La voluntad suprema que ha de hacerse
‘¡Mira! yo he venido para hacer tu voluntad, oh Dios.’—Heb. 10:7.
1, 2. (a) ¿Cómo está eslabonada la voluntad de Dios con la vida sin fin de sus criaturas? (b) Para los humanos rectos de hoy día, ¿cuál es la selección apropiada?
LOS vencedores vivirán para siempre, de acuerdo con la voluntad suprema de Dios. (Apo. 2:10, 11; 21:6, 7) El principal entre los vencedores es Jesucristo, Aquel que dijo: “En el mundo tendrán tribulación, pero ¡alégrense! yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Después que el Dios vivo, Jehová, había levantado de la muerte en la tierra y glorificado en el cielo a ese principal Vencedor que había sido muerto, Jesús repentinamente detuvo a un viajero en la antigua Siria, a un asesino perseguidor llamado Saulo de Tarso. Jesús le dijo: “Con este fin me he hecho visible a ti, para escogerte como . . . testigo . . . mientras te liberto . . . de las naciones, a quienes te estoy enviando, para que les abras los ojos, para volverlos . . . de la autoridad de Satanás a Dios.” (Hech. 26:16-18) En ese tiempo y antes de nuestro tiempo (durante casi seis mil años hasta 1914 d. de J.C.) la “autoridad de. Satanás” fué lo que ese inicuo principal ejerció libremente sobre todo este mundo o sistema de cosas que Jesucristo venció y que sus seguidores tienen que vencer.
2 Cuando Jesús estuvo en la tierra enseñó verdaderamente: “Nadie puede ser esclavo de dos señores; porque u odiará al uno y amará al otro, o se adherirá al uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden ser esclavos de Dios y de las Riquezas.” (Mat. 6:24) Seriamente, entonces, ¿es el Señor amado a quien Jesús sirvió y continúa sirviendo—es ese Señor noble y amoroso el Señor a quien usted sirve ahora? Igual que Jesús, ¿es usted esclavo del Dios supremo? En otras palabras, ¿ha escogido usted anuente y voluntariamente escuchar y obedecer al Señor de Jesús, el Dios verdadero, Jehová? Igual que Jesús, ¿se deleita usted en hacer la voluntad de Dios? ¿Se ha alejado usted positivamente de la “autoridad de Satanás” para estar de parte de la autoridad del Supremo por medio de deliberada y voluntariamente dedicar su vida a servir a Jehová? ¿Pregunta usted qué es dedicación?
3. ¿Qué significa la dedicación?
3 Dedicación significa el apartarse uno voluntariamente con la mira de entregarse en devoción a una deidad, a un propósito sagrado, o a una persona en particular, a un principio, a una ciencia, a una nación, o aun a una ocupación o manera de vivir escogida. La dedicación que significa más y es de la más grande importancia es aquella en que la persona se divorcia de todas las otras ocupaciones y solemnemente se ofrece a una persona divina en una devoción a Jehová Dios. Eso significa el hacer que la voluntad de usted se conforme a la voluntad del Altísimo Dios. La dedicación a La Persona Divina tiene que ser incondicional, sin reservas. No puede ser una devoción o dedicación dividida, porque una dedicación con reservas sería inválida a la vista de Jehová Dios. El exige devoción absoluta o exclusiva.—Éxo. 20:5; 34:14; Deu. 4:24; 6:15.
4. ¿Cómo consideró Jesús la dedicación?
4 Hallamos el ejemplo perfecto de dedicarse o hacer una dedicación en el Hijo de Dios, Cristo Jesús. Su dedicación de sí mismo se resume con las palabras: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado.” Su devoción a Dios fué enteramente exclusiva. No permitió que ninguna otra cosa la violara o le quitara gradualmente su lugar. En la tierra Jesús estaba familiarizado con su Padre que está en el cielo, cuya ley conocía y amaba. Estaba enterado de lo que le había pasado a la nación de Israel y a otros que violaron su relación de pacto con el Todopoderoso Dios. Tal conocimiento hizo que Jesús estuviese todavía más ansioso, sí, que fuera inexorable en querer conformar su propia voluntad a la voluntad de su Padre.—Sal. 40:8; Juan 4:34; 6:38.
