El sacerdocio general—la doctrina olvidada de la cristiandad
“Ustedes son ‘. . . un sacerdocio real, una nación santa.’”—1 Ped. 2:9.
1. ¿Por qué se le puede llamar una doctrina olvidada y abandonada a la enseñanza sobre el sacerdocio general?
LA DOCTRINA cristiana del “sacerdocio general” probablemente no sea una de las que el lector haya aprendido en la escuela ni en la escuela dominical. De hecho, para muchos ésta será la primera vez que hayan oído en cuanto a ella. Por buenas razones, ha sido la doctrina olvidada y abandonada de la cristiandad. Por siglos, apenas se mencionaba desde los púlpitos, los jóvenes no aprendían en cuanto a ella durante sus preparativos para la confirmación, los estudiantes de teología solo hallaban una página o dos acerca de ella en sus voluminosos estudios de los dogmas y doctrinas de su religión, y el lego podía hallar muy poco o nada en cuanto a ella en las secciones religiosas de las librerías y bibliotecas. No obstante, los primeros cristianos la conocían y la vivieron.
2. ¿Qué cambio han producido los últimos años tocante a la atención dada al sacerdocio general?
2 En los últimos años se ha visto un cambio en este respecto. En círculos teológicos por todo el mundo, la antigua doctrina del sacerdocio general ha sido sacada, le ha sido quitado el polvo y ha sido colocada en primer lugar en la agenda junto con temas tan importantes como la naturaleza y la unidad de la iglesia cristiana. “Hoy,” dice un profesor de teología, “difícilmente hay otro tema que haya sido comenzado a considerar con tanta energía y seriedad tanto en la Iglesia Católica Romana, que está tomando la delantera, como en las iglesias evangélicas.” ¿Qué, entonces, es el sacerdocio general? Abreviándolo: Es la enseñanza bíblica de que todo cristiano engendrado por espíritu es sacerdote. Para entender el alcance completo de esta doctrina, ayudará algo de antecedentes históricos.
3. (a) ¿Qué es un sacerdote? (b) ¿Cuál es el sacerdocio levítico? (c) ¿Cuáles fueron los dos deberes sacerdotales básicos de tales levitas?
3 Un sacerdote es un ministro de Dios. En la nación de Israel se proveyó un sacerdocio por ley. “Los sacerdotes, los hijos de Leví, deben acercarse, porque ellos son los que Jehová tu Dios ha escogido para que le ministren a él.” Por eso ese sacerdocio a menudo se menciona como el sacerdocio levítico. Sus servicios oficiales eran de dos aspectos, y Moisés los resumió con las palabras: “Instruyan ellos a Jacob en tus decisiones judiciales y a Israel en tu ley. Pongan ellos incienso delante de las ventanas de tu nariz y una ofrenda entera en tu altar.” Por eso, cuando los levitas enseñaron “en Judá, y con ellos estaba el libro de la ley de Jehová; y ellos continuaron recorriendo todas las ciudades de Judá y enseñando entre la gente,” eran ministros de Dios; y cuando los hijos levitas de Aarón ofrecían los sacrificios de incienso, grano y animales en el altar de Jehová a favor de la gente, eran ministros de Dios.—Deu. 21:5; 33:10; 2 Cró. 17:9; Mal. 2:7; Levítico, caps. 1-7 y 16.
4. (a) ¿Qué fue Prefigurado por los sacrificios animales del sacerdocio levítico? (b) ¿Cómo terminó el sacerdocio levítico, y cómo mostró esto Jehová Dios?
4 En la carta a los hebreos se explica cómo este sacerdocio levítico con su sumo sacerdote, sacrificios, enseñanza y ceremonias en conexión con el servicio del templo, así como el templo mismo con todos sus rasgos, fueron un tipo de algo mayor por venir. Casi todos los sacrificios, y especialmente lo que sucedía en el día de expiación, fueron cuadros del gran sacrificio de Cristo Jesús al dar su vida como expiación para el hombre. En consecuencia, cuando Jesús murió, fue resucitado y ascendió al cielo y el valor de su vida fue aceptado por Jehová Dios en el cielo como rescate, el sacerdocio levítico había desempeñado su papel profético por última vez. Que esto fue así se mostró por el hecho de que al instante que Jesús murió, la cortina grande del templo que separaba las dos habitaciones llamadas el “santo” y el “santísimo” fue rasgada milagrosamente de arriba a abajo. Al rasgar esa cortina, Jehová mostró que los sacrificios de expiación ofrecidos por el sumo sacerdote judío ya no eran de valor y que por lo tanto no había necesidad ya de los servicios del sacerdocio levítico, porque esa casa o templo fue abandonado entonces.—Mat. 27:51; 23:38; Heb. 9:1-15.
