Dives) y Lázaro. Usó el modelo conocido de contraste, seguido por un cambio completo de las situaciones. Por eso para tener presente el cuadro, primero resumiremos lo que dijo Jesús.
10. ¿Cómo se puede resumir la ilustración de Lucas 16:19-31?
10 Cierto hombre rico disfrutaba de todos los lujos. Lázaro, un mendigo que se encontraba en una condición lastimosa, fue colocado a la puerta del hombre rico, deseando con vehemencia cualquier cosa que cayera de su mesa. Murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron a la posición del seno de Abrahán. El hombre rico murió y fue enterrado. Atormentado en el Hades por un fuego flameante, imploró a Abrahán que enviara a Lázaro para que mojara su dedo en agua y refrescara su lengua. Pero Abrahán explicó que se habían invertido completamente los papeles de ambos hombres, también que una gran sima se había fijado entre los dos que no se podía cruzar. Entonces el hombre rico pidió que Lázaro fuera enviado a avisar a sus cinco hermanos acerca de este lugar de tormento. Pero Abrahán contestó: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que escuchen a éstos.” El hombre rico dijo: “No, . . . si alguien va a ellos de entre los muertos se arrepentirán.” Las palabras finales de Abrahán fueron: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco serán persuadidos si se levanta alguien de entre los muertos.”—Luc. 16:19-31.
PERSONAJES IDENTIFICADOS
11. ¿A quiénes representó el hombre rico en el día de Jesús y por qué semejanzas fueron señalados?
11 Primero consideremos la aplicación de la ilustración en el propio día de Jesús. En vista de los textos ya considerados no es difícil identificar los dos personajes principales, fortalecidos por los detalles dados. En cuanto al primero, Jesús dijo: “Cierto hombre era rico, y se ataviaba de púrpura y lino, gozando de día en día con magnificencia.” (Luc. 16:19) ¿Quién fue este hombre rico que se gloriaba en sus riquezas? ¿A quiénes representó? Pues, Jesús acababa de hablarles a los fariseos amantes del dinero. Note la semejanza de expresión. Jesús dijo: “Ustedes . . . se declaran a sí mismos justos delante de los hombres.” Así mismo el hombre rico “se ataviaba de púrpura y lino.” (Luc. 16:15, 19) Los fariseos no esperaban ni dependían de que algún otro los declarara justos. Igualmente el hombre rico no esperó ni dependió de algún otro que lo invistiera de la indumentaria e insignia de la realeza y virtud y justicia sobresalientes, que se simbolizan por la púrpura y el lino. Ni Dios ni su siervo Cristo Jesús, ni los profetas, como Isaías, declararon alguna vez que los gobernantes religiosos de Israel eran de una clase justa. ¡Completamente lo contrario! Pero los de esa clase nunca eran tardos para ostentar su propia justicia. Tal como aquel hombre rico, la mostraban en su indumentaria y comportamiento en general, como dijo Jesús: “Ensanchan las cajitas que contienen escrituras que llevan puestas como resguardos, y agrandan los flecos de sus prendas de vestir. Les gusta el lugar más prominente en las cenas y los asientos delanteros en las sinagogas . . . [y] por fuera realmente parecen hermosos . . . [y] justos a los hombres.”—Mat. 23:5, 6, 27, 28; 6:1, 2.
12. ¿De qué es símbolo la púrpura, y cómo aplicó esto a los gobernantes religiosos en el tiempo de Jesús?
12 En cuanto a la púrpura, desde tiempos antiguos se ha usado como símbolo de poder imperial o regio. Cuando Jesús había sido detenido y luego interrogado por Pilato: “¿Eres tú el rey de los judíos?”, recordamos que en son de mofa los “soldados entretejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza y lo vistieron con una prenda exterior de vestir de púrpura. . . [diciendo]: ‘¡Buenos días, rey de los judíos!’” (Juan 18:33; 19:2, 3) Los gobernantes religiosos realmente no aspiraban a la gobernación real en un trono, pero ciertamente hacían valer y ejercían gobernación verdadera. ¿No fueron los caudillos de la nación a quienes Dios prometió: “Ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”? ¿No le recordaron a Jesús en una ocasión: “Somos prole de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie”?—Éxo. 19:6; Juan 8:33.
