“Tu palabra es la verdad”
De Jope a Cesarea
EL MENSAJE de la Biblia está enlazado estrechamente con las regiones terrestres de Israel y Jordania del día actual. No solo las ciudades, sino también las colinas, las montañas, los valles, los manantiales, los ríos, las regiones desérticas y los mares figuran en el relato bíblico. Por esta razón la persona que ha visto la tierra donde acontecieron los sucesos está en mejor posición para visualizarlos.
Un corresponsal de ¡Despertad! en Israel notó este aspecto mientras viajaba de Jope a Cesarea. A medida que viajamos con él, quedamos impresionados por la realidad de los sucesos antiguos narrados en la Biblia.
Jope (que ahora se conoce como Jaffa) es un suburbio meridional de Tel Aviv. De pie encima del promontorio rocoso que domina la antigua zona del puerto, podemos representarnos mentalmente la escena en tiempos más antiguos. Por este puerto llegaron cargamentos de madera de cedro del Líbano para el templo de Salomón. Aquí el profeta Jonás, tratando de huir de su asignación, abordó un barco para ir a Tarsis. En esta ciudad se formó una congregación cristiana en el primer siglo. Dorcas (Tabita), una mujer que ‘abundaba en buenos hechos,’ estuvo asociada con esa congregación. Fue aquí, también, que el apóstol Pedro la levantó de entre los muertos.—Hech. 9:36-42.
Concerniente a la estancia del apóstol Pedro en Jope en 36 E.C., la Biblia declara: “Por espacio de bastantes días [Pedro] permaneció en Jope con cierto Simón, curtidor,” que tenía “su casa junto al mar.” (Hech. 9:43; 10:6) Una de las iglesias de la cristiandad posee una casita que se construyó en el siglo dieciocho E.C., en lo que se alega que es el mismísimo sitio de la casa de Simón. Pero no hay manera de identificar los sitios originales. Sin embargo, subiendo por la escalera exterior hasta su techo plano, podemos imaginamos parte de la escena que se describe en Hechos, capítulo 10, en la que Pedro “subió a la azotea para orar como a la hora sexta.” Fue en el techo de la casa de Simón donde se le concedió a Pedro una visión reveladora concerniente a lo apropiado que era predicar a los no judíos.—Hech. 10:9; 15:14.
Después de esta visión, Pedro recibió instrucciones de viajar hacia el norte a la casa del oficial del ejército romano Cornelio, en Cesarea, en compañía de dos sirvientes de la casa de Cornelio y un soldado escolta. “Y algunos de los hermanos que eran de Jope fueron con él.” (Hech. 10:23) Allí en Cesarea los primeros gentiles incircuncisos llegaron a ser creyentes cristianos.
Partiendo de Jaffa y Tel Aviv, viajamos a través de la llanura de Sarón, a nuestra izquierda alternan las dunas con vistazos de las aguas azules del mar Mediterráneo. A la derecha yacen las colinas de Samaria.
Viajando hacia el norte, vemos que plantíos de frutas cítricas, viñedos, huertas, viveros y trigales cubren toda la zona. En menos de una hora después de haber salido de Jaffa, llegamos a Cesarea.
Fue por Cesarea que el apóstol Pablo pasó por lo menos tres veces en sus viajes de ida y vuelta a Jerusalén, pasando tiempo con la congregación cristiana que estaba allí. (Hech. 9:30; 18:22; 21:8-16) Además, allí estuvo encarcelado por dos años (56 a 58 E.C.), al fin de los cuales zarpó para Roma a bordo de un buque mercante.—Hech. 23:23–27:1.
Leemos también en la Biblia de la súbita muerte de Herodes Agripa I, como juicio del Dios Todopoderoso; también de las gobernaciones romanas de Félix y Festo... todo en Cesarea. Así que Cesarea era una prominente ciudad romana, un centro administrativo y guarnición militar, así como un activo puerto comercial.
Pero, ¿qué se ve hoy en este sitio antiguo? Restos extensos datan del período de los cruzados. Pero los arqueólogos han excavado más profundamente en la arena y han desenterrado también muchas estructuras romanas. La mismísima calle por la que entramos a la ciudad está pavimentada con losas grandes romanas, estriadas a fin de que los cascos de los caballos pisen firmemente. Esta era la calle principal que llevaba a la bahía en tiempos antiguos. Los apóstoles Pablo y Pedro deben haber caminado por aquí durante sus visitas.
Más cerca de la zona del puerto subimos por una cuesta y vemos hacia abajo a una zona donde las excavaciones han hecho salir a luz un templo romano dedicado a Augusto y otros edificios romanos. Desde este montículo podemos ver cuán extensa era la ciudad romana; la posterior población del tiempo de los cruzados solo ocupaba una sexta parte de la zona de la ciudad más antigua.
Un vistazo a la bahía muestra que el encerrar una bahía artificial de tamaño considerable en este litoral llano y arenoso no fue un logro insignificante. Josefo describe cómo se hizo descender enormes bloques de piedra que fueron colocados en su lugar para formar un gran rompeolas y muelles extensos. Al mirar desde aquí a los pescadores lanzar sus sedales y a los jovencitos chapoteando en la playa de arena, podemos dejar que nuestra imaginación nos remonte unos 1.900 años en el pasado.
Represéntese a un grupo de cristianos de la congregación local reuniéndose aquí para despedirse de un visitante que partía, o para extender la bienvenida a ministros viajeros como Pablo, Silas y Bernabé. En alguna parte de este sitio estuvieron Pablo y Lucas mientras aguardaban el momento de abordar un barco que iba a Roma, donde Pablo habría de dar testimonio acerca del resucitado Jesucristo ante el tribunal de César. Ciertamente es interesante estar de pie en la costa de Cesarea y pensar en el pasado.
Pero todavía hay más que ver, de modo que seguimos. Teatros circulares, con filas de palcos, eran característicos de las ciudades romanas; Herodes equipó a esta ciudad con uno, gran parte del cual ha subsistido hasta hoy día. Hasta 1960 estaba enterrado en las dunas; pero ahora lo han desenterrado y han efectuado trabajo de restauración en él de modo que en las noches del verano se presentan conciertos y otras representaciones. La acústica en esta clase de estructura es excelente. Cualquiera que suba hasta la orilla exterior de la hilera de palcos superior puede oír fácilmente cada palabra de nuestra conversación aquí en el escenario reconstruido.
Un detalle interesante para los estudiantes de la Biblia fue el descubrimiento en 1961 de una tablilla de piedra durante la excavación del teatro. Tiene una inscripción latina que incluye el nombre del gobernador romano del tiempo en que Jesucristo fue ejecutado... a saber, Poncio Pilato. Es la primera inscripción que se halla de él.
Otro sitio interesante yace en la orilla septentrional de la zona de la ciudad original. Es un acueducto bien conservado, un canal doble elevado que traía agua dulce de manantiales lejanos para acrecentar las cisternas y pozos locales. Su inclinación gradual sostenida por arcos es una obra maestra de la ingeniería. Las dunas lo cubrieron y lo conservaron de los estragos del tiempo hasta años recientes.
Todavía hay mucho que la pala del arqueólogo no ha tocado. Pero lo que hemos podido ver ha sido interesante, y todo cuadra muy bien con el relato bíblico, suministrando excelente testimonio tocante a su confiabilidad. Por consiguiente, el mensaje de las Santas Escrituras realmente merece nuestra apreciativa y seria atención.