BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w62 1/3 págs. 143-148
  • Evite los peligros

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Evite los peligros
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • NACIONES UNIDAS
  • RELIGIONES DE LA CRISTIANDAD
  • PELIGROS PERSONALES
  • MANTENGA SU POSICIÓN
  • Mantenga su posición
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
  • “Persiste en estas cosas”
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1959
  • Liberación de la autoridad de la oscuridad
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1971
  • La actitud correcta es una salvaguarda
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1974
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1962
w62 1/3 págs. 143-148

Evite los peligros

1. ¿Qué preguntas surgen sobre las palabras de Jesús en Lucas 21:34-36?

AL CONSIDERAR más cuidadosamente las palabras de amonestación registradas en Lucas 21:34-36, hallamos que hay ciertas preguntas que nos gustaría que fueran contestadas. ¿Aplican las palabras de Jesús a todos por igual, o a algunos más que a otros? ¿Qué se abarca por la expresión “comer con demasía,” “beber excesivamente” y “las ansiedades de la vida”? ¿De qué manera podemos “[tener] éxito en escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder”? ¿Qué nos ayudará a ‘prestar atención’ y ‘permanecer despiertos,’ y qué papel desempeña en esto ‘el hacer suplicación’?

2. (a) ¿Para quiénes fue dada principalmente esa amonestación? (b) ¿Denota esto que solo la clase celestial es salvada?

2 En primer lugar Jesús dio esa profecía a un auditorio limitado de cuatro de sus discípulos, pero lógicamente en realidad fue dada para provecho de los discípulos de la misma clase de “escogidos” que estarían viviendo en la Tierra al tiempo de su segunda presencia. (Mar. 13:3, 4; Mat. 24:22) Pero, ¿significa que solo los de la iglesia verdadera con la esperanza celestial colocada delante de ellos podrían mantener su posición delante del Hijo del hombre? Para nuestra respuesta nos dirigimos una vez más al Apocalipsis, esta vez al capítulo siete. En los primeros ocho versículos de este capítulo claramente se describe la clase de la iglesia o la congregación, “el Israel de Dios,” es decir, los escogidos que constituyen el Israel espiritual y los cuales obtienen la herencia que el Israel carnal como nación no obtuvo. Todos estos israelitas espirituales están ‘sellados en sus frentes,’ correspondiendo a la misma compañía descrita en Apocalipsis Rev. 14:1. Pero, ¿son éstos los únicos que son salvados? La cristiandad quizás diga que sí, pero ¿qué contesta la Biblia?—Gál. 6:16; Rom. 11:7; Apo. Rev. 7:3.

3. ¿A quiénes más se extiende la salvación, y cuál es su declaración?

3 Inmediatamente “después de estas cosas” acabadas de mencionar, Juan ve una “grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de entre todas las naciones,” y, ¡mire! ciertamente están manteniendo su posición, “de pie delante del trono y delante del Cordero.” ¿Quiénes son éstos? No son de la “manada pequeña” del Israel espiritual y no tienen que estar en el cielo para gozar de una posición de favor, de pie delante del trono. Son identificados como las “otras ovejas” del Señor, con la esperanza de vida en la Tierra colocada delante de ellos, pero quienes primero, en compañía del resto de la “manada pequeña” todavía sobre la Tierra, tienen que mantener su posición delante del Hijo del hombre. Y ¿cómo se les considera dignos de hacerlo? Escuche a lo que “continuamente claman en alta voz, diciendo: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.’” No hay duda en cuanto a su reconocimiento público tocante a con quién están endeudados para la salvación y en cuanto a de parte de quién están tocante al punto en cuestión de soberanía y adoración.—Apo. Rev. 7:9, 10; Luc. 12:32; Juan 10:16.

NACIONES UNIDAS

4. (a) ¿En qué peligro grande ha caído la cristiandad? (b) Contraste la Asamblea General de las N.U. con la de la organización de Dios.