5. (a) ¿Qué se requiere del cristiano que se ha dedicado? (b) ¿Por qué es esencial un cambio radical en los hábitos de vida?
5 En consecuencia, cuando alguna persona se dedica a hacer la voluntad de Jehová Dios, eso significa un cambio completo de su manera de vivir anterior, una manera que le es común a este mundo que ha estado bajo la “autoridad de Satanás.” Las inclinaciones de la persona dedicada cambian, así como sus deseos. Este cambio no se efectúa automáticamente, sino que es el resultado de rehacer su mente del modelo de pensar y actuar del viejo mundo a uno nuevo. Es el resultado de meditación calmada, cuidadosa, sobria en la Palabra de Dios, y no un cambio milagroso o emocional que se efectúa totalmente en un instante. La inclinación o tendencia normal de la mente del hombre es hacia el pecado, porque nuestros primeros padres, Adán y Eva, voluntariamente escogieron hacer la voluntad de Satanás el enemigo de Jehová Dios, y se olvidaron de la voluntad del Dios verdadero para ellos. “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.” (Rom. 5:12) De acuerdo con ese modelo pecaminoso hemos sido formados en iniquidad bajo la condenación de la muerte. Por eso es imperativo que se efectúe un cambio. Por eso es tan importante que se introduzca nuevo conocimiento en la mente, y que éste sea de la Palabra de Dios. Tiene que haber un alejarse continuamente de la vieja manera de pensar, modelada según este viejo mundo o sistema de cosas. Tiene que haber un reconocimiento de la nueva manera—un deseo de cambiar o arrepentirse del viejo derrotero y rehacer la manera de vivir de uno de acuerdo con el nuevo modelo. Esto constituye el seguir el consejo de Pablo: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó, . . . para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento acertado de Dios.” Esto manifiesta que hay un cambio completo en el modelo de vida de uno, del modelo del viejo mundo al modelo del nuevo mundo. Aquí tenemos que tener presente que es a causa de este nuevo mundo de justicia que Cristo Jesús dió su sangre vital, porque es en el nuevo mundo que la vida eterna habrá de lograrse. Según lo que Juan escribió, el presente viejo mundo está desapareciendo. “No estén amando al mundo ni las cosas que están en el mundo . . . . Además, el mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” —Col. 3:9, 10; 1:10; 1 Juan 2:15, 17.
6. ¿Por qué podemos decir que una criatura humana de hoy día está a la imagen de Dios?
6 Puesto que el viejo mundo está desapareciendo, el cristiano tiene que darle la espalda a ese viejo mundo para seguir viviendo y entrar en el nuevo mundo. Luego cuando su mente es rehecha, cuando su pensar se cambia para conformarse a la Palabra del Todopoderoso Dios, puede decirse apropiadamente que la persona está a la imagen de Dios, así como Adán lo estuvo originalmente antes de pecar. Cuando la persona es modelada según el conocimiento superior de Dios, entonces se dice apropiadamente que la criatura ha vuelto a estar a la imagen de Dios. Eso no significa que la persona es perfecta cuando se logra esto, sino que su pensar se ha transformado al modo de pensar elevado y excelso que Jehová Dios usa. Al seguir tal derrotero la persona llega a ser agradable y aceptable al Todopoderoso Dios.
ACTITUD MENTAL APROPIADA ANTESDE LA DEDICACIÓN
7. ¿Qué es arrepentimiento? ¿Por qué se requiere?
7 La persona humilde y arrepentida se describe en las palabras que escribió Isaías: “¡Deje el malo su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá compasión de él, y a nuestro Dios, porque es grande en perdonar!” Esto manifiesta cuán abordable es Jehová. A la persona humilde que desea hallarlo Jehová la recibirá por medio de su Hijo Cristo Jesús. El perdonará a la criatura de los pecados que heredó por razón de haber nacido de padres pecaminosos. Pablo muestra además la importancia de despojarse de la vieja personalidad, diciendo: “Deben despojarse de la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que está corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero que deben ser renovados en la fuerza que impulsa su mente, y deben revestirse de la nueva personalidad que fué creada de acuerdo con la voluntad de Dios en verdadera justicia y bondad amorosa.” Así Pablo vívidamente trae a nuestra atención que tenemos que abandonar por completo nuestra anterior manera de vivir y los deseos del pasado. Entonces la nueva manera de pensar que habrá adquirido por medio de estudiar la Palabra de Jehová y de conseguir conocimiento de sus propósitos será el poder impulsor en la vida del cristiano.—Isa. 55:7, Mod; Efe. 4:22-24.