13. ¿Qué simboliza el lino y qué contraste hace entre los fariseos y la esposa del Cordero?
13 En cuanto al lino, ése se usa como símbolo de justicia. Note la descripción de la congregación cristiana como la Novia del Cordero Jesucristo al tiempo de sus bodas con él en el cielo. Ella está “vestida de lino fino, brillante y limpio, porque el lino fino representa los actos justos de los santos.” Pero note que no se dice que ella se atavía de púrpura y lino, aunque el matrimonio es con el “Rey de reyes.” ¡Ah, no! Ella no se declara justa, como los fariseos, sino, como se expresa apropiadamente, “a ella se le ha concedido estar vestida de lino fino.” (Rev. 19:7, 8, 16) El apóstol Pablo, anteriormente un fariseo celoso, llegó a apreciar el contraste entre la justicia verdadera y la falsa, al escribir: “A fin de ganar a Cristo y ser hallado en unión con él, teniendo, no mi propia justicia, que resulta de la ley, sino la que es mediante fe en Cristo, la justicia que proviene de Dios sobre la base de la fe.”—Fili. 3:8, 9; véase también Romanos 10:2-4.
14. ¿Qué aspectos adicionales ayudan a identificar a la clase del hombre “rico” en el día de Jesús?
14 A los ojos de los hombres por lo general y a sus propios ojos aquellos gobernantes religiosos tenían todo, como el hombre rico que estaba “gozando de día en día con magnificencia,” e incluía en esto una mesa pródiga. (Luc. 16:19) Como hemos visto, el conocimiento, especialmente el conocimiento espiritual, está enlazado a alimento y bebida. (Isa. 55:1, 2; Juan 17:3) Bueno, los judíos y en particular sus caudillos tenían un abundante abastecimiento de tales provisiones con las cuales podían banquetear continuamente. Pablo preguntó en una ocasión: “¿Cuál, pues, es la superioridad del judío?” Contestó: “Muchísimo de todas maneras. En primer lugar, porque les fueron encomendadas las sagradas declaraciones formales de Dios.” También escribió que a los israelitas les pertenecían “la gloria y los pactos y la promulgación de la Ley y el servicio sagrado y las promesas.” En cuanto a los caudillos, Jesús dijo que estaban “versados en la Ley” y que tenían la “llave de conocimiento.” Por eso al examinar las palabras de apertura de la ilustración de Jesús, es evidente que el hombre rico representó a los caudillos y gobernantes religiosos como clase.—Rom. 3:1, 2; 9:4; Luc. 11:52.
15. ¿Cómo describió Jesús al mendigo, y a quiénes representó?
15 Ahora bien, ¿qué hay del mendigo? Jesús dejó sin nombre al hombre rico, pero al mendigo le dio el nombre judío Lázaro, que significa “Dios es ayudador.” “A su puerta [del hombre rico] solían colocar a . . . Lázaro, lleno de úlceras y deseoso de saciarse de las cosas que caían de la mesa del rico. Sí, también, los perros venían y le lamían las úlceras.” (Luc. 16:20, 21) Como sucede con el hombre rico, no tenemos que buscar lejos para hallar la clase que representó Lázaro. Jesús acababa de hablar en cuanto a ella. De hecho, fueron los fariseos quienes causaron que Jesús hablara acerca de esta otra clase cuando se quejaron acerca de que él recibía con gusto a los recaudadores de impuestos y a los pecadores. (Luc. 15:1, 2) También, note que, exactamente antes de eso, Jesús dijo a uno de los gobernantes de los fariseos: “Cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos.” Sí, el mendigo representó principalmente a los pobres y espiritualmente empobrecidos entre los judíos. Eran grandemente despreciados por los de la clase gobernante que “confiaban en sí mismos de que eran justos y que consideraban como nada a los demás,” que, como Lázaro, solo eran dignos de asociarse con los perros. Aun peor, los principales sacerdotes y fariseos, hablando encolerizadamente acerca de la gente que aceptaba a Jesús, dijeron: “Esta muchedumbre que no conoce la Ley son unos malditos.” Los gobernantes, como el hombre rico, no hacían provisión para sostenimiento espiritual alguno para la gente pobre, que estaba ‘consciente de su necesidad espiritual’ y ansiosamente esperaba que cayeran algunas migajas de la mesa pródiga del hombre rico.—Luc. 14:13; 18:9; Juan 7:49; Mat. 5:3.
