Ponderando las noticias
¿Los de tez blanca más inteligentes que los de tez oscura?
● Los escritos de Cyril Burt, fundador británico de sicología educacional, fueron considerados por años como ‘prueba’ de que las diferencias que en cuanto a inteligencia se observan en las razas son causadas por la herencia. Hallazgos recientes que se han publicado en la revista Science han mostrado “sin que haya lugar para duda razonable” que la colección de datos presentada por Burt fue “fabricada.” En sus escritos, que han recibido extensa aclamación, Burt aseguró que las personas de tez blanca eran más inteligentes que las de tez oscura, que los hijos de la clase acomodada eran superiores en sentido mental a los hijos de personas de barriadas pobres, que los ingleses eran más inteligentes que los irlandeses y los judíos, y que los hombres eran más sesudos que las mujeres.
Se había pensado que algunos de sus errores se habían debido a “descuido, más bien que a engaño deliberado,” pero la revelación sobre este asunto mostró que toda la columna de números arreglada por Burt era idéntica a unos números publicados más de 30 años antes y que se habían derivado de una investigación completamente diferente. Él sencillamente seleccionó varios cocientes de inteligencia y los asignó a diferentes clases de personas.
El informe resumió así los hallazgos recientes en cuanto a pruebas de cociente de inteligencia: “[Una prueba de cociente de inteligencia] mide solamente un aspecto particular de la aptitud mental. Diferentes pruebas sirven para probar diferentes facultades mentales. En cualquier grupo de personas habrá quienes sean sobresalientes en cierta capacidad pero resulten pobres en otra.” Ninguna raza es inherentemente más inteligente que otra, porque “[Dios] hizo de un solo hombre toda nación de hombres.”—Hech. 17:26.
El juego y la iglesia
● ¿Qué consejo dio la Iglesia Católica Romana a sus miembros en cuanto a votar para la legalización del juego por dinero? “Votantes católicos que acudieron por guía a la iglesia por lo general se toparon con equívocos por parte de la jerarquía... a menudo debido a que el propio juego legalizado de la iglesia genera una entrada de millones de dólares anualmente.” Así declaró el National Catholic Reporter, que añadió: “Por lo general la iglesia no condena el juego por dinero; los líderes eclesiásticos tienden a condenar el juego ‘excesivo.’ Hay poca consistencia cuando la iglesia hace declaraciones públicas: En Nueva Jersey, la archidiócesis de Newark se opuso a los referéndums de 1974 y 1976 que finalmente permitieron el juego por dinero en casinos de Atlantic City: En la diócesis de Camden, que incluye a Atlantic City, el obispo dijo que a cada votante le tocaría decidir.”
¿Qué hay de los juegos de bingo auspiciados por la iglesia? Si estos juegos son simplemente diversión, como alega la iglesia, entonces ¿por qué se necesitan grandes premios gordos, algunos de los cuales son, según informes, de 1.500 dólares? El sacerdote William Bradley, de Nueva York, admitió: “No deberíamos estar envueltos con el bingo... solo que tenemos que pagar las cuentas, pensionar las escuelas.”
Sea que las autoridades eclesiásticas estén dispuestas o no a llamar al bingo juego por dinero, el informe de 1976 de la Comisión de Examen de la Norma Nacional sobre el Juego declaró que “el bingo caritativo . . . se mantiene en operación, sin embargo, a la manera de una operación comercial [de juego] . . . y la comisión recomienda, con propósitos de reglamentación, que no se haga distinción alguna.”
Las personas que temen a Dios se dan cuenta de que toda forma de juego por dinero edifica codicia, y de que los “codiciosos” y “estafadores no heredarán el Reino de Dios.”—1 Cor. 6:10, Nueva Biblia Española.
‘Brecha por falta de honradez’
● George R. Plagenz, escritor religioso de Scripps-Howard, declara que el clero de las iglesias más influyentes está descarriando a sus rebaños. Dice: “Muchas iglesias de influencia están haciendo víctimas de los que asisten a las iglesias en lo que pudiera llamarse el juego más fraudulento del país. Los malos sermones y los aburridos servicios de adoración son solo parte del engaño. Mucho más seria es la brecha relacionada con la honradez.”
Como ejemplo de esto, Plagenz declara: “El pastor que no cree en los milagros [de la Biblia] quizás todavía predique acerca de ellos. . . . se dice: ¿para qué atraerse dificultad por medio de anunciar que no los acepta literalmente?”
¿A qué se debe ese hecho de que el clero no crea en la Palabra de Dios? Él declara: “La razón es que la mayoría de los ministros aprenden teología de doctos que no creen.”
En su día, Jesús dijo de maestros religiosos como ésos: “Guías ciegos es lo que son. Si, pues, un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14) Nos mostró que el origen de éstos no era Dios, sino “el padre de la mentira,” Satanás el Diablo.—Juan 8:44.