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  • Deje que Dios esté en su matrimonio

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  • Deje que Dios esté en su matrimonio
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1981
w81 1/12 págs. 12-17

Deje que Dios esté en su matrimonio

“Una cuerda triple no se puede romper en dos pronto.”—Ecl. 4:12.

1. ¿Qué principio bíblico que se encuentra en Salmo 127:1 puede aplicarse al matrimonio?

VEZ tras vez las Escrituras sacan a relucir que es necesario que Jehová Dios esté envuelto en todo lo que emprendemos. Por lo tanto leemos en Salmo 127:1: “A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale que sus edificadores hayan trabajado duro en ella. A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se haya quedado despierto.” La larga historia de la nación de Israel comprueba la veracidad de ese principio. Cuando Israel incluía a Dios en sus asuntos por medio de darle devoción exclusiva, tenía éxito al tratar de protegerse de sus enemigos. Pero cuando abandonaba la adoración pura de él para ir tras otros dioses, sus guardas vigilaban sus ciudades en vano. El mismo principio aplica a los esfuerzos que hagamos por lograr éxito en el matrimonio.

EL GRATO DON DEL MATRIMONIO

2. ¿Por qué puede considerarse el matrimonio una dádiva grata?

2 La Palabra de Dios nos dice que él es el Dador de “toda dádiva buena y todo don perfecto.” (Sant. 1:17) Entre tales dádivas buenas y dones perfectos tiene que incluirse el grato don, la bendición, del matrimonio. ¡Cuánta felicidad puede proporcionar éste! Verdaderamente es una de las mayores bendiciones que el Creador ha concedido a la humanidad. ¡No es de extrañar el que cuando Eva finalmente fue presentada a Adán, éste exclamara: “Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada Mujer, porque del hombre fue tomada ésta”!—Gén. 2:23.

3. ¿Qué dijo un abogado acerca de la dádiva divina del matrimonio?

3 Adán podía regocijarse ante la bendición de tener una compañera amorosa, alguien de su propia especie con quien él podía conversar, trabajar, hacer planes... ¡ella era el complemento perfecto de él! Además, los gozos conyugales que acompañan al matrimonio ciertamente son prueba de la sabiduría y el amor de nuestro Creador. Apropiadamente, para probar que los seres humanos no son producto de una evolución ciega, el abogado I. Linton señaló a cómo Dios creó al hombre y a la mujer. Linton escribió:

“El Dios que declaró que no era bueno que el hombre permaneciera soltero, demostró bondad y habilidad infinita al colocar en el corazón del hombre el amor por la mujer y en el corazón de la mujer el amor por el hombre, al hacer a éstos suficientemente similares mental, física y emocionalmente como para que pudieran ser compañeros y no obstante suficientemente diferentes como para que pudieran complementarse el uno al otro y ser fascinantes el uno al otro; esto, como prueba inequívoca de que existe diseño en la creación, siempre me ha hecho sentir gratitud y admiración; además, la tranquilidad y felicidad que resultan de la relación marital cuando Dios está en ella dan una idea del poder y la habilidad que tiene Dios para producir felicidad.” (A Lawyer Examines the Bible) Note, “cuando Dios está en ella.” Tal puede ser el caso si permitimos que Dios esté en nuestro matrimonio.

4. ¿Por qué puede decirse que la bendición del matrimonio es una prueba de que Dios es imparcial?

4 Esta dádiva y bendición que es el matrimonio también es una prueba de que Dios es imparcial y justo. ¿Cómo así? En el sentido de que los gozos del matrimonio, cuando Dios está en él, no dependen de cosas mundanas como la riqueza material, una educación avanzada, gran fuerza física o belleza de forma y de facciones. Tampoco se limitan las bendiciones maritales a cierta raza o nacionalidad, ni dependen del clima. El que las parejas vivan en las regiones polares o en los trópicos no resulta en diferencia alguna.

EL DEJAR QUE DIOS ESTÉ EN SU MATRIMONIO

5, 6. ¿Qué comprende el que Dios esté en el matrimonio de uno?

5 Salomón escribió: “Mejores son dos que uno, porque tienen un buen galardón por su duro trabajo. . . . Y una cuerda triple no se puede romper en dos pronto.” (Ecl. 4:9, 12) El matrimonio puede compararse con una cuerda que une a la pareja y, si dejamos que Dios esté en él, verdaderamente es una ‘cuerda triple que no puede romperse en dos fácilmente.’ ¿Qué significa el dejar que Dios esté en su matrimonio? Parece ser el que los cónyuges se interesen en contribuir a los gozos y placeres el uno del otro, en satisfacer las necesidades el uno del otro. El esposo se interesa en agradar a su esposa y proporcionarle gozo, comodidad y seguridad, y la esposa se interesa en satisfacer las necesidades de su esposo y agradarle lo mejor que pueda, aun como lo señala el apóstol Pablo. (1 Cor. 7:33, 34) El dejar que Dios esté en su matrimonio significa interesarse en cumplir con los requisitos que él ha fijado para las parejas casadas. Brevemente, éstos son los siguientes: “Esposas, estén en sujeción a sus esposos, como es decoroso en el Señor. Esposos, sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas.”—Col. 3:18, 19.