8. Después de la conversión, ¿qué cualidades debe cultivar la persona?
8 Después de efectuarse la conversión de la mente, entonces la persona le tendrá sumo respeto a Jehová y a Su Palabra. Seguirá la exhortación de Pablo: “Vístanse de los tiernos afectos de la compasión, la bondad, la humildad de mente, la apacibilidad y la gran paciencia.” Estas cualidades no se encuentran en el viejo mundo, sino sólo en el nuevo mundo. Aunque las palabras de Pablo fueron escritas a los cristianos, la expresión mucho más temprana de Jehová manifiesta cómo avalúa él tales características: “Lo que a mí me gusta es criaturas humildes, desalentadas, que están en temor reverente ante todo lo que yo digo.” La persona humilde manifiesta suma reverencia al Altísimo Dios, Jehová.—Col. 3:12; Isa. 66:2, Mod.
9. ¿Qué clase de servidumbre se requiere, y sobre qué tiene que estar basada?
9 ¿Puede alguna persona común manifestar amor firme, indiviso al Todopoderoso Creador? Sí, ella tiene que estar dedicada exclusivamente a Él y luego tener un celo ardiente en su corazón para servirle como un esclavo anuente sirve a su señor amado. El servir significa obedecer. Los que obedecen a Jehová le obedecen por amor a él: “Si alguien me ama, observará mi palabra, y mi Padre le amará, y nosotros vendremos a él y haremos nuestra morada con él. El que no me ama no observa mis palabras; y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.” (Juan 14:23, 24) El amor es, en realidad, la suma y substancia de toda la ley de mandamientos de Dios. Cristo Jesús verificó esto al decir: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas [fuerza vital].” Ciertamente nada se omite. Se requiere que la criatura ame y sirva al Creador, Jehová, completamente, con lealtad sincera.—Mar. 12:30; Deu. 6:5.
10. (a) ¿Cómo debe uno considerarse a sí mismo después de la dedicación? (b) ¿A qué grado hay que ser sumiso a Jehová?
10 De parte de los seguidores verdaderos de Cristo esto significa el olvidarse uno completamente de uno mismo, así como él dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo.” El que se niega a sí mismo niega sus miras personales y la selección de la carrera de su vida. Más bien, trata de hacer que la voluntad de él sea hacer lo que la voluntad y propósitos de Jehová son concerniente a su presente y futuro. Entonces se porta de acuerdo con ello.
LA DEDICACIÓN CONLLEVA RESPONSABILIDAD
11. (a) ¿Cómo debe uno considerar la responsabilidad? (b) ¿Según qué ejemplos deben modelar su vida los cristianos?
11 Esto verdaderamente coloca una carga pesada de responsabilidad sobre la persona que dedica su vida a Jehová. La fidelidad al llevar esta carga es obligatoria, no discrecional. Significa renunciar voluntariamente a la selección personal de un derrotero o manera de vivir para que se pueda hacer la voluntad de Dios. Pueden sobrevenirle ridículo, oprobio, penalidad, persecución, tormento o encarcelación a uno a causa de optar por seguir el derrotero del principal Testigo de Jehová, Cristo Jesús. A través de todas esas circunstancias la persona dedicada continúa siguiendo a Jesús, haciendo la voluntad de Jehová. Reconoce que convino en hacer la voluntad de Dios. Por lo tanto tiene que tener una actitud positiva en cuanto a su responsabilidad, así como la tuvo Isaías cuando dijo: “¡Aquí estoy yo; envíame a mí!” A medida que uno aprende la Palabra de Dios y reconoce esta responsabilidad, no se le hace que la responsabilidad sea demasiado pesada. Tampoco se acobarda ante ello ni teme que fracasará. Dado que espera vivir en el nuevo mundo eterno de Jehová, sigue obedeciendo la Palabra de Dios en cuanto a “no temas”; vence el espíritu de temor y cobardía. Recuerda la revelación de Jehová que Juan vió y escribió: “Yo vi un nuevo cielo y una nueva tierra, porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, . . . Todo el que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe . . . y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda.” Pablo, también, dió