¿Cómo puede protegerse usted?
LOS ciudadanos comúnmente recurren a la policía en busca de protección, pero en algunas zonas la policía dice ahora que no pueden proveerla. Lewis M. Phelps, escribiendo para The Wall Street Journal, contó acerca de los hurtos de su propiedad y la de sus vecinos en Chicago. Describió la reacción de la policía como sigue:
“Mientras estaba llenando los formularios, un policía comentó, casi casualmente: ‘Supongo que usted sabe que realmente no tiene ninguna protección policial en este vecindario. No tiene ninguna protección en ninguna parte de esta ciudad, porque nosotros no somos verdaderos policías. Solo simulamos los movimientos.’”
Explicó el policía: “Alguna de estas noches probablemente atrapemos a estos sujetos. Entonces probablemente correrán. . . . Ni siquiera voy a esforzarme mucho para perseguirlos, porque si lo hago, y los atrapo probablemente resistirán. Tendré que golpearlos con mi revólver o mi cachiporra para someterlos, o si no me herirán. Entonces tendré sobre mis espaldas una acusación de brutalidad, aunque él me golpee primero. De modo que solo simularé los movimientos de perseguirlo, nada más para dar la apariencia de lo correcto. Y eso es exactamente cómo ven la situación la mayoría de los policías de esta ciudad.”
Esto es lo que quiso decir el policía cuando mencionó que la gente realmente no tiene ninguna protección policial. Pero rápidamente defendió su ‘simulación de los movimientos,’ diciendo: “Tengo esposa y familia en quien pensar. ¿Por qué debiera arriesgar mi vida para prender estos tipos cuando los tribunales vuelven a ponerlos en la calle? He arrestado a tipos por robo armado. Algunos tienen 200 arrestos, y docenas de sentencias por crímenes violentos. Pero a pesar de eso obtienen la libertad condicional. ¿Por qué debiera correr el riesgo de que me hieran de un tiro para llevar a un tipo a los tribunales para eso?”
Bueno, ¿dónde lo deja esto a usted, el ciudadano común? La verdad es que, el que sea usted una víctima del crimen o no, depende mucho de sus propios esfuerzos por protegerse.
Tipo de protección recomendada
Frank Angelo, un periodista del Free Press de Detroit, informó sobre una recomendación. Explicó que una amiga le había dicho que en varios hogares en su inmediata vecindad del centro se habían cometido robos con escalo. Dijo ella que los ‘policías que vinieron en respuesta a su llamada se dieron prisa en recomendar que la mejor solución al problema era que ella y otros se armaran.’
Pero, ¿es este buen consejo, el de armarse? A pesar de que algunos policías recomiendan eso, casi todas las agencias de hacer cumplir la ley concuerdan en que no es aconsejable. Hay buenas razones para no armarse uno.
En primer lugar, en muchas localidades el portar armas ocultas es una infracción de ley. También hay el peligro de que si usted saca un arma, el criminal se desquite, usando su propia arma o arrebatando la suya. Muchas personas han sido muertas en tales encuentros. Además, el simplemente tener pistolas a mano resulta en muchos accidentes trágicos. Según el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, cada año unos 1300 estadounidenses son muertos accidentalmente en sus hogares por armas de fuego.
Si el portar armas no es la solución, ¿qué puede hacer usted para protegerse?
Gobierno de sí mismo, apacibilidad
Señalando a la necesidad de gobierno de sí mismo, un investigador de crímenes declaró: “Lo que la gente tiene que temer mayormente del crimen está en ellos mismos.” Pero, ¿cómo puede ser una protección el gobierno de uno mismo?
Puede serlo, porque a menudo las víctimas mismas provocan el crimen. Especialmente los miles que son asesinados cada año por sus amigos y parientes contribuyen a su propia muerte. Cierto, otros quizás empiecen el argumento que termina en un ataque fatal. Pero, ¿qué hubiera pasado si las víctimas hubiesen escuchado el consejo bíblico: “Una respuesta, cuando es apacible, aparta la furia,” o si hubiesen seguido el consejo bíblico de “ser amable para con todos”? (Pro. 15:1; 2 Tim. 2:24) Probablemente nunca hubieran sido asesinados.
Es prudente, también, recordar este consejo bíblico cuando los extraños lo reprendan duramente por algo que usted hizo. La inclinación es ser vengativo. ¡Pero cuánto mejor es el humildemente expresar pena por cualquier cosa que hizo que le ocasionó disgusto a la otra persona! La respuesta apacible aparta la ira, pero, como sigue diciendo el proverbio bíblico, “una palabra que causa dolor hace subir la cólera.”—Pro. 15:1.
¡Cuán a menudo se comprueba la veracidad de este proverbio! Por eso cuando una joven topó, según se afirma, con una anciana en una acera de Nueva York, se le exigió una disculpa. Al rehusar darla, resultó una discusión, y la mayor sacó una pistola y la mató. Si la joven solo hubiese contestado apaciblemente y se hubiese disculpado, la tragedia no hubiera ocurrido.
El gobierno de sí mismo que puede protegerlo de la violencia en casos como ese es producto del espíritu de Dios, y lo pueden conseguir los que aplican el consejo bíblico. (Gál. 5:22, 23) Aunque usted no ejerza gobierno de sí mismo en la actualidad, puede cultivar esta cualidad divina junto con la apacibilidad. Ambas cualidades son esenciales para evitar dificultades.
