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  • Vigilando estrechamente la manera en que andamos
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1959
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1959
w59 15/8 págs. 485-492

Vigilando estrechamente la manera en que andamos

“Vigilen estrechamente que su manera de andar no sea cual personas imprudentes sino cual personas prudentes, comprando el tiempo oportuno que queda para ustedes mismos, porque los días son malos”—Efe. 5:15, 16.

1. ¿El hacer qué sirve para nuestro mejor provecho hoy, y por qué debe dominarnos el hecho acerca del reino de Dios mientras procedemos así?

DONDEQUIERA que vivimos en la tierra, sirve para nuestro mejor provecho hoy día el que nosotros mismos nos vigilemos estrechamente en cuanto a la manera en que andamos, es decir, la manera en que nos comportamos. Un hecho sumamente importante debería dominarnos mientras estamos ‘vigilando estrechamente la manera en que andamos.’ Este hecho es que el reino de Dios domina, que ha estado dominando durante estos cuarenta y cinco años pasados desde 1914. ¿Por qué es tan importante ese hecho? Se debe a que el propósito principal de ese reino celestial es hacer que la voluntad de Dios se cumpla, como en el cielo, también sobre la tierra. (Mat. 6:9, 10) El inicuo viejo mundo de hoy día se está acercando aprisa a su fin en la tribulación más grande de toda la historia, porque este mundo jamás ha estado en armonía con la voluntad de Dios, sino que es el más grande adversario de ella. El reino de Dios es el que pone en vigor Su voluntad. Su reino introducirá un nuevo orden compuesto de “nuevos cielos y una nueva tierra,” donde la voluntad explícita de Dios ciertamente habrá de ser la ley. (2 Ped. 3:13) No hay lugar donde alguno de nosotros pueda eludir este cambio maravilloso. De modo que la sabiduría nos manda que demos nuestra lealtad sincera al reino de Dios, para que no se acabe con nosotros cuando este viejo mundo termine. La lealtad al reino de Dios significa ahora el ponernos en plena armonía con su voluntad. Lo que es su voluntad justa para nosotros en este tiempo de perplejidad mundial se dice claramente en su Palabra escrita, la sagrada Biblia.

2. ¿Qué descripción podemos dar de estos días, y por lo tanto qué consejo de Pablo es apropiado para nosotros hoy día?

2 Observando a nuestro alrededor las condiciones religiosas y morales del mundo y las relaciones entre naciones y entre individuos, estamos obligados a decir que éstos son días muy malos. Por consiguiente el consejo que el apóstol Pablo dió a los cristianos de su tiempo también es sumamente adecuado para nuestro tiempo: “Vigilen estrechamente para que su manera de andar no sea cual personas imprudentes sino cual personas prudentes, comprando el tiempo oportuno que queda para ustedes mismos, porque los días son malos. Debido a esto dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová. Tampoco estén emborrachándose con vino, en lo que hay disolución [y por lo cual el cristiano puede ser expulsado de la congregación de Dios], sino sigan llenándose de espíritu.”—Efe. 5:15-18; 2 Cor. 5:9-13.

3. (a) Antes de que cualesquiera de nosotros nos dedicáramos a Dios, ¿cómo andábamos? (b) Desde nuestra dedicación, ¿cómo deberíamos estar andando, y qué pregunta personal debernos hacernos tocante a esto?

3 Por toda la tierra hoy más de medio millón de personas han hecho una cabal rendición o dedicación de sí mismas a Jehová Dios por medio de Jesucristo, y públicamente han simbolizado esa dedicación mediante el ser sumergidas en agua, de la misma manera que Jesucristo mismo se bautizó. (Mat. 3:13-17; 28:18-20) En tiempos pasados, antes de que cualquiera de nosotros hiciese una dedicación a Dios, todos andábamos de cierta manera. Andábamos “conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu [Satanás el Diablo] que ahora opera en los hijos de la desobediencia.” Seguíamos “andando así como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, mientras que mentalmente están en tinieblas, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, debido a la insensibilidad de su corazón. Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avaricia.” (Efe. 2:2; 4:17-19) Ahora nosotros los dedicados deberíamos haber cesado de andar de esa manera. Mediante nuestra dedicación a Dios hemos resuelto andar conforme a la voluntad de Dios, para así ‘andar con Dios.’ (Gén. 5:22-24; 6:9) A causa de la iniquidad de estos tiempos es sumamente prudente y apremiante el que vigilemos estrechamente la manera en que andarnos. Ya es hora de que nos preguntemos: ¿Hemos regresado a andar con este mundo, o estarnos andando más estrechamente con Dios? Para contestar esta pregunta, tenemos que percibir lo que la voluntad de Dios es. Esto requiere que estudiemos la Palabra escrita de Dios.

