“Hágase tu voluntad en la tierra” (Parte 38)
Maravillosas serán las bendiciones terrenales que se le otorgarán al género humano cuando la voluntad del Padre celestial, Jehová Dios, se haga en la tierra. Desde 1914 d. de J.C. el género humano ha estado viviendo en el “tiempo del fin” de este inicuo sistema de cosas mundial. Para que se diera la advertencia de que se acerca el fin en un tiempo de angustia tal como el género humano jamás lo ha experimentado desde el día de la creación, Jehová Dios misericordiosamente levantó al resto de sus hijos espirituales sobre la tierra, que son su clase del santuario porque él mora en ellos por medio de su espíritu santo tal como si fueran ellos un santuario o templo. Él ha hecho a éstos de su resto predicadores de justicia, como Noé, que hace más de cuatro mil años advirtió acerca de la destrucción que estaba por sobrevenirle a aquel inicuo mundo antediluviano por medio de un diluvio global. Noé y su esposa y aun tres hijos y tres nueras sobrevivieron al diluvio en el arca que construyeron en obediencia a la instrucción de Dios.
10, 11. (a) ¿Quiénes esperan sobrevivir al Armagedón junto con la grande muchedumbre de “otras ovejas”? (b) A favor de esta esperanza, ¿qué palabras consoladoras de Pedro tienen presente?
10 Igual que la esposa de Noé, que sobrevivió con sus hijos y nueras, los del resto de la clase del santuario esperan sobrevivir a la destrucción semejante a diluvio en el Armagedón junto con la grande muchedumbre de personas semejantes a ovejas adoradoras de Jehová Dios, quienes se dedican cabalmente a Él, por medio del Noé Mayor, Jesucristo. Ellos tienen presente las Palabras consoladoras del apóstol Pedro. Pedro describió la terminación del mundo antiguo y entonces comparó la consumición de la organización del Diablo, como por fuego, con el abrasamiento del cielo y la tierra. Él dijo: “Por esos medios el mundo de ese tiempo sufrió la destrucción cuando fue anegado con agua. Pero por la misma palabra los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego y se están reservando para el día de juicio y de la destrucción de hombres impíos.” Demostrando que la clase del santuario sobrevivirá por no volverse impía, sino por mantenerse limpia y santa como un santuario, Pedro añadió:
11 “¡Los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán! Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar. Por esto, amados, siendo que esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que sean encontrados por él al fin sin mancha e inmaculados y en paz. Además , consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación.”—2 Ped. 3:6, 7, 12-15.
12. Con tales compañeros sobrevivientes, ¿qué podrá hacer la grande muchedumbre, parecido a lo que hicieron Noé y su familia inmediatamente después del diluvio?
12 Con este resto de la clase del santuario como compañeros sobrevivientes, la grande muchedumbre de “otras ovejas” estará en excelente posición para reanudar la adoración de Jehová sobre el globo terráqueo purificado, así como los hijos de Noé y sus esposas se unieron a su padre y madre en acción de gracias y en ofrecer sacrificio a Jehová Dios inmediatamente después del diluvio.
13. (a) Para que su voluntad se haga en la tierra así como en el cielo ¿qué cosa crea y establece Jehová? (b) Aunque sobrevivirán al Armagedón, ¿cómo esperan llegar a ser parte de los “veinticuatro ancianos” alrededor del trono de Dios?
13 Para que la voluntad del Padre celestial se cumpla y sea hecha en la tierra como en el cielo, él crea y establece los prometidos nuevos cielos y nueva tierra. El reino celestial por el cual Jesús enseñó a sus seguidores a orar es los prometidos nuevos cielos, compuestos de Jesucristo y los otros 144,000 miembros de la clase del santuario. Es verdad que el resto de la “casa espiritual” espera sobrevivir al Armagedón y dedicar la “nueva tierra” a la adoración de Jehová después de la destrucción del viejo mundo. Sin embargo, también espera terminar su curso terrestre en el nuevo mundo y morir como sacrificio de alabanza y vindicación a Dios. Estos del resto no esperan dormir en la muerte, sino que esperan experimentar instantáneamente una resurrección espiritual a la vida inmortal en los cielos con su Coheredero principal, Jesucristo. Allí se contarán entre los “veinticuatro ancianos,” vestidos de blanco, coronados y entronizados alrededor del trono de Jehová. (Apo. 2:10, 11; 20:6; 4:4; 1 Cor. 15:42-54) Ellos partirán de la “nueva tierra” donde la voluntad de Dios se estará haciendo.
