¿Por qué creer en Dios?
¿CREE usted en Dios? Algunas personas que creen, se jactan de ser “mejores” que las que no creen. Pero pongamos por caso que a usted, que afirma creer en Dios, se le pida que dé razones por su creencia. ¿Puede usted explicar claramente por qué cree en Dios?
Es sorprendente que la mayoría de las personas que dicen ser cristianas no pueden hacer esto. Algunas se adhieren a una creencia en Dios simplemente porque sus padres lo hacían o porque sucede que ahora viven donde socialmente es popular hacerlo. Pero eso no convencerá a otra persona a creer en Dios, ¿verdad? En realidad, una de las razones por las cuales muchas personas, hasta los hijos de algunos llamados cristianos, llegan a dudar de Dios es el no poder los creyentes explicar sus convicciones de modo convincente. Y, francamente, a menos que una persona se haya convencido personalmente a creer en Dios, no es probable que se adhiera a esa creencia cuando esté bajo presión.
Una creencia legítima en Dios tiene que estar fundada en hechos que inteligentemente determinamos que son ciertos. Pero, como dijo un escritor antiguo: “A Dios ningún hombre lo ha visto jamás.” (Juan 1:18) De modo que para estar convencidos de la existencia de él nuestra creencia tiene que estar basada en otras cosas observadas y en nuestra experiencia personal acumulada. Entonces con nuestras facultades de raciocinio podemos desarrollar una creencia inexpugnable en Dios.
¿QUÉ CAUSÓ LA CREACIÓN?
Por ejemplo, ¿qué pensamientos tiene usted cuando observa los cielos estrellados, aparentemente infinitos, o las muchas y variadas formas de vida en la Tierra? ¿Se siente impelido a raciocinar sobre la fuente de estas cosas? A esto se le llama razonamiento de “efecto” a “causa.” El raciocinar sobre el “efecto” existente, la creación, hace patente que debe haber alguna “causa” detrás de ello. Pero pudiera preguntarse honradamente: ‘¿Por qué tiene que ser Dios esa causa? ¿No podría ser simplemente la casualidad ciega?’
Bueno, considere lo que la experiencia nos ha mostrado. Un reloj obviamente tiene una causa o hacedor. ¿Y no revela un reloj diseñado cuidadosamente algo acerca de la causa, que es el producto de una mente ordenada que puede diseñar? Fue hecho por una persona inteligente.
Sin embargo, los hombres ajustan sus relojes en la Tierra de acuerdo con los impresionantes cuerpos celestes. Su regularidad, también las vibraciones de ciertos átomos en esta Tierra, hacen posible que hoy el hombre ajuste sus relojes a dentro de muy menudas fracciones de segundo. ¿No indicaría también inteligencia este soberbio diseño en la creación? Y ¿ha sabido usted que la inteligencia exista separada de la personalidad? Se ve, pues, que la ley de causa y efecto nos impele a concluir que la creación testifica de la existencia de una Persona Inteligente como su Hacedor... Dios.
De modo similar, ¿qué hay acerca de la vida misma? ¿Ha sabido usted que la vida provenga de alguna otra fuente que no sea la vida? Los que ponen en tela de juicio la existencia de Dios por lo general tratan de evadir esta pregunta sencilla. Pero entonces se enfrentan a otras preguntas igualmente sencillas pero desconcertantes, como las que Hal Borland hace surgir en el libro The Enduring Pattern:
“Los que explican el origen de la vida como una combinación casual de elementos químicos, la cual ellos reconocen que no podría suceder bajo las condiciones de hoy, están echando mano, quizás inconscientemente, de alguna fuerza que produjo esa combinación casual. ¿Cuál fue? Los que creen que la vida apareció en los mares primordiales de algún lugar remoto en el espacio exterior están reconociendo la existencia de la vida en alguna otra parte en aquel tiempo. ¿Dónde y cómo vino a existir esa vida? Los que siguen el rastro del embrión de la vida hasta el ácido nucleico y que dicen que la sustancia de los genes se puede duplicar, confiesan que no saben de dónde los genes, o el ácido nucleico, recibieron su poder de vida y los modelos que dictan. ¿Dónde yace ese poder, ese modelo? Si está en el modo en que se combinan esos elementos elusivos, ¿por qué se combinan así? Las preguntas son persistentes y sumamente difíciles.”—(1959) página 244.
Basados en lo que sabemos, la razón nos obliga a concluir que solo un Creador vivo pudo producir vida.
¿DE DÓNDE VINO LA CONCIENCIA?
También hay que creer en Dios para explicar la conciencia en el hombre. ¿Por qué decimos eso? Un breve examen del tema revela la razón.
Dondequiera y cuandoquiera que los hombres han vivido, ha habido un sentido innato de lo correcto y lo incorrecto, a veces llamado también ley moral o ley natural, para guiar sus acciones. Testifica de esto el siguiente comentario de P. R. Coleman-Norton de la Universidad de Princeton:
“Hallamos que la ley de la naturaleza [o, un sentido de lo correcto y lo incorrecto] tiene tres características: (1) universalidad, porque sus preceptos siempre son los mismos a todo tiempo y entre todos los pueblos; (2) necesidad, porque exige la naturaleza racional del hombre; (3) inmutabilidad, porque es independiente de toda autoridad humana.”