4 Al adoptar tal posición estos adoradores verdaderos evitan ese tremendo peligro, ese peligro escondido, en el cual ha caído la enorme mayoría de la cristiandad. ¿Cuál es ése? El peligro de acudir a ese esfuerzo humano coronador, las Naciones Unidas, como el instrumento de Dios para llevar a cabo su propósito y cumplir la profecía de Isaías 2:4, inscrita en una pared en una posición prominente en sus oficinas principales en la ciudad de Nueva York. Los de esta “grande muchedumbre” aprecian que el instrumento de Dios para la salvación no es un instrumento hecho por el hombre, sino que es el reino de Dios bajo Cristo. Es verdad que el mayor órgano de las Naciones Unidas es la Asamblea General. También es verdad que asociados con el Rey, Cristo Jesús, en la “ciudad del Dios vivo,. . .la Jerusalén celestial,” hay “decenas de millares de ángeles, en asamblea general, y. . . la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos.” Pero allí termina la comparación, porque en esta última “asamblea general” no puede hallarse un solo político, y ciertamente ninguno con el poder del veto, como se usa tan a menudo y tan cruelmente en ese otro órgano vital de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad. ¿Cómo pudiera haberlo cuando Jesús recalcó en su oración que sus seguidores verdaderos, como él mismo, se mantendrían santificados y no formarían “parte del mundo,” y como Santiago recalcó cuando escribió que “la amistad con el mundo es enemistad con Dios,” constituyendo adulterio espiritual a la vista de Dios? Esto no significa el literalmente separarse del mundo, sino como Jesús suplicó a su Padre, diciendo: “Yo te pido, no que los saques del mundo, sino que vigiles sobre ellos por causa del inicuo.” Nosotros, también, hoy día, “todo el tiempo haciendo suplicación,” debemos incluir una petición semejante para nosotros mismos y para todas las ovejas de Jehová.—Heb. 12:22, 23; Juan 17:15-17; Sant. 4:4.

5. ¿Cómo contrastan las Escrituras el instrumento de Dios con el instrumento edificado por el hombre?

5 El propósito del instrumento edificado por el hombre por medio de sus propios gobiernos y reinos es preservar el orden presente bajo condiciones mejoradas. Diametralmente opuesto a éste, el propósito del instrumento de Dios, el reino edificado por “el Dios del cielo,” es que “aplastará y pondrá fin a todos estos reinos [hechos por el hombre], y [luego] él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos” y traerá las bendiciones prometidas de vida eterna y salvación en un paraíso restaurado. Son los clérigos de la cristiandad los responsables de hacer que las Naciones Unidas y su antecesora la Sociedad de las Naciones sean consideradas como instrumento de Dios, habiéndolas designado “la expresión política del reino de Dios en la Tierra.” Deben haber pasado por alto lo que el salmista escribió bajo inspiración en el Salmo 127:1: “A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale el que sus edificadores hayan trabajado en ella.” También deben haber pasado por alto la poderosa ilustración dada por Jesús acerca del ‘hombre discreto que edificó su casa sobre la masa de roca,’ manteniendo su posición en el día de tormenta y tensión, y, en contraste, acerca del “hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena,” casa que resultó ser un peligro verdadero cuando llegaron la lluvia y las inundaciones y los vientos.—Dan. 2:44; Mat. 7:24-27.

RELIGIONES DE LA CRISTIANDAD

6. ¿Cómo se ve que la cristiandad es el mayor peligro de todos?

6 Realmente, la religión organizada como se ve en la cristiandad es el mayor peligro de todos y el más sutil. Lea usted lo que Jesús dijo y que condujo a esa ilustración que se acaba de mencionar. Él habló de los que afirmarían mucho de sí, diciendo: “Señor, Señor, ¿no. . .ejecutamos muchas obras poderosas en tu nombre?” ¿Les dará derecho eso de mantener su posición en el día de juicio final? ¡Qué asombro y deshonra para ellos cuando se les hace oír y experimentar el juicio pronunciado contra ellos: “Apártense de mí, obradores de lo que es contrario a ley”! ¡Ah! allí está la clave de la situación. La cristiandad puede ser muy religiosa, pero es contraria a ley. Pretende ser cristiana, pero sus caudillos y pueblos prefieren escoger y ejercer su propia religión a su propio modo; por consiguiente sus muchos credos e iglesias. Sus clérigos son el resultado de la apostasía predicha por Jesús y los apóstoles y son el “hombre de lo que es contrario a ley” descrito por el apóstol Pablo en el capítulo dos de Segunda de Tesalonicenses. Note que el anhelo de este “hombre de lo que es contrario a ley” es exactamente paralelo con el del “dios de este sistema de cosas.” Pablo escribió: “Él está establecido en oposición y se levanta sobre todo aquel a quien se llama ‘dios’ o un objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo de El Dios, manifestándose públicamente como un dios.”—Mat. 7:22, 23; 2 Tes. 2:4; Isa. 14:13, 14.

7. ¿Cuál es la causa básica de la confusión en la mente de los pueblos, y por lo tanto cuál debería ser nuestra oración?