6 Es más, el que una pareja permita que Dios esté en su matrimonio significa que ambos cónyuges tienen una íntima relación personal con Jehová Dios, y nunca se descuidan de orar juntos. Compartan con Él sus gozos, tristezas, desilusiones, dificultades. Interésense en agradarle y en alegrar el corazón de él como Persona. En Salmos 147:11 leemos: “Jehová está complaciéndose en los que le temen.” Y Dios nos dice en Proverbios 27:11 que si somos sabios podemos regocijar su corazón. Por lo tanto, debemos preocuparnos no solo en cuanto a Sus requisitos para con nosotros, sino también en cuanto a cómo él considera nuestra manera de hacer caso de éstos. El permitir que Dios esté en nuestro matrimonio fortificará a éste infinitamente y asegurará nuestro éxito y felicidad. Sí, entonces es “una cuerda triple [que] no se puede romper en dos pronto.”—Ecl. 4:12.

SE REQUIERE BONDAD

7. ¿Por qué se requiere la bondad si queremos dejar que Dios esté en nuestro matrimonio?

7 Una de las cosas que Dios requiere de todas sus criaturas terrestres es el que sean bondadosas las unas para con las otras, y esto tiene significado especial en el caso de los cónyuges. Jehová Dios mismo nos da el ejemplo, pues su Palabra nos asegura que “él es bondadoso [aun] para con los ingratos e inicuos.” (Luc. 6:35) De hecho, en su Palabra leemos acerca de su “bondad inmerecida” más de cien veces, y casi doscientas veces acerca de su “bondad amorosa.” Si queremos que este Dios bondadoso esté en nuestro matrimonio, tenemos que prestar atención al consejo que se da en Colosenses 3:12: “Vístanse de los tiernos cariños de compasión, bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia.”

8. ¿Cuál es una de las maneras más sencillas y básicas de mostrarse bondadosos los cónyuges el uno para con el otro?

8 ¿Cómo podemos demostrar bondad para con nuestro cónyuge y así permitir que Dios esté en nuestro matrimonio? El ser bondadoso significa atender a las necesidades de otro. Significa ser atento, considerar el bienestar del otro. Puesto que, en general, no nos gusta estar a solas, una de las maneras más básicas y sencillas de ser bondadosos el uno para con el otro, como pareja casada, es el compartir nuestra presencia, dar de nuestro compañerismo. Tan solo por medio de estar juntos, podemos edificarnos el uno al otro y hacer sentir a la otra persona que se le necesita y se le aprecia. En el caso de una pareja que se separó después de muchos años de casados, la esposa acostumbraba tomar largas vacaciones sin su esposo.

9, 10. (a) ¿Cuáles son algunas de las cosas que los esposos y las esposas cristianos deberían desear hacer juntos? (b) ¿De qué otras maneras pueden los cónyuges manifestar bondad el uno para con el otro?

9 El simplemente estar juntos es bueno, pero aún mejor es el hacer juntos cuantas cosas sea posible. ¿Hace usted una lectura personal de la Biblia? ¿Por qué no leerla en voz alta para su esposo o esposa? ¿Se prepara usted para las reuniones cristianas? Hasta el grado que sea práctico, ¿por qué no preparar las lecciones juntos? ¿Tiene usted, el esposo, una parte en el programa? ¿Por qué no practicarla en voz alta mientras su esposa desempeña el papel del auditorio? Siéntense juntos en las reuniones, como también en otras ocasiones. Participen juntos en la obra cristiana de predicar formalmente. Todas éstas son maneras adicionales de mostrar bondad, fortificar el matrimonio y dejar que Dios esté en él.

10 También es muestra de bondad el que los cónyuges se hablen el uno al otro, y den a conocer el uno al otro lo que él o ella tiene en el corazón y la mente. Sí, esto significa no simplemente intercambiar información o ideas, sino también compartir lo que uno siente con relación a ciertas cosas. Dé atención especial a mencionar cosas edificantes en su conversación, en armonía con el proverbio que dice: “La lengua de los sabios es una curación.” (Pro. 12:18) Una pareja casada no solo es una sola carne, sino que también debería ser de una mente y un corazón, aun como Jesús oró que sus seguidores fueran uno. (Juan 17:21) La comunicación es indispensable para que exista tal unidad.