Sin embargo, quizás algunos arguyan que mientras una persona, usando su conciencia, llamaría cierta práctica enteramente “correcta,” otra persona la llamaría crasamente “incorrecta.” Pero la ley natural innata condena consistentemente los mismos males básicos en toda sociedad. El antropólogo M. F. Ashley Montagu declara:
“El asesinato se considera universalmente como crimen, y si el asesino es atrapado y llevado a la justicia el castigo por lo general es la muerte. . . . Las disposiciones reglamentarias del incesto son universales . . . la propiedad privada es universalmente respetada. Los derechos individuales en la propiedad existen en todas las sociedades no alfabetizadas, en propiedad inmueble, propiedad mueble, y propiedad incorpórea.”—Anthropology and Human Nature (1957), páginas 58, 63, 64.
Es obvio que lo que distingue el asesinato de, digamos, autodefensa varía levemente entre grupos diferentes, e igualmente la relación exacta que se define como “incesto.” Las leyes exactas que gobiernan el robo en una sociedad agraria difieren de las que gobiernan en una sociedad tecnológica. Pero las prácticas básicas se consideran invariablemente incorrectas. (Compare con Romanos 2:14, 15 en la Biblia.) Con razón R. W. Firth, anteriormente de la Universidad de Londres, hizo notar:
“Desde muchos aspectos las reglas de la moralidad primitiva concuerdan casi en todo con las que se observan en una sociedad civilizada, sofisticada.”
De hecho, la “sociedad civilizada, sofisticada” de nuestro siglo veinte usó la ley de la conciencia para condenar legalmente a ciertos criminales de guerra nazis en Nuremberg después de la II Guerra Mundial. Aunque éstos adujeron como razón que solo estaban obedeciendo la ley nazi y a sus propios superiores gubernamentales, se falló que la “superior ley natural de la justicia” debería haberse observado. Y, ahora mismo, en la reconocidamente atea China Roja, no obstante, parece haber un fuerte sentido de moralidad puesto que la nación ha obrado para acabar con prácticas como la prostitución.
¿De dónde provino esta ley natural, ley moral o ley de la conciencia universal? ¿Conoce usted alguna ley que no tenga legislador? Además, ¿no es razonable que una Persona sobresalientemente moral sea el Hacedor de una ley natural que ha obrado para el bien obvio y hasta la preservación de toda la sociedad humana? Esa Persona moral es Dios.
EVIDENCIA DE DIOS EN LA BIBLIA
La Biblia, también, es prueba de que Dios existe. ¿Cómo?
Gran parte de la Biblia contiene profecías o predicciones detalladas. Si no hay Dios, ¿cómo se pueden explicar éstas? Un caso a propósito: ¿Cómo pudo la Biblia haber predicho con centenares de años de anticipación dónde nacería Jesús? (Miq. 5:2; Mat. 2:1-6) ¿Su linaje? (Gén. 22:15-18; 49:10; 2 Sam. 7:8-16; Mat. 1:1, 2, 6) ¿Cuándo se presentaría como Mesías? (Dan. 9:24-27) Ciertamente Jesús mismo podía hacer muy poco para controlar estos factores. Sin embargo éstas y centenares de otras profecías de esta naturaleza en la Biblia se realizaron. ¿Cómo podría ser esto... a menos que haya un Dios que ve a gran distancia? Ningún hombre tiene habilidad como ésta para penetrar en el futuro.
Además, lo que hace la Biblia a favor de la gente que realmente aplica sus principios demuestra que hay un Dios. Un contraste nos ayuda a entender esto.
Al tiempo presente, hay una multitud de problemas que arrostra la raza humana. Pocos hombres siquiera son optimistas acerca de alguna solución duradera. Un científico concluyó en la muy conservadora revista llamada “Science”:
“Quizás tengamos aun menos de la mitad de probabilidad de vivir hasta 1980 . . . La brevedad del tiempo se debe al carácter exponencial y multiplicador de nuestros problemas.”
¿No es verdad que lo que usted mismo lee en el diario tocante a cosas como los problemas raciales, la acumulación de armas, el crimen y los desbaratamientos de familia confirma los estudios de este científico?
En contraste, más de un millón y medio de testigos de Jehová en más de 200 países e islas procuran aplicar los principios de la Biblia a estos mismos problemas a medida que afectan sus propias vidas. ¿Con qué resultados? Bueno, considere algunos ejemplos:
En las relaciones raciales, ¿ve usted mejoramiento genuino entre las naciones del mundo? La mayoría de la gente inmediatamente dice que no; hay fuertes odios raciales en todos los continentes. Pero leemos declaraciones como ésta en cuanto a los testigos de Jehová:
“Me llama la atención la alta estima genuina en que tienen a la gente de todas las razas. Diferentes de algunos que rinden homenaje de boca a la doctrina de la fraternidad racial, los Testigos reciben a todos a su sociedad —aun a lugares de acaudillamiento sobresaliente— sin fijarse en color o rasgo.”—G. Norman Eddy en Journal of Bible and Religion.