exhortación muy animadora y aseguradora a Timoteo, escribiendo: “Dios no nos dió un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de mente sana. Por esto no te avergüences del testimonio acerca de nuestro Señor, ni de mí un preso por su causa, sino que acepta tu parte en sufrir maldades por causa de las buenas nuevas de acuerdo con el poder de Dios.” No a Judas Iscariote u otros que fracasaron, incluyendo a Satanás mismo, consideramos seriamente para entender el significado de la dedicación; sino que miramos a la larga línea de vencedores fuertes, fieles, valientes que la Biblia menciona. En su derrotero de la vida vemos modelos que vale la pena imitar. Podemos estar tan determinados como ellos. Podemos ser siervos obedientes de Dios como ellos. Los cristianos primitivos, incluyendo a los fieles apóstoles de Cristo, no fueron miedosos en lo más mínimo. Luego también hay hombres como Abrahán, Isaac, Jacob y David, y mujeres como Sara, Rahab, Débora y Jael, así como muchos otros en esa larga línea de valientes testigos guardadores de pactos de Jehová que se remonta hasta el mismísimo tiempo del justo Abel. Ellos tuvieron una fuerte ancla de esperanza en el poder supremo de Jehová, aun en cuanto a su poder de resucitar a los muertos. Tal fe fortalecida hace que la persona no tema al enemigo aunque pueda costarle su vida física en este tiempo.—Luc. 9:23; Isa. 6:8, Mod; Apo. 21:1, 7, 8; 2 Tim.1:7, 8.
12. ¿A qué selección se enfrenta todo cristiano verdadero?
12 El escoger uno Su derrotero o manera de proceder en la vida es responsabilidad personal, como lo indicó Moisés: “He puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición, y debes escoger la vida a fin de que puedas mantenerte vivo, tú y tu prole.” ¿Pero cómo, ahora, puede uno escoger la vida? Por medio de seguir el derrotero trazado para el cristiano verdadero, “amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote tenazmente a él, porque él es tu vida y la longitud de tus días.” Escogemos la vida dedicándonos enteramente a Jehová teniendo como mira el obedecerle siempre y llevar nuestra carga de responsabilidad.—Deu. 30:19, 20.
13. (a) ¿Qué decisión hizo Josué? (b) En nuestro día, ¿qué pasa a los que descuidan el escoger acertadamente?
13 Josué, también, manifestó candorosamente la selección personal que se requiere para dar devoción exclusiva a Jehová. “Ahora, si es malo a sus ojos servir a Jehová, escojan para ustedes mismos hoy a quién servirán, si a los dioses que sirvieron sus antepasados que estaban al otro lado del Río o a los dioses de los amorreos en cuya tierra ustedes están morando. Pero en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová.” (Jos. 24:15) Toda persona no dedicada tiene la misma libertad para escoger. Esta selección determinará su destino, si será vida o será muerte. En este día del poder de Jehová, si uno rehusa dedicarse a servir a Jehová su vida terminará permanentemente en el Armagedón (si es que no antes) como pecador condenado. Al llegar al punto en que uno desea servir a Jehová con todo su corazón, alma y mente, la pregunta no es: ‘¿Debo dedicarme?’ El dedicarse para hacer la voluntad de Dios es el proceder trazado o señalado previamente por Cristo Jesús. Por lo tanto uno debe preguntarse a sí mismo: ¿Entiendo correctamente la voluntad de Jehová y lo que él requiere para que yo convenga en ser un seguidor verdadero de las pisadas de Cristo Jesús, para hacer la voluntad de Jehová de ahora en adelante? Una vez que esto se entienda correctamente, no hay titubeo por parte de la persona que sinceramente quiere servir a Jehová. Este paso positivo hacia adelante es delineado por Jehová. Para conseguir la vida hay que dar ese paso. El que conviene en ser seguidor de las pisadas de Cristo y ejecuta ese convenio verdaderamente es un cristiano. Esta dedicación el seguidor obediente de Cristo entonces la confiesa o simboliza públicamente delante de otros por medio de bautismo en agua.
