Preguntas de los lectores
● La Atalaya del 15 de febrero de 1950 habló del “día de Jehová” como si fuera futuro, todavía por venir. La Atalaya del 15 de agosto de 1950 habló como si ya estuviéramos en el “día de Jehová” ¿Cómo pueden armonizarse estas dos declaraciones?—J. B., Virginia.
La Atalaya del 15 de febrero de 1950 trató del “día de Jehová” sobre la Babilonia antitípica, que se describe en Isaías 13. Ese día en su cumplimiento típico llegó allá cuando la Babilonia antigua cayó. En nuestro tiempo llega cuando cae la Gran Babilonia, la organización del Diablo. Así que ese “día” para el acto extraño de Jehová, su guerra del Armagedón, todavía es futuro. Oramos por él. El “día de Jehová” en el que hemos estado desde 1914 d. de J.C. y al cual “día” se refirió La Atalaya del 15 de agosto de 1950 es su “día” sobre su Israel espiritual, señalado por la toma de su poder y el entronizamiento de su Rey, colocándolo en Sión como la principal piedra angular. Este es el día que Jehová ha hecho, y nos regocijamos y nos alegramos en él, felices de que está aquí. (Sal. 118:24) Los antecedentes detrás de la expresión “día de Jehová” deben recordarse, porque pueden dar un significado o aplicación doble.
● Siempre creí que Abrahán, así como también Isaac y Jacob, fueron judíos. Sin embargo La Atalaya del 1 de enero de 1951, página 6, dice que “Abrahán no era judío”. ¿Está correcto eso?—C. A., Nueva York.
Abrahán no pudo haber sido judío, porque los judíos eran descendientes de su bisnieto Judá, a quién Jacob bendijo con la promesa especial concerniente al cetro y Siloé, cuando dió sus bendiciones a sus doce hijos en el lecho de muerte. Por esto el término judío primero aparece en la Biblia hebrea en el día de Jeremías, en Jeremías 34:9, y también en Ester concerniente a Mardoqueo el judío, y en la profecía de después del cautiverio, a saber, Zacarías 8:23. La expresión “judíos” también aparece en 2 Reyes 16:6 y 25:25, entendiéndose que Jeremías fué el compilador de 1 y 2 de Reyes. Todos los israelitas que se adhirieron a la tribu de Judá por la promesa del Reino dada a ella eran llamados judíos, y el nombre se usa así en las Escrituras cristianas griegas.
● Si Jehová es todopoderoso y conoce el fin desde el principio, entonces debe haber sabido que el ‘querubín que cubría’ en el Edén se rebelaría y conduciría a Adán y Eva a rebelarse, y así traería dolor sobre toda la humanidad. Sabiendo esto de antemano, ¿por qué creó Dios a estas criaturas que fracasarían?—I. C., Pensilvania.
Hechos 15:17, 18 (NM) dice: “Jehová, quien está haciendo estas cosas que él ha conocido desde la antigüedad.” En otras palabras, Jehová Dios conoce desde la antigüedad o desde el comienzo qué obras él va a hacer, y por lo tanto las declara para nuestra información, como lo hizo en el Génesis 3:15. Pero él no siempre escoge introducir su presciencia en lo que sus criaturas van a hacer, sino que les permite que ejerciten su libre voluntad como criaturas de libre albedrío. Eso es lo que Dios hizo en el caso de Adán y Eva y el del querubín que cubría a quien ungió para estar sobre ellos. El ejercitar Dios presciencia concerniente a su caso habría sido predestinarlos, porque a ese curso previsto entonces se le hubiera requerido encajar en la presciencia de Dios. En tal caso Adán y Eva y el querubín que cubría no hubieran tenido ninguna oportunidad de hacer lo correcto. Eso sería injusto de parte de Dios, poner delante de ellos verbalmente una oportunidad de gozar de vida eterna en felicidad en un mundo justo, mientras que todo el tiempo él tenía presciencia y por lo mismo predestinó que nunca lo lograrían ellos. Sería crear esperanzas falsas, que serían engañosas e injustas.
Así que en su caso Dios no escogió ejercer presciencia de lo que estas criaturas (personas además de él) harían. La única cosa que él predestinó con respecto a ellos fué que si obedecían vivirían para siempre, pero que si se rebelaban sufrirían y morirían. Dios así le informó a Adán, y por medio de él a Eva. (Gén. 2:16, 17) Por eso Dios no fué responsable por ninguno de ellos al pecar. Pero después que habían pecado permitió que Adán y Eva siguieran viviendo y criaran una familia. Si no hubiera sido por tal misericordia de Dios, usted y, los demás de nosotros nunca hubiéramos nacido y tenido la oportunidad para vida eterna en el justo nuevo mundo. Dios no está ejerciendo ahora presciencia en cuanto a si nosotros como individuos obtendremos buen éxito o no, sino que deja a cada uno de nosotros decidir por sí mismo. Sin embargo él sí tiene presciencia de lo que él mismo va a hacer para vindicar su nombre y para bendecir a las criaturas obedientes, y nos ha informado por medio de su profecía, el significado de la cual él nos lo está revelando ahora.