4. ¿Qué dice 1 Tesalonicenses 4:3-5, 7 que es la voluntad de Dios, y por consiguiente cómo difiere Jehová de Príapo y Baal de Peor?

4 En su Palabra se halla esta breve declaración de su voluntad: “Esto es la voluntad de Dios, la santificación de ustedes, que ustedes se abstengan de la fornicación; que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra, no en codicioso apetito sexual tal como también tienen aquellas naciones que no conocen a Dios; . . . Dios nos llamó, no con permiso para inmundicia, sino en conexión con santificación.” (1 Tes. 4:3-5, 7) El “propio vaso” de uno es el propio cuerpo de uno; y cuando hacernos una dedicación de nosotros mismos a Jehová Dios, con eso dedicarnos a Dios nuestro vaso, nuestro propio cuerpo, por medio de la justicia de su Hijo, Jesucristo. Jehová no es ningún dios fálico, como Príapo, un dios falso de la mitología griega y romana, ni se le adora con clase alguna de orgía sexual, como se hacía con el dios falso Baal de Peor.—Núm. 25:1-13.

5. ¿Qué voluntad de Dios para su organización les impone una tarea difícil a sus miembros, pero cómo se les ayuda a ellos?

5 Nosotros los dedicados hemos sido congregados y se ha formado con nosotros una organización teocrática. La voluntad de Dios es tener una organización limpia, una que esté santificada para su uso de un modo honorable. El mantener limpia la organización teocrática en medio de este mundo inmoral, inclinado al sexo y durante estos tiempos malos es una tarea bastante difícil para nosotros los miembros terrestres de ella. Pero el espíritu de Dios está con nosotros, para ayudarnos, para santificarnos para los propósitos de Dios.

6. En ese respecto, ¿sobre quiénes recae una responsabilidad especial, y mediante ellos qué promesa de restauración ha cumplido Dios?

6 Por supuesto, hay una responsabilidad personal que descansa sobre cada individuo dedicado de participar en mantener limpia y santificada la organización para que Jehová la use. Sin embargo, una responsabilidad especial recae sobre los que han sido constituídos superintendentes dentro de la organización. Particularmente desde la primavera del año 1919 hemos estado viviendo en los “tiempos de la restauración de todas las cosas de las cuales Dios habló por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21) Hace diecinueve siglos en los primeros días de la congregación cristiana, durante la vida de los doce apóstoles del Cordero Jesucristo, Jehová levantó superintendentes fieles para declarar sus juicios y para publicar Su consejo. Esos superintendentes fieles murieron, después de lo cual aconteció una gran “apostasía” de la fe apostólica. Por eso tocante a los “tiempos de la restauración” ahora, Jehová hizo esta promesa: “Traeré de vuelta otra vez jueces para ti como al principio, y consejeros para ti como al comienzo. Después de esto serás llamada Ciudad de Justicia, Población Fiel.” (Isa. 1:26) Por medio de los superintendentes concienzudos a quienes Jehová ha instalado hoy bajo su Juez y Maravilloso Consejero asignado, Jesucristo, él ha cumplido su restauración prometida y mantiene limpia, justa y fiel su organización.—Hech. 17:31; Isa. 9:6.

7. ¿Por tener que dar cuenta de qué cargo es preciso que los superintendentes vigilen estrechamente la manera en que ellos mismos andan?