LO QUE SIGNIFICA LA DEDICACIÓN PARA USTED
14. (a) ¿Qué precede a la dedicación? (b) ¿Qué sigue a la dedicación? (c) ¿Qué está incluido en la dedicación de uno a Jehová?
14 Antes de la dedicación viene un escrutinio del alma. Uno tiene que comprender que su dedicación tiene que ser un ‘volverse a Jehová.’ Significa el arrepentirse o alejarse de la manera de vivir desobediente y pecaminosa en el viejo mundo según la cual uno ha vivido hasta este punto. Como pecador, el arrepentido se ve a sí mismo ahora desde el punto de vista de Jehová. Reconoce la amorosa provisión de Jehová al proveer a Cristo Jesús como el Redentor, Comprador o Rescatador. Reconoce que por medio de ejercer fe en el valor comprador o redentor de la sangre derramada de Cristo Jesús le es posible estar apropiadamente en armonía o unidad con el Santo, Jehová. Luego se efectúa un cambio. Este no es un cambio milagroso, sino que es el comienzo de una nueva actitud mental que de ahora en adelante modela el derrotero de vida de uno como hacedor firme y anuente de la voluntad revelada de Dios. En este respecto la dedicación marca una decisión que tiene que llevarse a cabo. Cuando una persona dedica su vida a Jehová espera que Jehová cumpla lo prometido, y no hay duda de que Jehová lo cumplirá. Jehová, también, espera que aquel a quien recibe lleve a cabo su dedicación. No hay tal cosa como una dedicación parcial; es decir, no puede uno retener algo o decidir en su propia mente sin dar expresión a ello que se dedicará a Jehová de alguna manera limitada. No debe permitirse que cosa alguna perjudique la entereza de su dedicación. De modo que verdaderamente una responsabilidad seria acompaña a esta dedicación a Jehová. La persona no puede ser adormecida de modo que abrigue el parecer de que la predicación de la Palabra de Dios simplemente es discrecional. La obra ministerial es una parte obligatoria de la asignación de trabajar, así como lo fué en el caso de Cristo Jesús. El tiempo de su dedicación marcó el principio de su obra ministerial y él nunca divagó ni permitió que cosa alguna estorbara su nuevo derrotero de vida que se había determinado seguir y que había convenido en ejecutar.
15. ¿A qué puede compararse la dedicación?
15 Dado que esto señaló el principio, puede compararse al nacimiento de la persona; es decir, al principio de su nueva vida. Antes de este tiempo sólo se disfrutaba de una medida muy pequeña de la vida humana, y eso lo hacíamos bajo condenación a causa de estar modelados según el estado caído de Adán.
16, 17. (a) ¿Cómo deben considerar este paso importante las personas recién dedicadas? (b) ¿Cuál será el objetivo de la persona recién dedicada?
16 Igual que un niño, la persona tiene que estar deseosa de aprender y continuar aprendiendo para crecer a la madurez. Observamos que el niño se muestra deseoso de imitar a sus padres; y luego, también, vemos la fuerza impulsora que posee la criatura para llegar a la condición de hombre o de mujer. En realidad, está dispuesta a estudiar con ansia para lograrlo. La mente de un niño está alerta para adquirir conocimiento porque no tiene el deseo de permanecer en la infancia o aun en un estado de adolescencia. Así debe considerar su vida futura el cristiano “recién nacido.”
17 Los niños siempre se muestran deseosos de eludir una dieta láctea o una dieta de alimento blando. Tienen grandes ansias de comer el alimento sólido que observan a sus padres comer, porque reconocen que el alimento sólido es para las personas maduras. Y así sucede con los cristianos, como Pablo aconsejó: “Pero el alimento sólido es para las personas maduras, para los que por medio del uso tienen las facultades perceptivas ejercitadas para discernir así lo bueno como lo malo. Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina elemental acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez, no poniendo un cimiento de nuevo, a saber, arrepentimiento de obras muertas y fe hacia Dios, la enseñanza sobre bautismos y la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.”—Heb. 5:14-6:2.
18. ¿Tras qué debe seguir la persona dedicada? ¿Qué le ocasionará gozo a su corazón?