7 Con razón el punto en cuestión de soberanía y adoración está tan confuso y oscurecido en la mente de la gente, que sufre bajo “todo engaño injusto.” Y como Pablo lo expresó tan aptamente cuando escribió: “Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en un ángel de luz. No es por lo tanto gran cosa si sus ministros también siguen transformándose en ministros de justicia.” Por lo tanto, sigamos haciendo suplicación tocante a que todos y cada uno de nosotros seamos preservados de estos peligros, buscando sinceramente a todo tiempo ser hallados ‘haciendo la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos,’ y discerniendo claramente cuál es el instrumento de Dios. Mantenga su posición por medio de escoger el reino de Dios bajo Cristo y por medio de servir sus intereses.—2 Tes. 2:10; 2 Cor. 11:14, 15; Mat. 7:21.

PELIGROS PERSONALES

8. ¿De qué peligros nos amonesta Lucas 21:34, y cuál es el remedio?

8 Aplicando más personalmente los peligros que Jesús mencionó, “comer con demasía,” “beber excesivamente” y “las ansiedades de la vida,” consideremos lo que significan estas cosas y en dónde estriba el peligro. Jesús recalcó estas mismas cosas en su sermón del monte cuando indicó que el que está enfrascado en estas cosas, ya sea por el extremo de participar en exceso o por el otro extremo de estar ansioso en cuanto a tener lo suficiente de estas cosas materiales para el día siguiente, en realidad no va a ser esclavo de Dios sino de las Riquezas. Ese es el peligro. Después de todo, él no será diferente del resto de la gente, “porque todas éstas son las cosas que las naciones buscan con anhelo.” Pero Jesús también nos dio bondadosamente el remedio para este problema cuando dijo: “Sigan, pues, buscando primero el reino y su justicia, y todas estas otras cosas les serán añadidas.” El ocuparse fielmente de tal derrotero de veras nos ayudará a ‘prestar atención’ y ‘permanecer despiertos’ y nuestros ‘corazones nunca llegarán a estar cargados.’—Mat. 6:24-33; Luc. 21:34.

9. ¿Cómo amonestan y aconsejan las Escrituras en cuanto a la demasiada confianza?

9 Prestando atención cuidadosa a esta actitud y manera de proceder correctos, necesitamos agregar constante suplicación por parte nuestra. Jamás debemos llegar a estar demasiado confiados, sin importar cuántos años hayamos sido hijos dedicados de Dios, regocijándonos en un buen conocimiento de la verdad y muchos privilegios de servicio. La batalla no ha terminado y, como dice Pablo: “Todo hombre que participa en un concurso ejercita dominio de sí mismo en todas las cosas.” Tal hombre tiene que ‘tratar su cuerpo severamente y guiarlo como a un esclavo, para que, después de haber predicado a otros, él mismo no sea desaprobado de algún modo.’ Pablo cita el caso de Israel y muestra que la generación que salió de Egipto no mantuvo su posición delante de Dios, aun después de aquella poderosa liberación de las garras de Faraón. “Sobre la mayor parte de ellos Dios no expresó su aprobación, porque fueron abatidos en el desierto.” Después de dar más evidencia, Pablo concluye: “Que el que cree que tiene una posición firme se cuide para que no caiga. . . . [Dios] no permitirá que sean tentados más allá de lo que puedan soportar, sino que junto con la tentación él también abrirá el camino de salida para que puedan soportarla.”—Luc. 21:36; 1 Cor. 9:25-27; 10:5, 12, 13.

10. (a) ¿Escaparemos por medio de ser sacados de la escena de la acción? (b) ¿Cuáles son las cosas “destinadas a suceder”?

10 Note esa última expresión. Dios no siempre ‘abre el camino de salida’ por medio de quitarnos de la tentación; sino que por medio de la ayuda que provee por medio de su Palabra y organización, y mediante su espíritu, ‘podemos soportarla,’ para que no nos abrume. Las palabras de Jesús parecen tener un significado semejante cuando él dijo: “Para que tengan éxito en escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder.” Seguramente él no quiso decir que debemos pedir el ser quitados corporalmente de la escena de la acción, así como Noé y su familia no fueron quitados de la escena de la acción, sino que fueron preservados a través del Diluvio mismo, viajando a salvo encima de él. ¡Qué experiencia! Las cosas que están “destinadas a suceder” son las cosas predichas en las Escrituras y las cuales hemos estado discutiendo, el desenmascaramiento y deshonra inesperados y espantosos y la poderosa caída de la cristiandad, el desenmascaramiento y fracaso de las Naciones Unidas, la “bestia salvaje” que “se va a la destrucción.” Agregue usted a esto el desenmascaramiento y el fracaso de toda parte del mundo de Satanás, como Jesús dijo: “Cielo y tierra pasarán.” Finalmente, Satanás mismo será cogido y atado y arrojado al abismo.—Luc. 21:36, 33; Apo. Rev. 17:3, 8, 11; 20:2, 3.

