La mente imparcial y receptiva se gana la aprobación de Dios
LA IMPORTANCIA de tener una mente imparcial y receptiva a fin de ganar la aprobación de Dios se muestra en las palabras registradas en Efesios 5:10, 17. Ahí leemos: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor. Por este motivo dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová”.
Pero ¿no es cierto que muchas personas tienen estrechez de miras en lo que toca a religión? Algunas hasta rechazan la idea de un Ser Supremo y no están dispuestas a escuchar la evidencia de Su existencia que presentan los creyentes. Para ellas, la religión es un tema vedado.
Hasta algunas personas religiosas tienen estrechez de miras. Se interesan solo en “su” religión y no están dispuestas a siquiera escuchar los puntos de vista de otras. Y aunque tal vez no hayan escogido su religión, sino que simplemente la hayan heredado de sus padres, con todo, les parece que su religión tiene que estar bien. Pero no toda herencia es necesariamente buena. Un genio irritable, una actitud egoísta o un espíritu engañoso también pueden ser rasgos heredados de los padres, pero definitivamente no son deseables.
Lo que hace que cierta religión esté bien es su total adherencia a la Palabra de Dios. El comparar imparcialmente nuestra religión con la Biblia es la única manera de determinar si satisface este criterio o no. Desde luego, la coincidencia de haber nacido en cierto lugar no debe ser el factor que determine para nosotros un asunto tan importante como nuestra adoración a Dios. Después de todo, el niño que nace de padres católicos no ha tenido más control de este hecho que el niño que nace de padres musulmanes.
Evite el prejuicio religioso
Cuando se aborda a las personas con un mensaje religioso, tal vez respondan de una de varias maneras. Algunas dicen: “Es imposible hallar la verdad absoluta”; “todas las religiones buscan solo su dinero”; “la ciencia ha refutado la religión”; “la religión solo es un apoyo para personas débiles”. Estos puntos de vista, y otros como éstos, tienden a cerrar la mente y poner fin a la investigación antes de que ésta comience. Así funciona el prejuicio.
Pues se ha sabido que algunas personas hasta dudan de la veracidad de un mensaje simplemente por el lugar de donde provino el portador del mensaje. Considere, por ejemplo, un suceso del primer siglo de la E.C. Juan 1:45, 46 nos dice: “Felipe halló a Natanael y le dijo: ‘Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret.’ Pero Natanael le dijo: ‘¿De Nazaret puede salir algo bueno?’ Le dijo Felipe: ‘Ven y ve’”. Felipe claramente estaba exhortando a Natanael para que mantuviera imparcialidad y receptividad mental.
Hoy día se dan casos parecidos. Cuando misioneros de los testigos de Jehová predican en países del extranjero, puede que experimenten rechazo, aunque su mensaje se basa en la Biblia, simplemente por su nacionalidad. Siguiendo el ejemplo del Natanael de la antigüedad, algunas personas quizás pregunten: “¿De los Estados Unidos puede salir algo bueno?”.
Otras personas tal vez tiendan a rechazar cierto mensaje porque se lo presenta de un modo sencillo una persona de antecedentes humildes. Pero ¿es esto sensato? Acerca de unos miembros de la congregación cristiana primitiva, leemos: “Ante la osadía de Pedro y Juan, quienes a todas luces carecían de instrucción profesional, los miembros del concilio [Sanedrín judío] se maravillaban y comprendían el alcance de la obra que Jesús había realizado en ellos”. (Hechos 4:13, La Biblia al Día.)
Sí, personas que ‘carecen de instrucción profesional’ pueden hacer cosas asombrosas cuando reciben adiestramiento en los dichos de Dios. Así que no permita que su mente se cierre debido a la falta de instrucción teológica formal, o profesionalismo, de ellas; manténgala receptiva para investigar el mensaje que le traen.