7 Hoy los superintendentes de la sociedad del nuevo mundo tienen responsabilidad considerable. Se les presenta como “dechados de la grey.” Además de su influencia como dechados correctos, también ejercen autoridad considerable en la organización de congregación local o en el circuito, distrito o territorio de Sucursal o en la zona en que sirven. Como superintendentes, tienen que tratar con vidas, “almas” dedicadas a Jehová Dios, de modo que “ellos están vigilando por sus almas [las de ustedes] como los que han de dar cuenta.” (1 Ped. 5:3; Heb. 13:17) La clase de cuenta que tendrán que dar tocante a estas almas dedicadas va a determinar cuál será el juicio de Dios tocante a los superintendentes. Si hay quien necesite vigilar, ciertamente son los superintendentes; sí, necesitan vigilar estrechamente la manera en que andan en su puesto de responsabilidad

EJEMPLOS DE CÓMO ANDAR

8, 9. (a) ¿Cómo fué ilustrado en el caso de Josué y sus asociados el poder que ejercen los superintendentes buenos para una organización justa? (b) ¿Cómo se hace patente ese hecho por lo que le sucedió a. Israel después que murieron aquellos superintendentes?

8 El gran poder que ejercen los superintendentes que están moral y espiritualmente fuertes para que haya una organización fiel y justa se ilustra en el caso del sucesor de Moisés, Josué, y de los hombres de mayor edad de Israel que estuvieron asociados con Josué. Tocante a la buena influencia que éstos ejercieron leemos: “Cuando Josué despidió al pueblo, entonces los hijos de Israel prosiguieron su camino, cada uno a su herencia, para tomar posesión de la tierra. Y el pueblo continuó sirviendo a Jehová todos los días de Josué y todos los días de los hombres de mayor edad que extendieron sus días después de Josué y que habían visto toda la gran obra de Jehová que él hizo por Israel.”

9 Los hombres de mayor edad de Israel, hombres observadores, informados y fieles sirvieron de baluarte teocrático contra la invasión del paganismo en la congregación nacional de Jehová. Este hecho se hace patente por lo que sucedió a la congregación de Israel después que murieron estos superintendentes teocráticos. Entonces se levantó la nueva generación que no conocía a Jehová ni la obra que había hecho por Israel y no tuvo el dechado provechoso ni el consejo y cuidado vigilante de aquellos superintendentes. El registro bíblico nos dice: “Los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová y a servir a los Baales. Así abandonaron a Jehová el Dios de sus padres que los había sacado de la tierra de Egipto y se pusieron a seguir a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que estaban todo alrededor de ellos y comenzaron a postrarse ante ellos, de modo que ofendieron a Jehová.” Después que Jehová había levantado jueces piadosos mediante los cuales los rescataba de opresores paganos, rápidamente olvidaban lo que los jueces habían hecho por ellos como siervos de Jehová: “Ni aun a sus jueces escuchaban, sino que tenían ayuntamiento infiel con otros dioses y se iban a postrar ante ellos. Rápidamente se apartaron del camino en que sus antepasados habían andado al obedecer los mandamientos de Jehová. Ellos no hicieron así.”—Jue. 2:6-8, 10-12, 17.

10. Igual que aquellos superintendentes, ¿contra qué sirvieron de baluarte los apóstoles de Cristo en su día?

10 Igual que los fieles jueces y superintendentes asociados del Israel antiguo, los doce apóstoles de Jesucristo sirvieron de baluarte. Mientras vivieron los apóstoles, sirvieron de fuerza restringente contra la “apostasía” de la congregación y contra la revelación del “hombre de lo que es contrario a ley,” “el hijo de destrucción,” como quien ejercía dominio sobre la congregación.—2 Tes. 2:2-12.

11, 12. (a) ¿Qué se desarrolló religiosamente después de la muerte de los apóstoles, y qué hechos demuestran si hemos sido recobrados de esto o no? (b) Sin embargo, ¿por qué tiene que vigilar estrechamente cada uno la manera en que anda?

11 Después que murieron los doce apóstoles y sus fieles compañeros superintendentes, la “apostasía” de la fe y práctica cristianas puras avanzó muy rápidamente y la clase del “hombre de lo que es contrario a ley” obtuvo dominio de la organización religiosa. A nosotros hoy se nos ha recobrado de esta “apostasía” religiosa y de la dominación de la clase del “hombre de lo que es contrario a ley” de la cristiandad. Se nos ha organizado teocráticamente en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Con nosotros invisiblemente presente está el Josué Mayor, Jesucristo, para conducirnos e introducirnos en el nuevo orden venidero de “nuevos cielos y una nueva tierra.” Con nosotros también está la clase del “esclavo fiel y discreto,” a quien el Josué Mayor nombró al cargo de todos sus bienes terrestres en el año 1919.