MANTENGA SU POSICIÓN

11. (a) ¿Qué provisión ya hecha nos ayudará a mantener nuestra posición? (b) ¿Cómo mantienen su posición los de la “grande muchedumbre”?

11 Por la bondad inmerecida de Jehová por medio del Hijo del hombre podemos escapar de todas estas cosas y mantener nuestra posición delante de él. En contraste con el cielo y la tierra que pasarán, Jesús dijo: “Pero mis palabras de ninguna manera pasarán.” Nosotros, también, si nos adherimos firmemente a sus palabras con obediencia fiel, de ninguna manera pasaremos. El disolverse el cielo y la tierra de Satanás no nos dejará desamparados. El “nuevo cielo y una nueva tierra” de Jehová ya están establecidos, esta última parte estando representada en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Además de los restantes del Israel espiritual, grandes números de esa “grande muchedumbre” han obedecido el mandato apremiante: “Salgan de ella [Babilonia], pueblo mío,” y han huido a la ciudad de Dios, Sión. No confían en los proyectos del hombre ni en sus propias obras con el fin de ganar la aprobación de Dios. La razón por la cual “están delante del trono de Dios” es porque públicamente confiesan y se identifican como confiando en la provisión que Dios ha hecho bondadosamente para ellos. “Han lavado sus mantos y los han emblanquecido en la sangre del Cordero.” Entonces continúan manteniendo su posición delante del trono de Dios por medio de ‘rendirle servicio sagrado día y noche en su templo,’ es decir, en unión estrecha con el resto del Israel espiritual, asemejado por Pedro a “piedras vivas [que] están siendo edificados en casa espiritual,” o templo espiritual.—Luc. 21:33; Apo. Rev. 21:1; 18:4; 7:14, 15; 1 Ped. 2:5.

12. ¿Cuál es nuestra obligación para con todos los pueblos, y en qué resulta esto?

12 Retrocediendo a la pregunta en cuanto a si las palabras de Jesús en Lucas 21:34-36 aplican a todos por igual, o a algunos más que a otros, de lo que dijo es evidente que todas las personas en todas partes están envueltas, “todos los que moran sobre la haz de toda la Tierra.” Primero, entonces, se desprende lógicamente que los que comprenden que nos acercamos aprisa a “ese día” de ajuste final de cuentas tienen la obligación de hacer sonar la alarma por todas partes. Como Jesús dijo, esto tiene que hacerse “con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones,” sea que acepten el mensaje o no. Las Escrituras indican que las naciones como tales, cegadas por el “dios de este sistema de cosas,” rehusarán prestar atención. Su sangre estará sobre su propia cabeza. Pero como también se predijo y se ha probado copiosamente por los hechos, hay muchos individuos semejantes a ovejas que están reconociendo la voz del “pastor excelente” en el mensaje del Reino que se proclama en todo el mundo y que están llegando por miles para unirse a las filas de la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová.—Mat. 24:14; 2 Cor. 4:4; Juan 10:14-16.

13. ¿Por qué necesitan mucha ayuda los que se están uniendo a nuestras filas, y cómo se satisface esta necesidad?

13 Aunque el mensaje del Reino tiene que continuar siendo proclamado a toda la gente, tenemos una obligación especial de ayudar a estos muchos nuevos que están llegando a un conocimiento de la verdad. Muy pocos de ellos tuvieron previamente mucho conocimiento de la Biblia, si es que tuvieron alguno. Cuando surge oposición y se enfrentan a varios problemas, no tienen base de conocimiento o experiencia para guiarlos y darles una perspectiva equilibrada. Necesitan mucha ayuda en todo sentido a fin de que mantengan su posición. Los que están en la organización de Jehová, ya en una posición de responsabilidad, la clase del “esclavo fiel y discreto” mencionada en Mateo 24:45-47, ciertamente aprecian esto, y sería cierto decir que la entera organización está equipada para ayudar a estos “corderitos,” estas “ovejitas.” Pero, ¿son éstos los únicos que necesitan ayuda en particular?—Juan 21:15-17.

14. ¿Por qué nadie en la congregación debería ser dado por sentado?

