personas de buena voluntad se manifestaron, este hombre añadió una habitación grande a la casa para que sirviera como Salón del Reino. Ahora dieciocho publicadores están informando en esta aldea.

“Otro ministro precursor especial nuevo informa que el primer día después de llegar a su asignación colocó un libro a una señora. El día siguiente hizo la revisita y halló verdadero interés. La señora deseaba saber dónde se celebraban las reuniones, de modo que el ministro le explicó que él y su compañero recién habían llegado y tenían solamente una habitación pequeña. Entonces ella dijo que tenía que ausentarse en breve a otro pueblo y que podían utilizar su hogar completo con el moblaje. En poco tiempo se organizó una congregación, y al final del año de servicio seis precursores nuevos y seis publicadores de congregación estaban informando.

“Dos hermanos caminaron varias horas para visitar a la gente de una aldea distante, llegando después de obscurecer. Estaban con hambre y cansados; la única lámpara que alumbraba en el lugar estaba en un bar, y no deseaban albergarse allí. Se acostaron bajo un árbol grande para pasar la noche. Pocos minutos después comenzó a soplar un viento fuerte y comenzaron a caer mangos todo alrededor de ellos. De modo que el árbol les brindó tanto alimento como albergue. A la mañana siguiente hallaron la gente muy receptiva a la verdad y colocaron toda la literatura que habían traído. Ahora visitan esta aldea cada mes y estudian con varias personas.

“Un misionero comenzó un estudio con una señora protestante cuyo marido era católico. La señora disfrutaba mucho del estudio, pero su esposo no deseaba que estudiase. Se mudaron a un nuevo vecindario, y el hombre le dijo a su mujer que no avisase a los testigos de Jehová dónde estaban. Pero la señora deseaba continuar estudiando e hizo arreglos para que el misionero estudiara con ella. El sacerdote local oyó del estudio y fue a visitar a la pareja para detener el estudio. Les dijo que si continuaban recibiendo a un testigo de Jehová en su hogar la gente probablemente los apedrearía. El esposo entonces le dijo al sacerdote que él recibiría a quien quisiera en su casa, y, además si alguien los apedreara sería porque el sacerdote los habría incitado a ello. Ahora participa del estudio y concurre a las reuniones, y la esposa está predicando.”

Preguntas a las lectores

● En la página 129 del libro De paraíso perdido a paraíso recobrado, se dice que Juan estaba solo cuando Jesús vino a él para que lo bautizara. ¿Por qué se hace esta declaración?—J. B., EE. UU.

No hay texto que haga esta declaración específicamente, pero toda la evidencia bíblica lo indica. Jehová Dios comisionó a Juan el Bautista para presentar a Jesús como el Cordero de Dios. Para que Juan pudiera identificar al Mesías cuando viniera y por eso presentarlo convincentemente a sus compatriotas judíos, Jehová Dios le dijo a Juan que quienquiera que fuera sobre quien viera descender el espíritu de Dios sería el Mesías prometido, el que bautiza con espíritu santo.—Juan 1:29-34.

Síguese, entonces, que dado que ésta había de ser una señal dada a Juan que lo capacitaría para cumplir su comisión, otros no la habrían presenciado dado que no estaban comisionados para eso. De hecho, si hubiese estado allí una grande muchedumbre y hubiese visto y oído lo que aconteció—el espíritu santo descender en la forma corporal de una paloma y posarse en Jesús, y la propia voz de Jehová desde el cielo proclamar: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”—habría creado tal sensación que habría sido divulgado en público inmediatamente, y toda Galilea y Judea habrían sabido acerca de ello. Más que eso, si ése hubiese sido el caso, ciertamente por lo menos uno de los escritores del Evangelio habría registrado el efecto que tuvo este milagro en la multitud que lo presenció. Por