14, 15. ¿Son la grande muchedumbre de sobrevivientes del Armagedón las únicas “otras ovejas” que habrá en la tierra, y qué arreglo del Pastor Propio muestra si lo son o no?
14 La nueva tierra se compondrá de las dedicadas “otras ovejas” por las cuales el Pastor Propio murió en sacrificio. (Juan 10:14-16) Las otras ovejas que sobrevivan al fin del viejo mundo y sus perversos cielos y tierra serán miembros de esta nueva tierra de después del Armagedón. Por medio de una obediencia intransigente y continua a los nuevos cielos reales conseguirán el derecho a la vida sin fin sobre la tierra y nunca morirán.
15 Estos sobrevivientes del Armagedón no son las únicas “otras ovejas” que habrá. Hay muchas de estas otras ovejas que habrán muerto antes del Armagedón y estarán descansando en las tumbas memorialescas. Incluídos entre estas otras ovejas están los justos como Daniel y otros testigos precristianos de Jehová, desde Juan el Bautista retrocediendo hasta Abel, el primer mártir. También por todos éstos el Pastor Propio entregó su alma o puso su vida. A su debido tiempo, bajo el Reino ellos serán restaurados a la vida terrestre cuando venga la “resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) Estos justos como Daniel, David y Abel rápidamente llegarán a ser una parte dedicada de la nueva tierra del nuevo mundo de Dios.
16, 17. (a) ¿Por medio de qué símbolos vio el apóstol Juan llegar a existir el nuevo mundo? (b) ¿Qué debemos entender que significan sus palabras, “y el mar ya no existe”?
16 Por medio de símbolos sublimes, el apóstol Juan vio en visión cómo el nuevo mundo y su ciudad capital llegaron a existir bajo Cristo, el Novio espiritual. Juan dice: “Y yo vi un nuevo cielo y una nueva tierra, porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. Yo vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, descendiendo del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo.” (Apo. 21:1, 2) Para que la voluntad del Padre en el cielo se haga sobre la tierra el “mar ya no existe.”
17 ¡Por esto no debemos entender erróneamente que las grandes extensiones de agua tan vitales para la vida de las criaturas y que distinguen a nuestro globo y lo hacen diferente de los otros planetas del sistema solar ya no existirán con toda la excitante variedad de plantas y vida animal que crece en los siete mares! No; sino que ya no existirá ese elemento inicuo de la humanidad, del cual subieron las cuatro bestias salvajes de la visión de Daniel para oprimir a la humanidad o del cual se levantó la bestia salvaje de siete cabezas y diez cuernos para hacer el papel de la entera organización gobernante visible que recibe su autoridad y poder de Satanás el Diablo. (Dan. 7:2, 3, Mod; Apo. 13:1, 2) ¡Ya no habrá una masa intranquila de gente a la cual Babilonia, la organización del Diablo, explote comercialmente, haciendo que se revuelva y arroje cosas sucias como alga marina y cieno!—Isa. 57:20, 21; Apo. 17:1, 2, 15.
18. ¿Por qué será pacífica la nueva tierra?
18 La “nueva tierra” simbólica será pacífica porque tiene la aprobación de Dios. Habrá “en la tierra paz entre los hombres a quienes él aprueba.” (Luc. 2:14, margen) El Príncipe de Paz, junto con sus 144,000 pacíficos felices, estará reinando en los nuevos cielos y preservando la paz sobre la tierra. En el punto culminante del Armagedón él habrá magullado a la Serpiente original, Satanás el Diablo. Lo habrá arrojado junto con sus demonios al abismo por mil años para que no pueda hacer diabluras que causan ruina y alteran la paz.
19. (a) ¿Cuál fue el propósito original de Dios con respecto a esta tierra? (b) ¿Bajo quién y cómo comenzará a llevarse a cabo esto después del Armagedón?