12 El Josué Mayor y su clase ungida del esclavo sirven de baluarte insuperable contra cualquier intrusión por el espíritu de apostasía y por el “hombre de lo que es contrario a ley” en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. (2 Ped. 3:13; Isa. 65:17; Mat. 24:45-47) Sin embargo, todo cristiano dedicado tiene que prestar atención al consejo solemne que el apóstol Pablo nos da de vigilar estrechamente la manera en que andamos. Aunque este mundo y su dios y gobernante Satanás el Diablo ya no pueden tomar cautiva a la entera congregación de testigos de Jehová, no obstante el mundo y su dios Satanás siguen tratando de contaminar la organización y de esclavizar a tantos miembros individuales de ella como les sea posible. Los antiguos israelitas, aun con el profeta Moisés en medio de ellos, nos proporcionaron un ejemplo en que se nos advierte que individuos que están en la organización pueden ser alcanzados para su destrucción ahora durante la presencia invisible de Cristo. ¿Cómo?

13. ¿Qué ejemplo amonestador tenemos de los israelitas mientras Moisés estuvo arriba en el monte?

13 Fué poco después que Jehová Dios había declarado milagrosamente los Diez Mandamientos desde la cima del monte Sinaí en la península árabe. Cuando Moisés todavía estaba en las inmediaciones, pero en la cima del monte Sinaí durante cuarenta días fuera de la vista de ellos, los israelitas hicieron que se les preparara el becerro de oro y prosiguieron a adorarlo junto con ruidoso comportamiento relajado. Ahora bien, el primero y el segundo y el séptimo de los Diez Mandamientos que los israelitas habían convenido en guardar declaraban: “Yo soy Jehová tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. Nunca debes tener otros dioses algunos contra mi rostro. No debes hacer para ti una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra. No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová el Dios tuyo soy un Dios que exige devoción exclusiva. . . . No debes cometer adulterio.” (Éxo. 20:2-5, 14) Pero cuando muchos israelitas vieron que Moisés su superintendente nacional no tenía los ojos fijos en ellos, desecharon la restricción. Sí, en el transcurso de sólo cuarenta días después de la ascensión de Moisés, muchos israelitas estuvieron dispuestos a olvidar los Diez Mandamientos y a disfrutar de diversión desenfrenada con idolatría y orgías sexuales.—Éxo. 32:1-35.

14. ¿Qué otro ejemplo amonestador tenemos de los israelitas cuando acamparon en las llanuras de Moab?

14 Cuarenta años después se hallaban justamente al otro lado del río Jordán desde Canaán, en las llanuras de Moab, y estaban por ver realizado el cumplimiento milagroso de la promesa de Jehová de introducirlos en la Tierra Prometida. No obstante, miles de la nueva generación de israelitas volvieron los ojos en la dirección opuesta y contemplaron a las hijas paganas de Moab. En su concupiscencia de ayuntamiento inmoral con ellas, aquellos israelitas de corazón egoísta convinieron en participar con esas mujeres señuelos, siervas del Diablo, en adorar al dios falso, Baal de Peor. El capitán israelita Zimri fué aun tan descarado que trajo a la madianita Cozbi al campamento santo de Israel y la metió en su propia tienda de campaña. Sólo el acto celoso de Finees el sacerdote contra Zimri y Cozbi al ejecutarlos hizo que se detuviera la plaga que había dado muerte a veinticuatro mil israelitas contaminados. (Núm. 25:1-9) Moisés todavía se hallaba vivo y en el campamento en esa ocasión, y no obstante esto no les importó a los israelitas dominados por la pasión. Olvidaron la santidad a la cual fueron llamados. Olvidaron los mandamientos justos de Jehová y se entregaron a la pasión desenfrenada en ayuntamiento inmoral con paganas, aunque eso quiso decir adorar a un dios falso, Baal de Peor, y excitar a celos al Dios verdadero, Jehová.