16. ¿Cómo fueron responsables los gobernantes judíos de la condición enfermiza de la clase “Lázaro”?
16 Además, esos gobernantes sustituyeron las “sagradas declaraciones formales” de Dios con las tradiciones formadas a través de los años por su propia clase. Por consiguiente, como dijo Jesús, habían “invalidado. . . la palabra de Dios” y habían enseñado “mandatos de hombres como doctrinas.” De modo que habría muy poco alimento en esas migajas. Además, esos gobernantes ataban cargas pesadas sobre los hombros de la gente y ‘ni con el dedo querían moverlas.’ (Mat. 15:6-9; 23:4) Con razón Jesús representó a Lázaro “lleno de úlceras.” En tan enflaquecida condición ciertamente estaba llevando una carga pesada, sin la más leve perspectiva de obtener alguna ayuda o alivio de parte del hombre rico.
17. ¿Cómo mostró Jesús que era inevitable un cambio tocante a estas dos clases?
17 Esta situación era mala, enteramente injustificable, y no podía tolerarse indefinidamente. Como dijo Jesús a los fariseos quejosos: “Personas en salud no necesitan médico, pero los enfermizos sí. Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa: ‘Quiero misericordia, y no sacrificio.’ Porque no vine a llamar a justos, sino a pecadores.” Y como advirtió a esa misma clase: “¡Ay de ustedes que están versados en la Ley, porque quitaron la llave de conocimiento; ustedes mismos no entraron, y a los que estaban entrando los estorbaron!” Sí, había llegado el tiempo para un cambio de papeles. ¿Cómo representó esto Jesús en su ilustración?—Mat. 9:12, 13; Luc. 11:52.
EL CAMBIO CULMINANTE
18. En la ilustración, ¿qué suceso culminante aconteció y en qué cambio de papeles resultó?
18 De todas las experiencias que contribuyen a un cambio de papeles en la vida humana, la muerte es la más culminante. Jesús usó eso en su ilustración. Después de la descripción inicial de los dos personajes, como se acaba de discutir, Jesús continuó: “Ahora con el pasar del tiempo murió el mendigo . . . También, murió el rico.” ¡Ah, sí! El importante factor del tiempo cambió todo. ¡Cuán vívidamente despertó Jesús ahora la imaginación de sus oyentes, sabiendo que la imaginación, además del contraste, es una poderosa ayuda al aprecio! ¿Se les dejó a esos dos hombres dormir pacíficamente en sus tumbas? ¡No! El mendigo inmediatamente “fue llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán.” El rico “fue sepultado. Y en el Hades . . . [estaba] existiendo en tormentos” en un fuego llameante.—Luc. 16:22, 23.
19. (a) En apoyo de ¿qué doctrina se cita con frecuencia Lucas 16:23? (b) ¿Por qué es tal conclusión tanto irrazonable como antibíblica?