19 Pero, ¿cuál fue el propósito original de Dios con respecto a esta tierra? Fue que sus hijos terrestres, Adán y Eva en aquel tiempo, llenaran la tierra de su género humano perfecto y sojuzgaran la tierra y tuvieran en sujeción a toda la creación animal inferior. (Gén. 1:26, 28) Después de la venida de Su reino, esta parte inalterada de la voluntad de Dios tiene que hacerse en la tierra. Por medio de la grande muchedumbre de “otras ovejas” que habrá sobrevivido a la batalla del Armagedón, Dios comenzará a llenar la tierra con una raza justa. Los sobrevivientes casados del Armagedón y los sobrevivientes solteros que se casarán tendrán hijos concebidos en justicia, no para morir, sino para aprovecharse de las oportunidades que el Reino ofrece para disfrutar de vida eterna sobre la tierra. Esta procreación de hijos con disposición a lo justo en la “nueva tierra” se llevara a cabo bajo el “Padre por la eternidad.” Él es el “postrer Adán,” el glorificado Hijo del hombre. La “tierra habitada por venir” estará en sujeción a él. (Isa. 9:6; 1 Cor. 15:45; Heb. 2:5; Sal. 8:4-8) Él es el Noé Mayor, en cuya arca simbólica la grande muchedumbre de “otras ovejas” procedentes de las tres grandes ramas de la familia humana habrán sobrevivido al fin de este mundo inicuo.—1 Ped. 3:20, 21.
20, 21. (a) ¿Cómo procederá a sojuzgar la tierra la grande muchedumbre que sobrevivirá al Armagedón? (b) ¿Comparable a lo que Jehová hizo por quién de la antigüedad hará por ellos, para que se haga su voluntad en la tierra?
20 En todas partes del globo se hallarán las “otras ovejas” y su prole entrenada en la justicia. Se aplicaran a llevar a cabo la voluntad de Dios, a sojuzgar la tierra y también a tener en sujeción las criaturas animales inferiores. Al comienzo del hombre, Adán y Eva habían de empezar con su Paraíso, su jardín de Edén, y sojuzgar toda la tierra fuera de él hasta que alcanzara el desarrollo y belleza del Paraíso. Después del Armagedón todos “los que están arruinando la tierra” habrán sido arruinados. Solamente los que tienen ansias de edificar la tierra y de ‘cultivarla y cuidarla’ permanecerán. (Apo. 11:18; Gén. 2:15) Bajo el “postrer Adán” en el cielo y en colaboración con sus “príncipes en toda la tierra,” las otras ovejas y sus hijos semejantes a ovejas procederán a sojuzgar la tierra.
21 En el transcurso del tiempo, bajo la bendición y dirección del reino de Dios, toda la tierra será “como Edén,” sí, “como el jardín de Jehová.” (Sal. 45:16; Isa. 51:3) Dios hará por estas dedicadas ovejas lo que acordó hacer por el antiguo Israel si éste lo obedecía como Rey de Israel: “Jehová también te hará rebosar en verdad con prosperidad en el fruto de tu seno y en el fruto de tus animales domésticos y en el fruto de tu suelo, sobre el suelo que Jehová juró a tus antepasados darte. Jehová te abrirá su buen almacén, los cielos, para dar la lluvia sobre tu tierra a su temporada y para bendecir todo hecho de tu mano.” (Deu. 28:11, 12) Un paraíso global, está incluido en la voluntad de Jehová que ciertamente se hará sobre la tierra.
22. ¿Tomando en cuenta qué experiencia de los israelitas allá en Egipto durante 215 años, por qué pueden esperar las “otras ovejas” que sobrevivan al Armagedón que aumentarán y llegarán a ser millones en corto tiempo?
22 Hace mucho tiempo allá en Egipto el fiel Jacob y su familia, setenta almas, se domiciliaron, pensando quedarse allí por algún tiempo. En el transcurso de 215 años allí y a pesar de la tiranía de los faraones que vinieron después, los hijos de Israel vinieron a ser millones , con “seiscientos mil hombres físicamente capacitados a pie, además de los pequeñuelos.” (Gén. 46:26, 27; Éxo. 1:1-5, 12; 12:37) Después del Armagedón habrá, no setenta, sino probablemente centenares de miles de “otras ovejas” sobrevivientes con las cuales comenzar a llenar la tierra con una prole justa. Puesto que no habrá una diabólica tiranía faraónica a la cual tengan que resistir, sino que estarán bajo la bendición del reino de Dios, estos muchos más que setenta “otras ovejas” sobrevivientes se reproducirán y en corto tiempo deberían llegar a ser millones. Ninguna persona obediente morirá.
23. (a) ¿Cómo y por qué no dejará el “postrer Adán” que las “otras ovejas” sobrevivientes sobrepueblen la tierra ni que la pueblen cabalmente en ese entonces? (b) ¿Cuándo es posible que salgan los que hicieron bien en el pasado, y a qué saldrán los injustos?