11. ¿Qué excelente consejo bíblico deberían seguir las parejas cuando se han ofendido o herido el uno al otro?

11 Es especialmente bondadoso el hablar de los asuntos cuando ha habido malentendidos o cuando se han herido u ofendido el uno al otro. Jesús estableció un principio para las relaciones humanas que los matrimonios frecuentemente pasan por alto o se descuidan de aplicar, y esto para su perjuicio. ¿Le parece a usted que de algún modo se le ha tratado de manera poco bondadosa o injusta? Entonces, en armonía con el espíritu que se expresa en Mateo 18:15, cobre el valor de hacer surgir el asunto a un momento oportuno, y hágalo de manera bondadosa y con tacto. Tal vez hasta pueda imitar el ejemplo de la reina Ester, quien discretamente preparó a su esposo antes de presentarle un asunto de peso. (Est. 5:1-8; 7:1-10) O, ¿existe una situación inversa, es decir, le parece a usted que tal vez usted ha ofendido a su ser querido? Entonces no haga caso omiso de ello, sino que con humildad, bondad y tacto haga surgir el asunto en armonía con Mateo 5:23, 24. Así podrán restablecerse la paz, la armonía y la felicidad.

12. ¿Qué puede decirse acerca de lo necesario que es el que un cónyuge escuche cuando el otro habla?

12 Pero, la bondad incluye no solo el hablar y conversar el uno con el otro, sino también el escuchar respetuosamente. Esto significa que hay que prestar atención cuando habla su cónyuge. Bien se ha dicho que el escuchar es un arte. Queremos escuchar no solo para comprender el significado de las palabras, sino también para observar el sentimiento con el cual se pronuncian. Es más, para ser buenos oyentes tenemos que fijarnos en lo que no se dice. Sí, los esposos y las esposas deberían ser buenos oyentes. Es poco bondadoso el no prestar mucha atención cuando habla su cónyuge. Es verdad que a veces puede causar algo de dificultad el que la persona que esté hablando tal vez esté más o menos pensando en voz alta y realmente no esté tratando de comunicarse con la otra. Si parece existir este problema, entonces acostúmbrese a dirigirse a la otra persona de manera directa, ya sea llamándole por su nombre “Juan” o “María” o usando una palabra de cariño como “querido” o “querida,” antes de ponerse a hablar.

13. ¿Cuál es una de las mejores formas en que los cónyuges pueden mostrarse bondad mutua?

13 Además, una de las mejores formas en que los cónyuges pueden expresar bondad mutua es por medio de obedecer el mandato apostólico: “Háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes.” (Efe. 4:32) Además, al mostrar misericordia por medio del perdón, no lo haga de mala gana, sino que ‘el que muestra misericordia, que lo haga con alegría.’ (Rom. 12:8) Al hacer esto, usted está dejando que Dios esté en su matrimonio, pues leemos que él ‘perdona en gran manera.’ (Isa. 55:7) Si nosotros perdonamos cuando nuestro cónyuge comete una falta, es más fácil esperar que se nos perdone cuando nosotros mismos cometamos una falta. No es sin buena razón que se ha dicho que ‘un matrimonio feliz es la unión de dos buenos perdonadores.’

EL SER HONRADOS EL UNO CON EL OTRO

14. ¿Cuál es otra cualidad que los cristianos deben manifestar a fin de permitir que Dios esté en su matrimonio?

14 La Palabra de Dios muestra que el gran Autor de ésta es también un Dios justo y recto. Dice acerca de Jehová: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.” (Deu. 32:4) Para dejar que Dios esté en nuestro matrimonio, nosotros también tenemos que ser justos y honrados el uno con el otro. Básicamente, esto significa dejarse llevar por la Regla de Oro: “Así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, hagan de igual manera a ellos.”—Luc. 6:31.

15. ¿En qué respecto particularmente deberían los esposos y las esposas interesarse en ser honrados el uno con el otro, y cuáles circunstancias tienden a hacer que esto sea difícil?

15 Son muchas las cosas que están envueltas en la honradez. Obviamente, están envueltos los asuntos de dinero, que pueden constituir un desafío tanto para los esposos como para las esposas. Pero están envueltas cosas mucho más importantes, particularmente lo que tiene que ver con el interés sexual. Es fácil que un esposo deje que su deseo vaya vagando, especialmente en vista de todas las tentaciones que él encuentra a diario, tanto de parte de personas no rectas como de parte de los medios de comunicación corruptos. Al igual que Jehová Dios requiere devoción exclusiva de parte de sus siervos —su “nombre es Celoso”— así también los esposos y las esposas tienen derecho a la devoción exclusiva de su cónyuge en lo que se relaciona con el interés en lo sexual, y la esposa y el esposo mismos tienen la obligación de demostrar tal devoción. (Éxo. 34:14) Al respecto, Proverbios 5:15-20 contiene palabras de consejo muy francas, enfáticas y al punto para los esposos. En cambio, las esposas tienen que tener cuidado para prestar atención al consejo que da Pablo en 1 Corintios 7:3-5 y no valerse del débito conyugal como instrumento para conseguir lo que quieran, como, por ejemplo, ropa y así por el estilo.

