Malta... isla de hospitalidad
ACABABAN de pasar por una prueba severa y larga que había culminado en un naufragio. Mojados y sumamente cansados, todos llegaron a salvo a una playa de la isla de Malta. El lector puede imaginarse el aprecio que aquellos individuos sintieron cuando la gente de Malta acudió en ayuda de ellos; sí, los malteses encendieron un fuego para calentarlos y secarles la ropa, y les dieron la bienvenida. Un médico que se encontraba entre aquellos sobrevivientes escribió que los malteses les habían mostrado “extraordinaria benignidad humana.”
Este incidente, que hizo resaltar la hospitalidad de los malteses, ocurrió hace más de 19 siglos. Se puede leer acerca de él en la Biblia, en los capítulos 27 y 28 de Hechos de Apóstoles. ¿Ha cambiado Malta desde entonces?
La pintoresca historia de la isla
Muchas personas creen que la isla de Malta, situada precisamente en el centro del Mediterráneo, a 97 kilómetros al sur de Sicilia y aproximadamente 355 kilómetros al norte de Libia, era la cima de una montaña que en un tiempo existió en una extensión de terreno que quizás unía a Italia con el norte de África. Lo que hay allí ahora es un grupo de islitas, y la mayor de éstas abarca un área total de 246 kilómetros cuadrados.
A partir de aproximadamente 800 a. de la E.C., Malta se convirtió en un punto de intercambio en la ruta fenicia de comercio cúprico que iba desde Palestina hasta Cornualles, Inglaterra. Allí arraigó una colonia fenicia, y es principalmente de ese grupo que parece que han venido los malteses del día actual. Después del período de la gobernación griega, Malta estuvo bajo los romanos. Más tarde, fue controlada por los árabes, los caballeros de San Juan, los franceses durante el tiempo de Napoleón, y los británicos. Todos dejaron manifestaciones de sus diferentes culturas. Por fin, Malta se convirtió en república autónoma en diciembre de 1974.
El papel moderno de Malta
Nuevamente la posición estratégica de Malta está haciendo que estas islas parezcan muy atractivas como base de embarques. Hoy día Malta se ofrece como enlace para relaciones amistosas entre los países de Europa y los del África septentrional.
Además, es a Malta adonde llegan grandes buques de carga de los países latinoamericanos, Australia y el Lejano Oriente, y donde éstos dejan su flete, que entonces se recarga en buques mercantes más pequeños que rinden servicio en la región del Mediterráneo. Así, Malta se ha convertido de nuevo en un punto de comercio próspero, tal como lo era hace 2.000 años.
El lenguaje de Malta
El médico que mencionamos en la introducción de este artículo es el discípulo cristiano Lucas, quien, en el capítulo 28 de Hechos, Hch 28 versículos 1 y 2, aludió a la gente de Malta como “personas de habla extranjera.” Sí, los malteses hablan su propio lenguaje, el maltés, un lenguaje semítico que ahora tiene incorporadas muchas modificaciones procedentes de las lenguas europeas. Es extraordinario por el hecho de que es el único dialecto semita que se escribe con caracteres romanos.
Puesto que fonéticamente el lenguaje se parece al árabe, el individuo que hable árabe, ya sea que venga de la vecina Libia, o de Túnez, o de países lejanos como el Líbano o Egipto, puede entender fácilmente a la persona que se expresa en maltés. Por ejemplo, la palabra que a menudo se pronuncia para dar la bienvenida: “Mernba,” es muy similar a su equivalente árabe. Además, el inglés sigue siendo el lenguaje oficial secundario de Malta, de modo que la vasta mayoría del pueblo maltés habla inglés, y muchos de ellos también hablan italiano. Esta aptitud políglota da a los malteses una ventaja adicional en cuanto a expresar hospitalidad.
Actualmente, esta nación que se extiende sobre un archipiélago tiene aproximadamente la tercera parte de un millón de habitantes, lo cual la hace una de las zonas más densamente pobladas del mundo, pues tiene 1.000 personas por kilómetro cuadrado, sin contar los miles de turistas que también pueblan la isla. Por eso, miles de malteses han emigrado, y se calcula que hoy día hay más de otro tercio de millón de malteses esparcidos por todo el mundo, particularmente en Australia, Canadá y los Estados Unidos.
Turismo
Entre las principales industrias de Malta hoy día se encuentra el turismo. El sol y el mar hacen atractivas las islas. También hay lugares que despiertan interés especial por su conexión con el pasado. Uno de éstos es Ghar Dalam.
Ghar Dalam es una cueva situada al fondo de un valle árido. Lo que es de importancia especial aquí no son las estalactitas y estalagmitas, sino los huesos de animales. Estos forman un montón grande, desde la entrada misma de la cueva hasta su mismísimo fondo. Aquí pueden verse huesos de animales que no habitan la isla... hipopótamos, elefantes pigmeos y ciervos o venados. Es de interés el hecho de que no puede encontrarse ningún esqueleto completo en Ghar Dalam, lo cual indica que el agua se llevó los cadáveres de estos animales y los aplastó unos contra otros y los transportó hasta el fondo de este antiguo valle de torrente. ¿Cuándo ocurrió eso? La única explicación que encaja con los hechos conocidos relaciona este suceso con el diluvio del día de Noé.
De muchas maneras el estilo de vida de Malta es semejante al de la antigua Palestina. Pueden verse ovejas y cabras pastando juntas en manadas, como lo que mencionó Jesús. (Mat. 25:32, 33) El material que se usa para construir las casas es la misma clase de piedra caliza fácil de cortar que se usó para construir el templo de Salomón hace 3.000 años. Y para abril y septiembre todavía puede verse a algunos tramperos de pájaros con sus redes disimuladas atrapando algunas de las aves migratorias, de manera parecida a lo que se hacía cuando se escribió Salmo 91:3. De esta manera también los ornitólogos han acrecentado su entendimiento de la migración de las aves.—Vea también Jeremías 5:26.
El apóstol Pablo en Malta
Entre los que sobrevivieron aquel naufragio que ocurrió en Malta cerca de 58/59 E.C. estuvo el celoso apóstol Pablo, un sobresaliente exponente de la Palabra de Dios. Durante los tres meses que permaneció en la isla, él sin duda se esforzó por comunicar las buenas nuevas de la Biblia a la gente de Malta, que para aquel tiempo era pagana. De hecho, Pablo debe haber sido sumamente popular después de haber efectuado unas curaciones, pues se nos dice que al marcharse lo inundaron de regalos como muestra de gratitud. (Hech. 28:9, 10) Hasta este día los malteses sienten gran estima por el apóstol Pablo. Sin embargo, solo ha sido muy recientemente que las Santas Escrituras, las cuales usó Pablo en su predicación, han estado disponibles en maltés.
Es causa de alegría el que bajo la actual constitución de Malta, nación que es predominantemente católica, se asegure libertad de cultos. Cuando uno visita la isla hoy, halla una próspera congregación de testigos de Jehová que celebra reuniones con regularidad en su propio Salón del Reino. La obra de predicar las “buenas nuevas del reino,” que el apóstol Pablo comenzó aquí hace 19 siglos, continúa prosperando.—Mat. 24:14.
El apóstol Pablo, el médico Lucas y sus compañeros de viaje fueron muy bien recibidos de regreso a la isla en el primer siglo de la E.C., no solo por funcionarios como Publio, a quien se menciona en el relato de Hechos, sino por la gente común. Los malteses de hoy día dan a los visitantes una bienvenida igual a la que daban sus antepasados de la antigüedad, pues, en Malta, la hospitalidad todavía es un modo de vivir.