¿Han podido detener la guerra los hombres en miles de años de esfuerzo? Y ahora, ¿no es verdad que hay más armas almacenadas que nunca en el pasado? Las respuestas son obvias. Pero reconociendo las palabras de la Biblia en Isaías 2:2-4 como mandato de Dios, los testigos de Jehová han ‘batido sus espadas en rejas de arado.’ Las barreras nacionalistas no hacen que ellos odien y maten. El Union de Sacramento (California) en un editorial de 1965, dijo:
“Baste decir que si todo el mundo viviera en armonía con el credo de los Testigos de Jehová se acabaría con el derramamiento de sangre y el odio, y el amor reinaría como rey.”
Además, mientras el crimen aumenta en tantas partes del mundo, la conducta observante de la ley de los testigos de Jehová es bien conocida. El Chronicle de Piscataway (Nueva Jersey) hace notar:
“Sabemos por haber tenido contacto personal con los TJ cuando estuvieron aquí [para una asamblea] en 1950 que se desviven por observar todas las leyes del municipio tan fielmente como es posible.”
La proporción de divorcios y de delincuencia juvenil asciende diariamente. Pero familias de buen comportamiento son características de los Testigos. El libro Christians of the Copperbelt habla de familias de Testigos en partes de África:
“Los padres de la Watchtower hacen más para ayudar a los jóvenes en sus hogares . . . Las familias de la Watchtower que llegamos a conocer parecen estar excepcionalmente bien ajustadas y felices juntas.”
Sí, los testigos de Jehová han hallado una solución práctica a todos estos problemas y muchos otros. Pero ningún experto humano se ha presentado con una solución verdadera. El éxito de los Testigos solo es posible porque siguen la Biblia. Por lo tanto, la Biblia tiene que provenir de una fuente superior al más brillante hombre. Esa fuente es Dios.
CREENCIA SUMINISTRA PROPÓSITO EN LA VIDA
Las personas que aman la verdad hallarán, como han hallado los testigos de Jehová, otro argumento persuasivo que sirve para convencerlos de que hay un Dios. ¿Cuál es ése?
Solo una creencia en Dios hace posible que la vida humana tenga un propósito satisfactorio.
Pero, uno pudiera razonar: ‘¿Cómo puede ser eso? ¿No ha sido Dios responsable de la muerte y el sufrimiento? ¿Qué “propósito satisfactorio” da eso a la vida?’
Bueno, ¿sabía usted que la Biblia no enseña que Dios es responsable del sufrimiento y la muerte? Diametralmente lo contrario, en su libro de apertura la Biblia muestra que el hombre se ha acarreado sufrimiento y muerte. Además, la Biblia muestra que en vez de permitir que condiciones inicuas como éstas continúen, Dios en breve acabará con ellas y restaurará el paraíso a esta Tierra. A la mayoría de los que han muerto se les hará volver a la vida por una resurrección. Pero, solo una creencia en Dios hace posible este entendimiento tan alentador del corazón.—Gén. 3:3, 17-19; Ecl. 7:29; Juan 5:28, 29; Rev. 21:3, 4.
Por otra parte, pongamos por caso que usted no cree en Dios. ¿Puede usted ver un propósito detrás de los miles de años de iniquidad y ofrecer alguna explicación satisfactoria de ello? Pongamos por caso que la abuela de su hijo o un condiscípulo joven muere. ¿Puede usted explicarle a su hijo de modo convincente por qué existe la muerte?
Los que han considerado el contraste entre el creer y el no creer en Dios quizás concluyan lo mismo que concluyó un escritor del Tribune de Chicago que dijo:
“La mayoría de los puntos de vista del mundo que niegan la existencia de Dios y consideran al hombre como simplemente un accidente biológico a la deriva en un vacío parecen fríos, fútiles y absurdos.”
¡Cuán razonable, por lo tanto, aceptar la creencia en Dios! ¡Entonces la vida puede tener propósito!
Por supuesto, hay otras preguntas acerca de las cuales usted posiblemente quiera saber, preguntas que tienen que ver con Dios o las condiciones sobre esta Tierra. ¿Por qué no considera lo que los testigos de Jehová indican en la Biblia a modo de explicación? Pida a los testigos de Jehová que expliquen personalmente lo que la creencia en Dios puede hacer por usted. Si usted no puede localizar a ningún testigo de Jehová en su comunidad, escriba a The Watchtower y haremos arreglos para que alguien se ponga en contacto con usted. No se cobra por este servicio.
[Ilustración de la página 356]
Un reloj tiene un hacedor inteligente. ¿No tendrían también un Hacedor los cuerpos celestes de acuerdo con los cuales se ajusta el reloj?