EL AMOR DESINTERESADO... “AGAPE”

16. ¿Quién da el ejemplo a las parejas en cuanto a desplegar agape, y por qué es éste tan importante?

16 Jehová Dios es la personificación del amor basado en principios, amor desinteresado, que en griego se llama agape. Por eso, leemos que “Dios es amor.” Así, para permitir que Dios esté en nuestro matrimonio necesitamos tener no solo el amor basado en la atracción natural, el interés sexual (eros), y el afecto basado en afinidad de mente y espíritu (philía), sino también el amor desinteresado basado en principios. Esta clase de amor mantendrá unido al matrimonio, aun si los otros dos tipos de amor disminuyen.—1 Juan 4:8.

17. ¿Cómo esclarece las obligaciones maritales la descripción que Pablo da del amor?

17 En 1 Corintios 13:4-8 el apóstol Pablo da una descripción excelente de cómo se manifiesta este amor: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta. El amor nunca falla.” En vista de estas palabras de Pablo, no podemos dejar de concluir que el ser buen cristiano significa ser buen cónyuge. En sentido contrario, el fracasar en el matrimonio desacredita a uno como cristiano. Los problemas que surgen en el matrimonio deben considerarse como desafíos que ayudan a uno a cultivar los frutos del espíritu, de los cuales el principal es el amor. (Gál. 5:22, 23) Y recuerde, ¡“EL AMOR NUNCA FALLA”!

18, 19. (a) ¿Qué exige agape de la esposa? (b) Agape impulsará al esposo a tratar a su esposa ¿de qué manera?

18 ¿Qué exige de la esposa el amor desinteresado basado en principios? Exige que ella reconozca a su esposo como cabeza. (Efe. 5:22-24) Tal vez no siempre sea fácil hacer esto, pero el amor le ayudará; hará que le sea más fácil colocar los intereses de su esposo por delante de los suyos. Por ejemplo, hay esposas amorosas que, porque saben que su esposo tiene que seguir cierto régimen, simplemente no preparan platos que los dos no puedan compartir. Saben que el hacer esto realmente no les causa ningún daño a ellas y, de hecho, tal vez aun sea mejor para ellas.

19 ¿Qué exige del esposo el amor desinteresado? Exige que él obedezca el consejo siguiente: “Esposos, continúen amando a sus esposas, así como el Cristo también amó a la congregación y se entregó a sí mismo por ella. De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos.” (Efe. 5:25, 28) ¡Qué mucho exige esto del esposo! Al mismísimo grado que él cuida bien de su propio cuerpo en lo que tiene que ver con proporcionarle alimento, ropa, abrigo, descanso y recreo y satisfacer sus intereses espirituales, así también debería cuidar de su esposa. Al igual que él no quisiera hacer nada que le causara vergüenza a él ante otros, tampoco debería él avergonzar a su esposa en presencia de otros. El amarla como a su propio cuerpo incluye el vivir con ella de acuerdo con conocimiento, el ser bondadoso y considerado en lo que tiene que ver con los aspectos más íntimos del matrimonio. Nunca debería suceder que se le pudiera acusar de haber violado a su esposa.—1 Ped. 3:7.

20, 21. (a) Se podrá ver que Dios está en el matrimonio de uno si se aplican ¿qué otros principios bíblicos? (b) ¿Cuál es el próximo tema que se considerará, y por qué?

20 ¡Qué oportunidades de felicidad ofrece el estado marital! Jesús dijo que “hay más felicidad en dar que la que hay en recibir,” y este principio aplica también a personas casadas. (Hech. 20:35) ¡Cuántas oportunidades de dar se presentan a los esposos y a las esposas: el dar de sí mismos, de su tiempo, de su atención, de sus pensamientos, de sus sentimientos, de cosas materiales! También aplica a la relación de ellos el siguiente principio: “El que siembra mezquinamente, mezquinamente también segará; y el que siembra liberalmente, liberalmente también segará.” Preste atención a todo consejo de esta índole y usted permitirá que Dios esté en su matrimonio.—2 Cor. 9:6.

21 No obstante, vez tras vez se ve que entre las personas casadas, aun a las que profesan ser cristianas o cristianos dedicados, les falta mucho al respecto. Por eso se hace necesario tratar de manera directa el siguiente tema: “El Dios de amor odia un divorciarse.”

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