-
Vigilando estrechamente la manera en que andamosLa Atalaya 1959 | 15 de agosto
-
-
es cometer adulterio o fornicación espiritual. Ciertamente no es hacerse uno amigo de Dios o de su congregación. Es copiar a este mundo, usando al mundo como modelo. Es una demostración del espíritu del mundo. Es una prueba de amor a este mundo inicuo, “porque todo en el mundo—el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno—no se origina del Padre [Jehová Dios], sino que se origina del mundo.” (1 Juan 2:16) Por lo tanto, la inmoralidad demuestra que el fornicador pertenece al mundo y que es una persona colocada fuera de su sitio dentro de la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová.
25. ¿Mediante cuáles dos actos drásticos ilustró Jehová lo que tiene que hacerse con tales miembros inmorales de la congregación?
25 Jehová arrasó de su congregación a 23,000 fornicadores, no en un año, sino en un día. Los fornicadores tienen que ser expulsados de su congregación. Él aun arrasó, durante la batalla cerca de Siloé, a los dos sacerdotes Ofni y Finees, los hijos del sumo sacerdote Elí, porque inicuamente cometían adulterio con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión, causando vituperio a Jehová Dios.—1 Sam. 2:12, 22-25; 3:13, 14; 4:4-11, 17.
26. (a) ¿Qué dice Pablo para mostrar si hay o no otros pecados por los que se necesita expulsar? (b) ¿Cuál debe ser la condición de corazón y el proceder del que despierta al mal que ha cometido?
26 Hay otros pecados además de la fornicación para los cuales se necesita la expulsión. Pablo escribió a la congregación: “Les estoy escribiendo que dejen de mezclarse en la compañía de cualquiera que se llame hermano y que sea fornicador o persona codiciosa o idólatra o injuriador o borracho o defraudador; ni siquiera coman con tal persona. . . . Quiten al hombre inicuo de entre ustedes.” (1 Cor. 5:11, 13) Si alguna persona comete pecado que merece la expulsión pero llega a darse cuenta de la vileza de su delito y cuánto ha desagradado a Dios, ¿cuál debe ser su condición de corazón? Afligida; ella debe sentirse dolorosamente afligida y debe arrepentirse. Debe confesar su pecado no sólo a Dios, quien ya lo sabe por observación, sino también a la organización visible de Dios por medio de sus siervos locales asignados teocráticamente. Es un tiempo crítico para buscar reconciliación con Dios y su pueblo por medio de Cristo, suplicando misericordia. En armonía con esto, el consejo bíblico es: “¿Hay alguien enfermo [espiritualmente] entre ustedes? Que llame a los hombres de mayor edad de la congregación a él, y que éstos oren sobre él, frotándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También si ha cometido pecados, se le perdonará. Por lo tanto confiesen abiertamente sus pecados los unos a los otros y oren los unos por los otros, para que sean curados.” (Sant. 5:14-16) Este proceder de humillación propia y de confesar su necesidad espiritual ayuda al pecador a reconciliarse con Dios. Lo ayuda a vigilar estrechamente de allí en adelante la manera en que anda delante de Dios.
-
-
Ninguna perturbaciónLa Atalaya 1959 | 15 de agosto
-
-
Ninguna perturbación
“Algunos estados tienen una ley contra el ‘perturbar la paz de una persona,’” escribe Simeón Stylites en The Christian Century. “¿No sería éste un encabezamiento alarmante en algún diario: ‘¡Arrestan a predicador!’—relatándose bajo él que algunos feligreses habían hecho que un policía prendiera al Rdo. Lutero Calvino Wesley después del sermón y que se lo llevara al calabazo por haber ‘perturbado la paz’ de la congregación? Eso le sucedía a Pablo como cosa normal. Le sucedía a Martín Lutero. Le sucedía a Juan Wesley. ¿Por qué no al doblar la esquina? Sólo hay un obstáculo. Para perturbar la paz, hay que perturbar.”
-