15. ¿Cómo se refiere un apóstol a esos casos como ejemplos amonestadores para nosotros, y de qué hecho nos asegura el ejemplo amonestador de los israelitas?

15 El apóstol cristiano Pablo se refirió a esos casos históricos de apostatar de la santidad como ejemplos amonestadores para nosotros, diciendo: “Ahora estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que desean cosas perjudiciales, así como ellos las desearon. Ni lleguemos a ser idólatras, como algunos de ellos se hicieron; así como está escrito: ‘El pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó para jaranear ruidosamente.’ Ni practiquemos la fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un día.” (1 Cor. 10:6-8) Si algún individuo que está dedicado a Jehová, como lo estuvo toda la nación de Israel, permite que su corazón se vuelva malo, entonces tratará de satisfacer el deseo de su corazón bajo cualquiera y toda circunstancia, tan pronto como se presente la oportunidad conveniente. El ejemplo amonestador de aquellos israelitas destruídos asegura este hecho.

16. A pesar de estar tan cerca de ver realizadas nuestras esperanzas, ¿qué hacen algunos dedicados, y qué dejan de recordar mientras proceden así?

16 Por eso hoy, sin importarles lo cerca que estamos de ver realizadas nuestras esperanzas del Reino, algunas personas dedicadas aflojan su vigilancia en cuanto a la manera en que deben andar en conformidad con las Santas Escrituras. Con la mira de satisfacer sus pasiones carnales, están dispuestas a ejercer libertad de acción y aventurarse lo suficiente como para probar el divertirse con la impureza de este mundo. No se refrenan con el recordatorio de que esto quizás resulte no sólo en su propia destrucción, sino también en acarrearle vituperio a Jehová y menosprecio a su organización visible. Porque en esa ocasión no están bajo la vigilancia directa y la observación visual del superintendente de la congregación, no vigilan estrechamente la manera en que andan o se comportan. No recuerdan que Jehová Dios y sus santos ángeles están vigilando, y que ellos no pueden evitar que su pecado los descubra o los alcance.—Núm. 32:23.

17. ¿Como en presencia de quién debemos andar siempre, y con ese fin qué derrotero constructivo, determinado, debemos emprender?

17 Siempre debemos andar no simplemente como en la presencia de hombres, nuestros superintendentes terrestres. Siempre tenemos que andar como en la presencia de Dios, pues sus ojos penetran en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos. (Pro. 15:3) “Porque el mismo Dios verdadero traerá toda clase de obra a juicio en relación a toda cosa oculta, en cuanto a si es buena o es mala.” (Ecl. 12:14) Necesitamos emprender un derrotero constructivo, un derrotero determinado, como el del salmista, cuando dijo: “He puesto a Jehová en frente de mí constantemente. Porque él está a mi mano derecha no se me hará bambolear.” (Sal. 16:8) Siendo positivos en este sentido, siempre nos esforzaremos por agradar y honrar a Jehová Dios en lo que decimos o hacemos, sin tomar e:n cuenta el que nos estén vigilando directamente o no nuestros mayores espirituales o nuestro siervo de congregación o superintendente.

18. ¿Por qué jamás debemos estar demasiado confiados tocante a nuestra posición firme, y contra qué calamidad debemos estar alerta?

18 Nunca estamos demasiado cerca ya del nuevo orden de “nuevos cielos y una nueva tierra” de después del Armagedón, y no hay ninguno de nosotros que haya estado tanto tiempo en la verdad de la Biblia o haya experimentado un número suficiente de tentaciones, como para que podamos aflojar nuestra vigilancia sin peligro de caer. Refiriéndose a aquellos israelitas que fueron salvados de Egipto pero que perecieron en el desierto, algunos de ellos aun en el año cuadragésimo y último, Pablo comentó: “Ahora estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos y se escribieron como una amonestación para nosotros a quienes los fines cabales de los sistemas de cosas han llegado. En consecuencia, que el que cree que tiene una posición firme se cuide para que no caiga. Ninguna tentación les ha sobrevenido a ustedes que no sea común al hombre” y bajo éstas algunos hombres han caído. (1 Cor. 10:11-13) Desde los más jóvenes hasta los más ancianos de nosotros que estamos en la verdad, desde el miembro de congregación de término medio hasta el siervo de congregación o superintendente, a todos se nos advierte que jamás debernos confiar en nosotros mismos, sino que siempre debemos vigilar estrechamente la manera en que andamos, para que no caigamos calamitosamente. ¡Qué calamidad sería el ser expulsado de la congregación de Jehová y sufrir destrucción eterna!—1 Cor. 5:9-13.