19 Como muchos de nuestros lectores saben, muchos comentadores y autoridades de la cristiandad interpretan esto como una declaración verídica literal en apoyo de su doctrina tradicional de tormento eterno que sufren las almas inmortales en el fuego del infierno. Pero, ¿la consideró así alguno de los oyentes de Jesús, los fariseos o sus discípulos? ¿Pensaron que Jesús estaba descorriendo el velo por un instante, como se suele decir con frecuencia, para dar un vistazo del destino que les aguarda a los inicuos, de hecho, de todos los que no obtienen la gloria celestial? Ni pensarlo. Todos los que escucharon a Jesús comprendieron que ésta era una parábola, o ilustración, que representaba ciertas cosas, y por consiguiente no habría de considerarse literalmente. Como se indicó en un número previo de La Atalaya, el considerarla literalmente hace absurda e imposible la situación, además de que viola las declaraciones bíblicas llanas que prueban que el Hades (hebreo, Seol) es el sepulcro común donde están los ‘muertos, que no están conscientes de nada en absoluto . . . porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde está yendo.’ (Ecl. 9:5, 10) ¿Es razonable pensar que los que están en el fuego del infierno se encuentran a distancia razonable de los que están en el cielo para poder hablar? ¿Están tan cerca que pueden ver a los que están en el cielo y ver lo que están haciendo? ¿Pueden sostener una conversación, aun al grado de presentar argumentos, con los que están en autoridad en el cielo?—Véase La Atalaya del 1 de julio de 1965, páginas 395, 396, párrafos 11 al 16.
20. ¿Cómo usó Isaías un método semejante para representar un dramático cambio de papeles?
20 Pero uno puede preguntarse: ¿Estuvo autorizado Jesús, o tuvo algún precedente para representar a los muertos como vivos y hablando, a fin de ilustrar algo insólitamente dramático? ¡Sí! Aquí encontramos otro interesante paralelo entre las expresiones que usó Jesús y el profeta Isaías. Isaías fue inspirado a predecir la caída y destrucción dramáticas de la dinastía de reyes de Babilonia. El cambio de papeles fue tan terrible que, por decirlo así, los reyes de las otras naciones, cada uno yaciendo en majestad en su nicho del gran hoyo del Seol, se representan como despertando y estirando el cuello, asombrados por la llegada del “rey de Babilonia,” diciendo: “¿A ti mismo también se te ha hecho débil como nosotros? . . . Al Seol ha sido bajado tu orgullo . . . Debajo de ti, las cresas están extendidas como lecho; y gusanos son tu cubierta.” Además, éste no se une a los otros reyes en un nicho propio, sino que es “arrojado sin sepultura . . . , como un cadáver pisoteado.” (Isa. 14:4, 10, 11, 19) En la Versión Autorizada y muchas otras versiones, el “rey de Babilonia” se llama “Lucifer” en Isaías 14:12 y por lo general se entiende que se refiere a Satanás el Diablo. Adoptando tal punto de vista, esto significa que Satanás, en vez de gobernar el infierno y mantener ardiendo su fuego, es rechazado y rebajado aun en su propio dominio. Con razón comentadores de la cristiandad no confían fuertemente en esta profecía para apoyar su doctrina de tormento eterno.
21. ¿Se tienen que considerar literalmente las parábolas de Jesús? Si no, ¿cuál es el propósito de ellas?
21 No, no hay justificación, ni desde el punto de vista de las Escrituras ni de la razón, para concluir que Jesús entonces súbitamente dio un relato literal de lo que sucede. Una ilustración, o parábola, es una narración alegórica, una representación pictórica de ciertas verdades o acontecimientos. Consistente con sus otras ilustraciones, aquí Jesús estaba usando un cuadro vívido de palabras o relato para representar algo, en este caso algo que ya les estaba sucediendo a dos clases de personas. El determinar el significado verdadero de lo que se representó así en esta ilustración en particular, tanto en el tiempo de Jesús como en nuestro propio día, tenemos que dejarlo para un número subsiguiente de La Atalaya.