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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1982
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1982
w82 15/11 pág. 10

Ponderando las noticias

“Desmayan por el temor”

De cada tres habitantes de Toronto que tienen menos de treinta y cinco años de edad, uno cree que habrá una guerra nuclear durante su vida, y el 74 por ciento de las personas que fueron entrevistadas no esperaban sobrevivir tal guerra, según una encuesta Gallup para el periódico Toronto Star, del Canadá. En sus comentarios acerca del efecto sicológico que tiene en la sociedad el temor a una guerra nuclear, una persona de veintisiete años de edad declaró: “Están paralizados por la inquietud. Se debe a la terrible inseguridad de no saber si va a ocurrir tal guerra, y la paranoia y el temor de saber que uno no puede hacer absolutamente nada para controlar tal amenaza.”

“El efecto principal y más trágico es que haya tanta gente viviendo como si no tuviéramos futuro alguno,” dijo cierta mujer en el informe. “La entera filosofía de vivir el momento, vivir egoístamente para el día de hoy, va desarrollándose debido a la comprensión, a veces inconsciente, de que ya no podemos dar por sentado que la raza humana exista en la siguiente generación. La gente siempre ha supuesto que tendrá un futuro; ahora no está tan segura de esto, lo cual hace que la gente se enoje.”

Jesucristo predijo que las personas ‘desmayarían por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.’ ¿Experimentan también los cristianos este temor paralizador tocante al futuro? Jesús dijo: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.”—Lucas 21:25-28.

‘Pecado contra su propio cuerpo’

El periódico “The Press,” de Nueva Zelanda, informó lo siguiente: “Durante los últimos 25 años, la revolución sexual ha producido un aumento en el número de mujeres que no pueden tener niños.” El periódico citó las palabras de un sobresaliente perito británico en enfermedades venéreas, el Dr. Robert Caterall, quien dijo: “Los efectos biológicos adversos que ha producido la libertad sexual en las mujeres y sus bebés son un acontecimiento desalentador de la segunda mitad del siglo 20.”

El médico informa que las tasas de esterilidad, tanto en el hombre como en la mujer, “han aumentado drásticamente lo cual corresponde con un alza vertiginosa en las enfermedades venéreas,” y cada año, tan sólo en Inglaterra y Gales, se les da tratamiento a unas 11.000 mujeres que tienen inflamación pélvica, que es la causa más importante de la esterilidad en la mujer. Muchas de estas mujeres ya no pueden concebir aunque se les den antibióticos. En el caso de otras mujeres, puede que éstas transmitan la infección a sus bebés al tiempo de nacer.

Al pasar por alto el consejo sano de la Palabra de Dios, el hombre está segando de acuerdo a lo que ha sembrado. ... “de su carne la corrupción.” (Gálatas 6:8) En realidad, la siguiente advertencia es apropiada: “Huyan, pues, de la inmoralidad sexual. Cualquier otro pecado que una persona comete, no afecta a su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales, peca contra su propio cuerpo.”—1 Corintios 6:18, “Versión Popular.”

Los científicos y el engaño

En un artículo de fondo para la revista American Laboratory, Donald F. Calbreath, doctor en bioquímica, señaló tres formas de engaño público que utilizan los evolucionistas. Primero, se oponen a la enseñanza del creacionismo porque dicen que tiene que ver con religión. “No obstante,” escribe él, “el humanismo seglar, que predomina tanto en la sala de clase como en los programas de entrenamiento de maestros, tiene que considerarse tanto como se considera una religión. ... Puesto que ambos tienen que ver con esferas que no pueden tratarse por completo mediante experimentos científicos, se necesita cierto grado de fe para aceptar los principios del sistema.”

Sin embargo, Calbreath escribe: “la evolución no se presenta al niño de edad escolar como una teoría. Se hacen declaraciones sutiles en libros de texto científicos aun desde el segundo año de escuela primaria (según lo que he leído en libros de texto de mis hijos). La evolución se presenta como una realidad, no como un concepto que se puede poner en duda.”

En tercer lugar, se hace un esfuerzo por “representar el campo de batalla como si en un lado estuvieran los científicos que apoyan la evolución y en el otro los adeptos del creacionismo, quienes no son científicos.” Esto, dice él, “no es válido.” ¿Por qué? Porque “muchos de los que se oponen a la evolución son científicos, hombres y mujeres que han alcanzado distinción académica, que tienen conocimiento acerca de las investigaciones científicas y el método científico, y que han rechazado la evolución sobre la base de su conocimiento científico. ... Si científicos capacitados rechazan la teoría de la evolución y proporcionan argumentos importantes para respaldar su posición, es probable que sus argumentos sean valederos.”—Noviembre de 1980, págs. 8, 10.

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