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Carta sobre testimonio a estudiantes y profesores universitariosLa Atalaya 1952 | 15 de abril
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reacción bastante favorable. Un profesor fué particularmente amigable al saludar y tomó muchas notas del discurso.
Por eso, por la bondad inmerecida del Señor, continuaremos aprovechándonos de toda oportunidad para extender nuestro testimonio del nuevo mundo en nuestro territorio de “intelectuales” ofreciendo inapreciable educación para vida a los que pretenden estar educados en los caminos de este viejo mundo.
Su coproclamador de la supremacía de Jehová,
A. D. SCHROEDER [firmado] Registrador de la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1952 | 15 de abril
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Preguntas de los lectores
• ¿Cómo podemos decir que Pablo, vino a ser el apóstol duodécimo, ya que Matías fué escogido echando suertes?—M. W., Florida.
En la noche de su traición y arresto Jesús les dijo a los once apóstoles fieles: “Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes, y los designé.” (Juan 15:16, NM) Los doce apóstoles originales fueron seleccionados por elección y designación directas por Jesús, no por echar suertes, como en el caso de Matías. Al tratar de llenar la vacante dejada por el infiel Judas, Pedro pensó en el cumplimiento del Salmo 109:8, citando: “Que otro hombre tome su puesto de superintendente.” Pero mediante el echar suertes para hallar a uno “para tomar el lugar de este ministerio y apostolado, de donde Judas se desvió”, Pedro y sus acompañantes actuaron con anticipación al Señor Jesucristo y sin ninguna instrucción de él. (Hech. 1:20, 25, NM) No esperaron hasta que fueron “revestidos con poder de lo alto”, hasta que fueron “bautizados en espíritu santo a no muchos días después de esto”, y por lo tanto esta selección de Matías antes del Pentecostés no fué hecha bajo la guía del espíritu santo.—Luc. 24:49; Hech. 1:5, NM.
Después de echar las suertes ninguna mención se hace en las Escrituras de Matías personalmente. Es cierto que Hechos 1:26 (NM) dice que fué “contado junto con los once apóstoles”; pero no dice que fué contado como apóstol de Jesucristo. Hechos 6:2 y; 1 Corintios 15:5 hablan de “los doce”, refiriéndose a los once apóstoles y Matías, porque Matías y los once apóstoles estaban asociados como un comité de siervos especiales de la congregación en Jerusalén; pero es digno de atención que en estos casos los vocablos “doce” y “apóstoles” no se usan juntos.
Pero que una substitución, y sólo una, de Judas se eligió en cumplimiento del Salmo 109:8 se asegura por el Apocalipsis 21:14, que se refiere a “los doce apóstoles del Cordero”. Esa substitución fué escogida por Cristo Jesús, igual como lo fueron los doce apóstoles originales. ¿No fué Pablo escogido especialmente, manifestándosele espectacularmente la criatura espiritual Cristo a Pablo? Respecto a Pablo, Jesús le dijo a Ananías: “Este hombre es un vaso escogido para mí para llevar mi nombre a las naciones así como también a reyes y a los hijos de Israel.” (Hech. 9:15, NM) Jesús envió a Pablo, y Pablo no fué aventajado por ningún otro “enviado” o apóstol de Cristo. Él no estaba jactándose, sino que estaba escribiendo bajo inspiración cuando escribió respecto a él mismo: “Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios.” “Pablo, apóstol, no de parte de hombres ni por medio de un hombre, sino por medio de Jesucristo y Dios el Padre.” “Pablo, apóstol de Cristo Jesús bajo mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús.” “Fui designado predicador y apóstol.”—Rom. 1:1; 1 Cor. 1:1; 2 Cor. 1:1; Gál. 1:1; Efe. 1:1; Col. 1:1; 1 Tim. 1:1; 2:7; 2 Tim. 1:1, 11; Tito 1:1, NM.
No obstante, el apostolado de Pablo fué disputado por algunos en su día, haciendo necesario que él declarara frecuentemente su designación por parte del Señor. Él desafió a sus disputadores: “¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, con toda certeza lo soy para ustedes, porque ustedes son el sello que confirma mi apostolado en relación al Señor.” (1 Cor. 9:1, 2, NM) Como las palabras de Pablo aquí lo indican, y como las de Pedro en Hechos 1:22 lo sugieren, parecía que una de las pruebas de ser un apóstol del Cordero era el haber visto a Cristo después de su resurrección. Por lo tanto en esta misma epístola Pablo repite: “Pero último de todos también se apareció a mí como si fuera a uno nacido prematuramente.
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