18 El cristiano debe seguir ansiosamente tras el conocimiento para que pueda obtener madurez espiritual y estar mejor capacitado para llevar a cabo su dedicación y luego ayudar a otros, y de esa manera ayudarlos a obtener la vida. Esto puede compararse a los jóvenes que crecen al estado de hombres o mujeres. Cuando llegan a este estado de madurez y se casan, traen nuevos niños al mundo. Así sucede con los cristianos maduros. Al decir ellos: “¡Vengan!” traen a otros, y luego los nuevos oyentes se alejan de su anterior proceder, e igualmente estudian y progresan hasta querer dedicar su vida a hacer la voluntad de Jehová. La madurez cristiana es una condición maravillosa y feliz en que vivir y da gusto observarla.
19. ¿Por qué es importante que la persona que se propone dedicarse considere seriamente el costo?
19 Al considerar el asunto de la dedicación alguien pudiera pensar: ‘No veo cómo me sería posible hacer esta obra ministerial o participar en ella; no obstante, amo a Dios y le serviré. Lo reconoceré plenamente en mi vida, pero en cuanto a dedicación completa, no puedo hacer eso.’ Al principio, así puede pensar uno; pero si alguien se encuentra en ese estado de ánimo, entonces debe continuar estudiando, adquiriendo conocimiento acertado, porque el pensamiento más maduro lo ayudará a hacer la decisión apropiada. Esta verdaderamente es una decisión vital. Puede compararse al caso del hombre que, al mirar hacia el futuro, planea edificar una casa. Pero aun para construir una casa el hombre tiene que sentarse y considerar el costo, como Jesús declaró: “Por ejemplo, ¿quién de ustedes que quiera construir una torre no se sienta primero y calcula el gasto, para ver si tiene suficiente para completarla? De otro modo, pudiera colocar los cimientos pero no tener los fondos para terminarla, y todos los espectadores pudieran empezar a ridiculizarlo, diciendo: ‘Este hombre comenzó a edificar pero no tenía los fondos para terminar.’” En lo que concierne a hacer una dedicación, esto significa que la persona debe considerar el costo de tomar tal derrotero y de adherirse a él hasta el fin, y hacerlo sobria y diligentemente.—Luc. 14:28-30.
LA DEDICACIÓN TRAE FELICIDAD
20. ¿Cuáles son algunas de las bendiciones de Jehová para los siervos dedicados? Y ¿qué trae gozo?
20 Entonces, ¿por qué no mide aquello a que usted renuncia y luego lo que le promete Jehová? (Mat. 19:27-29) ¡Deténgase y piense en ello! ¿Qué cosas buenas tiene usted que no haya recibido de parte de Jehová en primer lugar, incluyendo el poder de rendir devoción, alabanza y servicio anuente? Estas son las cosas que usted dedicará felizmente a Jehová, aun su persona completa, para servirle. Estas se dan voluntariamente a Jehová por medio del Justo, Jesucristo, por los privilegios y bendiciones inefables que de continuo se les conceden a los siervos dedicados de Dios. Sin embargo, tenga presente que esto da a la persona la autoridad de llamarse por el nombre de Jehová y de hablar en ese nombre como testigo de Él. En este viejo mundo condenado y agonizante, estos siervos dedicados de Dios son el pueblo más feliz que vive. En realidad, estas personas esperan sobrevivir a la guerra universal de Dios en el Armagedón y confiadamente esperan vivir para siempre en un paraíso de perfección que abarcará toda la tierra. Mucho, entonces, depende de que uno se dedique, y luego todo depende de la fidelidad de uno a esa dedicación. El retener uno su integridad y el vivir fielmente en conformidad con los votos de su dedicación trae felicidad suprema. El no hacerlo trae desesperación.
21. ¿Cuán extensa tiene que ser la dedicación?
21 El pleno impacto e importancia cabal de la dedicación aparentemente pueden ser resumidos con las palabras de Jesús: “Por consiguiente, puedes estar seguro, ninguno de ustedes que no le diga adiós a todas sus posesiones puede ser mi discípulo.” (Luc. 14:33) No puede permitirse que cosa alguna estorbe la dedicación. Esto puede incluir a la esposa de un hombre, o al esposo de una mujer, o una familia o cualquier otra cosa de este mundo que pudiera estimarse profundamente. La dedicación que uno hace a Jehová tiene que ser inequívoca en su alcance. Uno queda moralmente obligado a rendir devoción exclusiva a Jehová.