MINISTROS ARRUINADOS POR MALA MORAL

19. Lo necesario que es la vigilancia se recalca por ¿qué aumento en el porcentaje de delincuentes en las congregaciones norteamericanas?

19 Lo necesario que es la vigilancia constante, con oración, se recalca por información procedente del Departamento de Servicio de la oficina principal de Brooklyn de la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract. Esto tiene que ver con los miembros dedicados bautizados que pertenecen a los millares de congregaciones en los Estados Unidos de América del Norte. Para cada uno de los cinco años desde marzo de 1952 hasta abril de 1957 hubo un promedio de 500 miembros que fueron expulsados por delitos notorios que no pueden ser tolerados dentro de la congregación de Jehová. Sin embargo, durante el año desde abril de 1957 hasta abril de 1958 el número subió bruscamente por encima del promedio anual de 500, a 1,334 miembros delincuentes, o un aumento de más del 150 por ciento. No nos atrevemos a amortiguar el golpe de esta información alarmante arguyendo que esto, en parte, quizás se debe a que las congregaciones norteamericanas tuvieron por lo menos 18,537 personas nuevas que se asociaron con las actividades de testificación durante esos doce meses. Ese número de personas nuevas es menor que la dozava parte de los 226,797 individuos que proclamaron las buenas nuevas del Reino en los Estados Unidos durante abril de 1958, cerca del 65 por ciento de los cuales proclamadores están dedicados y bautizados. De modo que, ¿qué son 1,334 delincuentes en comparación con más de 147,000 miembros dedicados, bautizados? Menos del 1 por ciento.

20. Aunque se trate de menos del 1 por ciento, sin embargo, ¿qué amonestación inspiradora de temor se da mediante ello a todos nosotros?

20 Aunque 1,334 sean menos que el 1 por ciento, este aumento súbito a ese número revela definitivamente que durante los días malos de 1957 a 1958 hubo más de dos veces más personas que dejaron de vigilar su propio proceder y de obrar prudentemente que en los años anteriores. Habiendo 3,718 o más congregaciones funcionando en los Estados Unidos de América del Norte, alrededor de una de cada tres congregaciones podría estar afectada por 1,334 expulsiones. Por lo tanto el hecho de que tantas congregaciones hayan sido afectadas y que el número de expulsiones haya sido más del doble durante 1957 a 1958 sirve de advertencia que nos inspira temor a todos para que tengamos cuidado de que de aquí en adelante no seamos nosotros los que caigamos.

21. ¿Cómo puede una persona aplicar mal Santiago 4:4 a practicar la forma de adoración limpia e incontaminada y pecar así?

21 La sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová tiene que seguir practicando la forma de adoración limpia, incontaminada. El discípulo cristiano Santiago nos describe esto claramente al decir: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo. Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desea ser un amigo del mundo se está constituyendo un enemigo de Dios.” (Sant. 1:27; 4:4) Es una idea pervertida el que alguien piense que puede mantenerse sin mancha de este mundo al no participar en su política y al mantenerse neutral en lo que concierne a sus conflictos y de esta manera no ser un amigo del mundo y no ser un adúltero espiritual y sin embargo al mismo tiempo poder cometer adulterio o fornicación física, literal, pecando así contra su propio cuerpo.

22. ¿Cómo puede una persona participar en cumplir Mateo 24:14 y sin embargo caer de manera pervertida en un pecado como el de Balaam?

22 Igualmente es una idea pervertida pensar que mientras uno cumpla el mandato profético de Mateo 24:14 e informe mucho tiempo en dar el testimonio en el campo de servicio, puede entregarse a la inmoralidad corporal con personas del sexo opuesto. Recuerde usted que el profeta Balaam fué usado por Jehová como portavoz para expresar profecía en una bendición sobre la nación de Israel, pero que más tarde Balaam fué muerto por tratar de promover adoración sexual e inmoralidad en Israel al fin de los cuarenta años en el desierto.—Núm. 23:4 a 24:25; 25:1-3; 31:1-8, 15, 16; Apo.2:14.