Manténgase alerta, prevea el peligro
La Biblia puede suministrar protección de muchas otras maneras. Por ejemplo, considere el valor de actuar de acuerdo con este principio bíblico: “El prudente prevé el mal, y se esconde; mas los simples pasan adelante, y llevan el daño.”—Pro. 22:3, Versión Moderna.
Es prudente no minimizar el peligro del crimen. Si las circunstancias lo obligan a estar en una zona insegura, manténgase alerta. Camine y actúe resueltamente; no se demore. Mantenga los ojos en movimiento observando la calle adelante, y de vez en cuando mire hacia atrás. Camine cerca del borde de la acera, bien apartado de los edificios donde un criminal puede estar al acecho en una entrada oscura o callejón.
También es prudente evitar las calles escasamente iluminadas y poco frecuentadas. Mire hacia adelante antes de entrar en una manzana... reconozca las posibilidades de peligro. Si ve a un grupo de individuos de apariencia sospechosa, no se arriesgue a pasar en medio de ellos. Cruce la calle o cambie de dirección. Si lo siguen, pase a la calle. Si el peligro parece inminente, corra o pida ayuda a gritos.
Trate de no viajar solo después de oscurecer. Si está en un lugar de reunión, espere a volver a casa con un amigo. Cuando entre en un vestíbulo, o en un ascensor de un vecindario peligroso... sea prudente, prevea el peligro. No entre en un ascensor con personas extrañas si tiene la menor sospecha de ellas, tampoco titubee ante la decisión de salirse inmediatamente si entran. El que se ofendan no es lo de más importancia; más vale estar a salvo que arriesgarse y lamentarlo.
Puesto que el arrebatar bolsas o carteras es especialmente común, manténgase en espera de un intento de robo. Lleve su bolsa entre el brazo y el cuerpo, con una mano sobre el cierre. Y no lleve sumas excesivas de dinero en su bolsa. Además, no invite al asalto por medio de usar ropa costosa o joyas si está en una zona de mucho crimen, ni abra su billetera de tal modo que personas cerca de usted puedan ver su dinero cuando está comprando.
Al conducir su automóvil, también manténgase alerta al peligro. Asegúrese de que estén bien cerradas todas las puertas. Si no lo están, un criminal puede entrar fácilmente cuando se detiene ante un semáforo. Mantenga cerradas las ventanillas o con los vidrios bien arriba para evitar que alguien meta la mano por la abertura. Si alguien se aproxima amenazadoramente a su automóvil, ponga el vehículo en marcha lo más pronto posible. Al estacionarlo, no deje visible en él cosas de valor, antes bien póngalas en la gaveta para guantes o en el baúl.
¿Qué hay si, a pesar de mantenerse alerta, lo ataca un criminal? Acceda con calma a su demanda de entregar sus objetos de valor. Su vida y su salud son más importantes que las posesiones materiales. Según la policía de Nueva York, en más del 99 por ciento de los asaltos la víctima no resulta lesionada si no resiste.
Las circunstancias son diferentes cuando un hombre que intenta cometer un crimen sexual se dirige a una mujer. “Resista con todo su ser,” insta Paul Boesch, autor del libro Lady Protect Yourself. No titubee. Resista a su primera sugerencia de mal intento. Si persiste, GRITE. Trate de zafarse y corra. La Biblia muestra que este es el proceder correcto para una mujer atacada por uno que intenta violarla.—Deu. 22:23-27.
Reconozca de antemano la posibilidad de crímenes sexuales contra sus hijos, también, y provéales protección. Incúlqueles fuertemente que nunca acepten un paseo en automóvil con extraños. Hágales saber que es incorrecto dejar que otros los acaricien y que eso puede resultar en daño para ellos.
Proteja su hogar
Primero, proteja su hogar con cerraduras seguras en todas las puertas y ventanas... no pase ninguna por alto. Estas cerraduras no deben ser cerraduras sencillas que se pueden abrir con un naipe o un destornillador. Debe ser una cerradura de pestillo sin muelle. Esto requiere el uso de su llave para hacer girar el pestillo cuando sale, y una vuelta del pestillo cuando está adentro. Además, un cilindro resistente a ser forzado suministra protección contra el uso de una llave maestra o ganzúa de parte de un ladrón.
Una vez instaladas, no deje de usar estas cerraduras. ¡Informes de los oficiales de la policía de los Estados Unidos muestran que en cerca del 50 por ciento de los casos los ladrones entran en las residencias por las ventanas o puertas que no están cerradas con llave!
Cuando se marche, no lo anuncie. No le dé a su vivienda un aspecto de desocupada, cerrando las celosías y cortinas. Use luces de modo eficaz. Hay una gran variedad de relojes y cronómetros muy útiles. Se pueden poner estos para encender y apagar luces a ciertas horas, lo mismo que encender y apagar radios y televisores. Una luz encendida noche y día es, por lo general, una clara y segura indicación de que no hay nadie en casa. Si planea estar ausente por varios días, haga arreglos para que un amigo de confianza inspeccione su propiedad, corte el césped, recoja el diario y la correspondencia y tal vez hasta para que se quede en su casa.
Cierto, puede que algunas personas tomen todas estas precauciones, y hasta otras, y aun así sean víctimas del crimen. La protección que uno mismo puede proveerse es reconocidamente limitada. Pero está cerca el tiempo en que todos conocerán personalmente lo que es la verdadera protección.
[Ilustración de la página 12]
Si alguien la sigue, pase a la calle. Si el peligro parece inminente, corra o pida ayuda a gritos
[Ilustración de la página 13]
¿Luchará usted para retener su dinero y posiblemente perder su vida?