23 A su debido tiempo el glorificado Hijo del hombre, el “postrer Adán,” hará cesar el engendramiento de hijos. Él no dejará que los sobrevivientes del Armagedón sobrepueblen la tierra, no, ni siquiera que la pueblen cabalmente. ¿Por qué no? Porque él cumplirá lo que dijo: “Los muertos oirán la voz del Hijo de Dios y los que han prestado atención vivirán. . . . la hora viene en la cual todos los que están en las tumbas memorialescas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:25, 28, 29) Los que hicieron cosas buenas en el pasado, como Daniel, Abrahán, Isaac y Jacob, y Moisés y el rey David, y las personas semejantes a ovejas que mueran ahora antes del Armagedón, saldrán de sus tumbas memorialescas, sin duda temprano durante el reinado de mil años de Jesucristo con sus 144,000 coherederos. (Luc. 20:35-38; Heb. 11:2, 39, 40) Concordando con esto, el apóstol Pablo dijo: “Habrá una resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) Los injustos, los que antes practicaban cosas viles, que salen a una resurrección con juicio en vista, saldrán para recibir oportunidades de vida eterna en la tierra bajo el reino. Próvidamente hay que dejarles a éstos suficiente lugar sobre la tierra para que habiten, lo cual hará que la tierra esté poblada en su plenitud, alcanzando una densidad y propagación confortables.
24. ¿Qué clase de día es el reinado de mil años de Cristo?, y no obstante, ¿por qué nos dicen los Salmos 96 y 98 que nos regocijemos porque será día de esa clase?
24 El reinado de mil años de Cristo es un día de juicio. (2 Ped. 3:7, 8; Hech. 17:30, 31) No obstante, los Salmos 96:12, 13 y 98:8, 9 invitan a la tierra a regocijarse y a gritar alegremente porque Jehová viene a juzgar las gentes con justicia y fidelidad. En la antigüedad cuando Jehová era Rey sobre Israel él levantaba jueces de acuerdo con lo que se necesitaba. Esos jueces eran usados para libertar a los israelitas de sus enemigos y para restaurarlos de la adoración falsa a la adoración verdadera de su Dios y Rey. (Jue. 2:18) Así a Jesucristo el Rey él lo hace Juez, para libertar a todos los habitantes de la tierra de sus flaquezas e imperfecciones heredadas. Él aplicará a los creyentes obedientes los beneficios de su sacrificio humano perfecto con la mira de perfeccionarlos física, mental y espiritualmente. Él no permitirá que los miles de millones de resucitados que practicaban cosas viles formen un “mar” para desarrollar organizaciones inicuas sobre la tierra. Él juzgará con miras de mejorarlos, de que alcancen aun la perfección humana, para que muestren que son dignos de habitar en completa felicidad en el Paraíso terrestre para siempre.—Isa. 11:1-9.
25. ¿Qué se les hará a los que resistan los juicios edificantes?, y por eso para el fin de los mil años, ¿cuál será la condición de todos los que vivan en la tierra?
25 Durante el “día de juicio” de mil años, a todos los injustos que resistan los juicios edificantes y tercamente rehúsen reformarse y hacer la voluntad de Dios, el Juez Jesucristo los ejecutará como indignos de más oportunidad. No se les permitirá profanar el Paraíso santo, el santuario edénico, como opositores y piedras de tropiezo de las “otras ovejas” con disposición a lo justo. Serán castigados con la “segunda muerte” de destrucción completa y eterna. Así al fin de los mil años todos los que vivan entonces en el Paraíso que abarcará toda la tierra serán humanos tan perfectos como Adán y Eva cuando fueron creados y puestos en el jardín de Edén. Para ese entonces la profecía del Apocalipsis 21:3, 4 se habrá realizado: “Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni tampoco habrá mas duelo ni lloro ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”
26. A ese tiempo, ¿qué se hará con el reino, y al mismo tiempo quiénes aparecen en la escena?
26 Ese es el tiempo en que el reinado milenario de Cristo termina y “él entrega el reino a su Dios y Padre, . . . Porque él tiene que gobernar como rey hasta que Dios haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Como el último enemigo, la muerte ha de ser destruída.” Se hará esta entrega del reino a Dios para que “Dios sea todas las cosas para con todos.” (1 Cor. 15:24-28) Sin embargo, a este tiempo de la perfección humana y de la perfección del Paraíso aparecen en la escena Satanás el Diablo y sus demonios. Es la voluntad de Dios que él “sea soltado por un corto tiempo” al fin de los mil años que él pasa en el abismo. (Apo. 20:1-3, 7) Por eso la liberación de estas inicuas fuerzas espirituales tiene que acontecer en ese tiempo. ¿Por qué? podría preguntarse con sorpresa.