23. ¿Cómo mostró Pablo que la moralidad cristiana es un requisito aunado a la predicación?

23 El que uno testifique personalmente del reino de Dios ciertamente es un requisito para la vida eterna, pero la moralidad cristiana igualmente es un requisito aunado a ése. Pablo exclamó: “Realmente, ¡ay de mí si no declarara las buenas nuevas!,” pero unas cuantas oraciones después él añadió: “Trato mi cuerpo severamente y lo guío como a un esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no sea desaprobado de algún modo. . . . Ni practiquemos la fornicación, como algunos de ellos [los israelitas] cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un día.”—1 Cor. 9:16, 27; 10:8.

24. Mediante el cometer inmoralidad física, ¿de quién se hace uno amigo, y por consiguiente qué otra clase de inmoralidad es también?

24 Que nadie se engañe: El cometer adulterio o fornicación es hacerse uno amigo del mundo. Por lo tanto también es cometer adulterio o fornicación espiritual. Ciertamente no es hacerse uno amigo de Dios o de su congregación. Es copiar a este mundo, usando al mundo como modelo. Es una demostración del espíritu del mundo. Es una prueba de amor a este mundo inicuo, “porque todo en el mundo—el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno—no se origina del Padre [Jehová Dios], sino que se origina del mundo.” (1 Juan 2:16) Por lo tanto, la inmoralidad demuestra que el fornicador pertenece al mundo y que es una persona colocada fuera de su sitio dentro de la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová.

25. ¿Mediante cuáles dos actos drásticos ilustró Jehová lo que tiene que hacerse con tales miembros inmorales de la congregación?

25 Jehová arrasó de su congregación a 23,000 fornicadores, no en un año, sino en un día. Los fornicadores tienen que ser expulsados de su congregación. Él aun arrasó, durante la batalla cerca de Siloé, a los dos sacerdotes Ofni y Finees, los hijos del sumo sacerdote Elí, porque inicuamente cometían adulterio con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión, causando vituperio a Jehová Dios.—1 Sam. 2:12, 22-25; 3:13, 14; 4:4-11, 17.

26. (a) ¿Qué dice Pablo para mostrar si hay o no otros pecados por los que se necesita expulsar? (b) ¿Cuál debe ser la condición de corazón y el proceder del que despierta al mal que ha cometido?

26 Hay otros pecados además de la fornicación para los cuales se necesita la expulsión. Pablo escribió a la congregación: “Les estoy escribiendo que dejen de mezclarse en la compañía de cualquiera que se llame hermano y que sea fornicador o persona codiciosa o idólatra o injuriador o borracho o defraudador; ni siquiera coman con tal persona. . . . Quiten al hombre inicuo de entre ustedes.” (1 Cor. 5:11, 13) Si alguna persona comete pecado que merece la expulsión pero llega a darse cuenta de la vileza de su delito y cuánto ha desagradado a Dios, ¿cuál debe ser su condición de corazón? Afligida; ella debe sentirse dolorosamente afligida y debe arrepentirse. Debe confesar su pecado no sólo a Dios, quien ya lo sabe por observación, sino también a la organización visible de Dios por medio de sus siervos locales asignados teocráticamente. Es un tiempo crítico para buscar reconciliación con Dios y su pueblo por medio de Cristo, suplicando misericordia. En armonía con esto, el consejo bíblico es: “¿Hay alguien enfermo [espiritualmente] entre ustedes? Que llame a los hombres de mayor edad de la congregación a él, y que éstos oren sobre él, frotándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También si ha cometido pecados, se le perdonará. Por lo tanto confiesen abiertamente sus pecados los unos a los otros y oren los unos por los otros, para que sean curados.” (Sant. 5:14-16) Este proceder de humillación propia y de confesar su necesidad espiritual ayuda al pecador a reconciliarse con Dios. Lo ayuda a vigilar estrechamente de allí en adelante la manera en que anda delante de Dios.

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