¿Trabajando por la guerra o la paz?
HOY hombres y mujeres deseosos de llegar a ser siervos cristianos de Jehová a veces necesitan hacer ajustes en su empleo para poder reflejar el cristianismo en todo aspecto de su vida. Aunque esto puede ser una prueba severa para la fe y determinación de uno, la Palabra de Dios amonesta: “Que su modo de vivir sea exento del amor al dinero.” Y añade la seguridad: “Porque [Dios] ha dicho: ‘De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé.’” (Heb. 13:5) Una manera en que esto da buenos resultados se ilustró en una experiencia que contó un señor.
En 1943 comenzó a trabajar para el departamento del gobierno de su país que se encarga de asuntos militares y de defensa. Poco después fue admitido en el ejército como soldado. En el transcurso de la II Guerra Mundial fue gravemente herido, perdiendo una pierna. Al ser dado de baja del ejército de nuevo fue empleado por el departamento de gobierno que se encarga de los asuntos militares y de defensa.
Al pasar los años recibió muchos ascensos en el trabajo hasta que se le ofreció y aceptó el puesto de ser responsable del programa del ejército para suministrar municiones a otros países. Así es que llegó a ser responsable de dirigir el abastecimiento de municiones a muchos países.
Alrededor de este tiempo un ministro de los testigos de Jehová visitó su hogar y comenzó un estudio bíblico gratuito de casa con su esposa. El esposo no se opuso al estudio ni llegó a participar en él, porque a menudo viajaba a diversas partes del mundo y le parecía que tenía poco tiempo para la Biblia. Sin embargo, a medida que su esposa le contaba acerca de las maravillosas cosas que estaba aprendiendo, comenzó a asistir con ella a las reuniones cristianas, dejó de fumar y hasta accedió a tomar parte en el estudio bíblico. Con el tiempo se enteró de la descripción que da la Biblia de los que adoran a Jehová: “Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.” (Isa. 2:4) Y se dio cuenta de que los siervos de Jehová están bajo mandato divino de andar en los caminos de la paz, pues Romanos 12:18 dice: “En cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.”
Su esposa y dos hijos dedicaron su vida a Dios y fueron bautizados. Pero él dice acerca de sí mismo: “Yo sabía que no estaba en el empleo apropiado pues estaba suministrando municiones a los países que estaban peleando en guerras por todo el mundo.” Sin embargo, había un problema. Él explica: “Me preguntaba: ‘¿Qué puede hacer para ganarse la vida un hombre con solo una pierna, un hombre que ha trabajado para un solo patrono durante los pasados veinticinco años?’ Yo estaba ganando demasiado dinero para hallar un trabajo comparable en la vida civil. Y además, no podía efectuar trabajo manual. Busqué, y miré y pregunté a la gente, y ciertamente me tenía lástima en ese tiempo.”
Después de demorar y demorar todavía más, finalmente llegó a la conclusión de que tenía que tomar una decisión. Hizo del asunto un tema de oración sincera a Dios. Explica: “Comprendí entonces lo que tenía que hacer. Di pasos para renunciar en mi empleo. No tenía edad para jubilarme, de modo que no tendría ingresos.” Aunque el gobierno sí decidió suministrarle una pensión pequeña debido a sus años de trabajo, ésta apenas bastaba para vivir. ¿Qué haría?
Él mismo dice: “Entonces dos semanas antes de mi último día en el trabajo, contesté un anuncio en el periódico y fui aceptado como administrador en una compañía que efectuaba trabajo de empleo profesional. Mi último día en el trabajo del gobierno fue un viernes, y al siguiente lunes empecé mi nueva carrera sin perder ni un solo día.”
Poco después asistió a una asamblea grande de los testigos de Jehová y simbolizó su dedicación a Jehová por bautismo en agua.
Si el empleo de usted es contrario a lo que usted sabe que es aceptable a Dios y le impide que emprenda la adoración verdadera, ¿qué debe hacer? Si usted muestra fe en Dios, ¿realmente lo cuidará él a usted?
Las declaraciones de conclusión de este hombre son: ‘Jehová nos ha bendecido ricamente. Mi familia está haciéndose cada vez más unida en el amor que solo Jehová puede inculcar en nuestros corazones. No hemos tenido que carecer de ninguna de las cosas necesarias de la vida a causa de mi cambio de empleo. Ahora todos juntos podemos estar a la expectativa de las maravillosas bendiciones que yacen justamente adelante en el Nuevo Orden.’