27. Al principio del hombre en Edén, ¿qué se permitió, ahora qué tiene que decidirse respecto al género humano perfeccionado en el Paraíso restaurado?
27 Al principio del hombre se permitió que Adán y Eva fueran puestos a prueba por aquella Serpiente original, Satanás el Diablo. No de modo diferente, toda la humanidad perfeccionada en el santuario del Paraíso terrestre futuro tiene que ser puesta a una prueba final decisiva. Para asegurarse de que todos los que son favorecidos con la dádiva de vida eterna en el Paraíso harán para siempre la voluntad de Dios en la tierra así como la hacen los ángeles leales arriba en el cielo, el Rey de la eternidad tiene que poner a estos humanos perfeccionados a la prueba determinante. Están ahora directamente en manos de él.
28. ¿Qué punto pondrá en disputa entonces Satanás, y que decisión tendrá que hacer por sí misma cada persona?
28 Por eso es que “Satanás será soltado de su prisión, y saldrá para desviar a aquellas naciones en los cuatro ángulos de la tierra.” Él peleará contra el reino de Jehová Dios que estará dominando la tierra. El punto que él pondrá en disputa será la soberanía universal de Jehová en cuanto a si ésta abarca la tierra paradisíaca. La manera en que él y sus demonios procederán para tratar de desviar a la humanidad perfeccionada no se ha revelado. Como quiera que trate de hacerlo, cada persona tendrá que decidir por sí misma si estará para siempre plenamente entregada a la soberanía universal de Jehová o no. ¿Cumplirá fielmente su dedicación a Jehová mediante Cristo por tiempo sin fin?
29. ¿Cuántos se dejarán desviar, y qué les pasará a éstos y también a Satanás y sus demonios?
29 El número de los que egoístamente se dejan desviar queda tan indefinido como el número de granos de arena a la orilla del mar. Todos los que se dejan desviar serán destruídos tan completamente que será como si fueran echados en un lago de fuego y azufre, como si descendiera el fuego del cielo como lo hizo una vez sobre Sodoma y Gomorra y las destruyó irrecuperablemente. Sufrirán la “segunda muerte,” muerte que Jesucristo no destruirá. (Apo. 20:7-9, 14, 15) Entonces, también, Satanás el Diablo y sus demonios, habiendo servido el propósito para el cual fueron soltados por solamente un “corto tiempo,” serán ellos mismos consumidos para siempre en ese mismo lago de fuego y azufre, el “fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.” (Apo. 20:10; Mat. 25:41) ¡Aleluya! Así la Serpiente y su simiente visible e invisible por fin son magulladas en la cabeza, resultando en su destrucción eterna. ¡El cielo y la tierra quedan librados de ellas para siempre!
30. ¿Quiénes pasarán con éxito esta prueba final, y cómo expresará su aprobación el Juez Supremo, y con qué resultado para los aprobados?
30 Los que mantienen perfecto su corazón pasarán con éxito esta prueba que sondea el alma. Completamente seguro ahora de la lealtad incorruptible y devoción exclusiva de éstos, el Juez Supremo Jehová expresará su aprobación gozosa de estos siempre fieles. Él los justificará o los declarará perfectamente justos. Ellos han seguido el ejemplo, no del “primer hombre Adán,” sino del “postrer Adán,” su amoroso “Padre por la eternidad,” Jesucristo. Junto con la declaración judicial de que son justos, Jehová Dios les otorgará la dádiva de la vida eterna, con el derecho a ella. Para siempre disfrutarán de su Paraíso en el nuevo mundo de Jehová haciendo Su voluntad en la tierra como se hace arriba en el cielo.—Rom. 8:33; 6:23.
31. ¿Qué oración que el Hijo de Dios enseñó que se orara será así contestada cabalmente?
31 Según el propósito incambiable de Jehová desde el principio, su santa, perfecta y amorosa voluntad así se habrá cumplido, “como en el cielo, también sobre la tierra.” La oración que su amado Hijo nos enseñó a orar se habrá contestado cabalmente.
(Continuará)