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“Amor” en las Escrituras Cristianas GriegasLa Atalaya 1961 | 15 de mayo
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es el amor que debemos tenerle a Dios, a nuestro prójimo, a nuestros enemigos, sí, y aun a nosotros mismos. Pero como cristianos podemos expresar phileo, cariño, solamente a nuestros compañeros cristianos.—Mat. 5:44-48; 1 Cor. 15:33.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1961 | 15 de mayo
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Preguntas de los lectores
● Mateo 24:30 declara: “Todas las tribus de la Tierra se pondrán a llorar y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.” ¿Por qué se alega que la palabra griega vertida aquí “verán,” que es horao, significa “discernir” cuando casi todos los textos que usan la palabra horao encierran la idea de ver literalmente y no simplemente discernir una cosa o persona?—J. S., EE. UU.
El tratar de forzar el significado literal que a menudo tiene este verbo griego, el de ver literalmente a simple vista, en todos los textos que usan el vocablo cuando se habla de la segunda presencia de Cristo no solo está en contra de la clara enseñanza básica de las Escrituras de que la segunda presencia de Jesús ha de ser invisible, sino que viola el mismísimo significado del mismo verbo griego horao.
El verbo griego horao es defectivo, lo cual significa que no existe en todos los tiempos y que verbos de otras raíces tienen que usarse a fin de suplementar la idea de ver. Esto es cierto del tiempo futuro y también del tiempo aoristo. El uso de tales verbos suplementarios no puede usarse por lo tanto para argüir, como algunos arguyen, que horao siempre tiene un significado literal. Así A Greek-English Lexicon, por Liddell y Scott, muestra que horao significa no solo ver a simple vista sino también percibir, observar, y “metafóricamente, de vista mental, discernir, percibir.”—Edición de 1948, páginas 1244, 1245.
Por eso tenemos que considerar tanto el contexto como el testimonio del resto de las Escrituras en cuanto a si horao se refiere a la vista literal, el ver con los ojos de uno, o a la vista espiritual, el ver con los ojos del entendimiento de uno, tener discernimiento. A causa del testimonio del resto de las Escrituras sobre la segunda venida de nuestro Señor, horao, cuando se usa en conexión con ésta, debe referirse a discernimiento y no a vista física. Siendo él un espíritu, será imposible que la simple vista humana lo vea directamente. Sin embargo, con su vista humana los hombres verán manifestaciones exteriores que indicarán su presencia y llegada invisibles. Por medio de estas manifestaciones exteriores, hablando metafóricamente, verán con la vista mental que él ha venido a la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.—Apo. 1:7.
El sentido metafórico de horao, el de discernimiento, se demuestra claramente por Romanos 1:20, donde el horao griego se usa combinado con la preposición katá para formar el verbo griego kathorao. La Traducción del Nuevo Mundo vierte este verbo kathorao, como “se observan claramente,” queriendo decir discernidas claramente. Obviamente las cosas observadas claramente en este caso son cosas que no pueden verse a simple vista sino solo pueden discernirse, a saber, las cualidades invisibles de Dios: “Porque sus cualidades invisibles se observan claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se entienden por las cosas hechas, hasta su poder eterno y Divinidad, de modo que son inexcusables.”
En conclusión, note un texto que prueba que la presencia de Jesús ha de discernirse por el mundo solo con los ojos de su entendimiento. Se encuentra en Juan 14:19, que en la Traducción del Nuevo Mundo dice: “Un poco más y el mundo no me verá más, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes vivirán.” Los discípulos, con los ojos literales, lograron ver a Jesús sobre la Tierra después de su resurrección, y después de ser levantados de entre los muertos ellos mismos vieron a Jesús literalmente como criaturas espirituales. Aquí no fue un caso de que solo lo discernieran ellos. Por eso si, en el caso de ellos, el ver quiso decir ver a Jesús con la vista corporal literal de uno, entonces cuando Jesús, en conexión con lo mismo, dice que el mundo no le verá más, significa que no le verá más directamente con vista corporal, que es todo lo que el mundo tiene, la de la carne con la simple vista humana. Por eso podemos ver que el uso del verbo griego horao no puede servir de argumento de que en su segunda presencia todos los hombres le verán con su vista corporal, física, sus ojos naturales.
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