5. ¿Cómo fueron detenidos realmente los servicios del sacerdocio levítico?
5 No entendiendo esto, sin embargo, el sacerdocio levítico continuó sirviendo también después de la muerte de Jesús y trayendo sus sacrificios de animales al templo, pero era sin base legal alguna; el pacto de la ley ya no tenía ningún valor a los ojos de Dios, y en el año 70 cuando los romanos vencieron a Jerusalén, Dios mostró cuán superfluos habían llegado a ser al poner fin a su sacerdocio también de facto. El sacerdocio fue muerto o dispersado y su templo destruido, y jamás puede ser reconstruido Otro sacerdocio levítico, porque ningún judío puede decir hoy de cuál de las tribus de Israel se origina.—Col. 2:14.
UN NUEVO SACERDOCIO
6, 7. ¿Mostró la remoción del sacerdocio levítico que no debería haber sacerdocio en absoluto en la Tierra después? Pruebe su respuesta.
6 Al poner a la clase levítica de sacerdotes tan absolutamente fuera de existencia, ¿quería mostrar Dios que ya no había necesidad de un sacerdocio en la Tierra? ¡De ninguna manera! Todo lo que sucedió fue que un tipo, un cuadro o símbolo había sido quitado, ya que el tiempo para el antitipo, la cosa verdadera, había llegado. Por eso, cuando los sacerdotes levitas rechazaron a Jesús como sumo sacerdote de Dios, aunque de otro orden, y cuando rehusaron reconocer que el tiempo de ellos había terminado y rehusaron entrar en mayores privilegios, tuvieron que ser quitados por la fuerza.—Heb. 10:1.
7 Pablo comenta sobre el cambio de sacerdocio y su base legal, la ley, con las palabras: “Entonces, si la perfección realmente fuera por medio del sacerdocio levítico, (porque con él como rasgo recibió la gente la Ley,) ¿qué más necesidad habría de que se levantara otro sacerdote a semejanza de Melquisedec y del que no se dice que es a semejanza de Aarón? Pues ya que el sacerdocio está siendo cambiado, por necesidad llega a haber también un cambio de la ley.” El sumo sacerdote de ese nuevo sacerdocio a la manera de Melquisedec, en vez de ser Aarón, es Cristo Jesús, y como tal tiene subsacerdotes en la Tierra.—Heb. 7:11,12.
8. ¿Quién tomó el lugar del sacerdocio levítico en el arreglo de Dios? Pruébelo.
8 ¿Quienes son esos subsacerdotes? ¿Quién iba a ser el antitipo del sacerdocio levítico? En los Heb capítulos 7 al 10 de su carta a los hebreos, Pablo primero traza los paralelos entre Aarón, el sumo sacerdote del antiguo pacto, y Cristo Jesús como el Sumo Sacerdote del nuevo pacto. Luego, en el Heb capítulo 10, considera a los subsacerdotes, los levitas, y sus servicios y muestra cómo serían seguidos por un sacerdocio que no produciría sacrificios animales, y dice: “Por lo tanto, hermanos, puesto que tenemos denuedo en lo que toca al camino para entrar en el lugar santo por la sangre de Jesús, el cual él inauguró para nosotros como un camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne, y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero en plena seguridad de fe, habiendo tenido nuestro corazón rociado para limpiarlo de una conciencia inicua y nuestro cuerpo lavado con agua limpia.” Al decir “acerquémonos [nosotros] con corazón sincero . . . y nuestro cuerpo lavado con agua limpia,” aludiendo a las ceremonias de limpieza levíticas, Pablo exhorta a sus hermanos cristianos a entrar en la sucesión del sacerdocio levítico. Es, por lo tanto, la congregación cristiana la que subsiste identificada como un nuevo sacerdocio, la nueva clase de ministros terrestres de Dios que ofrece sacrificios espirituales de alabanzas y buenas obras.—Heb. 10:19-22; 13:15, 16; Lev. 16:4; Núm. 8:6, 7.
PARALELOS
9. ¿Cómo puede decirse que el cristiano es un ministro como el sacerdote levita?
9 Hay numerosos paralelos entre el sacerdocio antiguo y el sacerdocio nuevo para confirmar su relación. El cristiano es ministro de la Palabra de Dios como lo fue el sacerdote levita. “Dios . . . nos dio el ministerio de la reconciliación, a saber, que Dios estaba por medio de Cristo reconciliando un mundo consigo mismo, no contando contra ellos sus transgresiones, y él encargó el mensaje de la reconciliación a nosotros. Somos por lo tanto embajadores sustituyendo por Cristo, como si Dios estuviera haciendo súplica mediante nosotros. Como sustitutos por Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios.’”—2 Cor. 5:18-20.
10. ¿Cómo muestra Pedro el paralelo entre el sacerdocio levítico y el sacerdocio cristiano?
10 Es, sin embargo, el apóstol Pedro, quien, señalando a los paralelos, directamente llama sacerdocio a la congregación cristiana. Haciendo una comparación con el templo literal y los sacrificios literales del sacerdocio levítico, Pedro explica a sus compañeros cristianos: “Ustedes mismos también como piedras vivas están siendo edificados en casa espiritual para servir el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo. . . . ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ del que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa. Porque ustedes en un tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios.”—1 Ped. 2:5, 9, 10.
11. (a) ¿Cuáles son los “sacrificios espirituales” mencionados en 1 Pedro 2:5? (b) ¿Cuáles son los deberes sacerdotales para los cristianos que se mencionan en Hebreos 10:23-25?
11 Que aquellos “sacrificios espirituales” ofrecidos por el sacerdocio cristiano ante todo son una ‘declaración en público de las excelencias’ de Dios se corrobora por Pablo, que los llama “el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre,” en Hebreos 13:15, y agrega: “Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios Dios queda bien complacido.” Note también que Pablo, después de haber identificado el nuevo sacerdocio bajo Cristo Jesús en el capítulo 10 de Hebreos, prosigue en los versículos Heb 10:23-25 y menciona por lo menos tres diferentes deberes sacerdotales de ese nuevo sacerdocio: “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras excelentes, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.”—Rom. 12:1.
UNA DIFERENCIA
12. ¿Por qué se le llama al sacerdocio levítico un sacerdocio “especial”?
12 En un respecto, sin embargo, hay diferencia entre los dos sacerdocios. El sacerdocio levítico no fue lo que se conoce como “general” sino, más bien, un sacerdocio llamado “especial.” No había nada de general en cuanto a ello. El puesto de sacerdote estaba restringido por nacimiento y sexo, limitado como lo estaba a los miembros varones de la tribu de Leví, el puesto de sacerdote sacrificatorio aun estando limitado a la familia de Aarón, el primer sumo sacerdote. Por ley el sacerdocio estaba colocado en una clase o una orden por sí mismo, no solo en lo que tocaba a puesto, sino también en otros asuntos. Los levitas no recibieron herencia en la tierra, y se hicieron provisiones especiales para su subsistencia. Su tribu no fue contada entre las doce tribus de Israel después de haber sido apartada para los deberes sacerdotales; las tribus de Efraín y Manasés, los hijos de José, completaron el número. Los levitas, de esa manera, fueron una clase o estado u orden especial dentro de la sociedad judía. Había una distinción definitiva entre el sacerdocio y la gente. El sacerdocio de Israel fue un sacerdocio “especial.”—Núm. 8:14; 18:20-24.
13. (a) ¿Qué es un sacerdocio “general”? (b) Según Pedro, ¿es el sacerdocio cristiano un sacerdocio general o un sacerdocio especial? ¿Cómo apoya Pedro la respuesta de usted?
13 Ese no es el caso con el sacerdocio nuevo. Pedro dice: “Ustedes son ‘. . . un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial.’” Él llama al sacerdocio cristiano una nación. Es el nuevo “Israel de Dios.” El sacerdocio y la nación son idénticos. No hay división en “sacerdocio” y “pueblo” dentro de esa nación. Cada miembro de esa nación es sacerdote. Eso es un sacerdocio “general.”—Gál. 6:16.
14. Dé pruebas adicionales del hecho de que el sacerdocio cristiano es general.
14 La idea de que no hay distinción entre los cristianos no es nueva. La encontramos en el cuadro del cristiano como miembro del cuerpo de Cristo, en el cual “no hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra”; y la tenemos en la calidad de hijo de Dios que el cristiano alcanza y en virtud de la cual cada cristiano tiene directo acceso a su Padre celestial por medio del Sumo Sacerdote, Jesucristo, sin ningún hombre como medianero o sacerdote, porque Jesucristo es el Medianero mismo.—Gál. 3:28; 4:5-7; Heb. 4:16; 1 Tim. 2:5.
ORIGEN DEL SACERDOCIO GENERAL
15. ¿Quién instituyó el carácter general del sacerdocio cristiano? ¿Cómo?
15 Fue Jehová Dios mismo quien estableció muy enérgicamente el sacerdocio general en la congregación cristiana desde su mismo principio. En el día del Pentecostés derramó su espíritu sobre los primeros que llegaron a ser miembros de la congregación. Al recibir ese espíritu fueron ungidos para ser subsacerdotes y se les ayudó a comenzar a desempeñar sus deberes sacerdotales allí mismo, porque bajo su influencia comenzaron a ofrecer sacrificios espirituales por medio de predicar acerca de Dios y sus propósitos. Note, Dios no escogió a unos cuantos de aquellos 120 individuos aproximadamente que estuvieron presentes, para ser un clero o sacerdocio para efectuar la predicación y el resto para ser los oyentes o legos, sino que “todos fueron llenados de espíritu santo y comenzaron a hablar. . . acerca de las cosas magníficas de Dios.”—Hech. 2:4, 11.
16. ¿Cómo preparó Jesús a sus seguidores para los deberes del sacerdocio general aun antes del día del Pentecostés?
16 Es evidente de muchas maneras que la enseñanza del sacerdocio se entendía y practicaba en la congregación primitiva. Se les exhortó a que siguieran las pisadas de su Sumo Sacerdote, Cristo Jesús, y durante su ministerio en la Tierra él no solo desempeñó los deberes del nuevo sumo sacerdote él mismo, sino que hizo generales los deberes sacerdotales al enseñar a sus seguidores que hicieran lo mismo.—Luc. 10:1-12.
17-19. ¿Cómo sabemos que la comisión misional que dio Jesús y que se registra en Mateo 28:19 no solo fue para los once apóstoles?
17 Algunos llaman la atención al hecho de que cuando Jesús, por ejemplo, dio la famosa comisión misional, según se registra en Mateo 28:19, solo los once apóstoles estuvieron presentes, y por lo tanto sostienen que solo fue dada a los apóstoles. Pero también se entiende que “más de quinientos hermanos” estuvieron también allí. (1 Cor. 15:6) Es verdad que los apóstoles más que otros estaban ocupados estableciendo nuevas congregaciones en muchos países, pero ciertamente no estuvieron solos en ese trabajo. Todos ayudaban. Cuando Pablo vino a Roma por primera vez, no fue para establecer una congregación, porque ya había una congregación allí, y los hermanos salieron a recibirlo antes de que él entrara en la ciudad.—Rom. 1:8, 13; Hech. 28:14-16.
18 Los apóstoles mismos no entendieron que el mandamiento misional fuera solo para ellos. Note las palabras de elogio de Pablo a los hermanos de Tesalónica: “El hecho es que, no solo ha sonado de parte de ustedes la palabra de Jehová en Macedonia y Acaya, sino que en todo lugar su fe hacia Dios se ha esparcido, de modo que no tenemos que decir nada.”—1 Tes. 1:8.
19 Tito y Timoteo fueron maestros, pero fueron maestros de maestros; no fueron ministros enviados a enseñar a legos. Pablo escribió a Timoteo: “Las cosas que oíste de mí con el apoyo de muchos testigos, estas cosas encomiéndalas a hombres fieles, quienes, a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.” (2 Tim. 2:2) Esto está en armonía con lo que leemos en Apocalipsis 22:17: “El espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que oye diga: ‘¡Vengan!’” Cuando los hebreos fueron lentos en cuanto a progresar hasta el punto de participar activamente en los deberes del sacerdocio general, Pablo se desilusionó: “Porque, en verdad, aunque deberían ser maestros en vista del tiempo, necesitan ustedes de nuevo alguien que les enseñe desde el comienzo las cosas elementales de las declaraciones formales sagradas de Dios.” No se toleraba a ningún laico en esa congregación.—Heb. 5:12.
20. ¿Cómo confirma la historia el sacerdocio general de la Iglesia primitiva?
20 La historia confirma lo mismo. El profesor danés Hal Koch dice en su Church History: “Solo en los días de los apóstoles y en las décadas inmediatamente después, oímos de misioneros verdaderos, ocupados con la diseminación del cristianismo como su tarea y vocación. Además, eran cristianos bastante comunes: comerciantes, trabajadores, esclavos y cualquier posición social que tuvieran, los que atraían nuevos miembros a la congregación.” No hay duda en cuanto a ello: El sacerdocio general fue un rasgo característico de la iglesia cristiana primitiva; cada miembro era un sacerdote que consideraba su deber predicar y enseñar acerca de Dios dentro y fuera de la congregación, y todos eran sostenidos por el espíritu de Dios derramado sobre ellos. No había legos en aquella iglesia. ¿Cómo, entonces, llegó a ser el que las iglesias de la cristiandad hoy en día difícilmente conocen otra cosa que un clero que predica desde los púlpitos y unos legos pasivos?
UN CAMBIO DIABÓLICO
21. ¿Componían los siervos de congregación de la Iglesia primitiva un sacerdocio?
21 Puesto que la congregación cristiana primitiva era una organización trabajadora, fue necesario nombrar a algunos de los miembros a servicios especiales. Para ser nombrado a tal puesto de servicio, el individuo tenía que ser maduro, hombre de mayor edad o un llamado “anciano” (griego: presbýteros). De entre los hombres de mayor edad se escogía a los superintendentes de congregación (griego: epískopoi) y sus auxiliares o siervos ministeriales (griego: diákonoi). A causa de lo que acabamos de ver acerca del sacerdocio general dentro de la iglesia primitiva, no se les nombraba para formar un sacerdocio; sencillamente eran los siervos de sus hermanos cristianos.—Hech. 6:1-7; Tito 1:5; 1 Ped. 5:2, 3; Mat. 20:25-28.
22. ¿Cómo llegaron a formar un sacerdocio más tarde los siervos de congregación?
22 Pablo, sin embargo, profetizó con certeza: “Después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.” Una de las consecuencias tristes de este levantamiento al poder opresivo de hombres egoístas fue la pérdida completa del sacerdocio general. Según la historia eclesiástica, durante el segundo siglo los siervos de las congregaciones fueron lenta pero seguramente elevados para formar un sacerdocio especial. Los superintendentes de congregación o epískopoi se pusieron la vestimenta de obispo, los ancianos o presbýteroi fueron cambiados de solo ser los hombres maduros, de mayor edad de entre quienes podían escogerse los siervos, para estar en el puesto de sacerdote, y los siervos ministeriales o auxiliares fueron hechos los diáconos de nuestro día. Los hombres se arrogaron puestos mediante los cuales llegaron a ser una jerarquía que por siglos ejerció un severo gobierno espiritual y seglar, enseñoreándose sobre los legos.—Hech. 20:29, 30.
23. (a) ¿Qué hace al clero católico un ejemplo sobresaliente de un llamado clero cristiano que ha cambiado del sacerdocio general al sacerdocio especial? (b) ¿Por qué fue diabólico este cambio?
23 El sacerdocio de la Iglesia Católica Romana es un ejemplo notable de esto. No solo forma este sacerdocio una clase distinta y separada de los legos en poder, educación y apariencia, imitando el arreglo de un sacerdocio especial, sino que ha construido templos literales con altares literales y ha vestido a sus miembros con vestimentas especiales para diferenciarlos del miembro eclesiástico común. Para hacer completo el retorno al sacerdocio especial, afirma poseer mediante consagración especial el poder de hacer bajar a Cristo Jesús sobre sus altares a voluntad, para sacrificar su carne y sangre literales en la misa católica romana. El cambio del sacerdocio general al sacerdocio especial difícilmente pudo haber sido hecho más perfectamente, si una apariencia cristiana todavía había de mantenerse. Al privar a los miembros de la iglesia de su derecho de ser siervos activos de Dios predicando su Palabra, al mutilarlos hasta hacerlos un cuerpo de feligreses ignorantes, a menudo analfabetos, el clero apagó el espíritu de Dios en la iglesia y la despojó de su original fuerza dinámica para esparcir las buenas nuevas y por lo tanto la despojó de la clase correcta de regeneración, por medio de la cual la verdad acerca de Dios y de Cristo debe conquistar al mundo. Ese cambio fue diabólico.