Cómo hallar la verdad religiosa
La mente imparcial y receptiva está dispuesta a hacer lo que recomienda 1 Juan 4:1. Ahí dice: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo”. Pero en vista de los millares de diferentes grupos religiosos y sectas que existen hoy día, ¿es posible poner a prueba lo que es verdad? Sí, no solo es posible, sino que ni siquiera es tan difícil como usted tal vez piense. Por ejemplo:
Algunas religiones enseñan que con el tiempo nuestra Tierra literal será quemada por completo. Tal vez citen 2 Pedro 3:7 para apoyar su argumento: “Pero por la misma palabra los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego y quedan reservados para el día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos”.
Pero ¿dice en realidad ese texto que la Tierra literal será quemada por completo? De hecho, solo habla de la “destrucción de los hombres impíos”. En los versículos anteriores, 2Pe 3:5 y 6, se asemeja esto al tiempo del diluvio de Noé, cuando “el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua”.
Ahora bien, ¿qué dejó de existir realmente en el Diluvio? Génesis 7:23 contesta: “Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia, [...] y fueron borrados de sobre la tierra”. Es lógico que cuando los inicuos fueron “borrados de sobre la tierra”, la Tierra literal tiene que haber continuado existiendo.
Esto está de acuerdo con Eclesiastés 1:4, donde se nos informa que “una generación está yéndose, y una generación está viniendo; pero la tierra está subsistiendo aun hasta tiempo indefinido”. Las palabras de Salmo 104:5 son hasta más enfáticas: “Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre”.
Después de comparar estos textos bíblicos, la persona de mente imparcial y receptiva concluye que cualquier religión que enseñe la destrucción literal de la Tierra está enseñando una falsedad. ¿Pudiera dicha religión ser entonces la verdadera, que representara a Jehová Dios, el Dios de la verdad? ¿O qué hay si enseña otras doctrinas igualmente falsasa? Mediante el proceso de eliminación, podemos eliminar de la lista rápidamente las religiones falsas.
‘Sea de juicio sano’
El consejo del apóstol Pedro en cuanto a ‘ser de juicio sano’ abarca, por necesidad, el tener una mente imparcial y receptiva, pues solo una mente de esa índole puede llegar a conclusiones sólidas y formar juicios bien fundados. Algunos de los habitantes de Berea tenían ese tipo de mente, porque acerca de ellos leemos que “recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, examinando con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así”. (1 Pedro 4:7; Hechos 17:11.)
La mente imparcial y receptiva, libre de prejuicio, nos permite seguir “examinando con cuidado las Escrituras diariamente” y luego obrar conforme a lo que aprendemos. Esto está en armonía con el consejo bíblico de ‘hacernos hacedores de la palabra, y no solamente oidores’. Los bereanos eran más que simples oidores, pues Hechos 17:12 nos informa que “muchos de ellos se hicieron creyentes”. (Santiago 1:22; véase también Mateo 7:21.)
Sí, el tener una mente imparcial y receptiva vale la pena en muchos sentidos. El usarla para hallar la religión verdadera enriquece nuestra vida actual, mejora nuestra salud espiritual y contribuye a resolver los problemas de la vida. Pero lo más importante es que también nos ayuda a ganar la aprobación de Dios, y así nos da la oportunidad de recibir vida eterna en Su nuevo sistema. (Véase Marcos 10:29, 30.)
Literalmente centenares de miles de personas que viven alrededor del globo terráqueo se alegran de que fueron suficientemente imparciales como para investigar el mensaje de la Biblia. Por tener una mente imparcial y receptiva en lo que toca a religión, han visto que se les ha presentado la maravillosa perspectiva de vida eterna en una Tierra paradisíaca. ¿Quisiera disfrutar usted de una expectativa como ésta para su futuro?
¿Es usted suficientemente imparcial como para investigar? El serlo resultará en beneficio eterno para usted.
[Nota a pie de página]
a Para ejemplos adicionales, vea los capítulos 8 y 9 del libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, publicado en 1982 por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Ilustración en la página 9]
¿Rechaza usted un mensaje debido a ideas preconcebidas? ¿O lo investiga?
[Ilustración en la página 10]
La mente imparcial y receptiva puede ponerle en camino a vida eterna en el Paraíso