14 Debe admitirse que cuando Jesús dijo: “Presten atención a ustedes mismos,” tenía en mientes a todos sus discípulos que vivirían en la Tierra al tiempo del cumplimiento de sus palabras. Desde ese punto de vista sus palabras aplican a todos por igual. Puede haber una tendencia de parte de los siervos en una congregación de testigos de Jehová de pasar por alto o dar por sentado a los que han estado algunos años en la verdad y activos en la obra de testificación y a quienes se considera como maduros. Pueden serlo, pero, como la experiencia muestra, de modo sorprendente a veces, es un triste error concluir que estos amados hermanos y hermanas nuestros están hallando comparativamente fácil mantener su posición. En virtud de su mucho tiempo tal vez no estén tan dispuestos a hablar de sus dificultades, también debido a no querer desanimar a los más jóvenes en la verdad. Pero todavía están en la carne, todavía están acosados por limitaciones y ciertas tendencias que necesitan ser refrenadas y que causan muchas batallas mentales, aunque quizás solo ellos mismos las conozcan y otros ni siquiera las sospechen. Por lo tanto debe mostrarse un interés genuino para con todos en la congregación. Deben ser visitados, especialmente si por alguna razón no están participando en las reuniones y actividades de la congregación como lo estaban haciendo previamente. Recuerde que Satanás está airado en particular “contra los que quedan de su simiente [de la mujer], los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús.”—Apo. Rev. 12:17.

15. ¿Cómo advierte Pablo de los peligros contra los que hay que guardarse?

15 Para provecho y guía de todos los que buscan mantener su posición recordamos algunas de las expresiones excelentes usadas por Pablo en su carta a los hebreos, donde parece que él tuvo muy presente este tema. Después de describir la posición superior dada por Jehová a Cristo Jesús, él advierte de la necesidad de que “pongamos más que la acostumbrada atención a las cosas que nosotros escuchamos, para que nunca nos deslicemos.” Luego, después de mostrar cómo una entera generación de israelitas en el desierto perdió su posición delante de Dios y con la cual él ‘se disgustó,’ él otra vez nos amonesta a tener cuidado para que no desarrollemos también “un corazón inicuo falto de fe por alejarse del Dios vivo.” Más tarde, dirigiéndose a los que ya habían ‘aguantado una gran contienda bajo sufrimientos,’ él hace la súplica: “Por lo tanto, no desperdicien su libertad de palabra, la cual recibirá una grande remuneración.” Luego otra vez, basándose en la experiencia de los israelitas, aconseja del resultado triste “si nos apartamos de aquel que habla desde los cielos.” Finalmente, después de una magnífica palabra que dice por qué Jesucristo mantiene su posición, porque él “es el mismo ayer y hoy, y eternamente,” él advierte: “No se dejen llevar por enseñanzas diversas y extrañas; porque es excelente que al corazón se le dé firmeza por bondad inmerecida.” Estas son expresiones que vale la pena tener presente en cuanto a cosas contra las cuales deberíamos fortalecernos. No se deslice gradualmente ni, por falta de fe, se aleje del Dios vivo ni se aparte para no escucharle. No desperdicie su libertad de palabra a favor de la verdad ni se deje llevar por enseñanzas extrañas contrarias a la verdad.—Heb. 2:1; 3:10-12; 10:32, 35; 12:25; 13:8, 9.

16. ¿Qué exhortación positiva se da para ayudarnos a mantener nuestra posición?

16 En el lado positivo y constructivo Pablo nos exhorta a los que pertenecemos a la casa sobre la cual el Hijo, Cristo Jesús, es la cabeza, a ‘afianzarnos firmemente de nuestra libertad de palabra y de nuestra exultación por la esperanza firmes hasta el fin,’ y a ‘hacer fuerte nuestro asimiento de la confianza que tuvimos al comienzo firme hasta el fin.’ Después de hablar de las provisiones misericordiosas hechas por medio de Jesús, el “gran sacerdote sobre la casa de Dios,” él dice: “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió.” Él confía que nosotros “no somos de la clase que se retrae para la destrucción, sino de la clase que tiene fe para la conservación viva del alma.” Finalmente, después de un recordatorio adecuado de que el reino al que servimos es uno que “no puede ser conmovido,” él resume bellamente la actitud y manera de proceder esenciales que deben tenerse si vamos a mantener nuestra posición delante del Hijo del hombre, cuando dice: “Sigamos teniendo bondad inmerecida, por medio de la cual podamos rendirle a Dios servicio sagrado que sea acepto, con reverencia y temor piadoso.”—Heb. 3:6, 14; 10:21, 23, 39; 12:28.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir